Hoy, cosa extraña, empiezo con Sandra y Eli, ya que su trama han afectado al resto y espero que así quede todo más ordenado. Todo ha comenzado cuando ha llegado un paquete para Sandra al bar, por lo que Chema le ha pedido a Ángel que se lo lleve, pero él no ha podido y el paquete ha seguido el siguiente camino: PeluVilma-Dulce-Opositor cachas-Lola. Ésta, previendo que le van a pagar el transporte, ha pedido una copita...
Que ha provocado que despierte entre un montón de cosas y sin recordar de dónde han salido, para flipe de Candela. Ésta, sin embargo, no pierde el tiempo y decide montar un mercadillo para ganar dinerillo extra. Candela últimamente está de lo más emprendedora, lo que en este camping suele ir ligado al vandalismo, xD.
Candela: Mamá, este anillo tiene unas marcas muy raras... Pues, nada, lo vendemos y llegamos a fin de mes.
Gollum: ¿Has oído, mi tesoro? ¡Que te venden barato, barato! ¡Volverás a ser mío, mi tesssoro!
A todo esto, tras que Eli largue a un matrimonio que quería alquilar su polvocueva, está tan contenta pensando en sacarle partido con Pocoyó, cuando Ángel le ha llevado una carta de despedida de éste. Y qué carta, qué poética y romántica: que si a mi alma gemela, que si lo suyo siempre estará vivo, que si ratos de placer... El problema, claro, es que no va dirigida a Eli, no, qué va, ¡es para Ángel! OMG. A ver, Angelito, yo necesito respuestas: ¿a qué ratos de placer se refiere, eh, eh? Claro, ante tal alarde de tacto hacia ella, Eli llama a Pocoyó de todo y hasta amenaza a Ángel cuando intenta consolarla porque, eh, Eli está de puta madre.
Entonces, le cuenta lo sucedido a Sandra, pidiéndole que nadie del camping se entere porque es ella la que deja a los hombres y no viceversa. Todo eso, mientras las niñas de Sandra aprenden grandes lecciones impartidas por teacher Eli.
Después, Ángel y Sandra están en el mercadillo de Lola y la doctora flipa al ver una trucha que perteneció a su padre y Ángel tarda cero coma en hilar lo que ha pasado. Además de guapo, listo. Eso sí, también un poco bocazas porque comenta que Rosa Ruano no va a volver, por lo que Lola se entera y les hace chantaje para mantener la boca cerrada.
Sandra, por su parte, llama a su madre, que resulta que está en Gales y Ángel aprovecha para pedirle que ella le cuente a Paulino lo que sucede, en vez de dejarles el marrón a ellos. Rosa Ruano les dice que quiere hablar con su marido, por lo que Ángel se congratula al creer que les va a quitar de encima al buen hombre. Eso sí, para que eso sea posible, tienen que asegurarse de recuperar sus cosas y de que Paulino siga viviendo en la ignorancia, ya que no creen que pueda perdonar a su esposa. Seh, yo tampoco lo veo muy dado al perdón... más bien a derribar árboles y casas a manotazos.
Yo iba a poner a Ángel en modo celebración, pero... es que he hecho esta captura y sale taaaan guapo, que no he podido resistirme *0*
Eso sí, Paulino no tarda en ver una de sus camisas en El medio hombre o Dani en su idioma, por lo que se le tira encima para quitársela. Ay, pobre Dani, en toda la serie sólo se le ha tirado encima Paulino, será posible. No obstante, Ángel y Sandra están al quite y no hacen más que hacerle luz de gas para que no se pispe de nada, xD.
Mientras tanto, su sister Eli tiene problemas: arreglando el fregadero de Candela, le ha inundado la caravana; arreglando el mando de La profa, le ha roto la tele... Encima, como tiene los ojos de llorar y está distraída, todos se piensan que está fumada. Hala, pobre Eli, ¡malpensaos! Todos acaban quejándose de lo sucedido, pidiendo que la echen, por lo que El opositor cachas la defiende contando la verdad; Ángel intenta disimular, pero acaba contando lo de Pocoyó. Chema propone usar a Paulino de manitas mientras tanto (en secreto, eso sí) y Sandra lo acepta, diciendo que lo que sea necesario hasta que Eli mejore porque está mal. Y en ese momento aparece Eli que al oír a su sister hablando de ella, pues... se rebota del todo.
Al día siguiente, Paulino está arreglando el fregadero de Lola y sus hijos, cuando llega Eli. Como tienen que disimular, no se les ocurre otra idea mejor que simular que quedan para jugar a la oca. Seriously? xDDD. Eli se da cuenta de que han metido mano en el fregadero y empieza a soltar barbaridades, que si es un negado y demás, por lo que Paulino está a punto de saltar. Lo peor es el drama del pobre Dani, que para una vez que gana en algo, es en un simulacro de partida, xDD.
Disimulo magistral.
Eli va a preguntarle a su hermano si le ha dado su puesto a Paulino, pero Chema utiliza la visita para hablar sobre Pocoyó. Eli no se lo toma nada bien y, encima, sigue pensando que le está haciendo moving, por lo que decide que se va a cagar. Por eso, afloja las tuercas del grifo de la cerveza.
Más tarde, Paulino va al bar a descansar un rato, que está reventado, y de paso beberse una cervecita, cuando Chema descubre que el grifo está mal. Paulino le echa un vistazo y Eli sale de la trastienda, insistiendo en que le quieren quitar su trabajo. Los dos, y Lola que andaba por ahí, intentan hacerle ver que sólo quieren ayudarle, pero Eli sigue ofuscada perdida. Y, claro, basta que Paulino haga gala de su tacto habitual y diga que, a diferencia de los hombres, las mujeres son unas lloronas, para que Eli le cuente que Rosa Ruano le ha abandonado. Y eso que tanto Lola como Chema han intentado detenerla, ¿eh?
Eli se larga dramáticamente, por lo que Chema le tiene que explicar a Paulino que tiene razón, que las cosas que creía que eran suyas, lo eran, pero que todos estaban intentando que no sufriera.
Paulino se presenta en casa de su hija pidiendo explicaciones, así que ella y Ángel le acaban contando absolutamente todo. Sandra le dice que su madre está arrepentida, que la llame, así que lo hace, pero acaban discutiendo, ya que Rosa Ruano le ha pedido el divorcio para casarse con el otro. Tras el cabreo inicial, el pobre Paulino se nos derrumba y comenta que Eli se lo ha dicho, por lo que Sandra se china y decide ir a por Eli, aunque Ángel (sabiamente) señala que, como mínimo, Eli tiene una navaja.
Paulino (cantando): Para qué me curaste cuando estaba herío, si hoy me dejas de nuevo el corazón partío...
Sandra se sube el carrito de Eli, donde las dos empiezan a echarse en cara cosas, mientras Ángel corre detrás de ella hasta poder subirse también (le ha salido el Fermín interior, xD). Sandra agarra el volante, empiezan a pelearse por él y... ¡ZASCA! ¡Hostión bien dado! Y hago un alto ahora para pasar a la siguiente trama.
Y es que hoy Dulce quiere independizarse, pero PeluVilma pasa de pagarle el alquiler del piso. A todo esto, El opositor cachas está estudiando, pero su madre hace ruido y le molesta, así que se larga. Acaba en la polvocueva, donde se encuentra a Eli, a la que ningún hombre hace sufrir, abrazada a los restos de un polo pijo y la ve, así que le hace chantaje: se callará lo que ha visto a cambio del bungalow.
Sin embargo, su paz dura poco, pues Dulce se le presenta sonriendo, algo que aterra al Opositor cachas, ya que se fía tanto de esa sonrisa como de la de un policía, xD. Me ha matado la comparación, sí. La cuestión es que Dulce ha decidido irse a vivir a ese bungalow, por lo que compra una tarta para celebrarlo con su familia y éstos se piensan que la ha envenenado, hasta PeluVilma lo ha considerado, xD.
Soy muy fan de Roberto acojonado por la sonrisa de Dulce, en serio, xDD.
Pero yo lo quiero liado con Candela.
Sus padres la siguen hasta la polvocueva, donde está El opositor cachas estudiando, así que los primeros creen que están juntos y, claro, Roberto es amenazado muy chungamente. Él les explica que sólo estudia, que cuando acaba se vuelve a su casa, por lo que se quedan un poquito más tranquilos.
Por la noche, La profa está roncando que ni mi padre (que ya es decir) y encima habla en sueños, por lo que El opositor cachas no puede dormir y, cuando La profa parece estar en pleno sueño erótico-festivo, decide que no puede más y se va a la polvocueva a dormir. El muchacho es más disimulado que el agente 86 de Steve Carell, por lo que hace un montón de ruido y Dino y PeluVilma lo ven entrar en el bungalow de Dulce. Ésta, por su parte, le da la bienvenida y Roberto la manda a la cama, justo cuando llegan los padres de ella y lo entienden a su manera, xD.
A la fiesta nocturna se le añade La profa y acaba discutiendo con PeluVilma sobre si su hijo son suficiente para el otro, pero se les pasa cuando Dulce y El opositor cachas deciden quedarse ahí para tener intimidad y tranquilidad. Anda que... esas dos cosas estando Dulce, Roberto tenerlas, tenerlas... como que no lo creo.
Al día siguiente, Dino y sus hijos están tan contentos porque no está Dulce dando por culo (que para algo es la porculera), cuando aparecen PeluVilma y La profa para tratar el tema porque sus respectivos hijos no dan el brazo a torcer y les da miedo que Dulce se quede embarazada del Opositor cachas. Por eso, en una estupendísima imitación de Pepelu, Dino dice que deberían darle a la fábrica de pensar, xDDD. La profa obedece y se le ocurre que pueden putearlos al ocupar el bungalow.
Charo se está adaptando muy rápidamente al camping, seis episodios y ya sabe como putear vilmente, xD.
Así, El opositor cachas está tan feliz estudiando y Dulce disfrutando de que le sobre espacio, cuando llegan todos sus familiares dispuestos a putearlos vilmente. Pero Dulce no es de las que se rinden fácilmente y tiene un plan maestro: va a ver a Dani para pedirle dinero para irse a vivir con El opositor cachas. Jo, tía, tú también como te pasas, pobrecito Dani. Éste accede a darle el dinero, pero con una condición.
Al final, Dani alquila el bungalow, donde va a vivir él junto a Dulce y El opositor cachas, para flipamiento general. Eso sí, no tienen mucho tiempo para comentar, pues justo en ese momento el carrito de Eli se estrella delante de ellos y las sisters empiezan a pelearse a lo bestia, mientras Ángel está tirado en el suelo, así que, claro, todos se ponen a ver el espectáculo.
En esas, Ángel intenta frenarlas, por lo que sostiene a Eli, mientras Sandra agarra un cactus y se tira sobre ellos... con tal mala pata que lo clava en las partes pudientes del pobre Ángel. Joder, eso no, que el mundo se merece conocer a los descendientes del Centollo, cojones. El pobre Ángel cae al suelo, presa del dolor, mientras ellas siguen ahostiándose que ni en el Tekken, cuando Eli dice que la que empezó fue Sandra por contar lo de Pocoyó.
Por eso, El opositor cachas intenta decir que fue él quien lo dijo, aunque no le hacen ni caso, por lo que él debe agarrar a Sandra, mientras Javi retiene a Eli. Cuando todo queda un poquito aclarado, Eli le pide a Sandra que le dé su merecido al Opositor cachas, por lo que Sandra le golpea con el cactus.
Al final, mientras se recuperan de la pelea, Eli le cuenta que se enamoró de un tío tanto que hasta fue a la cárcel por él: el tío tenía hachis, pero fue ella quien se inculpó, pero luego él pasó de ella. Las sisters hacen las paces y, lo más importante, el centollín ya no parece un erizo de mar, que le han quitado los pinchos.
Las sisters reconciliadas... y magulladas, dicho sea de paso.
Para acabar, me he dejado a Los marqueses que han estado de diez, qué geniales son. La cuestión es que están esperando la llamada de la clínica para ver si están embarazados o no. Tras una interrupción de Dino buscando a su socio, se enteran de que los análisis son negativos, así que, claro, los pobres se me ponen muy tristes. Jo, yo quiero que se queden embarazados, a ver si tienen suerte.
Pepelu, entonces, ve el mercadillo de Lola y encuentra un anillo muy bonito, la alianza de Rosa Ruano, y decide comprarla para animar a Sonso. Sin embargo, el regalo definitivo lo encuentra luego, gracias a Javi que ha robado un cachorrito (jo, qué bonito el perro) y se lo da para que se lo regale a Sonso. El pobre bicho pasa de llamarse Bazoca a Coco y, aunque al principio Sonso no está muy por la labor, acaba encariñada con él, cosa que no me extraña. En serio, es súper mono, ¡lo quiero!
El perrito es taaan mono, además Pepelu le ha puesto un lacito para regalarlo y lo está todavía más. ¡Yo quiero uno!
Los marqueses tienen al perrito como un hijo y lo están paseando en su carrito, cuando Sandra los ha visto y les ha pedido el anillo de su padre, pero Sonso se niega. Eso sí, el anillo debe de ser el Anillo Único porque en ese mismo momento, una Eli despistada por la ausencia de Pocoyó les atropella. ¿Veis? ¡¡Es el Anillo Único, que intenta matar a su dueño para volver al Monte del Destino!!
Por la noche, Coco lloriquea y Los marqueses no saben qué hacer porque son primerizos y, la verdad, verlos ejercer de padres de Coco es AMOR. Qué majos. Bueno, como Sonso escucha un ruidito raro en Coco y la madre de Pepelu queda descartada por criar hijos raquíticos, acaban preguntando a los que más saben de animales: los Picachurreros. Pero como estos no son de ayuda, van a ver a Sandra, que les pide el anillo, pero como Sonso sigue en plan Gollum, los manda a la mierda.
Al día siguiente, Los marqueses han dormido poco, están irascibles y acaban discutiendo sobre como criar a Coco. Al final, Pepelu se va dando un portazo y Sonso se va a la ducha, mientras dejan al perrito en el capazo. En ese momento, entran Sandra y Ángel a secuestrar al pobre perro para recuperar el anillo. Encima, nos enteramos de que a Ángel el dan miedo los cachorritos. ¿En serio? Pero si Jorge es como un cachorritos gigante y bien que lo aguanta.
Ángel asustado del perrito. Hijo, ni que sea un caimán.
Ambos salen corriendo cuando Sonso sale de la ducha, por lo que ésta no se da cuenta de lo que ha ocurrido, sólo que Coco no está... Coco se fue, Coco se escapa de su vida. La ausencia del perrito provoca que Los marqueses se echen en cara todo tipo de cosas, lo que les lleva a pensar que si tuvieran un hijo, se habrían separado y todo. Al final, comprenden que se quieren mucho, pero no dormir es malo y les agria el carácter.
En esas, llega Sandra para contarles que tiene a Coco y que lo meterá en el microondas si no le devuelven el anillo. Sin embargo, Los marqueses no le hacen ni caso: creen que es un farol, no negocian con secuestradores y el perro les da igual, si falta, ya comprarán otro. Sandra se va, insistiendo en que no va de farol.
Al quedarse a solas en el bungalow, Sonso comenta que parece que Coco se ha ido a la universidad y empiezan a hablar de la paternidad, de lo que tiene que suponer ver a su hijo graduarse... y de que, quizás, puede que nunca tengan uno. Entonces, se acuerdan de Coco, de lo mucho que le quieren y corren a la casa de la doctora, donde ven a las niñas comiendo lo que creen que es Coco. Sin embargo, éste está en el microondas y Sonso le acaba dando el anillo... pero Sandra enciende el microondas igualmente. Pero, tranquilos, que es un peluche, que Coco está a salvo en manos de Ángel. Así que final feliz... al menos para Los marqueses, que al final ni con el anillo en su poder han podido evitar que Paulino descubra la verdad.
Esto es todo por esta semana, en de la próxima promete porque, además, ¡vuelve Jorge! ¡Yey! =D Además, Los marqueses siguen con Coco, lo que es bien, porque son de lo más monos con el perrito y, encima, en este caso osan robarle a Chema. Dios, cómo va a acabar eso... Ah, y la pobre Dulce va a parecer Betty, la fea porque, pobrecita, qué gafas le van a plantar.
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