martes, 14 de diciembre de 2010

Los juegos del hambre

A decir verdad me ha costado únicamente dos días leerme este libro, el problema ha sido que por medio no me he atrevido a cogerlo porque me conozco y sé que no habría podido dejarlo y tenía que estudiar. Pero, bueno, ya ha pasado, por lo que he podido terminarlo, aunque... Claro, ahora me toca esperar la continuación, pero si llevo años esperando Dance of dragon, puedo con todo, xDD.

Los juegos del hambre transcurre en una distopía, donde Estados Unidos ha quedado dividido en doce distritos (más un treceavo que fue destruido por el Capitolio tras un intento de revolución), que son gobernados por la ciudad llamada Capitolio. Pues bien, año tras año y con la idea de recordar quién manda y el poder que tiene, se organizan Los juegos del hambre, un reality televisado donde se reúnen dos tributos de cada distrito (un chico y una chica) y luchan entre sí para matarse, pues el que quede en pie es el único que puede salir de ahí.

La historia se centra en Katniss Everdeen, una chica de dieciséis años que, tras la muerte de su padre en las minas (el distrito 12 donde vive es el que se encarga de la minería) y la posterior depresión de su madre, ha acabado ejerciendo de cabeza de familia: caza ilegalmente, negocia en el mercado negro... Hace lo que sea para sustentar a su madre (que recuperada de su depresión ejerce de herbolaria) y a su hermana, a la cual es a la única de estar segura de querer.

Katniss, además, tiene un compañero de caza y, también, amigo, Gale, dos años mayor que ella y que está en su misma situación: el padre de Gale murió en el mismo accidente minero que el suyo y también es el cabeza de su familia.

Sin embargo, el temible día de La cosecha (donde se eligen mediante el azar a los tributos que participarán en Los juegos del hambre) llega. El funcionamiento es el siguiente: de los doce a los dieciocho años pueden ser candidatos a tributo; entonces, el primer año se introduce su nombre una vez, el segundo dos veces, etc. Además, se puede introducir el nombre más veces a cambio de conseguir teselas (cereal y demás), aunque ya se queda ahí hasta que la persona tenga más de dieciocho. Por eso, Katniss está preocupada tanto por ella como por Gale, pues ambos se han encargado de que sus hermanos no pidieran ninguna tesela y no cuenta con lo que al final pasa: su hermana es el tributo femenino. Katniss no lo duda ni un solo segundo: ella se presenta voluntaria, salvando a su hermana.

Y por si las cosas no eran lo suficientemente jodidas, el tributo masculino resulta ser Peeta Mellark. No tiene relación con él, pero cuando se quedó huérfana y su madre no hacía nada por conseguir dinero o comida, Peeta les salvó la vida, quemando a propósito pan (su familia son los panaderos del distrito doce) para dárselo a ella. Sin embargo, si quiere sobrevivir y volver a casa, deberá matarlo junto a otros veintidós tributos.

Esa es la interesante premisa de Los juegos del hambre de Suzanne Collins y a lo largo de unas cuatrocientas páginas se desarrolla una aventura adictiva, dura y cruel. El principio, quizá, es un poco lento porque te introduce en el mundo del libro, en sus reglas, en conocer a Katniss y al resto de personajes... Pero en cuanto Los juegos del hambre dan comienzo, logra atrapar al lector como si fuera él mismo el que estuviera participando en los juegos.

La autora, además, sabe llevar muy bien el ritmo: combina perfectamente las partes frenéticas y llenas de acción, a otras más tranquilas donde prima más el trato a Katniss y a Peeta. Su narración es terriblemente efectiva, pues al ser en primera persona y presente, logra envolverte todavía más, como si estuvieras ahí mismo, como si la supervivencia de Katniss y Peeta no fuera para nada segura.

Vamos, básicamente me ha encantado y se ha convertido en uno de mis favoritos, lo que, en mi caso, tiene el doble de mérito, pues creo que Katniss Everdeen es una de las protagonistas más desesperantes que he leído nunca. A falta de leer En llamas y Sinsajo (segunda y tercera parte de la trilogía respectivamente), le daría un par de hostias bien dadas por pava y estúpida.

Sí, vale, la tía es dura como las rocas y se lo monta muy, muy bien en los juegos. Tampoco es la típica protagonista “damisela en apuros”, sino que es una heroína de acción. Pero es pava, pava, pava... Es tan pava que la estrangularía.

Seguramente no esté siendo demasiado justa y es que yo fiché a Peeta desde que Katniss habla de él. Vale, entiendo que al principio Katniss desconfíe (al fin y al cabo, Peeta es un rival lo quieran o no) y aún puedo entender que durante el entrenamiento no sé dé cuenta de que el pobre muchacho esté loco por ella, pero es que ya llega un punto en que no se puede ser más tonta. ¡Por Dios, ¿qué necesita esta chica para dejar de vivir en su propio mundo y saber ver la realidad?! Es que no da ni una, no tiene ni repajolera idea de juzgar a las personas. Vamos, yo no había visto un caso así desde que en El internado, comentaban la cara de buena persona que tenía el psicópata de Mateo.

Ahora entiendo cuando mi amiga Míriam me dijo “qué gran libro, pero qué mal me cae la prota”. Y es que yo no sé si es porque iba con ideas preconcebidas de Katniss de haber leído por ahí cosas (recuerdo que alguien la comparaba con la gran Katsa de Graceling y sólo se parecen en el nombre, el color del pelo y lo supervivientes que son ambas), pero es lo único que me ha decepcionado del libro.

Por otra parte, Peeta me ganó desde el principio, al igual que Haymitch. Creo que supe juzgarlos desde el principio, así que les entendía perfectamente. De hecho, el otro “pero” (que es pequeño) que le encuentro es la falta de información sobre Haymitch. Vale, el libro está narrado desde el punto de vista de Katniss, así que tienes que conocer al resto de personajes por sus acciones, lo que es harto interesante, pues tú puedes interpretarlos. Y mientras que a Peeta llegas a conocerlo bastante bien, Haymitch es un misterio: ¿cómo ganó sus Juegos del hambre? ¿Cuál es su historia? Ainss, benditos personajes secundarios: os adoro, pero nunca os desarrollan demasiado ^^U

La historia de amor muy, muy tenue. La autora la toca de forma muy leve, lo que creo que en este caso está muy bien, pues tanto Katniss como la novela son más de acción. Sin embargo, ahí está con su triángulo amoroso, que de momento no me atrevo a juzgar pues a la tercera parte, Gale, apenas le conocemos por el momento.

En conclusión: un libro maravillosamente escrito, que plantea cuestiones muy interesantes y que tiene a un gran personaje masculino en Peeta, además de una protagonista atípica lo que es de agradecer. Una vez que lo empiezas, no podrás parar.

PD: En twitter he visto una foto que me ha hecho reflexionar... ¿Qué narices tiene La grandísima en la cabeza para cortarse su melenón y teñirse de rubia? ¿Y cómo afectará eso a Hispania? Porque, vamos, no creo que existiera el tinte en aquella época, ¿eh?

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