No, esto no es un episodio de Los misterios de Laura, aunque el título serviría para uno de sus episodios, sino una entrada sobre lo que llevamos de la cuarta temporada de New Girl.
Ayer se emitió el quinto episodio de la nueva temporada de New Girl, que todavía no he visto, pero no me hace falta para hacer esta entrada. Bueno, basta que la publique para que en dicho episodio me dejen en bragas, pero, ea, a lo loco.
Quiero hacer un llamamiento a Sherlock Holmes, Mulder y Scully, los Winchester, los chicos de Shield o quien sea menester, porque menudo misterio tenemos entre manos. Ha habido una desaparición. Sí, lo que oís: algo ha desaparecido en New Girl y no parece que nadie de la serie sea muy consciente. La relación entre Jess y Nick.
En serio, yo ahora mismo tengo la teoría de que El silencio de Doctor Who se pasea por el apartamento de esta gente y les afecta a la memoria o algo así.
La cuestión es que tras tres temporadas en que ha sido algo muy importante, en esta cuarta temporada todo el mundo se ha olvidado de que Jess y Nick salían juntos hasta que rompieron porque... porque... porque se les antojó a los guionistas en realidad. Y es que es rarísimo que nadie diga nada sobre el tema, que hagan como si nunca ocurrió tal cosa y nos pongan a Jess buscando el amor con todo tipo de pretendientes, que no van a llegar a nada.
De hecho, han tenido ocasiones de sobra para mencionar el tema (han estado en bodas, el padre de Jess se ha pasado por la serie, los líos amorosos de Jess...), pero no lo han hecho. Han preferido ignorar el tema, hacer como si nada hubiera ocurrido.
Y es una cutrez. De las grandes.
¡Qué no es una serie de ciencia-ficción, leñe!
A ver, tener una relación amorosa entre dos protagonistas de una comedia no es fácil, ya que, mientras que la comedia es bienvenida en un drama, al revés no lo es. Lo entiendo. Sin embargo, anda que no hay series donde lo han llevado bien. Podría sacar como ejemplo lo bien que trataron la relación tan llena de altibajos de Rachel y Ross en Friends, más que nada porque Friends es la comedia definitiva y juega en otra liga. Sin embargo, How I met your mother supo lidiar bastante bien con las idas y venidas de ese triángulo formado por Ted, Robin y Barney; lo mismo se puede decir de The big bang theory con Penny y Leonard. Incluso podría mencionar la desaparecida Happy endings, cuyo punto de partida era la ruptura entre los protagonistas.
Y en ningún caso hicieron la del avestruz y esconderse, eh, señores guionistas de New Girl.
La creadora de la serie, Elizabeth Meriwether, ya admitió que al escribir la tercera temporada tuvieron muchos problemas al tener a los personajes juntos. Y, de nuevo, yo comprendo eso, al igual que comprendo que se intente solucionar, pero es que en todo momento han optado por la vía rápida y fácil. ¿Qué no nos gustan juntos? Bueno, pues en un episodio decimos que tienen muchos problemas y rompen por las buenas. Ea, sin introducir esos problemas, sin conducirnos a ese desenlace y que quede medianamente natural.
¿Qué no sabemos cómo desarrollar la ruptura y la relación entre los personajes tras eso? Sencillo: ignoramos que ocurrió y arreglado. Tan sencillo como eso. Y, para reforzarlo, se han dedicado a tener dos tramas por episodio y manteniendo a Jess y Nick separados. Eso sí, si se encuentran, no se comportan de forma distinta o teniendo en cuenta lo que ha ocurrido, lo que da pie a situaciones tan raras como Nick animando a Jess a ligar con un tío en una boda. Con un par.
Es también la táctica que están siguiendo con Schmidtz y Cece, que tras que el primero se emocionara al saberla soltera de nuevo, no han vuelto ni a insinuar el tema en cuatro episodios.
Y es cierto que, de momento, la cuarta temporada está siendo más graciosa que la tercera y que, oh, milagro, hasta han aprovechado a los tres personajes marginados que tienen (Cece, Coach y Winston tienen más de mueble que de personajes muchas veces). Aunque personalmente no termino de ver la situación actual del grupo. Siempre han tenido mucha química, las tramas grupales eran muy graciosas, pero con ese empecinamiento en mantener una muralla china entre Jess y Nick lo más cerca que han estado de aprovecharlo fue la fiesta de policías de Winston.
Pero, vamos, que me toca un poco las narices lo que están haciendo. No sólo porque me gusta la pareja o porque me parece que no tener a Jake Johnson y Zoey Deschanel compartiendo plano es desaprovechar una química estupenda, sino porque hace falta ser cutre. Pero cutre de narices. Además, puede que parezca una tontería, pero hasta me parece trampa.
A ver si logro explicarme.
Es como el final de Perdidos, ¿vale? Quiero decir, tener una serie de misterio sin una resolución a éste me parece lo peor de lo peor porque, a la hora de idear la historia, le quita todo el mérito: no deben juntar las piezas del puzzle, hacer malabarismos para que todo cuadre y tenga sentido, hacen lo que les da la gana y, hala, tan contentos. Mientras que nosotros nos quedamos con tres palmos de narices, básicamente.
Pues en este caso es igual. Hacer un reinicio tan descarado no tiene mérito, lo contrario, es una tomadura de pelo. Y, si encima piensan tener a los personajes sin relacionarse, pues aún entiendo menos por qué no hacer ni un mísero comentario en plan "oh, es que Jess y Nick siguen raros tras la ruptura y no se ven mucho".
Ahora espero que no me hagan un zas, en toda la boca con el quinto episodio, pero, vamos, no lo parece.
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