miércoles, 7 de noviembre de 2012

El regreso de Dean Winchester

Hace unos meses comenté lo desencantada que estaba últimamente con Supernatural, ya que sus dos últimas temporadas (la sexta y la séptima) habían dado un bajón muy importante en cuanto a calidad, entretenimiento e interesarme. También dije que estaba esperando a ver cómo lo hacía el nuevo showrunner, Jeremy Carver, porque, a diferencia de los episodios escritos por su antecesora, Sera Gamble, los suyos siempre me habían encantado.

Bueno, pues la octava temporada ya ha llegado, hemos podido ver cinco episodios y creo que han sido suficientes para llegar por completo a la conclusión a la que llegué tras ver el season premiere: Supernatural vuelve a molar y le voy a poner un piso, o lo que él desee, a Jeremy Carver.

Mientras que los episodios de la séptima temporada siempre los iba dejando pasar y los veía cuando ya no me quedaba nada, ahora son los primeros de mi lista y me muero por ver el siguiente, algo que no me sucedía desde la época de Eric Kripke. Y es que Jeremy Carver le ha devuelto el tono a Supernatural, esa mezcla entre lo sobrenatural, el drama y la comedia que logra que los cuarenta minutos pasen en un segundo. También ha conseguido que los personajes me vuelvan a interesar y que las relaciones entre ellos no me cansen o me aburran, como ocurría con la relación entre los hermanos de las dos últimas temporadas que se limitaban a dar vueltas una y otra vez sobre lo mismo.

Una capturilla de Dean para celebrar que Supernatural is back ^^

Y a partir de aquí hay spoilers sobre los cinco primeros episodios de la temporada, así que leed bajo vuestra responsabilidad ;)

La octava temporada comienza justo un año después del final de la séptima, justo cuando Dean consigue regresar del purgatorio y, de paso, traerse con él a un vampiro, Benny, del que parece haberse hecho muy amigo. Además, no hay ni rastro de Castiel y cuando encuentra a Sam éste se ha retirado de la caza y está viviendo una vida normal junto a una mujer, Amelia (están un poco obsesionados con dicho nombre, por cierto, que la amiga de Sam que tantos quebraderos trajo se llamaba Amy Pond).

La cuestión es que me parece un planteamiento perfecto. Por un lado, vuelven a instaurar la tónica habitual de los hermanos, pero le dan un giro de tuerca que hace que no resulte pesada como antes. Dean ha pasado un año fuera, viviendo un infierno en el purgatorio, y Sam acabó cejando en la búsqueda de su hermano para vivir una vida normal que, al fin y al cabo, es lo que siempre ha deseado.

De hecho, a diferencia de Dean al principio de la sexta temporada, a Sam se le ve muy cómodo en esa faceta. No sé, personalmente siempre me pareció que Dean estaba con Lisa más por la promesa a Sam que porque de veras fuera feliz. Pero son interpretaciones mías, claro. Eso sí, pese a que Sam ha vuelto al planteamiento con el que inició la serie (termino esta misión y me retiró), lo ha hecho con otra actitud, mucho más madura y no la de niñato egoísta que ha tenido en muchas otras ocasiones (es acordarme del episodio de los grandes momentos en el cielo y enfadarme con él). Por eso, pese a que, de momento, sus flashbacks no me interesen demasiado, al menos no me cae como una patada en el culo.

Sam, majo, has estado un año viviendo una vida normal, ¿no podías haberte pasado por la peluquería?

Y ya que he sacado a colación los flashbacks, señalar que me parecen el recurso perfecto para contar la historia que tienen entre manos. La elipsis que han llevado a cabo está dando mucho juego por distintas razones: nos están dosificando el año que ha pasado Sam (que, a priori, no parece especialmente interesante) y están creando un gran misterio en torno a Dean, que siempre ha sido el hermano más interesante.

Hablando de lo cual, han logrado que Dean me vuelva a caer bien. Algo que ya creía imposible lo lograron en un solo episodio. Sí, Dean ha vuelto distinto del purgatorio, traumatizado, en ocasiones más duro, pero también ha dejado atrás esa amargura que marcó al personaje en las dos temporadas anteriores. Dean ha vuelto a hacer bromas, a su Impala (me pareció un error tremendo que nos lo quitaran en la séptima temporada, ¡el Impala es parte de la esencia de Supernatural!), a disfrutar de la comida y, además, más flexible.


Está hablando de una hamburguesa, sí.

Dean siempre había mostrado una tolerancia cero a los monstruos, llegando a eliminar a Amy Pond porque estaba convencido de que ésta no podía escapar a sus instintos. Sin embargo, ya no es sólo que salvara a Benny del purgatorio, sino que en el cuarto episodio de la temporada, Bitten (episodio que me recuerda muchísimo a Love and monsters de Doctor Who y que me pareció igual de aburrido), estuvo de acuerdo en dejar marchar a la chica que había sido mordida por un hombre lobo. Antes del purgatorio (y supongo que de Benny), eso no habría sucedido.

Y es que el purgatorio que han ideado es una especie de Los juegos del hambre o Battle royale donde todos los monstruos van a por todos. A través de flashbacks nos han contado que, al ser humano, Dean podía salir y que Benny se había aliado con él para que lo sacara. Pero también hemos visto como Dean se ha empeñado en buscar a Castiel, el cual le había dejado solo porque los leviatanes iban a por él y no quería poner a Dean en peligro.

Personalmente, me encantó y me conmovió el reencuentro entre Dean y Castiel porque, en primer lugar, se abrazaron (Supernatural no es muy dada a esas cosas y cuando pasa, pues me emociono mucho ;P) y, en segundo lugar, porque Dean comprendió la situación y no sólo no se enfadó con Castiel, sino que decidió que lo iba a salvar costara lo que costra. ¿Y qué queréis que os diga? Tras ver los continuos desplantes de Dean hacia el ángel, lo mal que lo ha tratado en las dos últimas temporadas y que, básicamente, no atendía nunca a razones con él, me encantó ver que no sólo lo escuchaba, sino que comprendía la actuación de Castiel.

*0*
Jo, es que el Destiel está siendo tan genial en esta temporada :3

De momento, sólo estamos viendo a Castiel en los flashbacks. Un Castiel que, por cierto, Jeremy Carver tardó un segundo en volver a convertirlo en lo de siempre y no en ese esperpento en el que le había ido convirtiendo Sera Gamble. Yo me muero por saber qué ocurrió porque, a juzgar por la constante culpabilidad que muestra Dean en el presente y ese flashback en el que Castiel parece caer, no fue nada bueno. Señalar, de paso, que tanto Jensen Ackles como Misha Collins están bordando sus papeles, aunque no es nada nuevo, la verdad.

Aparte de todo esto, este año han decidido olvidarse de nuevos monstruos porque está visto que no terminan de cuajar y, a diferencia de la sexta temporada, parece que saben lo que quieren hacer. Dean y Sam tienen una empresa clara y concisa, también lo suficientemente importante o épica: el terminar con los demonios de una vez con todas.

Esto está bien porque, por un lado, se dejarán de tonterías, dar vueltas y no ir a ningún sitio (como ocurrió en la sexta temporada) y, por otro, los demonios resultan unos malos mucho más efectivos que los leviatanes. Además, Crowley siempre ha sido un personaje muy carismático, inteligente y que resulta un gran villano.

Esta trama a largo plazo tiene otra ventaja y es que permite que siga apareciendo lo único que merece la pena de las temporadas anteriores: Kevin, el profeta. De hecho, con todo lo sucedido, Kevin ha evolucionado y resulta todavía más interesante. Eh, ha vacilado a Crowley dos veces, eso se merece un premio, un piso y lo que sea. Además, hemos conocido a su madre y la señora molaba una cantidad.

Esta escena fue taaaan grandiosa.
(Y es Sexy Mark Sheppard, yey =D)

Es decir, que la trama a largo plazo promete y estoy deseando que los Winchester encuentren a Kevin, algo que me supongo será difícil porque el chaval es listo. Y no sólo porque Kevin mole, que lo hace, sino por el motivo de su huida, con Dean dispuesto a matar a la señora Tran porque estaba siendo poseída por Crowley, lo que provocó que Kevin le acusara de usar a la gente a su beneficio y que luego, cuando ya no las necesita, ésta muere.

La verdad es que esa nueva dualidad de Dean, esa resignación a hacer lo que cree que debe hacerse, pese a que le pase factura después, es una de las cosas que más me están gustando. Dean Winchester ha vuelto, con sus gracias, sus cosas, pero también su drama porque, si alguien ha sido puteado hasta la saciedad en esta serie, ha sido él.

Y ya sólo me queda decir: larga vida a Jeremy Carver ;P

2 comentarios:

  1. Aquí llega Syl de nuevo para comentar la entrada. Y digo de nuevo porque ya tenía mi comentario hecho y el muy capullo de Google no sé qué hixo, que lo borró ¬¬

    te doy toda la razón en todo lo que has dicho. A mí también me pasó igual. Acostumbrada a los maratones de esta serie,(porque a pesar de las dos últimas temporadas, aún les tenía mucho cariñín), me he soprendido viendo el primer capítulo y deseando ver todos los demás, sin esperar al verano. Eso es raro en mí, que me suelo meter atracones de series hasta que me salen por los ojos xD

    Me encanta Benny y sus flash con Dean y Cass en el purgatorio, creo que están entre mis momentos favoritos de los capis. Estos tres forman un triángulo súper currado, yo ya no sé ni qué shippear xD (Lo digo en sentido amistad eh :P) La amistad Sam/Dean nunca llamó mi atención, pero sí la que Dean tiene con estos dos, e incluso, el momento en el que Benny le "ayuda" a Cass para ganarse la confianza de Dean. Digo ayuda, para no dar spoilers a la gente xD Ese momento fue el momento fangirling más fangirling de todos xD Al menos por mi parte. Si bien la historia de Benny en el mundo real no me llamó mucho la atención, los flash me encantan. Mucho más que los de Sam, que no me dicen nada nuevo. Pero me gusta que hayan vuelto a su esencia de, "Dean, yo quiero acabar con esto y dejarlo" Molará ver adónde van a ir con eso :)

    El Kevin es la cosa más inteligente que existe, y su madre mola. Se ha reído de Crowley y eso mola también, porque ahora el tío sabe que el pequeñín es inteligente y que no le hacen falta los Winchester para sobrevivir, de hecho, le ha ido muy bien todo hasta que ellos se cruzaron en su vida xDD Hace bien huir jajaja

    El impala... Esa es otra... ¿Cómo se les ocurre pasar de él toda una jodid* temporada? ¡Eso es un pecado! Me alegro de que lo hayan vuelto a conducir.

    El tema demonios siempre me ha molado :D De hecho, les agradecería si fuesen bueniños y me trajesen a Meg de vuelta, para un cameo así pequeñito, una charleta con Cass me vale :P La interacción de estos dos me encanta xD

    Me guardo la foto del abracico Destiel *__* Qué cosa más bonica <33

    Un besito!

    Syl

    ResponderEliminar
  2. A mí también me gusta más Benny en los flashbacks, pero su episodio estuvo muy guay (o quizás fue que tras el peñazo de Bitten, cualquier cosa me parecía maravillosa, xD) y me gustó que Dean acudiera raudo a conocerle y que Sam supiera todo, seguro que ahora el enfrentamiento entre los hermanos es interesante.

    Kevin es la leche y me da a mí que o los necesita o los Winchis lo van a tener chungo para encontrarle, aunque me alegro que, como dices, le iba mejor solo al pobre muchacho, xD.

    A mí es que Meg me sobra muuuucho y la actriz nueva me parece muy, muy malita, donde esté la Meg primera que molaba un montón.

    ResponderEliminar