Y hoy voy a empezar con César y Lucía, porque han tenido una trama chachi piruli y además ella ha sido la narradora. Ha pasado un mes desde el episodio anterior y Lucía, además de dejar la medicación, ha vuelto con su novio el carterista y, tratando de ayudar a un amigo sin-papeles, logra que la policía la detenga a ella.
Lucía está contenta que, más que para ficharla, parece que le están subiendo fotos para subirlas a Instagram.
Por su parte, César ha vendido la casa de su abuela para pagar la deuda del karaoke y está viviendo con Juanjo, lo que a éste le desespera. De hecho, el propio Juanjo dice que parecen Epi y Blas y no puedo estar más de acuerdo. Están en plena pelea matrimonial, cuando aparece Los polis del barrio para contarles lo de Lucía. Así que César va a sacarla y Lucía, eufórica, le cuenta lo que ha sido de su vida, tan alegre.
A todo esto, Juanjo visita al doctor que le comunica que necesita un trasplante, así que debería buscar a un donante, pero Juanjo dice que no tiene a nadie. Jolín, ¿a este pobre hombre le va a salir algo bien alguna vez? Cuando vuelve al barrio, jodido, se reencuentra con Trini y la vacila un poco, al old style, vamos. Entre tanta pulla, se lanzan indirectas sobre si una quiere quedarse y sobre si el otro quiere que se quede, pero terminan cada uno por su lado. Ains, qué tontitos sois, en serio.
Juanjo asustándose ante la voz de Trini, ¡pero cuéntale qué ocurre!
Esta, por cierto, es la definición gráfica de lerdos.
Al regresar al karaoke, se encuentra a César y a Lucía en pleno reencuentro y se desespera. A este hombre debería llamarle Desperado o algo... Y ahora me lo he imaginado versionando a Marta Sánchez... Ay, qué trauma. Encima, la tortura de Juanjo no va a terminar ahí, puesto que César quiere que Lucía se quede con ellos. Dios, ese sofá-cama va a ser una fieshta, xDD. Juanjo cree que Lucía ha dejado la medicación y eso le preocupa porque recuerda lo que pasó la otra vez.
Por la noche, César va a coger unos cojines, ya que le dejan la cama a Juanjo, y así descubre la propaganda sobre los donantes de hígado. El pobre se queda echo polvo y no ayuda cuando ve que Lucía se va a casa del carterista. Juanjo, al ver la escena, le dice que a ver cuándo le vuelve a ver el pelo. A cuenta de eso, tienen una conversación en plan Epi y Blas sobre ayudar y dar oportunidades y parece que Juanjo le va a pedir lo del trasplante, pero no llega a hacerlo.
Al día siguiente, Lucía se planta en el karaoke para ver a César, pero Juanjo le dice que ha salido temprano... y que cree que a una fábrica de bollos, para zampárselos. Entonces le pregunta que desde cuando no se medica y Lucía se pone a la defensiva, diciéndole que no es de su interés, pero Juanjo señala que si le jode la vida a César con su, cito, living la vida loca, sí que lo es. Jo, eso es tan bonito. Si Juanjo es un gruñón, pero en realidad es súper amigo de César :3
Los dos acaban comentando cuánto los quiere César a ambos y Juanjo cree que no se lo merecen, porque él es un cabrón y ella, aunque es buena chica, con sus subidas y sus bajadas le hace sufrir. Y que cree que César merece otra cosa.
Luego, Juanjo vuelve a la consulta del médico a decirle que no le puede pedir a nadie que done y que lo metan en la lista. Pero, oh, sorpresa: César se ha presentado como donante y, encima, es compatible. Cuando vuelve al karaoke, Juanjo le echa la bronca a su socio, pero le acaba abrazando, emocionado. Ains, qué bonito. Encima es taaaan Juanjo eso que ha hecho :3 También le dice que no hace falta que lo haga, que no lo merece, pero César cree que todo el mundo merece una segunda oportunidad y que él siempre le está ayudando como, por ejemplo, con Lucía.
Ha sido tan sumamente bonito :3
Juanjo, entonces, le explica lo que ha sucedido con ella, así que César no duda en presentarse en la estación de autobuses para buscarla. Cuando la encuentra, ella vuelve a ser la de siempre y César le pide que se quede, pero Lucía cree que, si lo hace, sólo le hará daño. Entonces César le dice que, aunque le ha dado disgustillos, si se va, no levantará cabeza. Lucía cree que César no sabe lo que le conviene y él dice que ni le importa, que lo único que le importa es que la quiere, así que rompa el billete y le diga que sí. Lucía le mira y, entonces, le da un señor beso de película, pero un beso de verdad siendo ella, no su versión eufórica... y yo voy a morir de amor. Es tan de peli romántica, tan guay, ainss n_n
¿Recordáis el gif anterior? Pues eso mismo.
Por otro lado, en este episodio Nacho ha vuelto a casa y se ha encontrado la triste sorpresa de que Trini no está y, salvo un ataque de Paula hacia ella, no logra sacarles nada en claro. Personalmente me toca las narices que la dejen de egoísta, de haber regresado a la orquesta, como si ellos no tuvieran parte de culpa. Tsk.
Nacho echa de menos a Trini y se lo comenta al Abuelo, mientras éste prepara post-its que le ha mandado el médico, que le dice que eso no servirá de nada porque no va a aparecer... Y Trini hace su aparición en ese momento: va a cantar en las fiestas y vuelve a casa durante unos días. ¿Y qué se encuentra Trini? Hostilidad, salvo por parte de Nacho, que sí la recibe cariñosamente. En serio, el maltrato a Trini en esa casa es una pasada ya, si es que les falta escupirle a la pobre mujer.
Si es que con este recibiendo no vuelve ni el Almendro por Navidad.
De hecho, la tensión se puede cortar con un cuchillo durante la comida y eso que Trini se esfuerza por crear un ambiente distendido. Pero Paula no pierde comba para ser una zorra. Yo lo siento, porque Paula me mola, pero se está pasando ya tres pueblos. Bueno, Rafael tampoco se queda atrás con los reproches. A todo esto, Trini descubre que Paula ha quemado la cocina, ha suspendido varias y, cuando intenta ponerse en plan adulto responsable, Paula se larga.
Más tarde, paseando, Trini se encuentra con Carlos, que le dice que sabe que ha sido ella la que ha dado la vara para cantar en el barrio. Carlos se interesa por la relación de Trini con Paula y le pide perdón por haber insistido tanto, pero Trini le dice que no fue por él, que ella siempre se caga. La cuestión es que se ve buen rollo entre ellos, pero nada más, apenas se tocan, pero Paula los ve y se pone celosa cual perra.
Por su parte, Trini sigue intentando mejorar las cosas y les invita a su especialidad: pizzas congeladas, pero Paula sigue en sus trece de desprecio absoluto. Nacho sigue intentando averiguar qué narices pasa, aunque lo único que consigue es que Trini le mande poner la mesa. Ésta, al quedarse sola, se da cuenta de que Paula no se ha llevado los libros, así que, evidentemente, no ha ido a la biblioteca. Por eso, El abuelo y ella salen en su búsqueda (Trini se lleva más ataques gratuitos, as usual) y se la encuentran en una discoteca... pero no de marcha, sino trabajando. Como se ponen a discutir, el jefe de Paula acude y descubre que es menor, así que la despide.
De vuelta a casa, le echan la bronca a Paula (Trini se lleva más ataques) y ella cuenta que lo hace para pagarle una enfermera al Abuelo porque ella no puede estar todo el día encima de él, que es lo que necesita. Trini pregunta que por qué no se lo han contado y Paula le echa en cara que se fuera, además de ser cruel en exceso... lo que me resulta gracioso porque era ella quien le pidió que se fuera y quien es incapaz de no atacarla. Joder, es que ya les vale: si Trini se queda, malo; si se larga, también. De hecho, la crueldad de Paula es tal que le cuenta a Nacho todo lo que ocurrió. Trini ya no puede más y dice que no quiere estar ahí, que está harta de pedir perdón y, la verdad, como para no entenderla con semejante panorama.
Esta escena me rompió la patata.
María Castro es taaaaan rematadamente buena. Me encanta.
A la mañana siguiente, Nacho le pide a Paula que canten por las mañanas y así lo hacen, más monos ellos. Trini los ve con una sonrisa y, luego, va a la cocina donde pilla a su padre pegando post-its, así que le pregunta qué hace. Tras una bordería como una catedral, Rafael le explica que se lo ha pedido el médico para no olvidarse de las cosas. Al final, le dice que todo irá bien y que no se preocupe por nada, pero, claro, menudo plan.
Después, Paula está estudiando con Carlos, que recibe un mensaje, además de intentar aplacar un poco los ánimos de la chica. Se va un momento a por algo de beber y a Paula le cuesta cero coma tirarse a curiosearle el móvil y, claro, Carlos la pilla. Paula dice que quería ver si tenía mensajes con su tía, antes de salir huyendo haciendo la croqueta.
Por su parte, Trini va al karaoke y se pone a beber, mientras Juanjo, tras vacilarla un poco, le pregunta qué ha pasado. Trini le explica que ya no le llena lo de cantar por ahí, que echa de menos a su gente... la familia y eso. Ajá, o sea, que ahora Juanjo = eso. Eso, perdón, Juanjo le dice que se quede, pero Trini cree que, con Nacho en Francia, ya no la necesitan y, como nadie se lo ha pedido, no quiere ser un estorbo. Juanjo le dice que es una orgullosa porque no quiere decirles que quiere volver. Trini apunta que Juanjo es igual, pero él dice que, al menos, ella puede arreglar las cosas.
Con estos voy a parecer una fangirl loca. No dejo de pensar "now kiss".
¡Now kiss, coño!
En la casa, Nacho le cuenta a Paula que echa de menos las peleas, que su padre no discute con su esposa porque se dan igual y no se quieren, no como ellos. Nacho también dice que no quiere volver a Francia, que echa de menos estar en casa. Paula le dice que le encantaría que se quedara, pero que no puede hacerse cargo de él y del Abuelo, por lo que Nacho pregunta si podría quedarse si lo hace Trini. Paula le explica que está un poco menos enfadada con Trini, pero que no se lo dice y que tampoco quiere que lo deje todo por ellos de nuevo.
Por la noche, Trini se despide de su familia antes de ir a cantar y le pide a Rafael que vaya a verla, pero él no está por la labor. Paula tampoco. Trini, tristona, dice que va a hacer la maleta y, entonces, Nacho le pregunta si quiere seguir con la gira y Trini, aunque se ve que se quiere quedar, no lo dice en voz alta. Ay, Trini, qué orgullosa eres, como dice Juanjo.
Al final, Paula baja a la calle y se encuentra con Carlos, quien le da su móvil para que se convenza de que no hay nada entre Trini y él. Paula le pide perdón (ah, a Carlos sí y a Trini no, ¿eh?) y están a punto de besarse, cuando los interrumpe Alma. Tsk, casi.
jjjafkjajjfauurujrariairt
Si es que son taaaan monos :3 Yo tengo un problema con los pairings en esta serie, en serio.
Mientras Trini está cantando, Rafael está en casa y descubre un post-it, que hace que se le salen las lágrimas. Tras pegarlo en la pared, se marcha de la cocina. En ese momento, Trini se despide del barrio, cuando empieza a escuchar "otra, otra" y aparecen Paula y Nacho pidiéndolo y, encima, se les añaden los demás. De paso, vemos a Juanjo mirando amorosamente a Trini.
Ella, por su parte, dice que no va a cantar más porque quiere volver y estar con ellos, que los echa de menos. Rafael aparece en ese momento y Paula dice que ellos también quieren que Trini vuelva y que, de hecho, Nacho quiere volver. Todo ello, a grito pelado y Trini micro en mano. Colega, es el festival de las marujas, Asun tiene que estar en la gloria ante tal reality. Paula le pide a su tía que deje el micro, pero ella dice que, primero, tiene que cantar otra por petición popular. Y, si, mientras tanto, más miradas amorosas de Juanjo, sonrisilla incluida. Y ella se las devuelve. ¡Coño, estáis locos el uno por el otro, ¿queréis dejaros de tontás?! ¡Dios, me estreso!
A ver, chicos, ¿qué necesitáis para volver de una vez? ¿A Sebastián cantado Bésala? ¿A Giselle con Eso es amor? ¿El qué?
Ah, por cierto, al final vemos el post-it y pone: "Te quiero, papá. Eso que no se te olvide nunca. Trini." Vamos, otra escena como para morirse de amor.
Y, para terminar, como ya es una costumbre, me he dejado la parte de la familia de El caño, que además hoy ha molado cantidad porque estaba centrada en Jeco. Oh, Jeco, como me gustas :3 La cuestión es que Candela y Mariano se han reunido con Los cuñadísimos para dejar claro que se van a hacer cargo, pero éstos no pasan por el aro (¡serán mamones, grrr!) y, encima, Mariano se pone a atender una llamada de trabajo y deja a Candela sola ante semejante enemigo a batir. Mal, Mariano, mal.
Por eso, Candela vuelve al bar (donde Cefe y Jeco están en pleno entrenamiento de desayuno sincronizado, nueva modalidad olímpica) y está que trina. Normal. Mariano se excusa diciendo que le quieren quitar a un checo (algo que interesa a Cefe, que se mete por el medio en la conversación... Vale, Cefe es el hijo mayor de la familia, a mí no me engañan), pero Candela dice que se van a quedar sin nietos y, de paso, le dice que, como no está nunca, no ve cómo está Jeco.
Es una tontería, pero soy muy fan de esta imagen.
Éste intenta hablar con sus primos, pero le ignoran... Bueno, Carlos le acaba reprochando que no le contó lo de Alma y Jeco dice que cómo iba a contárselo, aunque también lo asume y le cuenta todo. Sí, con detalles, así es Jeco, no tiene filtros. Cuando Carlos se larga (seguramente a buscar un psicólogo), Jeco le dice que lo siente, pero que está hecho un lío y que ni siquiera tiene a su primo para deshogarse.
Al final, Carlos le sigue hasta el parque y le dice que le perdona, pero con Alma no será tan fácil. A Jeco, entonces, se le ocurre grabarle un video para Youtube y decirle cosas mazo, mazo bonitas. Carlos no cree que sea una buena idea y le recomienda que, en vez de hablar, pase a la acción y le demuestre que ha madurado de verdad.
Al mismo tiempo, Candela sigue rara con El camarero y éste cree que debería irse, pero ella no quiere que se vaya. Después, se lleva la sorpresa de su vida cuando Jeco le cuenta que va a trabajar: va a montar el escenario para las fiestas. Jeco también le explica que lo hace por Alma y los nenes y, claro, a Candela se le derrite la patata y no es la única. Si es que este chico es un AMOR.
Esta crónica me está saliendo muy teletubbie, no creáis que no lo sé.
Por la noche, Candela tiene la espalda mal y El camarero le da un masaje y yo veo la escena con una de esas alarmas de las películas que dice "peligro, peligro". Candela, no caigas, NO caigas. Por suerte, Mariano llega justo en ese momento para decirle que ella tenía razón, así que ha reducido su trabajo en el Rayo y podrá estar en El caño con ella. A Cefe le gusta esto. Eso sí, como él va a estar en el bar, El camarero va a tener que irse. A Candela no le gusta esto.
Al día siguiente, El camarero le regala un peluche que consiguió en la feria y ella le explica que lo tiene que despedir. Al Camarero no le importa, ya que sólo va a extrañar a Candela... El tío osa meterse con Cefe, así que yo ya le he hecho la cruz. Caca. Además, El camarero le dice a Candela que le gusta, lo que la deja patidifusa... justo cuando Cefe se asoma, súper contento, porque Mariano ha vuelto.
Así que despiden al Camarero, que tiene sutilidad cero al dejar caer que se va a pasar por la feria y que, quizás, Candela podría ir con él ahora que Mariano va a estar en el bar.
Por su parte, Jeco está trabajando cuando ve a Alma y a su madre pasar e intenta hablar con ellas, demostrarle que ha madurado, pero las dos pasan de él. Por cierto, en un mes, pedazo de barriga le ha salido a Alma, ¿no? En ese momento, mientras Jeco las mira, Alma nota una patada de los bebés y ellas se ponen súper contentas e ignoran al pobre Jeco, que se queda ahí con la patata destrozada. Joe, menuda crueldad de escena. ¡Jeco no se merece sufrir tanto! ¬¬U
Ver esto no mola nada. ¡Pobre Jeco!
Por la noche, Candela está pensando en El camarero y Mariano le dice que sabe lo que le pasa: que quiere ir a la feria, por lo que se ofrece a quedarse en el bar para que ella vaya a despedirse. En un primer momento, Candela está dispuesta a irse, pero no ha dado ni dos pasos, cuando se queda mirando a Mariano y vuelve para decirle que no quiere que deje el Rayo, sino que pase más tiempo ahí. Mariano le pregunta si quiere que contraten al Camarero de nuevo, pero ella dice que no, que el Camarero ya encontrará otra cosa.
En esas, aparecen Los cuñadísimos para protestar por el numerito de Jeco y Mariano se pone duro y deja claro que Jeco va a ejercer de padre y que, encima, no monta numeritos... Y, precisamente en ese momento, aparece Auryn en el escenario que presentan a Jeco y explican que les ha pedido como favor que le dediquen la canción a Alma y así lo hacen. De hecho, también lo sacan a cantar; en ese momento, Paula y Carlos se ponen en plan fangirl, Candela y Mariano en plan padres orgullosos y Alma no sabe bien cómo reaccionar.
Jeco baja del escenario para cantarle a Alma y, cuando acaba la canción, le dice que no sabía qué hacer para que le escuchara y que tienen que hablar. Entonces le suelta un discurso súper bonito, que emociona muy, mucho a Alma, por lo que acaba accediendo a criarlos juntos... pero no revueltos. Bueno, eso de momento, que Jeco es un amor y, de hecho, Alma ha tenido varios momentos que se le ha notado que lo piensa ^0^ Al final, Jeco le toca la barriga a Alma, aunque los nenes no patean en ese momento. Jolín, qué escena más bonita y más tierna, en serio.
Vale, está pixelizada, pero mona es igualemente.
Eso ha sido todo por esta semana. En el siguiente, tendremos a Armenteros detenido (LOL), la operación de Juanjo, a Trini en plan casamentera con su padre, a Rosa de España apareciendo por el karaoke y lo que me tiene más loca: Cefe enfadándose con Mariano y cambiando El caño por La bamba. OMG, eso tiene que ser genial. También espero que con el tema operación, haya acercamiento entre Trini y Juanjo, aunque me estoy viendo que voy a necesitar el poder de la Naviduca para que tal milagro ocurra. Bueno, don't worry, que el 15 es final de temporada y es navideño, ¡puede pasar!
Ah, y, por cierto, Vive cantando ha recibido la merecidísima renovación, ¡yupi! ¡Albricias! =D
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