El jueves terminaba en la CW la tercera temporada de The 100, su temporada más polémica. Ha sido raro el viernes que abrías tuiter y no había hashtags sobre la serie o el blog que no le dedicara de vez en cuando algún artículo. Porque Jason Rothenberg podrá tener sus fallos, pero también está teniendo la gran virtud de no dejar de arriesgar y llevar hacia delante una trama, intentando ni repetir situaciones, ni peligros, ni olvidarse de todo lo que ha pasado hasta ahora.
Y, al menos para mí, ha conservado el nivel, por no decir que en ciertos aspectos ha logrado incluso elevarlo.
Es curioso, eso sí, que esta tercera temporada haya repetido el esquema de la segunda: al principio teníamos una situación más o menos calmada (al menos, en comparación con el último tramo) con los personajes diseminados por distintos lugares y cada uno en una situación distinta para acabar confluyendo todos en una misma trama.
En este caso fue la dedicada a La ciudad de la luz, que no ha podido ser más tensa e inquietante. Así como en la temporada anterior la amenaza era más sencilla de asumir, en esta ha sido terriblemente complicada. En la segunda temporada, los hombres de la montaña inician la guerra mostrando una maldad impresionante (son ellos los que deciden sacrificar a los 48, en lugar de intentar hallar una solución pacífica), mientras que en esta temporada Clarke y compañía se enfrentaban a su propia gente, pero poseía por esa entidad tan inquietante llamada ALIE, lo que les dejaba aún menos margen de maniobra. ¿Cómo derrotar a alguien a quien es inocente y a quien le han robado su cerebro por la fuerza?
De hecho, una vez estalla la trama de La ciudad de la luz y ALIE los episodios se volvieron una tensión constante y, al menos a mí, me inquieta muchísimo ver a los ALIEnados (los llamo así, una que tiene chispa, xD), casi como si estuviéramos en una película de zombies y no supieras qué personaje podría caer a continuación en sus garras.
Porque ALIE ha sido una gran villana y Erica Cerra ha estado increíble interpretándola. Menuda presencia, era verla y odiarla y temerla a partes iguales.
Habrá que ver cómo lidian los ALIEnados una vez han sido liberado del control de ALIE, que les obligaba a hacer cosas realmente horribles: atacar a sus propios amigos, suicidarse para forzar a otros a tomar la llave (espectacular la escena en la que Abby casi muere para intentar doblegar la voluntad de Clarke) y un largo etcétera.
Porque The 100 es también una serie que habla bien de los traumas.
En esta tercera temporada raro ha sido el personaje que no ha acabado arrastrando una serie de traumas. Quizás Jasper haya sido el más evidente, pero no el único: Clarke, Bellamy y Monty ya arrastraban problemas desde la temporada anterior y en esta no les ha ido mejor; Octavia ha perdido a Lincoln, Raven tuvo que enfrentarse a ALIE y sufrir su tortura... Y eso es de agradecer, porque a cada uno le han escrito su camino y todas las reacciones han tenido sentido.
De hecho, en mi opinión, los fallos que ha tenido la tercera temporada de The 100 han sido más de forma que de contenido. Es decir, la idea era buena, pero a veces no la ejecutaban de manera adecuada. Para mí, de eso pecaron tanto con el descenso a los Infiernos de Bellamy como con la muerte de Lexa.
Una vez se ha visto la tercera temporada no se puede decir que la muerte de Lexa fue gratuita, porque no fue así. Quizás vino originada por la ausencia de Alycia Debham-Carey, pero no se puede decir que no le dieran sentido. Con Lexa viva no habrían podido desarrollar la trama de ALIE tal y como lo han hecho y, sinceramente, la forma en la que Clarke y los demás han luchado contra ella ha sido maravillosa. Además, la muerte de Lexa y el posterior golpe de Estado de Ontari con su muerte incluida deja la política grounder en una posición muy curiosa, que podría dar mucho juego: aparentemente sólo Luna es una nightblood, es decir, la única que puede optar al puesto, pero ni siquiera la amenaza de ALIE la hizo reaccionar.
Así que la idea era buena, incluso comprendo que les interesara que Clarke y Murphy vieran cómo funcionaba La llama (algo que ahora vemos que era necesario), pero sí que es cierto que el recurso del tiro al aire no fue una decisión muy acertada. Aunque al final se resarcieran en cierta manera con Lexa acudiendo al rescate de Clarke y la despedida que tuvieron en el último episodio, que sí que estuvo muy a la altura.
Eso mismo les ocurrió con Bellamy. Su descenso a los Infiernos podría haber estado mejor escrito, desde luego, pero sí que tenía sentido, sobre todo visto el último episodio. Creo que les faltó tiempo, que cayó demasiado pronto, pero era coherente con su forma de ser y con la situación que estaba pasando en aquel momento donde todo su mundo se desmoronó en prácticamente un episodio. Además, es cierto que la moralidad de Bellamy siempre ha sido Octavia, algo lógico si recordamos que la señora Blake le instruyó desde niño para que cuidara de ella.
Por eso creo que es interesante (y está bien planteado) los dilemas a los que se enfrenta: el ser líder o el segundo al mando, el hacer algo por Octavia o porque es lo correcto. A fin de cuentas, Bellamy no es Clarke, a él siempre le ha movido más salvar a su gente que tomar la mejor decisión posible (la segunda temporada se basó en salvar a los 48 de Mount Weather, es decir, su gente, no de enfrentarse a los grounders). Pero parece que su alianza con Pike, la culpabilidad posterior y la evidente decepción de Kane (que le hizo ver que tenía que plantearse por qué había entregado a Pike y que salvar a su hermana no quería decir que estuviera en el camino correcto) han hecho que madure y le han preparado para lo que, creo, que va a venir.
Porque en el final de temporada hemos visto a Octavia recorrer el camino de su hermano: el dejar que la ira, el dolor y la venganza le lleven a tomar una decisión que, quizás, en otras circunstancias no habría tomado. Bellamy se ha estado arrepintiendo de haberse posicionado con Pike, habrá que ver cómo le afecta a Octavia el haberlo matado a sangre fría, no en una batalla luchando por su vida.
Ya dijo Bellamy que se había dejado seducir por la visión de Pike porque le facilitaba la vida, era más sencillo verse a ellos como los buenos y a los grounders como los malos. Y creo que a Octavia le ha pasado tres cuartos de lo mismo, que a priori es más fácil y seductora la idea de la venganza y de hacer justicia, pero que puede que luego le pase factura.
Eso sí, qué feliz me hizo que Octavia acabara con Pike, porque le he odiado mucho, mucho, y porque también era justicia poética que Octavia lo matara. En parte, porque se ha repetido el esquema de la segunda temporada (Lincoln matando a Cage, es decir acabando con el enemigo que podía escapar) y, en parte, porque fue Pike quien ajusticia a Lincoln. Mira, ahí sí que escribieron una muerte muy digna, que también sirve de motor y que supieron usar muy bien, a pesar de que, en cierta manera, les vino impuesta porque Ricky Whittle dejaba la serie.
Así que habrá que ver cómo lidia Octavia con lo que ha hecho y qué es de ella, porque me dio la sensación de que iba a seguir la senda de Clarke de exiliarse.
Y es que, en general, yo creo que los guionistas han hecho un buen trabajo, tanto por la trama de ALIE, como por el desarrollo de los personajes. En esta temporada prácticamente todos los actores han tenido sus escenas de lucimiento y sus evoluciones muy bien trabajadas: Raven no tuvo mucho protagonismo al principio, pero Lindsey Morgan ha tenido, además de escenas grandiosas, todo un episodio para lucirse y ha sido clave para derrotar a ALIE; Monty se ha erigido como todo un badass (olé sus cojones, todo lo que ha hecho desde el alzamiento de ALIE) y Murphy ha acabado convirtiéndose en una especie de héroe.
Muy fan de cómo han desarrollado a Murphy esta temporada, ¿quién me habría dicho que habría terminado preocupándome por él y siendo fan suya?
Además, también me ha gustado que en esta temporada no sólo han explorado los conceptos de liderazgo y política, algo que han hecho sobre todo en su primera mitad con Pike siendo elegido a pesar de que era un asesino enloquecido por el odio (¿nos suena eso?), sino que también han realizado un ejercicio de reflexión y crítica sobre la religión. Que sutil, sutil, no ha sido (ALIE vestía de rojo, la llave tenía forma de hostia, la diosa grounder que descendía de los cielos...), pero aún así me ha molado mucho.
Vamos, como toda la temporada.
Pese a las críticas recibidas, pese a que no siempre haya acertado, me parece que The 100 ha tenido una gran temporada y que hay que apreciar lo arriesgada que ha sido. La verdad, prefiero una serie que le echa un par de narices y que intenta no sólo mantener el nivel, sino superarlo, y que a veces falle, que otra que no salga de su zona de confort.
Así que, nada, no habrá nada nuevo sobre The 100 hasta midseason, la espera va a ser larga, pero tengo muchas ganas de la nueva temporada. Y es que el final de la tercera ha sido grandioso, sobre todo porque ha estado muy bien pensado: el que ALIE al final tuviera un buen motivo para su conquista y que ese motivo sea la trama de la cuarta temporada, con los personajes teniendo seis meses antes de un nuevo Apocalipsis nuclear, me ha parecido maravilloso.
No, en serio, qué larga se va a hacer la espera.
A mi me gustaría ver que pasa con Jaha en la próxima temporada, porque de todos los que se fanatizaron con ALIE el fue el primero que montó el circo antes incluso de tragarse el chip. Raven y Murphy han sido lo mejor de la temporada, moría por sus escenas, que grandes los dos. Mi corazoncito shipper sigue sufriendo por Bellarke. A ver si la cuarta es la de la suerte.
ResponderEliminarJaha tiene que sufrir de lo lindo en la cuarta. Su ego le llevó a la ciudad de la luz y luego la ha liado parda al ser el esclavo de ALIE. Vamos, es que ha sido él quien ha traído el sufrimiento a Arkadia.
EliminarRaven ídola magna y la evolución de Murphy grandeza.
Pues eso que, tras un margen prudencial, nos fueron dando Bellarke poquito a poco y han tenido algunas escenas muy geniales (el episodio donde el superviviente de Mount Weather les ataca fue una mina). Y el final de la temporada fue con Bellamy dándose cuenta de que algo no iba bien y Clarke contándole que pasaba, así que esperanzas hay.
Yo siento que Bellarke a avanzado muy lento romanticamente hablando. Si es cierto que su relación es más produnda.. esa cogida de manos antes de que Clarke ascendiera fue muy grande; pero no se si son pasos para un futuro romantico entre ellos. Hasta ahora solo son grandísimos amigos que cada día necesitan más el uno del otro para seguir adelante pero no me da a mi que esto esté cogiendo el camino amoroso. Clarke parece más enamorada de Lexa que cuando estaba viva.
EliminarComo mínimo quiero que Kane le parta la cara a Jaha.
Yo creo que Clarke tiene que superar la muerte de Lexa, al igual que los avances con Lexa fueron lentos gracias al duelo por Finn, pero creo que Bellamy sí está enamorado de Clarke. Fíjate en el episodio que inicia su caída a los Infiernos: no le afecta que muera su novia, le afecta que Clarke elija a Lexa en lugar de a él. Y la conversación posterior, cuando Clarke intenta que no apoye a Pike, es sobre lo solo que lo ha dejado. Así que creo que van despacito y con buena letra e imagino que Jason se va a tomar el romance con calma, no sea que las talifans Clexa lo asesinen o algo, xD.
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