Ya sabéis lo que toca, ¿no? Análisis del capítulo once de
El internado que oficialmente se titula
Los últimos recuerdos, pero que yo voy a titular, tirando de mi conocimiento cinematográfico, No me pidas que te bese porque te besaré. Y es que me ha tocado un capítulo romanticón, pasteloso y moñas, pero que a mí personalmente me ha gustado porque soy una romántica incurable y una moñas. Bueno, entrando en un tema más personal, le daré el subtitulo de: El capítulo en el que
Vegeta se salió.
Vegeta, por cierto, es cómo
Miki y yo llamamos a mi señor padre, por cierto. Pues eso, que estaba viendo el capítulo con él y estaba que se salía y nos ha encontrado un nuevo mote.
Como no ha venido a cuento, os diré que la nazi que falta ya no es
Theodora Rauber, sino
Petra Volcán. Seguramente estéis alucinando. La historia es la siguiente: en la publicidad, mi señor padre (alias
Vegeta) me ha preguntado si hoy se sabía la identidad de
Petra Volcán (en realidad él ha dicho Von Kamp, pero yo le he entendido eso y me ha molado, xD), así que le he adjudicado el nombre.
Vale, ahora vayamos con las tramas.
Esto se hunde cual
Titanic y es que todo Dios está infectado, salvo
Rebeca y, bueno, sigo sin tener muy claro si
Heidi lo está o no. Y digo yo: ¿
Rebeca se chuta una docena de Actimels al día o es inmune? Porque si fuera hija de
Max, a lo mejor le hizo algo para que fuera inmune, ¿no?
Bueno, la cosa es que por eso han soltado a todos los críos. Estaban en ello cuando ha aparecido el
Cachas y nos ha regalado un duro momento con
Rebeca (nota personal: ¡quiero polvo pasado por agua YA! Que el
Cachas tiene mucha tensión acumulada, hostias, dejarle que se desahogue y se reconcilie con
Rebe, pobrecita). Entonces se ha puesto apocalíptico perdido porque ve que se van a morir todos y, ¡oh, milagro!,
Mudita ha hablado y le ha contado lo de
Paula.

Seguro que ellos también quieren echar un polvo.
Total que el
Cachas, que como todos sabemos es algo más que un bonito cacho carne, se ha enfrentado a
Elsa y la han acabado convenciendo de que acceda a que a
Paula le sacaran sangre. Bien. Por fin. Coño, que la idiotez del
Botafumeiro era supina. Vale, muy bien, no pinchamos a
Paula, ¿y dentro de dos días qué? ¿Paula sola entre cuatrocientos cadáveres, lista y preparadita para que
Hugo y el
nazi militar la capturen? Y, bueno, tampoco dice mucho del intelecto de
Elsa que ceda ante la voluntad de un niñato cabezón y estúpido.
Lo siento por las fans de
Marcos, pero es que es idiota perdido. En serio, luego va de digno ante el
Enano cabrón, pero él está dispuesto a matar a cuatrocientas personas, incluidos sus amigos y los que me caen bien.
Elsa ha permitido que le saquen sangre a
Paula y digo yo: ¿
Lucía va a dedicarse el negocio del
V e irse a
True blood a pillar cacho? xD. La cosa es que, a todo esto,
Anticristo Holgado y a
Niña repelente (me apuesto un brazo a que
Evelyn inspiró esos dibus, xD) querían dulces, pero obtenían piña en lata. Yo, como fan de
Psych reivindico la piña, por cierto. Así que, claro, cuando ven que a
Paula le dan dulces, pues se ponen en plan hijos de puta y le dicen que tiene el culo gordo; más específicamente, culo bollo.
Acaban traumando a la pobre
Paula y, mientras ellos se comen los dulces que le dan a la niña para que se recupere, la otra pobre está protagonizando la versión infantil de
La chaqueta metálica, vamos. Por el camino,
Marcos se entera de lo ocurrido y le monta el pollo primero a
Mudita y luego a
Elsa.
Niña repelente jalándose las tortitas de la pobre Paula. Menuda amiga.
Y, eh, sabéis que no soporto a
Elsa, pero, joder, qué cruel y qué estúpido el niñato. Vamos, cuando le ha dicho que le va a quitar a
Samuel y que no permitirá que se acerque a sus hermanos. Claro, como que él se preocupa por
Samuelín, no te jode.
Lucía manda al
Cachas y a
la poli a por un aparatito a los pasadizos que tenía un nombre raro y que se parecía a la báscula de cocina de mi madre, pero bueno. Así que
Mudita está tan afanosa que parece
Blancanieves (ya sabéis, los chistes malos son marca de la casa, xD), pero entonces recibe una carta del coronel (el
Madelman se ha chivado de que están intentando hacer medicinas). Y no, no es una carta de amor, por si lo dudabais, sino una amenaza velada.
Mudita se encuentra con el militar nazi y éste le ofrece un trato: si traiciona a los demás, la sacará del internado y así podrá ver a su hijo (ese que era como los niños de
Los otros... Pero con vida, claro, xD).
Mudita vuelve al internado y mantiene una charla con
Elsa, que está todo emparanoiada con que si es una buena madre o no. Llegan a la conclusión de que sí lo es.
¿Qué es ser buena madre? ¿A qué huelen las nubes? Y más dudas filosofales, xD.
La cuestión es que todo acaba como tiene que acabar: la pobre
Paula sufre un chungazo,
Elsa va todo preocupada y le echa una mirada al
Anticristo que de haberlo hecho capítulos atrás no habría desatado el virus de los huevos. Está en ello cuando
Jacinta la avisa de que
Mudita ha desaparecido. Y, oh, sorpresa, aparentemente
Mudita les ha traicionado y están jodidos. Digo “aparentemente” porque si al ver el episodio no me lo había tragado, al ver las fotos del próximo (que tenéis en la genial
web de Raúl), todavía menos.
¿Os estáis preguntando qué ha sido de
Lucas? Bueno, tengo la teoría de que lo han quitado del medio porque es tan bueno y tan guay que no permitiría la tortura a
Paula. La excusa ha sido que se quería quedar en su habitación porque
Anticristo Holgado se había reído de él porque había vuelto a mearse. ¡Exacto! ¡Sueño profético al canto!
El pobre Lucas traumatizado.
Coño, ya podrían dejar de escribir que se mea, que a este paso va a tener 3o tacos y podrá anunciar Dodotis.
El
cachas, que el pobre debería formar un club con
Mario de
Los protegidos, parece que ya ha aceptado los poderes de su hijo porque se preocupa por el sueño.
Lucas dice que no es uno de los que se cumplen, ya que ha visto a
Héctor rodeado de sangre y con una mujer rubia. Peeeero
El cachas es tó listo y aprovecha la conver con
Mudita (que le manda a por la báscula de mi madre, ¿recordáis?) para investigar. Así descubre que
Héctor no murió y que, por tanto, sigue vivo en los pasadizos.
En los pasadizos (por cierto, ¿soy la única que echa de menos las antorchas? ¿Dónde quedaron las tradiciones, eh? xD),
El cachas y
la poli escuchan algo y deducen que es
Héctor. Así que, después, vuelven para investigar.
La poli se mete en el conducto del aire, pero ve ratas y sale huyendo.
El cachas se cachondea (eh, suena como un trabalenguas) y le dice que él va, así que
Ratón-poli hace de tripas corazón y le sigue.
Su peli favorita no es Ratatouille, no, xD.
Por cierto, en mi casa seguimos sin explicarnos cómo los músculos del
Cachas han cabido ahí. Al final han encontrado la sala con un cuerpo y yo estoy emperrada en que es
Noiret.
Por otro lado, el
Madelman vuelve al internado a pedir ayuda y se lleva consigo a los revolucionarios de
Bambi-Che.
Ratón-poli (alias,
Alicia) les echa una cantada y parece que el
Enano quiere reconciliarse conmigo porque tiene el detalle de preocuparse por
Fermín. El problema es que el
Madelman es un suertudo y escucha como
Ratón-poli habla con
La frutera y cía sobre el portátil de
Hugo.
Confirmado: hizo un pacto con el Diablo. No se puede estar tan bueno y tener tanta suerte, no, no.
El
madelman, no sólo se chiva de lo de las medicinas, sino que también de eso, así que le mandan que consiga el dichoso portátil. A todo esto, la pobre
Julia intenta llegar a
Iván, pero
Mimosín no le hace ni caso, así que la chica le graba un video todo mono con la ayuda de
Marcos porque no sabe usar la webcam. De hecho, la deja encendida y así graba al
Madelman registrando la habitación de los chicos, pero sólo ven la sombra.
La
tontipandi se pone a pensar (práctica que cada vez es más usual entre ellos. Increíble) y deducen que la única persona que puede ser de Ottox es
Lucía, así que con la ayuda de
Heidi le tienden una trampa: le dicen que el portátil de
Hugo está en la habitación de las chicas y ponen una cámara para espiar, mientras
Julia y
La frutera están en la habitación de arriba vigilando.
Y, una vez más, el
Madelman tiene una suerte loca porque cuando va a cotillear en la habitación de las chicas, se topa con el enano cabrón y le pregunta dónde está
La frutera.
El enano, marginado y, por tanto, ajeno a todo, le dice que las ha visto arriba y, claro, el
Madelman no es tonto, así que no llega a entrar. ¡Cachis! Bueno, mientras tanto, el
Botafumeiro y
Heidi están medio intimando (no sé si no intiman por
Carol, porque son lerdos o porque ella sigue sin estar infectada) y
La frutera no se lo toma muy bien. Entonces primero las dos se ponen en plan chonis, pero sin tirarse de los pelos, y luego cuando se quedan a oscuras, el
Galleguiño va a ver qué pasa y
La frutera le dice a
Heidi que no hace falta que se quede, así que acaba sola en la habitación.
Al mismo tiempo que
Galleguiño y
Heidi están encerrados donde los fusibles, el
Madelman va a por
La frutera y le inyecta Fairy (me niego a considerarlo kriptonita porque entonces me vendría a la cabeza la escena de
Smallville donde
Supermancito lloraba por perder sus poderes y no puedo seguir de la risa, xD. Eh, preguntadle a
Miki, vimos ese escenón juntas, jaja). Le quita el portátil y deja a
La frutera al borde de la muerte.
¡¡El Fairy asesino!!
Mientras,
Julia le pide a
Mimosín una única hora más para estar juntos y que si después sigue sin querer nada con ella, lo aceptara. En esa hora le borra todos los videos de los dos y le acaba diciendo que si se lo olvidan sus besos, ella le dará más.
Mimosín se ella a llorar y le dice que no le puede hacer eso, el estar juntos, así que
Julia se pira, pero, oh, un momento,
Mimosín la sigue y... ¡Habemus reconciliación!
Y para finalizar, la parte de nuestro sheriff favorito:
Fermín/Carlos Almansa. Como sabéis por salvar a la alumna supermodelo ha pisado una mina y, según el
Madelman, es una mina muy puta y
Fermín lo tiene jodido para no convertirse en fascículos o en salsa boloñesa (el propio
Fermín dixit). Total, el
Madelman va a pedir ayuda, aunque luego pasa del tema, pero no problema. ¿Quién quiere al
Madelman, teniendo a
Súper Rebeca?
Mola verlos juntos de nuevo ^^U
A todo esto,
Elsa (que, recordemos, sufre
El síndrome Josebas, es decir, que no le da), le pid al coronel nazi que salve a
Fermín. Ah, claro, sí, total, sólo os dejan morir (como ratas), se va a molestar en salvarle. Muy bien,
Elsa. El coronel, se replantea el salvar a nuestro
Cocinillas favorito, pero
Hugo dice: si alguien puede darnos por culo, ése es él.
Vale, ha sonado fatal, xDD. Aunque me mola el que tengan a
Fermín cual
Jack Bauer español, en plan: nos va a destruir, noooooo. La cuestión es que
Hugo es un hijo de puta con tirantes, se pone un traje anti-bombas y va a “ayudar” a
Fermín, pero lo que hace es poner un contador en la mina.
Foto de Raúl por la cara. ¡Pero es que es taaaan guapo! *0*
María, por su parte, acaba enterándose de la situación y va a ver a
Fermín. Por cierto, pobreta, que no deja de sufrir, coño, que los palos se los llevan en general
Mimosín y
Fermín y ella los sufre. ¡Un poco de paz, coño!
Fermín, al verla, deja de creer que la va a palmar y le dice que se quiere salvar con ella.
Súper Rebeca, que de heroína que es la voy acabar llamando
Pícara (por eso de ser la caña y no poder tocar), ata a
Fermín al coche con una cuerda, arranca y lo salva. ¡Yuju! ¡Minipunto para
Rebeca! Como premio, podrían darle un polvo con
El cachas, anda, que se lo merece la pobre.
Pues eso ha sido todo por hoy. El próximo lo relatará
Miki y tendrá la boda de
Fermín y
María y dos muertes: la de un adulto y la de un chaval. Mi apuesta:
Mudita y
El enano cabrón... Eh, entre enanos va el juego, xD.
PD: Dios, que
Berta Collado vuelva a
SLQH ya, que la
Prendes no sirve ni para decir: cariño, solución.