Estas Navidades me regalaron los dos libros de Clara Peñalver dedicados a su detective Ada Levy y hoy os traigo a vosotros la reseña de la primera novela: Cómo matar a una ninfa, que supuso toda una grata sorpresa.
Ada Levy es una joven granadina que, debido a su traumático pasado, huye de las relaciones y lo que más le gusta es su libertad. Ada es fotógrafa, además de una amante de las motos, así que trabaja para una revista de viajes orientada a moteros y, también, se gana un sobresueldo haciendo algunos trabajillos para un amigo suyo, que es detective privado, Enrico.
Es precisamente Enrico quien le acaba pidiendo que coja un caso como detective más que como fotógrafa, ya que él tiene que salir de la ciudad. Ada acaba aceptando y es así como empieza a investigar la desaparición de la famosa modelo Mari Vila. Desde el principio, Ada tiene un pálpito sobre el caso y cree que está relacionado con El asesino de la hoguera, un psicópata que lleva tiempo carbonizando a mujeres en España. También desde el principio, Ada establece una conexión muy fuerte con Mari Vila, la desaparecida, así que decide que va a resolver el caso suceda lo que suceda.
Así da comienzo Cómo matar a una ninfa, la novela en la que conocemos a Ada Levy y también su mundo, su Granada. Y es que Cómo matar a una ninfa, al menos para mí, es una novela un tanto difícil de categorizar, ya que Clara Peñalver aúna dos géneros de tal manera que no es fácil el decantarse sólo por uno: por un lado, es una novela negra, pero por otro también lo podría ser romántica, pues sin renunciar a la investigación, vamos conociendo la vida personal de Ada y sus relaciones con los hombres.
De hecho, es Ada el corazón de la novela, es lo que importa.
Desde el principio sabemos que durante la investigación del caso Mari Vila le sucedió algo muy traumático, pues la novela está contada en segunda persona, ya que Ada le está contando lo sucedido a una psicóloga. Y, de hecho, ese futuro trauma es una intriga más, además de descubrir qué le ha ocurrido a Mari Vila, si sigue viva y quién la ha secuestrado en primer lugar. A decir verdad, al principio a mí lo que más me interesaba saber era qué le iba a ocurrir a nuestra intrépida protagonista.
Aunque a medida que Ada empieza a internarse en el caso, éste empieza a hacerse más y más complicado y acabas completamente atrapada por él, queriendo saber qué ha ocurrido y cómo va a terminar todo. Es cierto que, al menos a mí, me resultó un poco predecible, pero aún así el libro es tan entretenido y está tan bien llevado que merece mucho la pena.
Porque en Cómo matar a una ninfa no dejan de ocurrir cosas. Sí, no todas están relacionadas con la investigación propiamente dicha, sino que la mitad tienen que ver con la vida personal de Ada. Sin embargo, resulta de lo más interesante, sobre todo porque Ada es una gran protagonista.
Vamos, yo soy muy, muy fan de Ada. Clara Peñalver tiene muy clara a su protagonista y es muy efectiva al presentarla, pues no hacen falta más que un par de párrafos para conocerla, por mucho que luego la autora la explore. Ada tiene las cosas muy claras, además de una personalidad fuerte, aunque no por eso es perfecta. De hecho, a lo largo de la novela Ada mete la pata tanto en lo profesional como en lo personal, pero eso sólo logra que sea muy humana. Porque, además, aunque se equivoque resulta muy comprensible por qué lo hace y, encima, es una tía que cae bien desde el principio.
Y si Ada es un buen personaje, el resto del elenco no le va a la zaga. No tienen ni el mismo desarrollo, ni podemos conocer sus pensamientos de primera mano como en el caso de Ada, pero desde el principio quedan bien retratados y cumplen a la perfección con su cometido. Así, tenemos una serie de sospechosos con los que no sabes a qué carta quedarte, la gente que pertenece al círculo de Ada que te caen inmediatamente bien (a destacar su vecina, que es un amor de mujer) y también unos cuantos capullos a los que calas desde el principio.
Eso sí, lo único que me ha chirriado un poco ha sido el tema romántico. Al principio, debido a su historia personal, Ada mantiene encuentros sexuales con amigos suyos, pero de pronto se cruza con un hombre y se enamora casi al instante. No sé, no terminó de convencerme la historia de amor, sobre todo cuando nos hemos tirado 200 páginas leyendo que Ada es muy independiente y está empeñada en no encontrar el amor. Me hubiera gustado un desarrollo mejor llevado, la verdad.
Aunque, bueno, es el único elemento que no me ha gustado de Cómo matar a una ninfa, ya que el resto me ha encantado. Incluso la narración de Clara Peñalver me ha enamorado: es muy efectiva y me gusta mucho ese tono un tanto irónico que tiene Ada al contar su historia. De hecho, me arrancó más de una carcajada en los momentos más distendidos. Luego, se adapta perfectamente al carácter de la escena: desde aquellas llenas de acción a otras que son muy duras.
Vamos, en conclusión, que leáis Cómo matar a una ninfa, que mola mil y no os va a decepcionar.
El próximo lunes literario estará dedicado a... Los tres círculos de plata de J. Cister Rubio.
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