Ayer se emitió el segundo episodio de Mar de plástico, el nuevo thriller de Antena 3, que se estrenó la semana pasada con un muy buen capítulo, aunque creo que este segundo lo ha mejorado, sobre todo porque, ya entrados en faena, no ha tenido que dedicar minutos a presentar a nadie.
Eso sí, decepción máxima con que el personaje de Rodolfo Sancho sólo se quitara las gafas de sol una vez en todo el episodio. Tsk.
Pero esa es otra cuestión y una menos seria, porque lo que me ocupa es comentar lo genial que me está pareciendo Mar de plástico. Su punto de partida, en realidad, es algo típico del género: una chica especial, muy conocida en el lugar donde está ambientada la acción, aparece asesinada y se debe resolver el caso, mientras se muestran las consecuencias de ese crimen. Laura Palmer en Twin Peaks, Danny Latimer en la más actual Broadchurch e incluso Alicia Vega en Bajo sospecha, estrenada la temporada anterior en Antena 3.
En este caso, nos encontramos en Campoamargo, una localidad almeriense donde la economía se basa principalmente en los cultivos dentro de invernaderos. Ainhoa (Mara López), la hija mayor de la alcaldesa, aparece asesinada de una forma de lo más escabrosa: la desangraron para, después, decapitarla y arrojarla al depósito de agua de uno de los invernaderos.
El día en que aparece el cadáver de Ainhoa, es el día en que llega a Campoamargo el nuevo sargento de la Guardia Civil, Héctor Aguirre (Rodolfo Sancho), que se encargará del caso con la ayuda de Lola (Nya de la Rubia), una gitana con problemas con su familia precisamente por ser guardia civil, y Salva (Luis Fernández). Héctor, además, intentará cuidar de la mujer de su difunto mejor amigo, Marta (Belén López), aunque eso le suponga enfrentarse al cacique local, Juan Rueda (Pedro Casablanc).
Básicamente ese es el punto de partida, aunque si algo hay que agradecer a Mar de plástico es que la trama es mucho más compleja que en otros thrillers. No sólo hablan del crimen, sino que se molestan en desarrollar a todos los personajes, relaciones entre ellos y tocar temas de actualidad como el racismo o la corrupción, por lo que explicar al detalle el entramado de historias de Mar de plástico sería complicado.
Es precisamente esa complejidad lo que hace de Mar de plástico sea una serie distinta, con su propia personalidad, ya que afronta los conflictos culturales sin miramientos, dando distintas ópticas del mismo. En Campoamargo, como le explica Lola a Héctor cuando éste llega, tienen de todo y esos distintos grupos no dejan de chocar entre sí, aunque cada personaje tenga su propia personalidad y sea único. Por ejemplo, el grupo de jóvenes blancos no puede ser más diverso: desde el gilipollas sin dos dedos de frente y al que le traiciona su volátil carácter, hasta la radical manipuladora que, de momento, parece una psicópata de manual, pasando por el buen chico que alucina con el comportamiento de sus amigos.
De hecho, es hasta curiosa la repartición de papeles. Por el momento, el personaje más violento y desagradable de Mar de plástico es una mujer, Pilar, interpretada por una soberbia Andrea del Río alejada de todos los papeles que le había visto hasta ahora. El buen chico, Fernando, es el heredero del cacique, algo bastante original, ya que en las series normalmente ese sería el personaje desagradable hasta decir basta.
La verdad es que Mar de plástico es una serie de conflictos. No sólo tenemos los raciales, esa bomba de relojería que sabes que puede estallar en cualquier momento y que dota al relato de una tensión muy conseguida, sobre todo con la ayuda de esa magnífica fotografía que refleja tanto la cálida temperatura almeriense como el que todos tienen los nervios a flor de piel y podrían saltar en el momento más insospechado.
También tenemos los conflictos de los personajes, sobre todo del trío de investigadores, que se encuentran los tres a dos aguas. Héctor sigue traumatizado por su pasado en Afganistán y, por lo que parece, va a estar dividido entre Marta y Ainhoa, es decir, entre dejar que los sentimientos por Marta le nublen el juicio o mantenerse frío para resolver el caso. Algo parecido le ocurre a Salva, que es parte del grupo de jóvenes, les aprecia, pero debe cumplir con su trabajo y eso le deja en una posición complicada.
Y luego tenemos a Lola, que ha sido uno de los personajes más interesantes que se han mostrado hasta ahora. Lola no sólo es fuerte, sino que tiene instinto (personalmente estoy de acuerdo con todo lo que opina del caso en el segundo episodio) y su conflicto es muy humano. Familia contra vocación. Ella es gitana, está orgullosa de ello y quiere mantener sus raíces, aunque también sea guardia civil. Pero, claro, su familia no se lo está poniendo sencillo, sino todo lo contrario, lo que la humaniza aún más.
Es de agradecer el mimo que están mostrando los guionistas por los investigadores, también por el resto de personajes, ya que son algo más que unas piezas para resolver el caso. Es lo que ocurría en Bajo sospecha que la pareja de policías no era más que un instrumento, sin ahondar en sus problemas y personalidades.
Otro aspecto que están llevando muy bien es el de mostrar a los sospechosos. Aquí no van las veinticuatro horas del día con cara de chungos, ni van actuando de forma exageradamente sospechosa, pero aún así no puedes descartar a ninguno. Juan Rueda, el mafias de Campoamargo, es amable y encantador, mientras que la alcaldesa es una madre que sufre y los jóvenes tienen sus conflictos: el ex novio de Ainhoa ahora es un paria, Fernando está más preocupado de cuidar de su hermano que otra cosa... No puedes confiar en nadie, no lo haces, pero actúan como personas normales y corrientes.
De hecho, el caso lo están llevando muy bien. No sólo es curioso (la forma de asesinar a Ainhoa es original cuando menos), sino que de momento no se sabe muy bien por dónde van a ir los tiros. ¿Era algo contra Ainhoa o sólo era un medio para un fin, es decir, una forma de esconder o iniciar algo? Personalmente, por cierto, me inclino por la segunda opción.
De momento, en estos dos episodios, están dando giros con mucha elegancia y de forma muy inteligente. Como, por ejemplo, la historia del actual novio de Ainhoa, Kaled. Al principio lo presentan como una víctima, una especie de Romeo interracial, pero después lo muestran como sospechoso y ahora nos ha contado una historia que cuadra y que no sabes si creer o no, ya que ambas opciones son posibles y lógicas.
Habrá que ver cómo se resuelve el caso, pero por el momento no puedo estar más encantada con el guión y lo bien que, poco a poco, van mezclando géneros. Ayer, de hecho, vislumbramos lo que va a ser la historia de amor de la serie y, si lo hacen bien, puede ayudar aún más a que Mar de plástico sea una serie muy memorable.
Sobre todo porque se nota el cuidado que le ponen. Antes he dicho que la increíble fotografía ayuda a reflejar el ambiente caldeado, pero además es que se nota que está muy bien pensada y trabajada. Da la sensación de estar viendo una película más que una serie y tiene unos planos que, de verdad, te entran por los ojos y te dejan maravillado.
También ayuda que la mayoría del reparto esté haciendo un muy buen trabajo. Ya he comentado que Andrea del Río está increíble con un personaje tan extremo, pero no es la única: Patrick Criado y Fede Aguado están estupendos también, el primero tan alejado de ese Nuño de Santillana que estamos acostumbrados a ver (y que demuestra lo bueno que es este chico) y el segundo interpretando a un personaje tan complicado como Sergio. Podrían haber caído en el ridículo con facilidad, pero Fede Aguado no sólo es creíble, tierno y complejo, sino que lo borda.
Nya de la Rubia con su Lola es el gran descubrimiento, Eva Martín es una gran madre sufridora y Luis Fernández me sorprendió bastante ayer. Bueno, y Pedro Casablanca y Belén López siempre están increíbles, así que no es ninguna novedad. Luego tenemos a Rodolfo Sancho que es otro de los que siempre cumple, aunque a mí personalmente me gusta verlo más relajado, como en El ministerio del tiempo. Eso sí, el muchacho se debe pensar que está en un anuncio de Ray Ban porque siempre que está en exteriores está quitándose y poniéndose las gafas con su propia mirada acero azul.
Las dos únicas pegas que le pongo a Mar de plástico es que Fernando Cayo no sale lo suficiente, lo cual considero un delito porque ese hombre es genial no, lo siguiente, y que Jesús Castro, por muy guapo que sea, es muy limitado como actor. Cada vez que se pone intenso no me lo creo y me parece bastante artificial. Esperemos que vaya mejorando a medida que avanza la serie y siga los pasos del otro guapo al que se enfrenta, Rubén Cortada, que en cada episodio de Olmos y Robles está más suelto.
Solo con ver el reparto ya sabes de ahí es muy difícil que salga algo malo y, tras ver los dos primeros capítulos, lo hemos podido comprobar.
ResponderEliminarA mí eso de que Fernando Cayo salga tan poco me mosquea un poco. ¿No será que nos lo están metiendo poquito a poco para luego resultar que fue él el asesino? No es muy descabellado si pensamos en como se construyen la mayoría (por no decir todos) de procedimentales, vease Castle o Caso Abierto.
Cuando empezaron a anunciarla, procuré por no ver nada de lo que anunciaba, porque tras ver el argumento y el reparto decidí que iba a verla sí o si. Por eso me ha sorprendido la futura historia de Lucas y Fara. Y me gusta, es diferente al cliché de siempre.
Como a ti, una de las cosas que más me gusta es la ambientación, hace que la serie tenga una personalidad única, que nos hace entrar aún más en la historia.
También me gusta que el lugar sea un personaje más y que jueguen con ello.
A mi también me ha sorprendido Luis Fernández. De echo, yo ya le vi una enorme evolución desde el primer capítulo de Los Protegidos hasta el último. Pero si que es verdad, que aquí consigue ser completamente natural.
Y yo espero que Jesús Castro se suelte mucho más. Porque tiene una mirada tan intensa que da cosica cuando le ves que apenas mueve un músculo de la cara. Si lo consigue creo que va a tener mucho futuro.
Precisamente lo que dices de Fernando Cayo lo estábamos comentado mi padre y yo esta mañana mientras comíamos. Porque tener a semejante actor para lo que sale o le dan más papel en el futuro o tiene que ser el asesino (aunque sigo sin descartar a la tarada de Pilar). Pobre Fernando Cayo, siempre acabo desconfiando de él, porque en Punta Escarlata también estaba entre mis sospechosos, xD.
EliminarYo no tenía ni idea de que fueran a tirar por ahí, hasta la escena del coche de ayer. Fue cuando dije: jujujuju, os he pillado la historia de amor, chavales. La verdad es que es original y puede traer mucha tela, así que estoy muy contenta con ese giro que, al menos para mí, fue inesperado.
La verdad es que Luis Fernández mejoró mucho en las tres temporadas de Los protegidos, aún así me sorprendió en Fenómenos (creo que él y Ana Polvorosa eran de lo poco que se salvaba) y aquí aún más, ya que Salva no tiene nada que ver con los otros dos personajes, que eran los macarras de gran corazón.
A mí también me ha gustado muchísimo la serie y sobre el asesinato también coincido con Lola es algo muy pensado como para hacerlo porque sí. La cosa es ¿matarán a alguien más? Lo digo porque ya han intentado cargarse a Marta e igual en el tercer capítulo van a por alguien más o lo intentan.
ResponderEliminarLa historia de amor interracial me da pereza! Eso ya estaba con Ainhoa y Khaled y lo van a repetir pero con el nazi del pueblo para llevarlo a otro extremo.Que por cierto el accidente de coche me pareció muy porque sí vaya telaaaaa! Espero que haya flashbacks de Ainhoa porque todo el mundo la quería pero alguien se la cargó y eso no es muy buena señal. ¿Qué lado oscuro tenía Ainhoa? ¿Qué oculta la Rusa? Porque como bien dice Fernando esta lo quiere tó por eso intenta deshacerse de Sergio pero lo del final me descolocó mucho. Si Ainhoa iba a denunciar al Rueda con ayuda de Marta, la Rusa pudo matarla para que no se destape ná y seguir con su vidorra? ¿Sabe la Rusa de que su marido se va al puticlub del pueblo? ¿Tiene ella algún amante? ¿El capataz? ¿Porqué Khaleb le da papeles al Rueda y luego otros a Marta? ¿Tramaba algo con Ainhoa, salió mal y tenían un plan en ese caso? Joer me faltan cosas!! Por cierto Genialosa no lo siguiente la escena de la Bicicleta entre Héctor y Sergio. Espero que Héctor se relaje porque es cuando Rodolfo lo clava. Esa escena es muy entrañable y fantástica. Y además añade otra pregunta, ¿porqué quería la Rusa que Sergio provocase un apagón? ¿Para matar a Ainhoa? ¿Para Robarle al Rueda? ¿Algo que no sabemos?
Para mí es la sospechosa tras el final del capítulo dos pero no sé porque para matar a alguien así tienes que tener mucha fuerza no? ¿Estuvo la Rusa en la mafia rusa? ¿En el ejército? ¿Es el prototipo de rusa comehombres que vienen a España de hombres ricos porque las han pasado putas? ¿U oculta algo que no sabemos? Otro que podría ser es el Capataz. A Fernando Cayo le descarto.
Tengo muchas ganas de que Lola les diga 4 cosas bien dichas a los suyos. Se dedican sólo a vender caballos o trapichean con drogas? Lo digo porque así Lola podría soltarles alguna del palo " tráfico de drogas, robos... para seguir manteniendo el tópico de los gitanos ná de tener un trabajo normal verdad? Pufff molaría mil!! Ojalá en algún momento ocurra!! Qué ganas no paran de insultarla y amenazarla con que le van a pegar ya está bien joer!!
Yo es que, ahora mismo, creo que a Ainhoa no la mataron por ella, sino como parte de una estrategia. El asesino, por lo que sea, quiere provocar algo con su muerte: ya sea que la guardia civil lo investigue, ya sea putear a las dos personas más poderosas del pueblo (la alcaldea y Juan Rueda), ya sea caldear los ánimos... Quiero decir, que más que un asesinato, me parece un espectáculo y, por eso, Héctor está orientando mal la investigación. No sé, creo que es una especie de detonante muy, muy pensado.
EliminarPor eso creo que Ainhoa no tenía un lado oscuro. Por lo menos, con lo que sabemos de momento, no lo parece. Está claro que era una chica inquieta, con ideales (por eso me choca mucho que tuviera ese novio) y ganas de hacer justicia. Otra cosa sea que hiciera todo eso a modo de redención, pero yo de momento creo que sencillamente la mataron precisamente por ser, en cierta manera, el punto en común de casi todo el pueblo: la gente la quería, los inmigrantes también, es la hija de la alcaldesa y puede que de Juan Rueda... No sé, yo sigo con mi teoría de la estrategia, xD.
Y lo de Kaled está muy bien hecho, porque puede ser que o bien traicionara a Ainhoa desde el principio o bien lo que le cuenta a la guardia civil. Quiero decir, para bien o para mal él y su hermana dependen de Juan Rueda, así que pudo darle los documentos para ahorrarse problemas y luego intentar hacer justicia al pasárselos también a Marta. Habrá que ver cuál de las dos versiones es la correcta.
Luego, respecto a la rusa no sé qué pensar. Ahora mismo es taaaan claro que ella es la asesina que la he descartado precisamente por eso. Tiene pinta de ser una pista falsa y seguramente, aunque tendrá lo suyo, no sea la asesina. De hecho, Lola dice que las rusas de Campoamargo son unas supervivientes que lo han pasado mal. Está claro que quiere la fortuna de Juan Rueda, de ahí que se quiera deshacer de los hijos, y que su matrimonio con él es una cuestión de negocios (fijo que sabe que se va al puticlub de vez en cuando), pero no creo que sea la asesina. De hecho, yo ahora mismo creo que la asesina podría ser Pilar, más que nada porque cumple muy bien con el perfil de sociópata: fría, calculadora, manipuladora...
PD: Lo de la foto es porque según Mi zona tv es una foto promocional de Mar de plástico y la puse, sin más, xDD.
Última pregunta, ¿Porqué has puesto una foto de la película de El Niño? jajajajjajajaja! (la de la playa!)
ResponderEliminarEl primer episodio no me terminó de convencer (creo que Rodolfo Sancho quitándose y poniéndose las gafas tantas veces a lo Horatio Caine me descentró un poco XD) pero el segundo episodio si que me ha gustado mucho.
ResponderEliminarEl misterio pinta muy bien (y los guionistas no hacen que todo el mundo ponga cara de chungo, lo cual es un alivio después de Bajo Sospecha) y los personajes, sorprendentemente, están bastante alejados de los clichés. Juan Rueda (qué bueno es Pedro Casablanc) es un cacique bastante agradable y educado que respeta a la autoridad y no intenta escaquearse de declarar por ser el más rico del pueblo. Además, el carácter del padre explica un poco cómo Fernando, que tendría todas las papeletas para ser el hijo pijo y repelente del cacique, es un chico sensato, que intenta poner calma siempre y que es el más majete del grupo.
Pilar es un personaje odioso pero también resulta novedoso que hayan decidido darle ese papel a una mujer (Andrea del Río está estupenda). De Jesús Castro espero poco, la verdad (me ha horrorizado en las dos películas en las que le he visto). Es guapo y fotogénico y ya. Aunque tengo que decir que en el segundo episodio me pareció algo mejor (estar peor que en el primero era difícil).
También me ha gustado mucho el personaje de la mujer de Rueda. Tiene pinta de esconder muchas cosas interesantes, aunque no creo que sea la asesina porque sería demasiado evidente y estamos en el capítulo 2.
De momento lo que menos me convence (además de Jesús Castro) es el personaje de Rodolfo Sancho. No me termina de gustar cuando se pone intenso y aquí está en modo intenso casi todo el tiempo. Creo que la escena en la que más me ha gustado es en la que ayuda a Sergio a arreglar la bicicleta (por cierto que menudo cambio de Fede Aguado).
Tampoco me entusiasma la historia de Héctor con Marta, me parece un poco forzada. Aunque a medida que Héctor se relaje, seguro que la cosa mejora.
En fin, que espero que la serie mantenga esta linea y no nos hagan un Bajo Sospecha 2.0
Lo de Rodolfo Sancho con las gafas fue motivo de cachondeo en mi casa. En el segundo episodio como apenas estuvo en exteriores, apenas lo hizo, pero, vamos, que parece que esté en un anuncio de Ray Ban, xD.
EliminarYo sigo flipando con la originalidad de los personajes y de lo humanos que parecen para ser un thriller. Quizá es que llevaba la referencia de Bajo sospecha, que fue un horror de clichés, sobreactuación y sobrexplotación de chungos, pero me ha sorprendido para bien cómo han planteado a muchos personajes: Juan Rueda e hijos, Pilar, los compañeros de Héctor...
La verdad es que yo nunca había visto actuar a Jesús Castro y, a ver, es muy guapo y tal, pero yo creo que el papel le viene grande. Si quizás le hubieran dado a alguien no tan extremo le hubiera ido mejor.
Totalmente de acuerdo contigo en lo que dices de Héctor. La mejor escena hasta ahora ha sido la que tiene con Fede Aguado y la bicicleta, a Rodolfo Sancho le sienta mucho mejor el estar relajado o, aunque sufra, que no sea tan intenso. En La señora sufría constantemente, pero era más calmado y estaba mejor. A ver si le coge el punto. Y a mí la historia con Marta tampoco me convence, quizás es porque Belén López y él no me pegan nada y a ella siempre la veo mejor como mala que como heroína.
Alguien sabe el modelo de las rayban de rodolfo sancho?
ResponderEliminarPues ni idea, lo único que hacía era quitárselas y ponérselas, aunque sin decir la marca, xDD.
EliminarAl parecer son los Ray ban 4148, Caribbean
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