Hace unos meses salió la noticia de que el escritor novel Robert Galbraith, quien había conseguido muy buenas críticas con su novela El canto del cuco, era en realidad J. K. Rowling. Tras haber leído Una vacante imprevista, no estaba muy segura de querer leer algo más de la Rowling, pero se trataba de una novela de detectives y me hablaron bien de ella, así que le di una oportunidad.
El canto del cuco cuenta la historia de Cormoran Strike, un ex-soldado que sobrevive como buenamente puede trabajando como investigador privado. La vida de Strike parece ir a peor, cuando dos personas distintas interrumpen en su vida: por un lado, Robin, la cual es enviada como secretaria eventual y que le sorprenderá; por otro, John Bristow, el hermano de la famosa modelo Lula Landry. Meses atrás, Lula cayó por la ventana de su apartamento, muriendo al instante y, aunque todos lo consideran un suicidio, John cree que fue un asesinato y quiere que Strike lo demuestre.
Una muerte misteriosa. Un detective con serios problemas a sus espaldas. Un familiar convencido de que la policía la cagó. Una ayudante joven, con iniciativa y mucho que ofrecer. Vamos, que El canto del cuco tiene todos los ingredientes de una novela de detectives y eso mola. A mí siempre me han gustado las novelas detectivescas, ya sean de Conan Doyle, de Agatha Christie o de autores más actuales como Jerónimo Tristante o Toni Hill.
Básicamente lo que vais a encontrar en El canto del cuco es una novela negra muy bien escrita y llevada, clásica pero moderna a la vez.
Y es que el ambiente en el que se desarrolla me pareció de lo más original. Al menos, yo no había leído nunca un caso que tuviera que ver con supermodelos, diseñadores, actores y hordas de paparazzi. Me pareció muy interesante el mundo que plantea la autora, las luces y las sombras de ese glamour: el precio de la fama con la falta de intimidad, el no saber si confiar o no, el interés y el desinterés, el acoso de la prensa, implacable y cruel. Gracias a esa dualidad, Rowling logra una víctima que, pese a ser una top model, resulta muy humana y compleja.
La verdad es que todos los personajes están muy bien construidos: desde Lula, la víctima, a la que conocemos a través de historias de otros, hasta la pareja protagonista. Pues El canto del cuco está narrado en tercera persona, basándose en los puntos de vista de Strike y Robin, esa extraña pareja improvisada que, sin embargo, hacen muy buen equipo.
Por un lado, Robin acaba de mudarse a Londres al prometerse con su novio y, mientras busca un trabajo fijo, acaba dando con la agencia de Strike, lo que supone cumplir un sueño de la infancia. Me gustó que Robin fuera una chica normal, pero también muy capaz. Es inteligente, tiene buenas ideas y no necesita a nadie para trabajar y, al mismo tiempo, también es femenina y está enamorada de su prometido. Porque, al menos de momento, no hay ni tensión sexual no resuelta entre ella y Strike, lo que también me resultó bastante novedoso.
Y, si Robin es un personaje luminoso (siempre tan positiva, tan alegre y entusiasta), Strike es algo más oscuro. Porque Strike está un poco bastante traumatizado. Que, vale, es un tópico como una casa. El detective que acarrea problemas, el personaje oscuro. No obstante, Strike se va desarrollando como algo más que un cliché: la pérdida de un pie en Afganistán no es precisamente lo más le pesa, sino su tortuoso pasado y, sobre todo, la tortuosa relación con su ex. Además, tiene tales problemas económicos que casi vive en la indigencia, aunque no por ello tira la toalla, es un personaje depresivo y está todo el día dando la lata con sus problemas.
No, Strike lucha y, aunque a veces no hace lo mejor para sí mismo, sí que intenta hacer lo correcto y se preocupa tanto por su trabajo como por su entorno. La verdad es que ha sido un personaje que me ha gustado mucho y la relación de amistad que se va fraguando con Robin también.
Junto a ellos, el resto de personajes merece mucho la pena. Sobre todo por cómo está planteada la novela: lees la opinión de cada personaje que tienen lo demás, pero, luego, cuando actúan por sí mismo, logras forjarte la tuya propia. Ninguno es un santo, ni tampoco un demonio, sino que son humanos con sus luces y sus sombras y te pueden caer mejor o peor, pero en general sólo son, eso, personas.
Luego está el asesino, pero eso es harina de otro costal.
En lo que respecta al misterio pues me pareció que está muy bien llevado. La historia combina la investigación con escenas más cotidianas sobre Strike o Robin, pero casi siempre hay pistas, aunque no por eso sabes qué está pasando, lo que te incita a que no dejes de leer. De hecho, El canto del cuco se lee rapidísimo y se disfruta mucho y eso que tiene sus buenas quinientas y pico páginas.
Yo sí que acerté la identidad, aunque hubo ciertos aspectos del cómo lo hizo que me sorprendieron mucho. No sé, me gustó mucho tanto el caso, como el tratamiento que le da J. K. Rowling como el desenlace.
El canto del cuco es una novela negra muy entretenida, con un ambiente muy original y personajes muy bien construidos. Pese a ser larga, se lee con rapidez, no aburre en ningún momento y engancha bastante. Así sí, Rowling, esto sí que es una novela para adultos en condiciones. Si sois de aquellos que Una vacante imprevista os decepcionó (sé bien lo que es eso ;P), dadle una oportunidad a El canto del cuco porque es una muy buena novela de misterio.
Además, ya se ha confirmado que va a haber una secuela, The silkwarm, y la sipnosis que se puede leer en la web de Robert Galbraith pinta muy, muy bien. ¡Qué ganas de leer de nuevo a Strike y Robin!
El próximo lunes literario estará dedicado a... Los héroes del Olimpo IV. La casa de Hades de Rick Riordan.
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