Este año le regalamos a mi padre La verdad sobre el caso Harry Quebert, una novela de la que había oído hablar maravillas. Y como, en mi casa, o te lees el libro el primero o te acosan a spoilers (true story), pues me puse con él en cuanto pude y lo devoré en unos pocos días, pese a que es un señor tochón.
La verdad sobre el caso Harry Quebert nos cuenta la historia de Marcus Goldman, un joven escritor que, tras convertirse en un súperventas con su primera novela, está sufriendo el síndrome de la página en blanco. Cuando su falta de inspiración llega a límites insospechados, acaba recurriendo a su amigo y antiguo mentor Harry Quebert para pedirle ayuda. Harry es un gran escritor, especialmente conocido por su segunda novela, Los orígenes del mal, que conoció a Marcus al darle clase en la universidad.
Estando Marcus en la casa de su amigo, pasando unos días en el pequeño pueblo de Aurora, descubre que Harry, cuando tenía unos treinta años, mantuvo una relación con una adolescente, Nola Kellergan. Poco después, el cuerpo de la joven Nola aparece enterrado en el jardín de Harry, abriendo un nuevo capítulo en la historia más sombría del pequeño pueblo: la desaparición de Nola treinta años atrás. Harry es detenido por el asesinato y Marcus, sin dudarlo un momento, se traslada a Aurora para investigar qué ocurrió con Nola y exculpar a Harry.
Así, en La verdad sobre el caso Harry Quebert tenemos una historia dividida en tres tiempos (1975, con la llegada de Harry a Aurora y su relación con Nola; 1998, con Marcus conociendo a Harry; 2008, cuando el cuerpo de Nola es descubierto en el jardín de Harry) y no una historia cualquiera.
Principalmente, la novela es un thriller y, como tal, cumple con varios tópicos del género (el pequeño pueblo idílico cuyos habitantes ocultan secretos, la policía no muy dada a investigar, el ricachón misterioso con un lacayo que da mala espina...). Eso sí, Joël Dicker sabe llevar muy bien tanto la tensión como los enigmas y el ritmo, llevando al lector de un giro a otro hasta resolver el caso. Ciertos giros son más predecibles, pero también los hay que te dejan con la boca abierta y, en general, te pasas el libro entero sin tener una idea clara de lo que ha pasado con Nola.
Sin embargo, La verdad sobre el caso Harry Quebert es algo más que un thriller, pues el autor usa como excusa el caso de Nola Kellergan para poder contar otras historias. Me pareció muy original y me gustó mucho que Joël Dicker hiciera hincapié en la literatura, los autores y el mundo editorial. Tanto Marcus como Harry son escritores, de hecho son mentor y alumno y al comienzo de cada capítulo hay un fragmento de conversación entre ellos, generalmente sobre la escritura. La verdad es que resultaba muy interesante el leer los consejos de Harry, las vivencias de cada uno y que se examinara tanto el proceso de escribir una novela como lo que viene después: las editoriales, las críticas, el público...
De hecho, si te gusta escribir (como a mí), me parece una lectura muy recomendable.
Y además del thriller y de esa especie de manual sobre cómo escribir un libro, La verdad sobre el caso Harry Quebert habla sobre el amor. El amor de muchas maneras: la amistad, el respeto y la admiración, el amor romántico, el amor no correspondido, el amor por rutina...
Pues en la novela hay una amplia galería de personajes y, aunque a priori parece que Marcus es el protagonista, poco a poco se van contando las historias de todos ellos. Joël Dicker se molesta en desarrollar a los personajes, en contarnos su situación, sus sentimientos, deseos y demás. Así, aunque muchos personajes están basados en tópicos (la chica mona de pueblo que desea algo más, pero se ve obligada a quedarse ahí; el empresario rico, que tiene secretos...), acaban siendo algo más que un cliché y se convierten en personajes con los que te encariñas.
Eso sí, también hay otros personajes que son mucho más complejos e interesantes. Es curioso, pues aunque Marcus es quien cuenta la historia y tiene sus matices, fue otro personaje el que resultó no sólo el centro de todo, sino lo más remarcable: Nola. Sí, tanto Marcus como Harry se ganan el cariño del lector y tanto la relación entre ellos como la de Harry con Nola están muy bien desarrolladas, pero Nola Kellergan es un gran personaje.
Lo que más curioso me resulta es que Nola es la víctima (la difunta, vamos) y, a priori, es de la que menos se sabe, aunque poco a poco Joël Dicker va formando el puzzle y, al final, acabas rendida ante ella. Nola es muy compleja, también la forma en la que vas conociendo, pero acaba descubriéndose como una chica complicada, inocente, romántica, valiente, dura... La verdad es que tampoco quiero explicar más porque creo que lo mejor es leer el libro e ir conociéndola, pero, vamos, que Nola mola mil.
Encima, como ya he dicho, la relación que Nola mantiene con Harry está perfectamente retratada y tiene escenas muy, muy bonitas. De hecho, la novela tiene pasajes que son una auténtica preciosidad, románticos incluso, sin rallar en lo cursi, que es algo que a mí, personalmente, me gusta mucho.
Todo ellos escrito con la fantástica pluma de Joël Dicker, que no sólo es terriblemente inteligente al orquestar la historia e ir dosificando la información, sino que posee una narrativa estupenda que sabe sumergirte en la historia, además de crear atmósfera. Como se supone que el libro que estamos leyendo, La verdad sobre el caso Harry Quebert, lo ha escrito el protagonista, Marcus Goldman, tras haber pasado por todo aquello, combina tanto la primera persona (evidentemente con Marcus como narrador) con otros recursos: tercera persona para flashbacks, fragmentos de la novela de Harry, de periódicos, etc. Joël Dicker se adapta a cada uno de esos recursos, haciendo que se diferencie una parte de otra y no por el tiempo de la narración, lo que me pareció todo un acierto y algo digno de admirar.
La verdad sobre el caso Harry Quebert me sorprendió muy gratamente, es una novela que recomiendo mucho y, desde luego, le pienso seguir la pista a Joël Dicker. Si queréis leer un thriller apasionante y que tiene ese toque especial, ese algo más, leed La verdad sobre el caso Harry Quebert que os va a gustar.
El próximo lunes literario estará dedicado a... Como desees de Anabel Botella.
Lo tengo! Se lo regalamos a mi padre por su cumple. A ver si le hinco el diente.
ResponderEliminarHala, ¿tú también se lo regalaste a tu padre? Qué casualidad. Pues, si puedes, leelo porque está muy bien, al menos a mí me encantó.
EliminarNo leí el post entero hasta que al fin terminé con el libro, el cual empecé por tus recomendaciones vía Twitter, que conste. Influential Magik.
ResponderEliminarNo hace ni 24 horas que acabé de leer 'La verdad sobre el caso Harry Quebert' y todavía lo estoy asimilando. No sé qué tipo de libro es porque es una mezcla de géneros o brujería o algo ilegal, fijo, pero que estoy enamorado de Nola desde su primera mención está más que claro. Me costó un poco diferenciar algunos personajes, salvo aquellos que me parecían ídolos extremos.
En cuanto al final, ha sido de los mejores finales que recuerdo. Es un libro muy recomendable por muy largo que pueda parecer, pero casi que mejor, así amortizas bien el precio que vale.
¡Gaviotas para todos!
Jajaja, ¿pero a qué no te arrepientes de mis influencias, eh, eh? xDD.
EliminarLa verdad es que es una pasada como el tío mezcla todo eso y lo bien que le queda y Nola es lo mejor de lo mejor, es maravillosa y debería alzarse un altar en su honor. He dicho.
El final fue muy guay, además es que tiene giros que te dejan flipado, véase el giro de la madre o el último giro de Harry. Yo no sé si es que fui yo, que estaba especialmente tonta o qué, pero me las dio con queso pero bien, xDD.
Gaviotas para todos en verano y en invierno abrazos calentitos ;P
Desde que salió quiero leerlo y nunca lo compro! Es que gastarme 20 eurazos pufff me duele un riñón! A ver si sale en de bolsillo y lo pillo pero tiene una pintaza increíble!
ResponderEliminarYo se lo regalé a mi padre y no me arrepiento de los casi 20 euracos, pero también es verdad que a mí no me importa gastarme el dinero en libros, xDD. Pero, vamos, que si lo puedes pillar en la biblioteca o algo, hazlo porque merece mucho, mucho la pena.
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