El regreso de la trompa azul
Empiezo con una escena polémica. El final de How I met your mother fue considerados por muchos un asco, pero a mí me encantó. Quizás es porque desde el episodio de la apuesta de Lily y Marshall supe que iba a terminar así o quizás porque jamás me gustaron Robin y Barney como pareja, pero me pareció que todo casaba estupendamente, que era como tenía que terminar y que los guionistas, aunque algunas tramas se le fueron un poco de las manos, siempre supieron a dónde iban. Encima, Cobie Smulder vendió muy, muy bien la emoción de encontrarse con Ted y la trompa azul que tanto significó para los dos. Escena que me pareció preciosa y me emocionó como pocas.
La boda
En este 2014 Once upon a time nos ha dejado auténticos momentazos gracias a su nueva fórmula de dos arcos argumentales por temporada y, por eso, he decidido poner dos escenas. Por un lado, la boda de Belle y Rumpelstiltskin en el episodio final de la tercera temporada, que fue el broche de oro a un episodio doble perfecto que fue tan divertido como emotivo. La boda fue una preciosidad, pese al horrible estilismo de Belle (¿por qué, gente de vestuario? ¿Por qué?), pero también fue el preludio de la angustia que estaba por venir por esos lares.
Bajo el mar
De la saga de Frozen podría haber puesto muchos momentos porque ha habido de todo en estos doce últimos episodios de Once (desde monerías como el baile de La bella y la bestia, escena graciosísimas como los Charming recibiendo a su hija tras su cita u otras de lo más chocantes y angustiantes como Belle exiliando a Rumpel en la winter finale), pero me voy a quedar con la escena de Anna y Kristoff encerrados en el arcón bajo el mar porque me pareció de lo más romántica, los actores estaban estupendos y luego vino ese reencuentro tan estupendo y tan natural.
La pillada del hostal
No es la primera vez que hablo del padre Isidro y Katherine de Amar es para siempre. Soy una pesada, lo sé. Pero es que me encantó su historia, Dafnis Balduz y Julia Möller estuvieron increíbles y nos dieron auténticos momentazos. Mi favorito fue ese en el que, tras pasar una apasionada noche en el hostal, el padre Isidro tiene que escabullirse sin ser visto... pero acaba siendo descubierto por el pobre Bonilla, que alucina.
Como no he encontrado la escena en cuestión, os dejo el momento reencuentro tras que Isidro vuelva de su detención por el cura diabólico que daba miedito. Es que es una escena preciosa, seriously.
El monólogo de Tyrion
¿Hay escena más increíble que ese monólogo de Tyrion Lannister en esa pantomima llamada juicio tras la traición de Shae? La escena mola mil, Tyrion mola mil y Peter Dinklage estuvo de diez o más. Y como no me dejan insertar el vídeo (malditos sean), pues os dejo el link justo aquí. Vedlo, porque es un momento epiquísimo.
La víbora roja contra La montaña
Y si el monólogo de Tyrion fue una señora escena, hay otra que fue tan horrible como impresionante y, sí, estoy hablando de esa pelea de Oberyn Martell contra La montaña o Sir Gregor Clegane. Sin palabras. Y, de nuevo, sin posibilidad de insertar el vídeo, así que, de nuevo, os dejo el link para que podáis ver la escena.
El abrazo
Venga, de una escena horrible hasta otra de lo más mona. Desde luego, no ha sido ni de lejos la más impresionante de The 100, pero admitamos que esta serie tiene un montón de esas escenas y de giros locos porque los guionistas no le temen a nada, ni se cortan un pelo. No obstante, el sentido abrazo de Clarke y Bellamy me dejó loquísima porque A) los shippeo un montón; B) tuvimos que esperar unos cuantos episodios para el reencuentro; C) ni me había imaginado algo tan sentido.
La revelación
Agents of Shield es otra de esas series que en esta temporada nos está dando un montón de material y que está en plena forma, pero yo me voy a quedar con ese increíble final que se cascaron en el último episodio antes del parón con la confirmación de que Skye era lo que muchos sospechábamos. Ahora sólo nos queda saber quién es Raina. Increíble el momento.
The climb (y lo que vino después)
Y de dos series increíbles a una tercera, pues Arrow nos está dejando mogollón de momentos para la posteridad. De ahí que me haya quedado con dos. En primer lugar, pongo la escena más angst del año, porque todos sabemos que lo es: la pelea de Oliver contra Pepe (que es como llamo yo a Ra’s al Ghul cuyo nombre siempre, siempre tengo que buscar para poder escribirlo bien) y lo que vino después. Ay.
El beso
¿A qué sabíais que iba a poner esta escena? ¿A qué si? Si es que me conocéis muy bien, después de tanto leerme. Y es que la pareja formada por Oliver y Felicity es amor, nos encanta a la gran mayoría y, tras que los ****** de los guionistas jugaran con nuestros sentimientos, nos regalaron un pedazo de beso... aunque fuera en esas circunstancias.
El regreso de la marquesa
La penúltima temporada de Águila Roja fue muy, muy floja. Por cierto, digo “penúltima” porque con las gracias de La 1 ya no sé ni qué temporada hemos visto hace poco. Pero, vamos, a lo que iba, que la penúltima temporada fue muy floja, pero en la última se recuperaron e incluso avanzaron en asuntos que yo pensé que jamás tocarían (aún sigo flipando por el hecho de que Hernán descubriera que Gonzalo es su hermano). Y para mí la única culpable de esa mejoría fue la inmensa Lucrecia que, además, regresó con Hernán en esta pedazo de escena con la que sigo alucinando. OMG.
El reencuentro... dos años después
La tercera temporada de Sherlock sería un momento para recordar toda ella, pero entre los tres episodios yo me voy a quedar con el reencuentro de Sherlock y John con el que no me pude reír más. Geniales tanto Benedict Cumberbatch como Martin Freeman.
La declaración
Ya hablé de esta, pero es que fue una escena genial. Tras seis temporadas, Patrick Jane por fin se declaraba a Teresa Lisbon en un avión lleno de gente, cojo tras espatarrarse al colarse y diciendo unas cosas preciosas. Ay, muero de amor.
Sí, quiero
Y voy con otra boda, en esta ocasión la de Brennan y Booth de Bones, que, tras deshacerse de Pellant, se dieron el “sí, quiero” en la novena temporada en un episodio tan sumamente divertido como mono. Y, sí, se emitió en el 2013, pero yo lo vi este verano, así que a la lista que va ;P
La noche de bodas
Al parecer esta entrada va de bodas, aunque en el caso de Outlander es más que la ceremonia y es que el episodio en el que Claire y Jamie contrajeron matrimonio fue tan original como divertido, tierno y sensual. Nunca una noche de bodas dio para tanto y fue rodada de forma tan efectiva y con tan buen gusto.
Dramatics, your honor
Si no has visto la quinta temporada de The good wife, mejor que te saltes este párrafo porque es un spoiler como una catedral de grande. Y es que a mediados de temporada los King nos dieron un sillazo en toda la cara con la muerte de Will Gardner, un secreto tan bien guardado que ha sido, con mucho, la escena más sorprendente del 2014. Chapeau por todos, aunque se eche a Will de menos.
Seguramente me he dejado unos cuantos porque este 2014 ha sido un gran año televisivamente hablando y hay muchas series que no veo, así que compartid vuestras escenas para recordar en los comentarios ;)
A mi el final de HIMYM me cayó como un puñetazo en toda la cara porque siempre shipié más a Robin con Ted que con Barney, pero estaba taaaaaaan segura de que no acabarían juntos.... por el tema de que no era la madre... que nunca vi un posible final feliz para ellos y no dejaba que mi shipper interior se emocionara demasiado. Incluso me molestaba que Ted siempre volviera a ese lugar donde Robin era su gran amor porque era como si los guionistas me estuvieran metiendo el dedo en la yaga. Al final cuando apareció la madre me gustó mucho y pensé que había valido la pena tanta espera y sufrimiento. Cuando murió y vi que Ted regresaba con Robin no sabía si llorar de emoción o tirarme de los pelos hasta quedarme calva. Moraleja… confía más en tu instinto para la próxima. Si te gusta una pareja… shipea como si no hubiera un mañana.
ResponderEliminarEs que si lo piensas bien, si miras bien las nueve temporadas de la serie, todo es sobre lo mucho que Ted ha querido a Robin y sobre como ésta no sabía nunca lo que quería. Entonces, el final tiene perfecto sentido.
EliminarYo los shippeaba un montón, pero cuando Robin vuelve con Barney pensé que no iba a ocurrir, hasta el episodio de la apuesta. El que Marshall siguiera apostando por Ted/Robin lo interpreté como una señal de que iban a acabar así. Creo que ha sido de las pocas veces que me ha compensado shippear a lo bestia una pareja, xDD.
Por supuesto que tiene todo el sentido del mundo, pero yo lo veía todo con mis anteojos de que tía Robin no era mamá Robin y me parecía estúpido que la serie girara en torno a un Ted enamorado hasta las trancas de Robin para que luego no terminaran juntos. Además de que Robin parecía realmente pasar de Ted (la escena del “no te amo” me arrancó el corazón) y solo tener ojos para Barney. Lo de la apuesta ni si quiera lo tuve mucho en cuenta.
EliminarYo ahora, tras haber visto toda la serie, creo que Robin eligió a Barney al principio por el mismo motivo que se queda primero con el psicólogo: porque era la opción fácil. Ted quería una familia, un hogar fijo, una vida tradicional, y ella quería todo lo contrario: viajar, no tener hijos, dar prioridad al trabajo... Y con esos deseos, Barney encajaba mucho mejor en su vida que Ted. De hecho, mientras que a Ted le deja para que cumpla sus sueños y sea feliz, a Barney lo arrastra por el mundo hasta que el pobre no puede más.
EliminarAdemás, durante toda la última temporada, dan varias pistas al respecto: la madre de Robin diciendo el chico que ambas necesitaban (y que correspondía con Ted), el que Ted consiguiera el colgante y se lo diera a Barney, las dudas de Robin, el episodio en el que hay un flashfoward que hablan sobre no vivir en el pasado...
Y lo de la apuesta yo sí que lo pensé porque Marshall nunca pierde. En toda la serie, Marshall jamás ha perdido, ¡es su superpoder! xDD.