Finalmente la reseña de esta semana va el martes y la estoy escribiendo con gripazo incluido, así que me merezco un aplauso... sobre todo porque tengo unos cuantos episodios esperándome en mi cómodo sofá y a mi mantita. Espero, eso sí, que no se me vaya la pinza más de lo habitual, aunque, bueno, con esta reseña tampoco quedaría tan mal porque hoy me toca hablaros de La música del silencio de Patrick Rothfuss.
La música del silencio es una novelita muy, muy corta ambientada en el mundo de Crónica del Asesino de reyes, cuyas dos primeras partes (El nombre del viento y El temor de un hombre sabio) me encantaron y aún sigo esperando esa última entrega para cerrar la trilogía. Desde aquí, le envío ánimos al señor Rothfuss para que se dé vida con el asunto ;P
Lo primero que debería señalar de La música del silencio es que se deben conocer las novelas anteriores, ya que se trata de un añadido, como si fuera un extra de un DVD. Lo segundo, que se trata de una novela muy rara.
Y es que La música del silencio nos sumerge de lleno en el mundo de Auri, esa curiosa chica que Kvothe conoce de forma fortuita en La Universidad y que vive en las entrañas de la misma, al margen del mundo. Bueno, pues en este libro podemos echarle un vistazo a la Subrealidad, el lugar donde Auri vive, su propio mundo, por decirlo de alguna manera. De hecho, sirve para explorar a Auri como personaje y el relato se adapta perfectamente a la curiosa figura que es Auri, por eso, como ya he dicho antes, se trata de una novela muy rara.
No sólo no tiene una trama propiamente dicha, sino que tampoco tiene diálogo o aparecen más personajes que acompañen a Auri. No, La música del silencio es sólo un vistazo a Auri y a su día a día, de ahí que no sea un libro para todo el mundo.
El propio Patrick Rothfuss, de hecho, lo señala en las notas de autor. En ese sentido, es una novela sin trampa ni cartón. Él mismo explica que lo escribió porque le apetecía y sin ninguna intención de publicarlo (más que nada porque no creía que nadie fuera a estar interesado en hacerlo), pero que a su entorno le encantó y que, al final, se decidieron a editarlo.
Y la verdad es que se trata de un experimento curioso. Es bastante original y la forma en la que está escrito se adapta perfectamente a Auri, lo que hace de La música del silencio algo único y muy diferente a Crónica del Asesino de reyes. Esta historia es más lírica, más preciosista y seguramente tenga un montón de metáforas y material que analizar para los expertos en literatura que le sacan punta a todo. Pero yo soy una lectora bastante más básica y si leo “había un río” pues considero que había un río y punto, no que eso signifique cualquier otra cosa. Por eso, La música del silencio no ha terminado de gustarme.
Sí que tiene partes que me gustaron, pero, en general, se me hizo un tanto pesado y no terminaba de conectar con la historia. Me resultaba muy sencillo perderme en la lectura y, para ser tan fino, me costó bastante terminarlo. Claro, no ayuda, por ejemplo, que durante todo un capítulo se explique cómo Auri hace jabón. Capítulo que se quedará en mi memoria de forma traumática junto a uno de Gargantúa y Pantagruel donde enumeran cosas con las que se limpiaron el culo. Os juro que en ninguno de los dos casos me lo he inventado.
Eso sí, hay que reconocerle el trabajo como escritor, ya que La música del silencio está muy bien escrito y resulta muy valiente que se hayan atrevido a editar algo así, una lectura que a muchos no les gustará. También tengo que señalar la delicadeza y el cariño con el que Patrick Rothfuss retrata a Auri, un personaje muy complejo que recuerda a personas aquejadas con trastornos obsesivo-compulsivos e incluso con cierto grado de autismo. No sólo es algo bonito, sino que se palpa el cariño que le tiene a Auri y cada palabra rebosa lo que él mismo denomina como “rara dulzura”.
Es decir, que La música del silencio me ha parecido un excelente ejercicio de escritura, pero que, aunque tiene una protagonista muy interesante y pasajes muy bonitos, me ha parecido muy denso y me ha costado leérmelo. En este caso creo que no estábamos hechos el uno para el otro, ya que soy más de acción que de lirismo y tampoco soy muy amiga de la poesía.
El próximo lunes literario estará dedicado a... Desde que te fuiste de Morgan Matson.
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