lunes, 7 de julio de 2014

Legado en los huesos

En realidad, leí este libro tras finalizar el primero de la saga, El guardián invisible, pero no quería publicar las dos reseñas seguidas, así que me reservé esta hasta ahora. Manías de una. Por si no os habéis dado cuenta, soy muy maniática, xD. Total, que le tenía tantas ganas a Legado en los huesos que ni siquiera intenté colar una lectura entre ambas novelas, sobre todo porque me habían chivado que estaba a la altura del primero, que era una pasada.

Y no puedo más que reafirmar esa opinión. Brutal. Legado en los huesos es una sencilla pasada. Es tan trepidante como inquietante, es turbador y te mantiene pegado a él como ningún otro.

Pero me estoy adelantando, ¿de qué va Legado en los huesos?

Tras unos meses desde que se resolviera el caso del Basajaun, la inspectora Amaia Salazar piensa que todo va a terminar con el juicio de Jason Medina, el hombre que mató a su hijastra tras violarla. Sin embargo, para su sorpresa, el juicio del señor Medina da un caso inesperado cuando aparece muerto: se suicida en los baños del juzgado junto a una palabra escrita en sangre: Tarttalo.

La misteriosa palabra volverá a su vida meses después, cuando vuelve al trabajo tras una baja de maternidad y debe investigar una serie de profanaciones, ya que, mientras tanto, empieza a encontrar suicidios que siguen ese mismo esquema. Así, Amaia se sumerge en un complicado caso que no sólo la lleva de vuelta a Elizondo, sino también a su propio pasado.

Como podéis ver, no estamos ante el típico caso de una novela de misterio. No nos encontramos ante el típico asesino en serie, pues Amaia debe investigar una serie de suicidios que se han ejecutado de la misma forma. Eso, mientras investiga las profanaciones en la iglesia de Elizondo y atiende a su vida personal, pues, de nuevo, Amaia es algo más que una policía: también es una esposa, una hermana, una sobrina y una madre primeriza.

La maternidad es un elemento importante en Legado en los huesos. No sólo porque Amaia acaba de ser madre y teme no estar a la altura, aunque queda demostrado que Ibai no puedo tener mejor madre, sino también porque la madre de Amaia y el pasado cobran mayor protagonismo. Y si la madre de Amaia, Rosario, ya era perturbadora como pocas, aquí lo es aún más. Así, tenemos las dos caras de la moneda: la madre fría, antinatural, que desea la muerte de su hija y la tortura vilmente, contra la madre que ama a su hijo por encima de todas las cosas y que tiene miedo a fallarse.

De ahí, que la maternidad vaya intrínsecamente ligada a los otros dos grandes temas de la novela: el miedo y el mal. Porque Legado en los huesos trata sobre el mal, sobre si nace o se hace, sobre cómo surge, sobre cómo el miedo puede ayudar a que surja la maldad. De verdad, que es inquietante la maldad que se llega a palpar en Legado en los huesos. La madre de Amaia es que es El mal, así, con mayúsculas, pero también es algo que se nota en toda la novela, que está ahí, acechando.

De hecho, el ambiente de la novela está tan conseguido como en la anterior entrega, no solo porque Dolores Redondo describe a la perfección el valle del Baztán, ese lugar tan hermoso como cruel donde lo sobrenatural tiene cabida. Sino que refleja muy bien los sentimientos de los personajes: los miedos de Amaia, su desesperación por intentar conciliar todas las facetas de su vida, el amor por su familia... También lo que sienten el resto de personajes, pues Dolores Redondo, aunque no les da la misma importancia que a Amaia, hace hincapié en ellos y los desarrolla, haciendo que sean humanos y tridimensionales.

Como ya alabé el estupendo estilo de Dolores Redondo en la reseña de El guardián invisible, ya sólo me queda comentar la historia que desarrolla en Legado en los huesos. Ya he comentado antes que no es el típico caso, de hecho te pasas toda la novela así: WTF?! ¡¿Pero qué mierda pasa?! ¿QUÉEEE? WTF??!!

Vamos, que no sólo engancha, sino que es emocionante y no deja de dar un giro tras otro que te deja loca perdida. De hecho, en mi casa que nos jactamos de adivinar los asesinos, ni siquiera sabíamos por dónde iban los tiros y eso me gustó mucho, sobre todo porque al final todo está perfectamente hilado. No voy a entrar en spoilers, pero el final me pareció trepidante y me encantó, aunque me dejó toda loca. Para variar, me muero por leer la tercera y última parte... que no tengo ni idea de cuándo saldrá. Ainss, qué drama, parece que vivo en esa película Qué esperar cuando estás esperando. No, no la he visto, pero el título me ha venido como anillo al dedo.

Bueno, si sigo viva tras la falta de noticias de la nueva novela de Carlos Ruiz Zafón, que algún día se dignará en publicar... o escribir... al menos eso espero... Bueno, que si sigo viva pese a las esperas de Zafón y de George R. R. Martin, yo puedo con todo.

El próximo lunes literario estará dedicado a... Los adivinos de Libba Bray.

2 comentarios:

  1. Se dice que en septiembre sale la 3a parte! Ganazas!!
    Parece ser que habrá serie de las novelas! Dolores Redondo ha vendido los derechos al sueco que adaptó la saga Los hombres que no amaban a las mujeres! A ver qué hace porque solo se esto no sé si rodarán en english, o en castellano... Qué actriz hará de Amaia? Y del resto de personajes? Rosario me parece la bomba a ver si nos explican de donde nace su maldad!! La actriz que lo haga puede ser la caña, Concha Velascho? María Bouzas?

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    1. Oy, oy, ojalá salga en septiembre *0*

      Me encantaría ver estas novelas adaptadas en película o miniserie. Yo no sé por qué, pero me imaginaba a Amaia Salamanca como Amaia, será porque son rubias y se llaman igual, XDD.

      Yo creo que Rosario está loca. Será por ver tantas series americanas de psicóptas, pero esa es mi teoría, tiene esquizofrenia o algo así, pero, por dios, qué mala es la tía. Bua, la Bouzas haría un papel estupendo.

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