lunes, 18 de julio de 2016

Lady Midnight

Como seguramente sabréis, soy una gran seguidora de Cassandra Clare y de sus libros, así que, claro, me moría de ganas por leer Lady Midnight, la primera entrega de una nueva trilogía basada en su mundo de Cazadores de sombras: que en España tiene el título de Renacimiento. No entiendo mucho por qué se han inventado el título de la trilogía tan a lo loco, pero la verdad es que, al menos, cuadra bastante bien con esta nueva saga. Pero, bueno, me estoy yendo por las ramas, así que mejor vamos con la sinopsis de Lady Midnight, que abre una nueva trilogía completamente nueva:

Han pasado cinco años desde que Sebastian Morgensten estuviera a punto de destruir el mundo de los Nefilim en la Guerra Oscura, lo que trajo como consecuencia la Paz fría, que exiliaba a las hadas de la protección de la Clave y de la alianza que ésta tiene con todos los subterráneos. Tras todo lo sucedido, Emma Carstairs sigue en el Insituto de Los Angeles en compañía de los Blackthorn, que se han convertido en su familia tras el asesinato de sus padres, algo que la sigue obsesionando pues, a pesar de que la Clave considera que fueron víctimas de Sebastian Morgensten como tantos otros (incluido el padre de los Blackthorn), ella no lo cree así.

Por eso, cuando empiezan a aparecer cadáveres que presentan las mismas características que sus padres, Emma está convencida de que tienen que ver. Además, por si fuera poco, como entre dichas víctimas hay hadas, varios miembros de la Corte Unseelie les ofrecen un trato a los Blackthorn: si ignoran la Paz fría y les ayudan, ellos les devolverán a Mark, el hermano que fue secuestrado y obligado a participar en la Cacería Salvaje. Por eso, no tienen otra opción que saltarse las normas de la clave, lo que complica aún más la vida de Julian Blackthorn, que se ha visto obligado a ejercer de padre de sus hermanos y que, encima, cada vez controla menos sus sentimientos por Emma, que es su parabatai o, lo que es lo mismo, la única persona de la que no puede enamorarse.

Como se puede ver con el argumento, Lady Midnight vuelve a aunar todos los elementos de las sagas anteriores de Cazadores de sombras: un misterio, unos jóvenes Nefilim en problemas, relaciones complicadas... Incluso vuelve a repetir el hecho de que tanto su tono como su trama sea completamente distinta a las otras dos sagas anteriores.

En este caso, además de un escenario completamente nuevo (ya no estamos en Nueva York como en la saga original, ni en Londres como en Los orígenes), nos encontramos ante una historia más orientada al thriller. Emma y Julian se sumergen en la investigación de unos asesinatos en serie, que no saben ni quién los lleva a cabo, ni con qué motivo, ni qué relación pueden tener con las muertes de los señores Carstairs. Por eso, se deja el mundo de los Nefilim un poco de lado, siendo algo que está ahí y que dota al relato de personalidad y unidad, pero se centra más en la investigación y en los problemas de la familia Blackthorn.

Y es precisamente eso otro de los aspectos que diferencian a Lady Midnight de las aventuras anteriores: hemos pasado de personajes que estaban solos y que formaban una familia distinta, a leer a una familia numerosa que lleva años unida y en una situación muy peculiar. Porque gracias a la Guerra oscura, el señor Blackthorn murió y los dos hermanos mayores se vieron alejados: Helen en el exilio por ser medio hada y Mark secuestrado por éstas por el mismo motivo. Por eso, Julian se ha visto obligado a ejercer de padre de sus hermanos, a pesar de ser joven.

Bueno, la verdad es que el pobre Julian es un pupas de la vida. En serio, ¿se puede putear más a un personaje que a Julian? Porque tiene que hacerse cargo de todo sin apenas ayuda o apoyo. Luego, cuando Mark regresa, lo que él cree que va a ser un alivio, acaba resultando una situación aún más complicada (por un lado, Mark necesita ayuda tras todo lo que ha pasado y, por otro, altera el delicado equilibrio entre los hermanos). Y para un apoyo que tiene, que es Emma, tampoco le trae demasiadas alegrías, porque la quiere cuando la ley se lo prohíbe con funestas consecuencias.

Me gustó mucho la complejidad de las relaciones de los Blackthorn y lo reales que son porque no son perfectas, por mucho que se quieran, ni tampoco idílicas. Todas ellas tienen distintas implicaciones y me pareció que Cassandra Clare las llevaba estupendamente bien.

Por ejemplo, toda la situación con la vuelta de Mark y lo que supone para todos: desde la alegría de Julian por recuperar a su hermano, hasta la decepción que siente al comprobar que no es el Mark que recordaba y que no va a poder ocupar su lugar o aliviar su carga, pasando por cómo le rompe el corazón y le genera tanto miedo como envidia el hecho de que Mark sea una presencia divertida para sus hermanos, mientras que él siempre tiene que ejercer el rol de progenitor serio que tiene que cuidarlos y educarlos.

En general, me pareció que todas las relaciones de Lady Midnight eran más complejas y estaban más trabajadas que en las otras novelas de Cassandra Clare, lo que ya es decir.

Además, me encantaron todos los Blackthorn y me dieron mucha ternura, a pesar de que todos tienen tanto sus luces como sombras. El hecho de manejar tantos personajes, que además eran hermanos y habían pasado por lo mismo, podía haberse vuelto en contra de Cassandra Clare, pero la autora sabe darle a cada uno su propia personalidad, por lo que es muy sencillo tanto el distinguirlos como encariñarse de ellos: Julian con sus responsabilidades y sus secretos, Livvy queriendo ser parabatai de su gemelo, Ty con su forma de ver el mundo tan especial, Dru sintiéndose un poco el patito feo...

Por cierto, destacar el maravilloso trabajo que hace Cassandra Clare con Ty, en parte porque es un personaje arriesgado, en parte porque es imposible no adorarle, a pesar de que su forma de ser pueda resultar cruel o desagradable en ocasiones.

Eso sí, si hay un personaje que destacar en Lady Midnight es el de Emma Carstairs, una ídola de pies a cabeza. Emma podía haber caído fácilmente en ser una especie de Jace con tetas, pero para nada. Sí, es irónica, dura y una gran Cazadoras de sombras (¡viva las badass!), pero también es dulce y femenina y directa y no actúa como una idiota. He caído a sus pies desde el principio porque no se puede molar más, lo que, claro, ha traído el sufrimiento a mi vida porque me encanta con Julian y no lo pueden tener más difícil.

Yo tenía claro que iba a tocar sufrir, porque no es que las relaciones en estas novelas sean fáciles y estén llenas de arcoíris y unicornios, pero creo que la de Emma y Julian es la situación más puta de todas. No, en serio, ¿qué clase de revelación es la del final? Menuda patada en toda la boca, Cassandra, ¡menuda patada!

Vamos, que por el rollo que os estoy metiendo, ya podéis ver que me encantó Lady Midnight. Me lo leí en un suspiro, lo disfruté muchísimo y estoy deseando que salga la segunda entrega para saber qué pasa a continuación, porque necesito saberlo muy mucho. Al igual que necesito saber que ocurre con los personajes secundarios como Diana o Arthur.

Ah, por cierto, si todavía no lo habéis leído, además de que os lo recomiendo, me toca avisaros de que será mejor que no leáis la sinopsis que hay en la contraportada. Vosotros tomáoslo como si fuera Gandalf diciéndoos: huid, insensatos. Porque resulta que en la misma contraportada te cuentan la solución al misterio, diciéndote quién es el asesino y por qué. Yo tuve la suerte de que lo leí cuando acabé la novela, pero aún así meno epic fail por parte de la editorial, lo que es una pena porque la edición del libro mola mucho.

El próximo lunes literario estará dedicado a... Perdiendo la cabeza de Charlaine Harris.

jueves, 14 de julio de 2016

5 cosas que no entiendo de Águila Roja

TVE, con su más que extraña y criticable política catódica, ha decidido estrenar la última temporada de Águila Roja en pleno verano. Con un par, sí señor. Y, bueno, podría ponerlos a parir porque me cancelaron El caso y eso no está nada bien y seguimos sin saber nada de El ministerio del tiempo, pero esta entrada no va sobre eso... como bien dice el título, por otra parte. Esta entrada va sobre Águila Roja y su más que extraña última temporada, que contenta, contenta no me tiene precisamente.


Y es que los guionistas de Águila Roja siempre han hecho unas cosas que me hacen plantearme muy seriamente si toman drogas fuertes. Además de a qué viene tanta fijación con cruzar toda clase de animales en el camino de Gonzalo (hasta pingüinos, colega). Pero eso es otro tema, vayamos con las grandes idas de olla que hacen que haya autómatas, templarios, que Gonzalo y Satur vayan de Madrid a Sevilla en caballo con más rapidez que los protagonistas de Allí abajo. Porque en esta última temporada se les está yendo la pinza a base de bien y hay muchas cosas que yo no entiendo por qué las haces.

1. Por qué desaprovechar la relación entre hermanos

La temporada anterior, por fin, Hernán descubrió que Gonzalo era su hermano y durante toda la santa temporada estuvimos sufriendo la misma dinámica: Hernán se afanaba en ayudar y proteger a su hermano, mientras Gonzalo no veía más allá de que Hernán había matado a su madre sin saberlo ni nada. ¿Gonzalo le dijo la verdad? No. ¿Gonzalo le preguntó por qué mató a Laura o si alguien se lo ordenó? Tampoco, ¿para qué? ¿Gonzalo pensó más allá de su ombligo? Nein.

Y es que no hay que olvidar que, aunque Gonzalo no haya tenido una vida sencilla, ha sido un camino de rosas en comparación a la de Hernán. Ojo, no digo con esto que haya que disculpar a Hernán, porque mamón es un rato, pero sí que creo que deberían habernos dado al menos una conversación entre los hermanos para poner en común su pasado.


De hecho, ni siquiera le sacaron partido a la revelación de que Irene era la hermana de ambos, además de esposa de Hernán. Ni siquiera el que Gonzalo descubriera que habían casado a sus hermanos sin que lo supieran o el hecho de que Irene se suicidó y ellos dos tiraron su ataúd por pelearse logró una conversación. De verdad, ¿tan difícil es? Joder, que Gonzalo está en plan vengador de su madre sin saber una mierda y no ha intentado ni preguntarle a Hernán si sabe algo, lo que podría ser porque Hernán, de hecho, recordaba tener un hermano.

De verdad, no digo que ahora tengan que tener una relación idílica, pero no comprendo por qué no han intentado ni acercarlos un poco o que al menos hablen. Ni entiendo por qué han acabado con Irene tan rápido sin darle tiempo a explorar la situación. Joder, no es que Irene fuera santo de mi devoción, pero ofrecía muchas posibilidades: desde relacionarse al fin con Gonzalo, hasta incluso mediar entre los demás.


2. Por qué Hernán tiene que maltratar a Lucrecia

A lo largo de las distintas temporadas de Águila Roja, hemos visto a Hernán y Lucrecia acercarse y alejarse en una relación tortuosa hasta decir basta, pero siempre ha habido una constante: por mucho que sean un par de cabrones, siempre lo daban el uno por el otro. Sí, podían herirse y joderse vivos, pero a la hora de la verdad, les importaba más el bienestar del otro que otra cosa. Tanto Hernán como Lucrecia lo han dado todo para salvar al otro y siempre han acabado acercando posturas y estando más o menos juntos.

También, hemos visto como Lucrecia se ha perfilado como la Escarlata O'Hara española, esa mujer independiente, luchadora y caprichosa que hacía su voluntad costase lo que costase y que vivía en el mismo dilema romántico que Escarlata O'Hara: empeñarse en su amor hacia un pavisoso que no está interesado en ella porque quieren a otra (Escarlata se obsesiona con Ashley, que quiere a Melanie, al igual que Lucrecia lo hace con Gonzalo, que está enamorado de Margarita), sin darse cuenta de que ya tienen al hombre de su vida (Rhett Butler en el caso de Escarlata, Hernán en el de Lucrecia). Y, sí, yo me he desesperado muchísimo por esa insistencia de Lucrecia hacia Gonzalo cuando, seamos honestos, es demasiada mujer para él.


Y, por eso, entiendo el hecho de que Hernán está despechado, que el saber que Lucrecia ama a Gonzalo le ha roto el alma. Porque Hernán siempre ha creído que Lucrecia no estaba con él porque no era importante, pero sí que estaría con alguien aún más humilde y que, para más INRI, es un hermano que no deja de despreciarle.

Yo eso lo entiendo, pero lo que no entiendo es que estén dando a las fans del lado oscuro lo que querían de una forma tan nociva, humillante y asquerosa. Es tristísimo ver que por fin se han casado, pero lo han hecho por odio y poder. Es horrible ver a Hernán maltratar constantemente a Lucrecia, destruirla poco a poco y despojarla de todo lo que la hacía ella: sus vestidos, sus criados, su libertad, su forma de ser... Resultó especialmente sangrante verla comportarse como una ama de casa perfecta, cumpliendo la voluntad de Hernán. Es asqueroso, horrible y no entiendo cómo nos hacen esto tras toda la mierda que hemos aguantado en esta serie. ¿De verdad era necesario esta trama? ¿De verdad no podían haberlo planteado de otra forma? Porque, eh, si quieren que me cabree, pues lo consiguen.


Eso sí, al menos no romantizan ese maltrato, sino que lo muestra como lo que es: algo dañino, que está mal y que no debería ser así. Pero, eh, manda huevos que a muchos nos mantuvieran como espectadores gracias al lado oscuro y ahora nos hagan esto.

3. Por qué castigar a Gonzalo y Lucrecia por haberse acostado

Hace un par de temporadas, Gonzalo y Lucrecia echaron un polvo. Fue algo consentido por ambas partes, partes que estaban solteras: Lucrecia no tenía pareja y Gonzalo había sido rechazo por milésima vez por Margarita. Lucrecia fue a consolarle, lo intentó y Gonzalo quiso dar el paso con ella. Todo perfectamente normal. Dos amigos que echan un polvo, aunque sea por diferentes motivaciones. Lo que no entiendo es por qué se está machacando constantemente a los dos personajes por haber tenido sexo.

En serio, ¿por qué? ¿Qué hicieron mal? Porque yo no veo nada malo en que dos personas solteras, perfectamente dueñas de sí mismas se acuesten juntas. Es que ni siquiera entiendo el drama que ha montado Margarita con el tema porque, recordemos, ella rechazó a Gonzalo y, de hecho, acabó en un convento. Chica, si no quieres que Gonzalo esté con otras, pues sé más clara, dile que te espere o algo. De hecho, esto me lleva al siguiente punto:

4. Por qué ensalzar la relación de Gonzalo y Margarita

Me imagino que habrá gente que los shippee, pero yo no entiendo por qué insisten en esta relación y en venderla como algo épico y súper bonito cuando la verdad es que Margarita sólo existe para amargarle la vida a Gonzalo. Bueno, y a todos los espectadores, porque anda que no es pesada y aburrida la tía.

Y es que desde el principio Margarita ha sido una presencia dañina en la vida de Gonzalo. Cierto es que esa situación inicial no tiene mucho sentido, pero la cuestión es que ella le puso celoso a propósito con un noble. Nunca nos han dicho el motivo, así que parece que era porque ella lo valía. Después, está desaparecida hasta que vuelve tras la muerte de su hermana, acaba liada con Juan hasta el punto de que, si él no se casa con Manuela Velasco (esta pobre mujer está destinada a ser la otra siempre, ¿eh?), se hubiera casado con él, a pesar de estar enamorada de Gonzalo.


Después ha sido mil veces secuestrada, a la mínima se ha ido de cabeza a distintos problemas (que si me voy a una leprosería, que si acabo encerrada en un psiquiátrico) y ha rechazado a Gonzalo en varias ocasiones. Por eso, es para matarla que, cuando se entera de que, sin que estuvieran juntos, Gonzalo se acostó con Lucrecia, drame tanto que salga corriendo y que no tenga ni la decencia de comunicarle que está embarazada de él. O sea, a ver, tía, con todo lo que ha pasado Gonzalo por tu culpa, ¿no eres capaz de decirle que va a ser padre, sólo porque estando soltero estuvo con otra? Joder, que Gonzalo no es precisamente el galán perfecto, pero es que ella es directamente lo peor.

5. Por qué Alonso y Cipri siguen saliendo a estas alturas

Nunca entenderé el que mantengan a estos dos en plantel. Bueno, me imagino que teniendo a Javier Gutiérrez y Patrick Criado, que son dos de los que más vida le dan a la serie, ocupados con otras series, tiran de lo que tienen. Pero, joder, qué dos personajes más odiosos: entre el niño petardo, mala gente y maltratador de su padre, y el caos hecho hombre. En serio, Cipri con algo tan vacuo como un libro tiene más peligro que Cersei Lannister con un cargamento de fuego valario, hostia tú.

Además, es que estoy segura que estos van a sobrevivir al final de serie, como las cucarachas asquerosas que son. Que ya podrían darme alguna alegría (sobre todo con lo mucho que me cabrean con la trama de Hernán) y cargárselos. Tampoco pido tanto.

Creo que a grandes rasgos esas son mis quejas de esta última temporada, que está teniendo otras cosas positivas. Por ejemplo, la incorporación de Anaís, que es amor del bueno y que, si Gonzalo no termina con Satur (que debería ser, al fin y al cabo no sólo se pasan las noches juntitos, sino que siempre están el uno para el otro), pues la prefiero a ella que a la odiosa de Margarita. También han sabido sacarle partido a Jorge Sanz, que estuvo sustituyendo a Javier Gutiérrez mientras éste no podía rodar.

Y, desde luego, el magnético Malasangre, del cual no puedo ser más fan. Me resulta un personaje súper interesante, ya que es tan sanguinario como inteligente y sensato. Desde luego, en esta especie de Juego de tronos que se han montado, su plan es, de lejos, el mejor. Y, además, mola muchísimo ver cómo le cae bien a Gonzalo, a pesar de que sea alguien que puede ser tan despiadado.

lunes, 11 de julio de 2016

La bolsa o la vida

Tengo debilidad por las historias de ladrones, esas películas, series o novelas donde un grupo planifica un golpe y les dan esquinazo a la policía y demás. Por eso, cuando Artemisa me comentó que había encontrado un libro de esa temática, La bolsa o la vida, no dudé en hacerme con él en cuanto pude. La lectura se retrasó un poco, pero, cuando al final lo cogí, lo hice con muchas ganas y es que no podía tener mejor pinta:

Cuando la dirección de la residencia El Diamante S.A. cambia, el nuevo director está tan concentrado en ahorrar que sus medidas no pueden fastidiar más a los ancianos que viven en ella: la comida es horrible, les quitan los dulces, se quedan al cuidado de una única enfermera (que además es horrible)... hasta les quitan los adornos navideños que tanto les gustaban. La situación llega a tal punto que Martha, una de las residentes del Diamante S.A. cree que se viviría mejor en la cárcel. Por eso, acaba convenciendo a sus amigos para que la ayuden a robar porque creen que viviendo en la cárcel estarían mucho mejor. Así que los cinco ancianos se escapan de la residencia, establecen su cuartel general en un hotel de lujo y empiezan a planear cómo robar dos famosos y carísimos cuadros.

El punto de partida era interesante, te vendían el libro como algo muy divertido... y al final ha sido una de las novelas con las que más me he aburrido y que más me ha costado leer. No sé si era yo, si es que el estilo de Catharina Ingelman-Sundberg no es para mí o qué, pero me resultó hasta difícil leer La bolsa o la vida porque desconectaba a la primera de cambio.

Durante toda la lectura, tuve que ir retrocediendo páginas porque perdía el hilo muy fácilmente y no porque fuera una historia complicada, me liara con los nombres o hubiera muchos personajes con los que liarse. Vamos, que me costó leer La bolsa o la vida un montón y encima no lo disfruté nada, ni me reí ni una sola vez. Así que ha sido una de las decepciones literarias que me he llevado este año.

Al leer, me dio la sensación de que la autora, Catharina Ingelman-Sundberg, se esforzaba en plantear una historia divertida con unos personajes tan divertidos como entrañables, pero a mí me cayeron todos fatal, sobre todo la protagonista. Por mucho que se fueran liando las cosas, que todo se saliera de madre como en las películas, la historia no consiguió ni divertirme, ni entretenerme, ni interesarme. Además, me pareció todo como muy artificial: desde el conflicto, hasta los personajes, pasando por la narración.

No me gustó nada la forma de narrar de Catharina Ingelman-Sundberg, que peca de lo mismo que el resto de factores de la novela: artificiosa, rebuscada y sin esa personalidad que la autora busca durante todo el libro.

Vamos, que La bolsa o la vida no es una novela que recomendaría a nadie, porque no recuerdo ni un solo aspecto positivo. Aburrido, pesado, sin garra... Sólo me lo terminé porque soy una maniática y no me gusta dejar sin terminar un libro. De hecho, en toda mi vida sólo he dejado sin terminar un libro y lo hice cuando era niña. Si estáis buscando un libro para pasar un buen rato, no elijáis este.

El próximo lunes literario estará dedicado a... Cazadores de sombras. Renacimiento I. Lady Midnight de Cassandra Clare.

miércoles, 6 de julio de 2016

El corazón de Sofía Contreras

Hace mucho, pero mucho, que no le dedico una entrada a Amar es para siempre y eso que esta temporada ha vuelto a tener algunos giros de quitarse el sombrero. Así que, aprovechando que la cuarta temporada está encarando su recta final, toca hacer repaso de lo que han dado de sí las nuevas historias porque anda que no han cambiado las cosas desde el principio de temporada. Porque nada como los guionistas de Amar para girar a un personaje o una trama y que acabes pensando exactamente lo contrario de lo que pensabas.

El mejor ejemplo de eso sería Loli, que empezó siendo odiosa a más no poder, pero con el devenir de los episodios se ha convertido en todo lo contrario y su historia con Víctor Reyes no puede ser más mona. Al igual que lo es su amistad con las otras chicas jóvenes de la serie, sobre todo con María y Sofía.


Pero no todas las evoluciones han funcionado tan bien como la de Loli. Y es que, mientras que la tercera temporada fue prácticamente redonda, la cuarta está siendo irregular, haciendo tramas que funcionan a las mil maravillas y otras que dejan que desear.

Entre esas partes más flojas habría cosas como la despedida de Leonor y Miguel, no sólo porque se fueran (les echo mucho de menos), sino porque todo vino forzado por la cabezonería de ella, que parecía confundir arrojo con insensatez y estupidez. Si un comisario de policía te tiene en tu punto de mira, ¿a qué viene el esconder a un exiliado en tu casa, sobre todo estando embarazada? Si es que no hacía falta ser especialmente listo para saber que tarde o temprano Parrado te iba a cazar y no iba a tener ninguna clase de consideración.

Eso sí, no ha llegado al desastre que fue el cuadrado amoroso entre Eladio-Pepa-Toni-Carmen, que resultó aburrido, desagradable y, a día de hoy, no entiendo cuál era el propósito de esa trama. Sólo me alegro por lo rápido que se la cargaron cuando llegó el momento, la forma en la que lo hicieron y el hecho de que le dieran a Carmen un novio súper adorable, que ha contribuido a que sea un personaje mucho más llevadero.

Amemos fuertetote a Mariano.
Por cierto, ¿soy a la única a la que le recuerda a C3PO?

De hecho, Carmen ha sido la única Montilla que no sólo sigue en la serie, sino que se ha mostrado más consecuente con lo largo de la serie. Porque el destrozo que han hecho con Ángel es digno de estudiar. Ángel ha pasado de ser un amor y de tener una historia preciosa con María a ser alguien sin escrúpulos, a quien no le ha importado convertirse en el prostituto personal del Rondeño para conseguir sus objetivos.

He de decir que me asombra cómo han llevado la trama. Por un lado, está bien que sea un hombre quien se prostituye por ambición, ya que suele ser una trama relegada a los personajes femeninos. Sin embargo, me decepcionó mucho el cómo plantearon el momento en que la verdad estalló.

Ángel no ha pagado de ningún modo, no se le ha culpado o castigado de ningún modo, salvo por la lógica ruptura con María, que tampoco ha hecho demasiada sangre. Lo injusto del caso es que los personajes femeninos ambiciosos sí que han terminado purgando dicha ambición: sin ir más lejos, el año pasado Lucía confió a ciegas en los cantos de sirena de Dante y no sólo no consiguió su sueño, como Ángel, sino que la violaron en grupo y eso mató sus aspiraciones. Otro ejemplo sería Chelo en la sexta temporada, que acabó siendo madre soltera en una sociedad donde eso se castigaba con el desprecio y las habladurías.


Definición gráfica de cómo me sentí con la historia de Ángel.

Además de todo esto, hay otras cuestiones que no me han convencido de la temporada: Ramón se hizo increíblemente cansino y se obcecaron tanto en su relación con Manolita que ni siquiera intentaron darle ora cosa que hacer; y Guillermo es el peor galán que he tenido esta serie en sus dos etapas y once temporadas. ¿Se puede ser más soso y parado que Guillermo Perona? Yo no sé si hay que achacárselo a Junio Valverde, que mucho carisma no tiene, o a que Michelle Calvó se lo come con patatas o a guión, pero menuda decepción.

Pero, bueno, esta temporada está teniendo una trama principal de lo más interesante y que les está funcionando a las mil maravillas.

Empezando con ese giro maestro en el que nos contaron que, en realidad, Tomás Contreras no era él, sino otro hombre, Rogelio, que se hizo pasar por él para sobrevivir en el gulag. Fue maravillosa tanto la forma en la que Adela lo descubrió, como el giro en sí porque, de pronto, todo tuvo sentido. Y, encima, no se vio venir. Si es que no queda más que aplaudirles.


Y es curioso como esta temporada los personajes principales han ido un poco al revés. Me explico. Por lo general, el núcleo central de la serie es una familia aparentemente típica, que resulta tóxica y completamente desestructurada: los Robles, los Roldán, los Blasco... En Amar ha habido muchas y todas han compartido el que sean un desastre y que todo sean mentiras, traiciones y ataques entre ellos. Sin embargo, los Contreras no son técnicamente una familia, pues Tomás no es el padre de Sofía, pero se quieren mucho más, están mucho más unidos y son buenos los unos para los otros.

Precisamente por eso es muy sencillo entrar en las dos historias que rodean a los Contreras: tanto las tramas de espionaje que atañen a Tomás, como el avance de la enfermedad de Sofía. Entre que te caen bien todos y que forman una familia muy bonita, el pensar que les va a pasar algo malo, sólo te encoge el corazón.

Y lo peor es que, mientras que la telaraña de espionaje que rodea a Tomás sí puede solucionarse, veo muy difícil que la salud de Sofía siga el mismo camino. Por supuesto, siempre queda la opción (por loca y poco creíble que parezca) de que Martos consiga trasplantarle un corazón a Sofía. Particularmente yo prefiero que hagan algo así, porque no quiero que Sofía muera.



Porque Sofía, al menos para mí, ha sido el corazón de la cuarta temporada de Amar, por irónico que suene.

A mí Sofía me conquistó desde el principio, pero poco a poco se ha ido perfilando como una de las mejores protagonistas que ha tenido Amar. A su manera, es una chica tan admirable como lo fue Laura Blasco el año pasado, que para mí siempre será la mejor protagonista. Porque Sofía es una luchadora, que lleva desde el principio de la serie con la espada de Damocles sobre su cabeza, pero no por eso es derrotista o va de víctima, sino que se ha esforzado por ser feliz y aprovechar la vida todo lo posible.

Desde la lucha por estudiar la carrera que quería (algo que su madre no veía con buenos ojos por si la presión afectaba a su corazón) hasta la forma en la que tira de todos los demás. Porque Sofía es el motor de la gente de su alrededor: es Sofía quien constantemente busca ampliar el negocio de su madre, teniendo ideas como convertirlo en un salón unisex; también es Sofía quien ha hecho los avances en su relación con Guillermo, que siempre ha sido súper paradito, y quien le ha animado a él a seguir sus sueños.

Por eso, tiene muchísimo sentido que, cuando cree que el tiempo se le agota definitivamente, maneje los hilos desde las sombras para que, una vez se haya ido, todos sean felices.

La verdad es que el planteamiento del triángulo amoroso entre ella, Guillermo y Carlota ha sido bastante original, sobre todo porque ellas dos se han hecho amigas. De hecho, en el momento en que Sofía descubre que Carlota está enamorada de Guillermo, en lugar de escandalizarse o ponerse celosa, decide ir juntándolos poco a poco. Y a mí eso me rompe el corazón. No porque la pareja se rompa, que me da bastante igual (a la hora de la verdad, Guillermo no estuvo precisamente a la altura de Sofía), sino porque no quiero que Sofía se muera y el verla así es súper triste.


Es curioso como el personaje con problemas cardíacos resulta tener el corazón más grande y desinteresado de toda la serie. También es matador, pero, bueno, en Amar siempre les ha gustado hacernos sufrir.

Calculo que de temporada nos quedan dos meses, así que habrá que ver si Sofía se nos va a ir muriendo poco a poco, que parece lo más probable, o por el contrario tiran la casa por la ventana y se sacan algo de la manga. Yo, particularmente, pienso que el mejor final sería que Sofía sobreviviera gracias a que le trasplantaran el corazón de Martos y que lo hicieran los americanos porque Tomás, para salvarla, se ha hecho agente doble.

Es una locura que no va a pasar, pero de sueños también se vive.

lunes, 4 de julio de 2016

Amor con amor se paga

Hace algún tiempo leí Un canalla siempre es un canalla, con el que Sarah MacLean iniciaba su nueva saga, Las reglas de los canallas, que volvía a repetir el esquema de pareja por libro. Bueno, la historia de Penelope y Bourne queda cerrada, pero justo al final del libro, la autora inicia la trama del siguiente con una pequeña escena y por eso yo me moría por hacerme con la segunda entrega, Amor con amor se paga.

Y me encantó muy mucho.

Lady Philippa Marbury es la cuarta de cinco hermanas y siempre ha tenido muy claro que es muy distinta a todas ellas, también al resto de chicas de Inglaterra. Pippa es rara, ya que le interesa la ciencia por encima de todo, descubrir cómo funcionan las cosas y le aburren las fiestas, los vestidos y demás. Por eso, cuando Pippa tiene la oportunidad de casarse con Lord Castleton, acepta sin dudarlo porque es un hombre bueno, que comparte su amor por los perros y, no sólo la dejará seguir con sus experimentos, sino que quiere contar con ella para que le ayude con los negocios y la economía familiar.

Pippa está feliz con su compromiso, pero hay algo que la obsesiona: la noche de bodas. No sabe exactamente qué se espera de ella como esposa, lo que la tortura. Y, por eso, decide llevar a cabo su propia investigación, antes de que llegue la boda. Así que, ni corta ni perezosa, se presenta en El ángel caído, el club más exclusivo de Londres, en busca de ayuda. Más concretamente la de Cross, uno de los socios de su cuñado, de quien ha oído hablar maravillas. Las damas de Londres cuentan que Cross es un amante experto, que puede desnudar a una mujer sin ni siquiera tocarla y eso es precisamente lo que Pippa quiere.

Ni corta ni perezosa, Pippa le pide a Cross que la ayude con su investigación, lo que rompe todos los esquemas de un hombre que, desde hace años, controla todo lo que hay a su alrededor. Y es que Cross, el conde de Harlow, arrastra su propio pasado traumático, que le sigue afectando en la actualidad y que hace que se centre únicamente en los negocios y en proteger a su hermana, Lavinia, algo con lo que cuentan sus enemigos.

El argumento de Amor con amor se paga es bastante complejo, ya que, al igual que todos los libros de Sarah MacLean, mezcla la historia entre sus protagonistas con otras cuestiones. En este caso, la complicada situación de Cross, que desde el principio es chantajeado para casarse con la hija de su máximo rival, a expensas de que, si no cumple, será su hermana Lavinia la que pague el pato. Pero no es el único problema de Cross, que sigue sintiéndose culpable por su pasado y es que él no debería ser el conde de Harlow, ya que ese título pertenecía a su hermano, que murió.

Precisamente es ese pasado de Cross lo que hace que su reticencia a dejarse llevar y a intentar proteger la reputación de Pippa tenga tanto sentido. A lo largo de la novela vemos en Cross a un alma atormentada, aunque no por eso trata mal a nadie, lo que es bastante novedoso en esta clase de personajes.

Y es que Amor con amor se paga es bastante original tanto en su planteamiento como en su desarrollo, ya que los personajes no se comportan como en la mayoría de las novelas. Y no sólo porque ambos sean unos cerebritos, sino por muchas de sus reacciones: Cross desde el principio se niega a casarse, también resulta que es célibe, Pippa nunca hace un drama de ninguna de sus situaciones, el tercero en discordia juega un rol muy original también...

De hecho, Pippa es todo un soplo de aire fresco.

No puedo adorar más a lady Philippa Marbury, su curiosa mente, su inocencia y su fuerza. Me fascinó desde el principio tanto el modo en el que ve el mundo, como lo que va evolucionando y las decisiones que va tomando a lo largo de la novela. Me pareció adorable, divertida y admirable. Es tan sencillo quererla como comprender qué la mueve o cómo ha terminado en esa situación.

Además, es tremendamente divertida, sobre todo en su relación con Cross. La forma en la que lo fascina al mismo tiempo que lo desespera, el cómo se abre paso hacia su corazón sin pretenderlo y las múltiples conversaciones inteligentes que tienen. Su toma y daca mola muchísimo, es chispeante, al igual que ellos, que tienen una química brutal.

La verdad es que me leí Amor con amor se paga en un santiamén. Entre lo divertidas que son las escenas entre ellos, lo interesante que era el pasado de él y las ganas de saber cómo iba a terminar su historia, básicamente no podía dejar de leer. Y, encima, se disfrutaba muchísimo, me lo pasé como una enana, vamos, mejorando todavía más el sabor de boca que me dejó su primera entrega, Un canalla siempre es un canalla. Por eso, tengo muchísimas ganas de leer la siguiente novela, que encima está protagonizada por Temple, a quien se le va cogiendo cariño en cada una de sus apariciones.

El próximo lunes literario estará dedicado a... La bolsa o la vida de Catharina Ingelman.

viernes, 1 de julio de 2016

Frases inspiradoras del mes: Junio 2016

Julio ya ha llegado, muchos estamos de vacaciones (wiii) y qué mejor para celebrarlo que publicar Las frases inspiradoras del mes o, lo que es lo mismo, la recopilación de las citas que he ido poniendo a lo largo del mes en la esquina superior del blog. Muchas gracias a todos los que participáis en esta sección, sois súper bonicos y os lo agradezco un montón. En serio.

"La cuestión es, Rob, que no quiero rajarte. No quiero ser el tipo de persona que hace eso, así que me he puesto una norma: siempre que tengo ganas de abrir a alguien en canal, le digo algo agradable. Por eso te digo, Rob Anders del número 232 de la calle Carnation, que eres un tipo genial." John Wayne Cleaver en No soy un serial killer de Dan Wells cortesía de Iaya.

"Hay momentos en los que me gustaría poder hacer retroceder el reloj y tomar toda la tristeza y tirarla lejos, pero tengo la sensación de que si lo hiciera, la alegría se iría también." Landon Carter en Un paseo para recordar (película).

"Las huellas de las personas que caminaron juntas nunca, nunca se borran." Palmeras en la nieve de Luz Gabás.

"- Me estás destrozando. No puedo verte así de triste. Sólo dime que estás mejor.
- No estoy mejor. ¡Mi anillo del humor lleva negro tres días!
- Entonces finge... ¡Por mí! [...] Estoy agonizando. No puedo soportarlo más.
- Vaya, menuda manera de hacer esto sobre ti, mamá.
- No, no, no. Esto no es sobre mí. Es sobre ti, sintiéndote mejor para que así yo pueda sentirme mejor. Haz que me sienta mejor." Beverly Goldberg y Erica Goldberg en The Goldbergs.


"- ¿Desacataríais las leyes de Loki, nuestro rey? ¿Faltaríais al juramento hecho como guerreros y  cometeríais traición para traer a Thor de vuelta?
- Sí.
- Bien." Heimdall y lady Sif en Thor cortesía de Noelia.


"He estado esperando todo el día a que mencione usted el beso que le di anoche." Frances Stevens en Atrapa a un ladrón (película de 1955).

"El bebé tiene tu sentido del humor: se ríe con las lágrimas de los demás." Anezka en Jane the Virgin.

"Quiero vivir eternamente en unas tierras donde el verano dure mil años. Quiero un castillo en las nubes desde donde pueda contemplar el mundo. Quiero volver a tener veintiséis años, cuando podía luchar todo el día y follar toda la noche. Lo que quieran los hombres no tiene importancia. Ya tenemos en invierno casi encima, muchacho, y el invierno es la muerte. Prefiero que mis hombres mueran luchando por la hijita de Ned, y no solos y hambrientos en medio de la noche, llorando lágrimas que se les congelan en las mejillas. Sobre los hombres que mueren así nadie canta canciones. En cuanto a mí, soy viejo y este será mi último invierno. Quiero bañarme en la sangre de los Bolton antes de morir, quiero sentir las salpicaduras en la cara cuando mi hacha hienda el cráneo de un Bolton. Quiero lamérmela en los labios y morir con ese sabor en la boca." Hugo Wull en Canción de hielo y fuego V. Danza de dragones de George R. R. Martin.


"- La desesperación no te queda bien, Lucas. Aunque todo lo demás sí.
- ¡Smackle!
- ¿Qué parte se suponía que no debía decir en alto?" Isadora Smackle y Farkle Minkus en Riley y el mundo cortesía de Noelia.


"- Creo que Blancanieves es la mujer más hermosa del mundo.
- Estoy de acuerdo en que discrepo." Príncipe Andrew Alcott y la Reina en Blancanieves (Mirror, mirror) película de 2012.

"- Bonito lugar para vivir, ¿no te parece? Esperemos que hayan dejado algo atrás aparte de porquería. Una dirección adonde enviar el correo, un par de piernas cortadas, una prostituta o dos...
- Claro. Quizá, si tenemos suerte, aún podemos pillar la sífilis.
- O la viruela demoníaca. Siempre nos queda la viruela demoníaca.
- La viruela demoníaca no existe.
- Oh, tú, hombre de poca fe." William "Will" Herondale y James "Jem" Carstairs en Cazadores de sombras: El origen I. Ángel mecánico de Cassandra Clare.

"Donnie Hendrix... pareces un cerdo asado." Helena en Orphan Black.


"- Hay alguien que me gustaría que conocieras. Esta es Milah, mi ex-mujer, y la ex de Hook también. Además, es la madre de Baelfire, por supuesto. Emma lo conocía como Neal. Tuvieron un tórrido romance que acabó en un escandaloso embarazo adolescente. En prisión.
- Así que, ¿has estado con mi antiguo amante y con mi hijo?" Rumpelstiltskin y Milah en Once upon a time (Érase una vez) cortesía de Noelia.


"- Su pelota de golf, su coche... ¿Pero hay algo en el mundo que no le pertenezca?
- Sí. Gracias a Dios, usted." David Huxley y Susan Vance en La fiera de mi niña.

"Un príncipe no hubiera permitido que la cabeza de esa mujer fuera cortada. Un príncipe hubiera detenido la espada. Un príncipe la hubiera salvado." Throne of glass IV. Queen of shadows de Sarah J. Maas.

"- Por cierto, tengo una oferta de trabajo que me gustaría que rechazases.
- Rechazo tu amable oferta.
- Transmitiré tus disculpas.
- ¿Qué era?
- El MI6. Quieren enviarte a Europa del Este. Una misión secreta que podría tener consecuencias funestas para ti en... seis meses.
- ¿Y por qué no quieres que la acepte?
- Es tentador. Pero, a fin de cuentas, nos serás más útil cerca de casa. [...] Y, además... perderte me partiría el corazón." Mycroft Holmes y Sherlock Holmes en Sherlock (serie de la BBC del 2010).


"- Cinco.
- ¿Cinco saltos llevo ya?
- Cinco minutos lleva pa' dar este." Jozé y Benito Benjumea en Allí abajo cortesía de Noelia.


"Por cada pensamiento que le dedica a Linton, me dedica mil a mí.[...] Aunque él la amase con toda la fuerza de su mezquino ser, no la amaría tanto en ochenta años como yo en un día. Catherine tiene un corazón tan profundo como el mío: tan fácil sería meter el mar en aquella artesa como que todo el cariño de Catherine fuere acaparado por él. Apenas la quiere más que a su perro, o a su caballo. No está en su poder que le ame como a mí." Heathcliff en Cumbres borrascosas de Charlotte Bronte.

"La vida no es una peli de animación en la que cantas una canción y tus insípidos sueños se hacen realidad por arte de magia. ¡A mí no me cantes Suéltalo!" Jefe Bogo en Zootrópolis.

"El amor más hermoso es un cálculo equivocado, una excepción que confirma la regla, aquello para lo que siempre habías utilizado la palabra "nunca". Qué tengo yo que ver con tu pasado, yo soy una variable enloquecida de tu vida. Pero no voy a convencerte de ello. El amor no es sabiduría, es locura." Niki en Perdona si te llamo amor de Federico Moccia.


"Y en ese momento ambos supimos que la oportunidad de una vida juntos era mayor que el riesgo de estar separados." Ira Levison en El viaje más largo (película) cortesía de Noelia.

"Al entrar tambaleante en la húmeda penumbra, pensó en el sargento Colon. A aquel hombre sí que le gustaba la oscuridad. Debía treinta años de feliz matrimonio al hecho de que la señora Colon trabajaba todo el día, y el sargento Colon trabajaba toda la noche. Se comunicaban por medio de notas. Él le preparaba el té antes de salir por la noche, y ella le dejaba el desayuno listo y calentito en el horno por las mañanas. Tenían tres hijos ya mayorcitos, nacidos, según opinión de Vimes, como resultado de una caligrafía extremadamente persuasiva." ¡Guardias! ¡Guardias! de Terry Pratchett.

"Cuando encuentras a esa personas que te conecta con el mundo, te vuelves alguien diferente. Alguien mejor. Pero, cuando te arrebatan esa persona, ¿en qué te conviertes?" John Reese en Person of interest.

"- ¿Tiene una sección de religión?
- Es por allí.
- ¿Puedo ayudarte en algo?
- La Biblia.
- Eso está en best-sellers, justo al lado de Crepúsculo." Olive Penderghast y bibliotecaria en Rumores y mentiras.

"La naturaleza puede ser corregida, enmendada, pues de no ser así quedaríamos sepultados bajo los prejuicios. Sin ese no habría ni un solo gran hombre." Crimen y castigo de Fiodor Dostoievski.

"Me da miedo hacerme vieja. Hacerme vieja aquí dentro. Hay mucha humedad para una señora mayor. Pero a la muerte no. La muerte no me da miedo. Simplemente me jode no vivir como yo sé vivir. Claro que hay algo después de la muerte. Sigue habiendo Navidades, y veranos, sigue habiendo cumpleaños. Elecciones. Sólo que tú ya no estás. Pero sólo muere quien es olvidado y yo creo que a mí me van a recordar. Como a Billy, el niño." Zulema Zahir en Vis a vis.

"El destino es algo que hemos inventado porque no soportamos que todo lo que sucede es accidental." Annie Reed en Algo para recordar.


Y como en cada entrada de esta sección, esperar que os hayan gustado y recordaros que, si lo deseáis, podéis participar y que, de hecho, estamos encantadas con que nos mandéis vuestras citas favoritas ^^ Para participar, simplemente tenéis que hacernos llegar la frase inspiradora en cuestión (junto a la procedencia de la misma) a través de uno de estos medios:

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