De vez en cuando, me da por leer clásicos de la literatura, aunque últimamente los he tenido bastante abandonados. Sin embargo, tenía pendiente la lectura de Maurice de E. M. Forster, ya que Miki me lo había recomendado hacía tiempo. Así que me hice con él y me lo leí en un par de días, gratamente sorprendida con lo que encontré.
Maurice cuenta la historia de Maurice Hall, el hijo varón de una buena familia inglesa; como su padre murió, a los catorce años recibe una charla sobre la sexualidad y el matrimonio de parte de uno de sus profesores y, a partir de ahí, se da cuenta de que rechaza la idea de casarse con una mujer como meta de vida. Años después, cuando Maurice ingresa en la universidad, conoce a Clive Durham de quien se enamora perdidamente.
E. M. Forster comenzó a escribir Maurice en 1913, guiado por la fascinación que sintió al ver a un amigo homosexual junto a su pareja. Lo único que sabía sobre aquella idea que se estaba formando en su cabeza, y que más tarde sería Maurice, era que trataría una relación entre dos hombres desde una perspectiva no condenatoria y que tendría un final feliz. Le costó escribirla bastantes años, pero no se publicó hasta la muerte de Forster, por temor a las consecuencias.
Por lo menos en la edición que compré, de la editorial Alianza, viene explicado todo eso antes de poder leer la novela. La verdad es que resulta interesante como, para estar escrita en aquella época, Maurice retrata con tanta naturalidad y ternura la vida de Maurice y la relación con los dos hombres que marcan su vida: Clive y Alec. Además, Forster lo hace de manera muy amena, de forma que la novela se lee con rapidez, no como algún otro clásico literario que se hace algo más denso.
Aunque la relación tanto con Clive como con Alec es importante en la novela, lo que retrata Maurice es el paso de la juventud a la madurez. Maurice es un personaje muy bien construido, que sufre una gran evolución a lo largo de la historia y al que se puede ver pasar varias fases. Se equivoca, lo soluciona, se encabezona, se deja guiar por los demás, toma sus propias decisiones... En otras palabras, crece. En ese proceso, Maurice conoce varias cosas (la universidad, el trabajo, la familia), pero sobre todo el amor, un amor en su caso más complicado pues es homosexual en una época donde se consideraba una deshonra.
Pese a que Maurice es la figura central de la novela, los personajes secundarios que aparecen también son muy interesantes y sufren una evolución digna de leer, sobre todo en el caso de Clive.
Pese a que es una novela corta, bien escrita y nada pesada, la primera parte peca un poco de lenta, como si le costase arrancar. Personalmente, cuando me terminé de enganchar fue cuando Maurice llega a la universidad y conoce a Clive. A partir de ahí, prácticamente me leí la novela de un tirón, ya que el ritmo se mantiene con más agilidad.
En conclusión, Maurice es una novela de lectura fácil y amena, accesible pese a la época en la que está escrita y protagonizada por un personaje muy bien construido con el que es imposible no encariñarse.
Por cierto, por si os interesa, señalar que hay una adaptación cinematográfica protagonizada por James Wilby como Maurice, Hugh Grant como Clive (de hecho, yo me lo imaginaba como él, xD) y Rupert Graves como Alec (sep, Lestrade en Sherlock o el cazador que salió en Doctor Who en el episodio Dinosaurs on a spaceship).
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