miércoles, 23 de diciembre de 2015

La decepción del plástico

Ayer, tras trece episodios, al fin supimos quién había asesinado a Ainhoa en Mar de plástico, el último thriller que ha emitido Antena 3. Y precisamente por eso toca comentar lo que ha dado de sí la serie, sobre todo porque hay muchas cosas que decir sobre Mar de plástico.

Y es que Mar de plástico es una serie que todavía a día de hoy me produce sentimientos encontrados, pues hay aspectos que merecen la pena, pero también fallos garrafales. Es curioso como la cadena que alojó Sin identidad durante dos grandiosas temporadas y ahora emite Vis a vis también tenga en su catálogo Bajo sospecha y Mar de plástico, dos propuestas de thriller que iban de ser la bomba y se han quedado en nada.

Ojo, personalmente creo que Mar de plástico le da mil vueltas a Bajo sospecha, lo que tampoco era muy difícil, pero eso no quiere decir que no tenga defectos porque los tiene. Unos cuantos, además.


Es curioso, de hecho, cómo aquello que distinguía a Mar de plástico se ha terminado volviendo en su contra. Desde el principio, los guionistas se afanaron en crear su propio universo, en darle un trasfondo a la serie más allá del caso a resolver. En un principio había un fuerte componente racial que se fue diluyendo muchísimo para ser sustituido por una insulsa historia de amor. Esa tensión que había en los primeros episodios, ese ambiente de estar a punto de estallar una pelea entre los distintos grupos en Campoamargo desapareció prácticamente de un episodio a otro para centrarse en los dramas personales de los personajes.

Y fue ahí donde todo se fue a la porra.

Pues Mar de plástico es una serie muy coral, con muchísimos personajes diferentes, pero todos eran sencillamente insoportables. Bueno, yo personalmente salvo a cinco de la quema (Lola, Salva, Fernando, Sergio y Mar) y la mayoría de ellos tampoco tenían demasiado peso en la historia... al menos hasta el final.


En serio, qué desagradables eran todos los personajes, todos tan intensos que no sé cómo no ha habido infartos masivos en Campoamargo. Tampoco ayudaba que la gran mayoría actuara lejos de toda lógica y con normalidad cero: a Marta no le importaba nada que el hijo ahostiable que tiene robe en tiendas o intente matar a Héctor, éste se iba paseando con cara de estreñido (como Joey Tribianni en Los días de nuestra vida, pero sin ser una coña de las telenovelas) y gritando cada dos por tres, la alcaldesa era un témpano de hielo que berreaba, al igual que Lucas que el noventa por ciento de sus escenas ha sido gritar...

Podría seguir así, porque salvo los cinco personajes mencionados todos tenían una buena hostia, pero tampoco es cuestión de escribir la biblia en verso.

Así que con semejantes protagonistas odiosos, el que dedicaran prácticamente dos tercios de la serie a las relaciones personales y las historias de amor sólo lo ha empeorado. No sólo era relleno puro y duro, sino que nadie actuaba siguiendo el sentido común y encima resultaba todo bastante aburrido. La relación de Héctor y Marta no había por donde cogerla, con el pasado que tenían detrás y lo mal que lo trataba ella a él, siendo además muy repetitiva. ¿Cuántas veces le gritaba y le mandaba a la mierda en plan “eres lo peor” para luego volver a él?


Al igual que lo eran las continuas idas y venidas de Lucas y Fara con Pilar siempre dando en el culo y convirtiéndose en la patética villana de telenovela dispuesta a cualquier cosa para mantener a su lado a un hombre que no la quería.

Tampoco ayudaba que los personajes con más peso y que más minutos consumían estuvieran interpretados por los peores actores. Jesús Castro no ha mejorado ni un poquito en trece episodios, resultando tan artificial, postizo y fingido como en el primer episodio (podría aprender de otro guapo, Rubén Cortada, que acabó estando maravilloso en Olmos y Robles) hasta el punto de que daba auténtica pena verlo. Su pareja en la ficción, Yaima Ramos, no llegaba a su nivel, pero casi, siendo mucho más guapa que actriz y demostrando ser muy, muy sosa como para tener tanto peso en la trama.


La pobre Belén López no tenía mucho que hacer con ese personaje odioso hasta la médula, lo que es una pena porque esta mujer es muy buena (su personaje de Amar es para siempre fue muy mítico y ella lo bordó) y Rodolfo Sancho me ha sorprendido para mal. Es cierto que lo prefiero con papeles más distendidos como su Julián en El ministerio del tiempo (no comprendo que haya renunciado a parte de la segunda temporada por estar aquí), pero en ficciones como Amar en tiempos revueltos y La señora le he visto en su faceta más dramática y me ha convencido, no como aquí.

Lo peor de todo esto es que han preferido el drama y las parejas a las tramas que de verdad interesaban y que sí han llevado bien: la del asesinato de Ainhoa y la que tenía que ver con el ¿difunto? marido de Marta. Ésta última se me antoja muy potente y, a juzgar por la última escena, va a ser la que protagonice la segunda temporada. Por eso, a partir de ahora voy a hablar sólo del caso de Ainhoa, ya que ayer lo cerraron de forma magistral. Por lo tanto, como es evidente, os encontraréis spoilers.

Decía en el párrafo anterior que lo que eran los casos sí que han sabido llevarlos y ha sido la parte de Mar de plástico que se salva de la quema. Han sabido mantener el interés durante trece episodios, dando pistas que no eran falsas y ofreciendo sospechosos más o menos evidentes de tal forma que nunca sabías a qué carta quedarte.

En ese sentido, un diez por los guionistas, que no han necesitado tener a todos los personajes con cara de “sospecha, que soy muy chungo”, ni sacarles mierda a todos, para que acabaras considerándolos sospechosos. De hecho, han sabido jugar tan bien sus cartas que durante doce episodios el candidato más viable era Salva, precisamente porque no parecía sospechoso, pero se adaptaba al perfil que iban buscando.


Seguramente la investigación habría sido mejor si hubieran sido menos episodios, lo que también nos habría ahorrado el tedioso relleno parejil y las tramas con Nacho, que creo que debe ser el niño más repelente y odioso de la televisión.

Pero, bueno, a lo que iba, que el caso de Ainhoa se cerró perfectamente, con sorpresa incluida al ser el asesino Fernando, alguien en quien era muy difícil pensar al principio. Es cierto que desde que todo apunta a Salva en el episodio anterior, se podía deducir que era Fernando, pero aún así ha sido un buen giro y, encima, todo cuadra perfectamente: Sergio provocando el apagón (toda la temporada confiando en su palabra sobre que Agneska le pidió que lo hiciera y, al final, fue Fernando), el vómito con sushi, la cercanía a la investigación, el querer inculpar a Juan Rueda... Todo encaja y, por cierto, se agradece el que hayan dejado que tú unas todos los puntos, limitándose a contar lo que nos faltaba por saber.

Además, Patrick Criado se llevó el episodio de calle, demostrando que era uno de los mejores actores de la serie con diferencia. En el episodio de ayer estuvo soberbio y no puedo más que quitarme el sombrero ante él. Es curioso, porque Patrick Criado está maravilloso haga lo que haga, desde ese estupendo Nuño de Santillana hasta sus personajes en el cine, pero aún así volvió a sorprenderme al comerse a todos sus compañeros.


También quiero señalar a Fede Aguado, que tenía un personaje complicado en el sentido que podía caer en el ridículo con facilidad, pero no sólo lo hizo, sino que estuvo maravilloso y es imposible no querer a su Sergio.

Que, por cierto, es curioso que uno de los pocos personajes que me caían bien fuera el asesino psicópata y enloquecido que asesinaba a Ainhoa sólo por joder a Juan Rueda, uno de los peores padres televisivos que he visto nunca. Hay que ver al señor Rueda, mucho ponerse intenso por una hija que no sabía que era suya, pero a los dos que ha criado los ha tratado a patadas y eso está a punto de costarle la vida.

Y, si el episodio en general fue de los mejores de la temporada, lo que demuestra que la parte que merece la pena es la investigación, el final fue de lo más chocante. A priori parecía algo feliz: atrapaban al asesino, Héctor superaba su trauma al disparar, Lucas y Fara se marchaban a comenzar una nueva vida en otro lugar... No obstante, les bastó una imagen para liarla parda de cara a la segunda temporada, pues Salva descubría el cadáver de Marta.


Voy a ser sincera: lo celebré hasta el punto de hacer la danza de la victoria, ya que he odiado a Marta muchísimo, al igual que su hijo... y medio Campoamargo, la verdad. Pero, bueno, en este caso no sólo nos libramos de Marta (¡yey!), sino que todo apunta que seguiremos con el caso de su marido y lo que ocurrió en Afganistán (¡yupi!) y, encima, se abre la veda para que Lola pueda estar con Héctor, que sólo por lo mucho que me gusta ella, pues hasta me alegra. ¡Que la pobre Lola se merece una alegría!

La verdad es que tengo ganas de ver cómo llevan la investigación, ya que la de Ainhoa me ha gustado mucho, pero les pido una cosa. Me pongo de rodillas, junto las manos y todo, pero, por favor, que Lucas y Fara se queden en el puesto de surf y no les veamos el pelo. Por favor. Si se quieren llevar a Pilar con ellos o que vuelva al infierno del que salió, vale, tampoco pasa nada. Porque, encima, visto lo visto de los únicos personajes que me gustan, sólo me quedan Lola y Salva.

Insisto (a lo Matías Prats): más caso, aunque sea en una temporada más corta, y menos dramas personales e intensidad. Por favor, ya no es sólo porque es aburrido, sino que les va a dar un infarto a cualquiera de ese pueblo. ¡Pensad en su bien, guionistas!

10 comentarios:

  1. Muy de acuerdo con todo lo que has escrito (menos en lo de Lola y Héctor, que ella me gusta mucho más con Salva que me cae muchíiiiiisimo mejor y a Hector le veo demasiado cansino e intenso para Lola).

    A mi la serie en lineas generales me ha gustado (y si la comparas con Bajo Sospecha es directamente la mejor serie policiaca de la historia), pero quitando la investigación de la muerte de Ainhoa, lo del marido de Marta y la historia de Lola y su familia, el resto me ha sobrado. Vamos que si Marta, su odioso niño, Lucas, Fara y Pilar no hubieran existido, mejor le habría ido a la serie, porque han sido una absoluta rémora.

    De hecho, en los episodios en los que nos han metido relleno Lucas/Fara a cascoporro estuve tentada de dejar de ver la serie porque el aburrimiento me superaba. De verdad que no entiendo lo de Jesús Castro(bueno si, el chico es muy guapo), es que es pésimo y no paran de darle papeles en todos lados (y mira que después de verle en El niño o la isla mínima me lo imaginaba pero en una serie semanal se lleva mucho peor lo malísimo que es).

    Otra trama que no me ha gustado nada es lo de Marta y Héctor, no se si por lo mal que me caían los dos, porque no tenían química, por el añadido del horrible niño o por qué, yo creo que incluso me ha gustado menos que lo de Lucas y Fara porque estos me aburrían y me daban igual pero es que Hector y Marta directamente me enfadaban. Y con lo que me suele gustar Rodolfo, en esta serie me parece un horror, con esos niveles de intensidad disparados.

    De todos modos, como para la próxima temporada nos libramos seguro de Marta (¡bien!) y muy posiblemente de Lucas y Fara (por favor, por favor), creo que voy a animarme a seguir viéndola (algo que a mitad de temporada no tenía yo muy claro).

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    1. Pues, mira, como Lola pasa tanto de Salva en ese sentido ni lo había pensado, pero, oye, no me importaría tampoco, aunque no veo a Salva abandonando su faceta de latin lover de Campoamargo, xDD.

      Es una pena que hayan desaprovechado tanto la trama de Lola y que hayan insinuado más que contado, porque te dejan caer que el padre provoca que ella huya, pero no te cuentan nada. Me imagino que le zurraría a su esposa como mínimo y por eso Lola se rebeló. Ojalá le den más cancha en la T2.

      En el tema parejil, aunque las dos parejas eran un coñazo, sí que se distinguían en algo: Lucas y Fara enamorándose fue un poco precipitado, pero, ojo, al menos ellos se comportaban bien el uno con el otro. Quiero decir, se querían y estaban bien juntos. De hecho, de no ser por Pilar y el hermano de Fara no habrían tenido problemas, pero es que Marta y Héctor pasaban de odiarse a necesitarse. Héctor sintiéndose culpable, creyendo que les hacía daño, Marta tratándole fatal y montándole broncas sin sentido... Vamos, que así como sí que entendía (aunque me aburría) que Fara y Lucas lucharan por estar juntos, no entendía por qué Marta y Héctor no se mandaban a la mierda.

      Ojalá Fara y Lucas lejos en la T2 y que no volvamos a verlos. Yo pensaba que iba a aparecer Pilar muerta para hacer que volvieran, pero no, así que espero que no los traigan con alguna excusa.

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  2. Totalmente de acuerdo contigo. Marta insufrible igual que el niño. Imagino que los sondeo de los personajes más queridos y odiados que suelen hacer de las series les habrán llevado a tomar la decisión de eliminarla.
    Genial Sergio.
    Alguna situación absurda como que Héctor vaya a buscar a Fernando el solo y se queden media docena de policías controlando la carretera.
    En general logra mantener la intriga pero tiene cosas muy mejorables, esperemos que en la segunda temporada se corrija

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    1. Bua, ya te digo, tanto el niño como ella eran de lo peor, menudo ascazo daban los dos. Yo no dejaba de querer que alguno muriera y, mira, al final ha ocurrido. Yupi.

      Sergio es amor y Fede Aguado también :3

      Ostras, se me pasó comentar eso, porque, sí, menudas situaciones provocaban a veces. Héctor no pedía ayuda ni refuerzos nunca y, claro, luego pasaba lo que pasaba. Es como el pobre Salva que se quedaba siempre atrás e iban Héctor y Lola todo el rato.

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  3. Pues sí como bien comentas la han liado muy parda con el final porque ni me lo esperaba!! OMG! ¿El muerto está vivo? La verdad es que molaría muchísimo porque lo de Afganistán tiene muchísima tela que cortar. ¿Porqué se cargó el Capitán a Pablo? Desde luego les vino de pm que Héctor creyese que lo había matado él o eso lo hicieron a posta? Pinta muy bien esto y si es así será genial porque veremos a Miquel Fernández de prota que el tipo es muy buen actor. (A ver si La sexta emite de una p. El Incidente!)
    Sobre el asesino pues Brutalísimo no lo siguiente Patrick Criado enorme la escena de la Bañera con su padre! Casablanc a pesar de que el Rueda es un pieza siempre está bien y de lo mejor de cada capítulo, cuando salían, eran Fernando y el Rueda discutiendo. También Agneska ha sido un buen personaje con buenas frases y momentazos. Y Héctor no me parece mal personaje quizá demasiado hierático pero entiendo que es normal puesto que es militar y viene con un trauma. Cuando se relaja está genial como en la escena de la Bicicleta con Sergio personaje entrañable dónde los haya.

    Espero que Pilar en la 2aT deje de ser odiosa porque es muy cansina pufff y los otros dos que no vuelvan vaya coñazo de triángulo! Una pena que Khaleb y Fara que tenían algo que contar como inmigrantes se haya quedado en ná. Esa era la historia interesante la gente que curra en los plásticos pero nooo sopor a mansalva!!

    Y los gitanos igual Lola tiene una historia enorme y no sabemos ná. Qué ganas de que les diga 4 cosas a su hermano y a su padre. Si trapichean que es seguro que sí y los pillan ojalá les cante las 40 porque la tratan peor que mal.

    Y si ojalá Lola y Héctor a ver si tienen química...

    Parece que a Verónica Sánchez le vino bien el no poder hacer esta serie porque no sé cómo habría sido Marta con ella y tras su gran Amparo, Verónica sólo se merece personajes enormes, buenas o malas, pero enormes.

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    1. Yo creo que Pablo está vivo, que lo ve Nacho y también se ve a una figura misteriosa observando a Marta. Y como dices, anda que no hay tela que cortar en esa trama, la verdad es que pinta muy bien. Yo sigo con mi teoría de que Marta es yihadista, su marido la estaba investigando y el ejército se pensó que él era el yihadista y por eso intentaron asesinarlo. Otra cuestión es que el asesinato sea una farsa para que Pablo se convirtiera en espía (en la serie Chuck uno de sus protagonistas era militar, fue asesinado en combate oficialmente y se convertía en espía con otra identidad). Muchas ganas de seguir esta trama.

      La escena de la bañera fue enorme y las discusiones de padre e hijo fueron muy grandes, al igual que las escenas en las que Fernando le plantaba cara a Agneska.

      Respecto a Héctor, una cosa es tener un trauma y otra ser un inteso de la vida. Rodolfo se ha pasado 13 episodios gritando todo el rato y sumido en ese insufrible tira y afloja con Marta, lo que nos daba más gritos, más intensidad y encima Rodolfo no estaba demasiado bien, a mí me pareció sobreactuado.

      Yo quiero que nos cuenten el pasado de Lola. Es que, encima, pobre Lola, jolín. Los demás son los que hacen cosas malas (su familia, el alférez), que la colocan a ella en una situación imposible, pero luego todos le echan la culpa a Lola. Arg, me da mucha rabia cómo la tratan.

      No sé cómo será El caso, aunque tiene pintaza (¿has visto las imágenes que han sacado?), pero cualquier cosa será mejor que Marta. Es que no me extraña que no fichara por Mar de plástico. Encima, ahora ha fichado por El caso y yo creo que su personaje puede molar mucho. Y, la verdad, no me imagino a Marta con ella tampoco, porque esta chica siempre me cae bien, es como muy humana... No sé explicarme, pero, vamos, que no la veo siendo tan desagradable como Belén López.

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    2. Imagino que Belén rodará cosas para flashbacks... Si que he visto lo poco que hay de El Caso y me ha recordado muchísimo a La Chica de Ayer a ver si dicen cuando la ponen!

      No había pensado eso que dices de que la yihadista fuese Marta ya te comenté que en un capítulo de 24 hay una trama en la que la niña rica americana pija es la terrorista y no el marido que es de no sé qué país musulmán y el pobre sólo se dedica a sus negocios. Quién sabe lo que pueden tramar los guionistas! Apunto trama!

      Fernando encarándose con la Rusa era la caña como cuando la chantajea por el amante jajaja! Vaya un descojone!!

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    3. ¡Es verdad, se da un aire a La chica de ayer! Ay, esa serie me gustó mucho, ahí me enamoré de Javier Rey <3

      Sí, sí, es verdad, lo recuerdo, oye, sería un buen golpe de efecto, tanto pensar que es Pablo el yihadista y luego lo es ella. En serio, qué ganas de ver qué están preparando para la T2.

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  4. Que hagan lo que quieran en la T2, pero que Lucas no vuelva, por favor. Aunque son capaces de aprovechar el salto temporal para hacer un divorcio con Fara, volver los dos a Campoamargo, Lucas querer reconquistar a Fara y Pilar volviendo a dar por culo una vez más. Que las tramas de amorio deben estar justificadas y que no queden como que la hicieron para que Jesús Castro pillara cacho si o si.

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    1. Lo peor del caso es que ese supuesto podría ocurrir perfectamente. Miedito. Yo deseo que se olviden de Lucas porque es lo peor, pero no creo que tengamos esa suerte T0T

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