El guardián invisible

Hace un tiempo hubo una novela que fue todo un boom y hace poco se repitió cuando se publicó su segunda parte, así que yo decidí regalarle la primera a mi padre por Navidad, ya que le encanta en género. Además, están ambientados en Navarra, que es una zona que él conoce y, encima, me resultó curiosa la localización. Estoy hablando, por cierto, de La trilogía del Baztán de Dolores Redondo que se inició con El guardián invisible, que es la novela que hoy nos ocupa:

Una niña aparece muerta en el valle del Baztán en extrañas circunstancias: la han dejado tumbada en pose virginal, con el vestido cortado por el centro, el vello público rasurado y un pastelito típico de la zona donde éste había estado. El caso no tarda en ser relacionado con otro anterior, por lo que se teme que haya un asesino en serie actuando en un pueblo llamado Elizondo, de donde eran ambas víctimas.

Oriunda de Elizondo es Amaia Salazar, una policía tan preparada que hasta estudió en el FBI, a la que le encargan el caso. Amaia dejó Elizondo tiempo atrás y desde entonces apenas ha vuelto, pero no le queda otra, pese a que los fantasmas de su pasado siguen ahí, acosándola en cada rincón. Así, Amaia no sólo tiene que investigar quién está matando a niñas de Elizondo, sino que debe lidiar con sus compañeros, su familia y, sobre todo, los recuerdos que tanto se ha esforzado en olvidar.

Normalmente, desconfío de los bestsellers, esos libros que te recomiendan hasta la saciedad. Por lo general, esas lecturas acaban siendo decepcionantes, ahí tenemos El tiempo entre costuras o Cincuenta sombras de Grey, por poner un par de ejemplos. Por eso, no las tenía todas conmigo con El guardián invisible. Sin embargo, mi padre acabó tan encantado que prácticamente nos exigió que le regaláramos el segundo por su cumpleaños y que leyéramos este. Por eso, al final me animé con él, sin saber muy bien qué iba a encontrar.

Pese a las buenas críticas, pese al entusiasmo de mi padre, El guardián invisible me sorprendió muchísimo para bien.

El guardián invisible es una novela negra, pero no una novela negra al uso. Me pareció que la autora, Dolores Redondo, había conseguido un manuscrito de lo más original y en más de un sentido. Sí, tenemos una serie de asesinatos, sí, tenemos a una inspectora muy capaz regresando al pueblo de su infancia para resolverlo. Pero, pese a partir de una idea un tanto manida, Dolores Redondo nos regala una historia con personalidad propia y que, en muchos casos, se aleja de los clichés del género.

En primer lugar, la ambientación es excepcional. La historia está ambientada en el valle del Baztán en Navarra y la autora lo hace con tal tino, con tanto arte, que te puedes imaginar con una facilidad pasmosa en esos bosques y esos ríos, bajo la lluvia y sufriendo el frío. El escenario, además, ayuda a crear esa atmósfera que combina tanto la realidad como el misticismo, puesto que las antiguas leyendas navarras tienen una gran importancia en el relato, haciendo que tenga un aire más sugerente, oscuro y misterioso. Personalmente, me gustó mucho que pese a haber pruebas forenses, policías que se basan en evidencia, también hubiera elementos más fantásticos: las leyendas, el misticismo del bosque, las cartas del tarot...

En segundo lugar, los personajes encabezados por una protagonista maravillosa, Amaia Salazar. Amaia es una gran policía, además de la única mujer en un grupo de hombres, lo que le trae algún quebradero de cabeza que otro. Es capaz, es valiente, dura y los tiene muy bien puestos y también es humana y una mujer. Es humana porque tiene sus problemas, no acierta siempre y carga con un pasado fatídico; es mujer porque es femenina, comprensiva, está enamorada...

Normalmente, en esta clase de historias los policías protagonistas siempre responden a los mismos patrones: ellos son alcohólicos y duros, ellas no tienen vida personal. Por eso, me encantó que Amaia fuera una gran policía, pero también tuviera su familia, su marido y sus anhelos. Me ha parecido un personaje completísimo, admirable y, sobre todo, muy real.

El resto de personajes no le van a la zaga y están tratados con el mismo mimo y el mismo esmero que Amaia, aunque ella es la clarísima protagonista. Desde el equipo de policías hasta la familia de Amaia que, de hecho, son los que más desarrollados están.

Amaia está casada con James. Corrección: felizmente casada con James, un artista americano que, atención, no le echa en cara a Amaia que trabaje o llegue tarde, sino que la apoya en todo y la quiere. Jolín, que ilusión ver que los dos se quieren, que aunque tienen sus problemas, el amor está por encima.

También conocemos a la tía Engrasi, que es estupenda y que sabe leer las cartas, y a las dos hermanas de Amaia: Flora y Ros. Ros es la mediana, es una mujer dulce y generosa que se preocupa tanto por los demás, que se olvida de sí misma, aunque está dispuesta a cambiar eso, por lo que no sólo resulta interesante, sino que se gana tu cariño desde el primer momento. Por otro lado, Flora es... Flora es una zorra, así, resumiendo. Es un personaje extrañísimo, pero al mismo tiempo muy interesante. Es la mayor de las tres, se cree que está por encima de sus hermanas y cada vez que abre la boca, su intención es herir a alguien, aunque luego tiene unos detalles de lo más desconcertantes. Nunca sabes por dónde va a salir Flora, lo cual mola.

Como ya he dicho antes, Dolores Redondo sabe crear atmósfera, tanto con las descripciones de las localizaciones como con la forma en la que escribe las escenas. Su estilo es directo, no se anda con rodeos y no se excede en las descripciones, pero aún así logra arrastrarte a la historia, al ambiente que debe tener cada escena. Desde luego, se ha convertido en una de mis autoras favoritas.

Además, ya no es sólo que El guardián invisible enganche sobremanera y entretenga, que lo hace, sino que la historia está muy bien construida y no es tan sencillo averiguar la identidad del asesino. El ritmo es excelente, no pierde en ningún momento, no sobra nada y cada giro no puede ser más interesante, manteniéndote pegada a las páginas del libro, por lo que, pese a que no es precisamente corta, se lee en un respiro.

Resumiendo, debéis leer El guardián invisible, una de las mejores lecturas de lo que llevo de año y eso que estoy teniendo bastante suerte.

El próximo lunes literario estará dedicado a... Kate y sus hermanas de Jessica Spotswood.