Este verano gané en un concurso la trilogía Beautiful bastard, a la que le tenía bastantes ganas porque me la habían recomendado varias personas de cuyo criterio me fío. La trilogía está escrita por Christina Lauren, que es el nombre que emplean Christina Hobbs y Lauren Billings al escribir conjuntamente. Sigue el mismo esquema de otras sagas eróticas: una pareja por libro, más o menos relacionadas entre sí al estar ambientadas en el mismo universo. Vamos, algo del estilo los highlanders de Karen Marie Moning o Amor por números de Sarah McLean.
En la primera novela, Beautiful bastard. Un tipo odioso, Chloe Mills es una joven que está a punto de terminar sus estudios y cuya tesis es un proyecto de la compañía donde trabaja. Lleva mucho tiempo trabajando para la familia Ryan, siendo bastante apreciada por el patriarca, no tanto por el hijo pequeño de éste, Bennett, que acaba siendo su jefe. Chloe y Bennett se odian, se detestan... y se atraen irremediablemente, aunque quizás haya algo más profundo entre ellos.
La historia no es lo que se dice original, de hecho es como ese dicho de "los que se pelean, se desean" y, en realidad, no es que haya demasiado historia. Sin embargo, Beautiful bastard tiene sus virtudes:
En primer lugar, se lee en un verbo. Sí, es una novela corta, pero además engancha mucho y fácilmente puede ser leída en una tarde o dos. También es muy, muy entretenida. La historia es simple, no pasan demasiadas cosas, sino que todo es una sucesión de encuentros sexuales, batallas dialécticas y otros momentos más de conexión, pero las autoras logran que te quedes pegada a las páginas, leyendo el toma y daca entre Chloe y Bennett.
Ahí está la segunda virtud, es divertida. Ahí radica su encanto. No es un pseudo drama que va de profundo y de provocativo por los traumas de él, sino que es una historia de dos personas con mucho carácter que se ven arrastradas por la pasión pese a que, en muchas ocasiones, se repateen entre sí. Por lo tanto, tenemos muchas discusiones donde los dos protagonistas se lanzan pullas sin cesar y no se cortan ni un pelo, lo que arranca varias sonrisas.
Y es que Chloe Mills no es una pava sin sangre en las venas, qué va, tiene un señor carácter, las cosas muy claras y está muy bien definida. Chloe es una mujer inteligente, trabajadora y ambiciosa que intenta hacerlo todo lo mejor posible y se esfuerza como nadie. Para ella es importante su trabajo, demostrar lo mucho que vale, ya que es una mujer fuerte e independiente que sabe mantener a Bennett a raya como nadie. Eso me gustó mucho. Prefiero los personajes fuertes, que tienen las ideas claras y no acaban arrastradas por la voluntad del protagonista masculino, quedando reducidas a una mera comparsa.
Bennett, por su parte, puede llegar a ser un capullo muy grande, pues es arrogante y prepotente, pero también tiene otros veres. De hecho, las autoras combinan los puntos de vista de ambos, no limitándose al femenino, lo que en este caso era especialmente necesario, pues no sé hasta qué punto podría gustar Bennett de no leer sus pensamientos, de no saber cómo es en realidad y no sólo por la perspectiva de Chloe.
La verdad es que es bastante curioso ver cómo cada uno ve la misma situación de una manera y cómo perciben al otro. Por ejemplo, el primer encuentro de Chloe y Bennett es muy distinto de cómo lo ve ella a cómo lo ve él y, no sé, eso me moló.
La pareja no es especialmente memorable, pero cumple bastante bien con su propósito y, la verdad, su relación funciona bastante bien para la novela que es.
Porque hay que tener en cuenta qué clase de novela es Beautiful bastard. Un tipo odioso: es una historia erótica sencilla, entretenida, muy para disfrutar sin tener que pensar demasiado, algo ligero con lo que pasar el rato. Y, la verdad, eso lo cumple a la perfección. Las autoras saben qué clase de historia es y son muy honestas, ya que hasta su forma de escribir refleja ese espíritu: es sencilla, efectiva, clara, sin demasiadas descripciones, siendo lo mejor los diálogos.
Vamos, que Beautiful bastard. Un tipo odioso es una novela erótica y romántica sin pretensiones ni complicaciones, que tiene ese punto divertido que la hace la mar de entretenida. Además, está protagonizada por dos personajes bien perfilados, en igualdad de condiciones y a los que no dan ganas de estrangular, lo que ya es mucho decir.
El próximo lunes literario estará dedicado a... Las pruebas de James Dashner.
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