Hoy os traigo la reseña de un libro que me llamó bastante la atención: Susurros de A. G. Howard. Es curioso porque no es la primera novela basada en Alicia en el país de las maravillas que leo, de hecho ahí está La guerra de los espejos de Frank Beddor, pero aún así me ha resultado muy original y, de hecho, me ha gustado más que la saga anteriormente mencionada.
Alyssa Gardner viene de una familia muy complicada: su madre lleva años ingresada en un psiquiátrico, algo que parece ser el destino de todas las mujeres de su familia desde la época de su antepasada, Alicia, la niña que inspiró Alicia en el país de las maravillas. Alyssa teme terminar sufriendo esa especie de maldición familiar, sobre todo porque es capaz de oír como las flores y los insectos hablan y cree que llegará el día en que no pueda ocultarlo más.
Sin embargo, Alyssa empieza a notar que cosas raras están pasando a su alrededor y eso la lleva a tener una conversación de verdad con su madre. Es entonces cuando descubre que su madre no está tan loca como parece y que la maldición que pesa sobre su familia es más real y más mágica de lo que había pensado. Sin embargo, su madre sufre un ataque que es malinterpretado por el personal del psiquiátrico, que deciden que la van a someter a terapia de electrochoque. Es entonces cuando Alyssa decide terminar con la maldición de Alicia, por lo que debe descender por la madriguera del conejo y sumirse en el País de las maravillas, que no es ese lugar de cuento del que habla la novela de Lewis Carroll.
Por si fuera poco, Alyssa acaba arrastrando sin querer a Jeb, su vecino y mejor amigo, del cual está perdidamente enamorada, aunque él tiene novia. Y, encima, acaba reencontrándose con Morfeo, su guía en el País de las maravillas, que también fue su más querido amigo en la infancia, cuando visitaba aquel lugar en sueños.
Como veis el argumento es cuando menos interesante.
Susurros me gustó muchísimo cuando lo leí, no es la novela perfecta, pero sí que consiguió emocionarme y que me encantara. Yo ya había leído Alicia en el país de las maravillas y me interesaba la idea que proponía la autora: ¿y si el autor se hubiera centrado más en la oscuridad del país de las maravillas? En ese sentido, la novela cumple perfectamente con lo que se había planteado A. G. Howard, pues nos presenta un País de las maravillas macabro, lleno de peligros y oscuro, lo que resulta más adulto, interesante y nuevo. Así, en vez de al Conejo blanco, tenemos a un hombre pequeño, cuyo cuerpo ha sido devorado.
La ambientación, por tanto, es una pasada, sobre todo porque la narrativa de A. G. Howard plasma muy bien los giros oscuros que había imaginado, logrando que el País de las maravillas resulte inquietante.
Además, la trama sobre la maldición que pesa sobre la familia de Alyssa está tan bien pensada como orquestada: Howard da las pistas con soltura, manteniendo el misterio hasta prácticamente el final, logrando que todo encaje y que no resulte demasiado predecible. Me gustó mucho cómo plantea el misterio, también como lo va resolviendo poco a poco y lo bien pensado que está todo. Porque, encima, no parece ni una continuación de Alicia en el país de las maravillas, ni una versión de la novela original, sino que tiene su propia personalidad y, a la vez, resulta un homenaje muy chulo.
En ese sentido, le da mil vueltas a la película de Tim Burton, que intentaba lo mismo, aunque se quedaba en un rollazo tremendo que sí que resultaba bonito estéticamente. No como Susurros, que resulta de lo más entretenida. En Susurros están pasando cosas continuamente, los protagonistas no han salido de un problema, que ya se han metido en otro, combinado con las relaciones entre ellos tres.
Porque, sí, tenemos triángulo amoroso. En mi opinión, es lo que más flojea de la novela, ya que no está muy bien armado, pero vayamos por partes.
Alyssa es una protagonista que me gustó bastante. Dista mucho de ser perfecta, pero eso sólo la humaniza más y, encima, no es ni insoportable, ni caprichosa, ni peca de lo que muchas heroínas de novela juvenil que, además, están condicionadas por un triángulo amoroso. Es una chica peculiar, un tanto macabra (eso de hacer cuadros con bichos muertos da un poco de cosita) y sí, tiene mala leche, no quiere ni ver a su madre loca y durante la aventura, le da muchas vueltas a la cabeza, en parte por el tema amoroso, en parte porque no sabe en quién confiar. Algo que a mí me parece normal, además me gustó que no se fiara de nadie y que encontrara ciertas acciones sospechosas y que, de hecho, fuera capaz de deducir muchas cosas ella sola.
Jeb es su mejor amigo y creo que es el personaje que sale peor parado. A mí me gustó, pero me sacaba un poco de quicio lo sumamente protector que era. La autora se pasó un poco, una cosa es que quiera proteger a Alyssa y otra que esté todo el rato encima, como si Alyssa fuera una inútil. Por suerte, a lo largo de la novela el muchacho va comprendiendo que ella es capaz de cuidarse sola y, de hecho, tiene un par de escenas muy chulas con respecto a ese tema.
Eso sí, yo lo que no compro bajo ningún concepto es que Jeb estuviera con su novia por proteger a Alyssa de su drama familiar. WTF?! A ver, en serio, dónde se ha visto eso de que eres tan dulce y te quiero tanto que me lío con otra para protegerte. Como ya he dicho, la situación del triángulo amoroso está muy mal orquestada. Anda que no hay excusas para evitar que Alyssa y Jeb estuvieran juntos al principio de la novela, que A. G. Howard ha tenido que elegir una tan mala.
Para finalizar el triángulo amoroso tenemos a Morfeo, un habitante del País de las maravillas que instruyó a Alyssa cuando era niña. Morfeo es divertido, pero sobre todo es misterioso e impredecible. Nunca sabes de qué lado está, si está siendo honesto o si tiene intenciones ocultas y, aún así, te encanta cada vez que sale. Me pareció un personaje muy original, además siempre me han gustado esos personajes de moralidad dudosa que no sabes por dónde van a salir. Ni que decir tiene que, aunque los otros dos protagonistas me gustaron, Morfeo es mi favorito desde lejos.
La novela tiene un final cerrado, lo que me sorprendió bastante porque sé que es una trilogía y, de hecho, la segunda parte, Delirios, está ya disponible en España. Pero, vamos, que si no queréis engancharos a una saga, podéis leer perfectamente Susurros porque la autora lo deja todo muy atado.
Finalmente, quiero señalar lo sumamente bien escrito que está. Me gustó mucho el estilo de A. G. Howard, pues aunque es una narrativa muy, muy bonita, la sabe dosificar muy bien, de tal manera que, aunque es evocadora, no te acabas perdiendo. Las descripciones también está en su justa medida, por lo que no resulta una novela ni pesada, ni lenta, porque además A. G. Howard sabe escribir muy bien tanto escenas de acción como otras más íntimas.
Susurros es una novela de aventuras muy entretenida, con una trama muy original y un buen trío protagonista. Una lectura muy recomendable que yo, personalmente, disfruté mucho.
El próximo lunes literario estará dedicado a... La felicidad debe de ser algo así de Jennifer E. Smith.
No hay comentarios:
Publicar un comentario