Fiebre oscura

Ahora que los Reyes Magos ya han pasado por casa y la Navidad, tristemente, se ha terminado, el blog vuelve a la normalidad del todo. Sep, el próximo domingo cambiaré El maromo de la semana de una vez, sep. Sin embargo, hoy toca una reseña literaria que tenía pendiente desde hace tiempo pues me leí el libro antes de las vacaciones, así que quedaos tranquilos, que no es la lectura de francés, xD.

Me refiero a Fiebre oscura, de una de mis escritoras románticas preferidas, Karen Marie Moning y que inicia la saga Fiebre, formada por otras cuatro partes: Fiebre sangrienta, Fiebre mágica, Fiebre anhelada y Fiebre sombría. Esta saga de novelas, por cierto, está ligeramente relacionada (al menos de momento) con la anterior de la autora, la de los highlanders, aunque Fiebre oscura se lee perfectamente sin conocer a Drustan y cía. Eso sí, eso que os perdéis porque El beso del highlander y El highlander inmortal son fantabulosos ;)

Volviendo a Fiebre oscura, ¿de qué va?

MacKayla Lane, a la que llaman Mac, tiene una vida idílica en un pequeño pueblecito de Georgia: trabaja como camarera a la espera de descubrir qué hacer, vive con sus padres a los que adora y como éstos están de viaje y su hermana Alina está terminando el curso que está estudiando en Irlanda. La vida le sonríe hasta que una llamada lo cambia todo: su hermana Alina ha sido asesinada en Dublín.

Como no tienen respuestas que expliquen tal acontecimiento y lo que le queda de Alina es una críptica llamada que hizo antes de morir, Mac decide viajar hasta dicha ciudad para presionar a la policía e investigar, encontrando algo que no esperaba. Y es que Mac es una shide vidente, lo que quiere decir que puede ver a las criaturas mágicas tal y como son en realidad, lo que la convierte en su objetivo. Para guiarse en una Irlanda mágica donde la mitología celta es de verdad, Mac acaba encontrando al misterioso Jericho Barrons con el que no se lleva demasiado bien... ni termina de fiarse, aunque ambos dos desean lo mismo que la difunta Alina: encontrar el Sinsar Duhb, un mítico libro mágico.

Si ya el argumento es bastante diferente a las novelas anteriores de la autora, el libro entero lo es. Ambientados en el mismo universo, con la misma mitología y con lo que eso conlleva (personajes como Aoibheal, la reina de los visibles o objetos mágicos), las historias no tienen nada que ver. El tono de Fiebre oscura es más oscuro, valga la redundancia, incluso siniestro, lo que le sienta muy bien. Mac empieza investigando el asesinato de su hermana, pero acaba en una guerra que no tiene visos de acabar bien para los humanos, todo lo contrario. Por eso, me encanta el tono sombrío y me parece que Karen Marie Moning hace un gran trabajo al adaptarse y lograr que la saga tenga su propia personalidad.

Eso sí, aunque tanto la trama como la ambientación es más oscura, el sentido del humor sigue presente y aparece cuando es necesario, sobre todo en las discusiones y conversaciones de Mac y Barrons.

Y es que, como la historia no se reduce a un tomo (en la saga de los highlanders era una pareja por libro), el romanticismo, de momento, está menos presente, pero la química entre los protagonistas está ahí. Mac y Barrons se ven obligados a hacer equipo, pese a que no se soporten en primer lugar, lo que deja muy buenas escenas. El tira y afloja de estos dos es muy divertido de leer, también lógico y, además, particularmente he encontrado muy interesante el que la autora sepa no dejar muy claro si debes fiarte de él o no, pero que aún así Barrons mole.

Porque Barrons es un personaje muy misterioso. La novela está escrita en primera persona por Mac, así que lees sus percepciones y ni ella sabe si es de fiar o no, sobre todo porque Barrons guarda celosamente todo sobre él. Barrons es el dueño de una enorme librería, conoce lo que está sucediendo y busca el Sinsar Duhb, por lo que se aprovecha de Mac, que puede sentirlo.

Pese a todo eso, y la duda continua sobre sus lealtades, Barrons tiene escenazas y, la verdad, estoy deseando seguir leyendo la historia para saber más de él.

Por otro lado, tenemos a Mac, nuestra protagonista. Yo la adoro. Me encanta. Mac es rubia, guapa y le encanta el rosa, por lo que la pobre carga con el sambenito de Barbie (a Barrons le irrita que parezca una y no duda en decírselo), pero Mac no es una chica mona sin más. Mac tiene arrestos, también es culta y sabe apañárselas, pese a que la pobre acaba metida en un mundo que apenas puede creerse y le cuesta asimilar que las hadas y las leyendas existen de verdad.

En esta primera entrega, vamos viendo cómo comienza a adaptarse a su nueva situación. Muchas veces se equivoca, por todo lo que pasa es como si fuera pisando huevos y eso es bien porque Mac es humana. De hecho, tanto su reacción como su evolución a la hora de todo lo que ocurre está muy conseguida y me parece muy lógica. Además, tiene unos puntos muy buenos que te arrancan carcajadas y la autora sabe tener en cuenta ciertos detalles que la hacen un personaje todavía muy curioso. Por ejemplo, como su madre es muy estricta con los tacos, tiene los suyos propios, infantiles y que le dan vergüenza, pero que no puede evitar... ni siquiera frente a Barrons.

La verdad es que, particularmente, soy muy fan de Karen Marie Moning. Me encanta cómo escribe, el sentido del humor que tiene y que impregnan sus palabras y sus novelas me resultan muy adictivas en general. Además, me da la sensación que lo que está por venir va a ser la bomba, ya que lo lleva preparando desde la saga anterior y tiene muy buena pinta.

Sólo espero que Drustan y cía se paseen por la saga de Fiebre y que pronto pueda hacerme con los libros que me faltan.