Quinta novela de Mundodisco leída y quinta que reseño por aquí, en este caso es Rechicero porque yo soy muy maniática y sigo el orden de publicación. Sin embargo, lo bueno que tienen las entregas de esta saga es que se pueden leer en cualquier orden porque son auto-conclusivas, salvo alguna excepción como La luz fantástica.
En Rechicero nos reencontramos con Rincewind, el mago más desastroso del Disco y protagonista de El color de la magia y La luz fantástica, lo que ya de por sí mola porque Rincewind es muy, muy genial. Además, como el resto de las novelas de Mundodisco es muy, muy divertida y entretenida, a pesar de tener un argumento a priori sencillo:
Había una vez un mago que era el octavo hijo de un mago y que decidió renunciar a la Universidad Invisible para estar con una mujer, ya que los magos tienen prohibido el mantener relaciones sexuales. Como el aburrimiento colabora mucho a procrear, este mago acaba teniendo ocho hijos, lo que no tendría por qué ser malo... salvo porque el octavo hijo de un mago que, a su vez, es el octavo hijo de un mago, no será un simple mago, sino un rechicero, alguien tan poderoso que podría competir con los dioses.
Este mago, además, al saber el destino que el espera a su hijo, Coin, decide darle esquinazo a La muerte y ocultarse en el bastón que le corresponde al niño. Y es que este hombre, Supererudito, tiene sus propios planes para vengarse de sus colegas. Así, años después, Coin se planta en la Universidad Invisible para liderar a los magos, por lo que tiene que usar el Sombrero del Archicanciller, lo que seguramente acabe desatando el Apocrilipsis (el Despido de los Dioses y la invasión de las cosas que habitan las Dimensiones Mazmorra), pero el sombrero quiere evitarlo, así que hace que una heroína, Conina, lo robe y en medio de todo esto Rincewind acaba liado para salvar el mundo una vez más, a pesar de ser un inútil redomado.
La estructura es exactamente igual que en las otras novelas de Rincewind: éste, que sólo intenta sobrevivir y vivir lo más tranquilamente posible, se ve envuelto en un montón de disparatadas desventuras para salvar el mundo.
No es tan original como las últimas novelas de Mundodisco que había leído, que seguían a otros personajes y, por tanto, eran distintas tanto en planteamiento como en temas, pero tampoco importe mucho. Y es que Rechicero, al igual que las otras novelas dedicadas a Rincewind son muy, muy divertidas y llenas de acción, por lo que se leen enseguida. Además, ya conocemos a Rincewind y, por tanto, apreciamos a ese hechicero inútil y cascarrabias con un don para sobrevivir, lo que hace que todo sea aún más divertido.
Y, ojo, porque que esté Rincewind también significa que nos reencontraremos con personajes tan molones como el bibliotecario de la Universidad Invisible, que es sencillamente genial, y El equipaje, ese arcón con miles de patitas, un estómago infinito y el encanto destructor de un psicópata malhumorado.
Precisamente El equipaje ha sido de lo mejor de la novela, ya que en Rechicero se nos enamora de la heroína Conina y acaba sufriendo en sus carnes (o maderas) el desamor, lo que hace que sus intervenciones, aunque breves, sean hilarantes.
También, como es habitual en las novelas de Mundodisco, Terry Pratchett aprovecha para introducir nuevos personajes y ampliar aún más el universo que ha creado al ambientar las aventuras en nuevos lugares. En lo que respecta a los personajes, tenemos a Conina, que es la hija del héroe Cohen el bárbaro (al que ya conocíamos) y, por tanto, parece destinada a seguir los pasos de su padre al estar increíblemente dotada para eso del heroísmo, aunque ella en realidad quiere ser peluquera. También conocemos a Nijel, que desea ser un héroe, pero está empezando y no termina de dominar ni la teoría y a Creosoto, un Serifa que no deja de componer poesía.
Vamos, que es una combinación de lo más loca, pero que funciona a la perfección y arranca unas cuantas carcajadas.
Tampoco quiero entrar más en detalles, para que os sorprendáis con Rechicero y sus situaciones disparatas si no lo habéis leído (que deberíais), aunque sí que diré que me sorprendió el final. Y es que, aunque se cierra el argumento, hay cierto aspecto que se queda abierto para, imagino, protagonizar una de las siguientes novelas.
El próximo lunes literario estará dedicado a... El (sin)sentido del amor de Javier Ruescas.
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