jueves, 3 de noviembre de 2016

Doctor Strange, Scott Derrickson, 2016

El lunes por la tarde por fin pude engañar a alguien para que me acompañara a ver Doctor Strange, que yo me moría de ganas de ver y al parecer estaba yo ahí sola con mis ganas. Pero, bueno, con el recurso del "te invito" una consigue milagros, así que me encaminé al cine de mi pueblo y flipé colorines porque tuvimos que hacer cola para comprar las entradas y luego para entrar. En serio, lo nunca visto en Calahorra, superó incluso al día que se estrenaron películas como En llamas o El retorno del rey.

Eso sí, en nuestra sala estuvimos bastante tranquilitos, pese a que había unos cuantos niños (que se acojonaron vivos los pobretes y sus padres tuvieron que irse sin terminar la peli), aunque a cambio decidieron poner la película tarde. Unos quince minutos después de la hora de inicio, se dignaron en ponernos los anuncios y luego los trailers y ya por fin empezó Doctor Strange (que para mí siempre será Doctor Extraño, ¿por qué no respetar los títulos de los cómics, eh? ¿Por qué? ¿No tuve bastante con el Silver Surfer en lugar de Estela plateada que, sí, suena más cursi, pero yo he crecido con eso y lo tengo tan asumido y adorado como el Mi música es tu voz) y me dejé llevar por ese recorrido tan maravillosamente psicodélico que es Doctor Strange.

Stephen Strange (Benedict Cumberbatch) es uno de los mejores cirujanos que existen, algo que él sabe y que alimenta su enorme ego. Sin embargo, su perfecta vida da un giro de ciento ochenta grados cuando sufre un brutal accidente de coche que le destrozará las manos. Sin sus manos, sin ser ese cirujano de éxito, Strange se pierde a sí mismo y, en su desesperación por curarse, da con una posible solución en Nepal. Sin embargo, lo que encuentra ahí no es la cura a sus males, sino el descubrimiento de que la magia es real y de que no existe un único universo, sino un multiverso.


Pese a sus reticencias iniciales, Strange se convierte en alumno de La Anciana (Tilda Swinton) y no tarda en dominar las artes místicas, mientras La Anciana tiene sus propios problemas, ya que uno de sus alumnos, Kaecilius (Mads Mikkelsen), ha robado un hechizo que podría desencadenar la destrucción de la Tierra a manos del terrible ser Dormammu.

Como he dicho, le tenía muchas ganas a Doctor Strange, sobre todo porque es uno de mis personajes favoritos de los cómics, ya que siempre me ha gustado la vertiente mística de Marvel. Además, últimamente Marvel me ha sorprendido mucho (las dos últimas de Capitán América son una pasada) y le sienta bien el probar cosas diferentes.

¿Qué Doctor Strange es distinta al resto de películas Marvel? Pues, aunque es cierto que tiene su propia personalidad, no deja de ser una película de presentación del personaje. Sin embargo, eso no significa que sea una mala película, ya que no lo es; sencillamente, sigue la estructura que hemos visto antes, la del nacimiento del héroe, que básicamente sigue esa teoría de Joseph Campbell. Vamos, que el personaje es de una manera, algo ocurre que le saca de su zona de confort, vive la aventura y acaba convertido en héroe.

Hemos visto eso en multitud de películas y no sólo de Marvel o sólo de superhéroes en general, sino cualquier cinta de aventuras.


Eso sí, Doctor Strange se sostiene por sí sola como algo más que esa introducción al misticismo, ya que asienta pilares del universo cinematográfico, nos cuenta una aventura con unos buenos personajes y, de paso, sirve de nexo con otras películas, lo que no era de extrañar dado que aparece otra Gema del Infinito y que Dormammu es un personaje que, aunque es uno de los principales villanos de Doctor Extraño, se ha cruzado en el camino de personajes como Loki, el Capitán América, Bucky, Spiderman y una larga, larga lista.

De hecho, Doctor Strange es una película de orígenes en más de un sentido, ya que no sólo nos presentan a Stephen Strange o la magia, sino que también cuenta el origen de dos personajes que van a ser importantes en el futuro: Dormammu y Mordo. Quizás, éste último no está tan desarrollado y ejerce un poco de comparsa, pero sí que se toman el tiempo de explorarle y de presentar su conflicto con respecto a la magia.

Lo que también es lógico, pues la película no puede durar eternamente y era evidente que los guionistas querían centrarse sobre todo en Strange y La Anciana. Al fin y al cabo, él es el protagonista y ella un personaje que no sólo es magnético y complejo, sino que ejerce ese rol de maestra y guía de Strange, la que le hace ver cuál es su camino y le hace entender por qué es tan importante detener las amenazas a las que se enfrentan. De hecho, La Anciana me sorprendió muy gratamente y me encantó cómo han desarrollado la relación entre ambos y la forma en la que se ha llevado la evolución de Strange.


Porque Stephen Strange es el centro de todo, es el corazón de la película y puede llevar él solito el peso de la cinta. Strange es egocéntrico y soberbio, pero también inteligente, carismático y tiene sentido del humor. Hay un gran equilibrio en él entre sus cualidades y sus defectos y la forma en la que se convierte en héroe y acaba aceptando unas responsabilidades que no le interesaban, queda muy natural.

Además, Benedict Cumberbatch está soberbio en el papel. No sólo está conseguido físicamente, sino que me creí cada una de sus escenas y, como si de un hechizo se tratara, me cautivó desde el principio. Y, aunque el señor Cumberbatch es la piedra angular, el resto del reparto está muy a la altura: Tilda Swinton está maravillosa en un papel que parece hecho a su medida, Chiwetel Ejiofor vende muy bien ese colega rígido que es Mordo, Mads Mikkelsen tiene una presencia extraordinaria y Rachel McAdams no sólo tiene química con Benedict Cumberbatch, sino que queda muy natural y consigue ser una de las mejores chicas que ha habido en el Universo Cinematográfico Marvel.

Y quería hablar de estos dos últimos, ya que Mads Mikkelsen es un villano elegante, con mucha presencia, pero de nuevo vuelven a darnos un malo simplón. No llega al nivel de Malekith, que es malo porque sí, aunque tampoco tiene esa profundidad que han tenido otros villanos como Ultrón o Loki, que sigue siendo, al menos para mí, el mejor villano Marvel. Es decir, se molestan en darle un trasfondo que te haga comprender por qué desea abandonarse a la oscuridad de Dormammu, pero no deja de ser un cliché simplón, que ni siquiera tiene esa originalidad que, por ejemplo, sí tuvo Helmut Zemo en Civil War.


Kaecilius no deja de ser una víctima de un guión, que lo usa como excusa para iniciar los acontecimientos que llevan a que el resto de personajes se desarrollen y se establezcan relaciones que sí pueden dar mucho más juego en el futuro y que la historia sea más compleja e intensa y que las próximas películas de Doctor Strange sigan la estela de las de Capitán América. Y como no quiero spoilear a nadie, me voy a callar aquí, pero si has visto la película, sabes a qué me estoy refiriendo.

En el caso de Rachel McAdams, he de decir que es una chica muy digna. Yo pensaba que iba a ser Clea, que es la novia más mítica de Stephen Strange y que es princesa, hechicera y regente de la Dimensión Oscura, lo que mola mucho. Sin embargo, han optado por usar el personaje de Christine Palmer, que existe en los cómics, donde es una enfermera que ayuda a tratar a los superhéroes (si os suena el perfil, sí, Claire Temple de las series de Netflix iba a tener ese nombre, pero tuvieron que cambiarlo por esta película) y es algo que le hemos visto hacer aquí.

La verdad es que Christine me ha sorprendido mucho, ya que no está metida con calzador, su personaje tiene varios propósitos (no sólo sirve para ayudar a Strange a ver que hay vida más allá de la cirugía, sino que es necesaria para salvarle la vida) y me encantó su actitud con él: desde el marcharse al ver que él empezaba a tratarla mal, hasta esos sustos que se daba mientras ayudaba como podía.


Y para acabar con esta reseña, que me está quedando larga, lo sé, me queda comentar lo absolutamente impresionante que resulta de ver. Doctor Strange es sicodélica a decir hasta decir basta, llena de color y de unos efectos muy chulos para representar la magia. Me gustó especialmente cómo hicieron a Dormammu, que me pareció tan bonito como inquietante, al igual que me encantó el cómo iban alterando la realidad y las peleas que mantenían los hechiceros. De hecho, me he quedado con las ganas de verla en 3D.

Y a partir de ahora, va a haber unos cuantos spoilers sobre la película, así que dejad de leer si no la habéis visto. En serio, venga, piraos ya de una vez, que no quiero spoilear nada. Bien, supongo que quedamos los que hemos visto la película y ahora puedo comentar dos cosas muy concretas:

Una, me declaro fan absoluta del ataque gif que se marca Strange para derrotar a Dormammu. Fue divertido, inteligente e inesperado. Vamos, que me moló cantidad y encima ya sabemos dónde está la Gema del Tiempo, que era una de las que nos faltaban por ver. Ya sólo falta por aparecer la Gema del Alma, que yo creo que va a salir en Thor: Ragnarok (¿tendrá que ver con La espada Alma y el Infierno?).


La verdad es que desde el principio de la película de Doctor Strange tuve la sensación de que iba a estar relacionada con Thor: Ragnarok, por el tema del multiverso y tal. Después, aparece Dormammu y yo recordaba que éste había dado por saco a Asgard en alguna ocasión y, quizás, decidan sustituir a Surtur por él. Y curiosamente, al final de la película va y aparece Thor en una escena post-créditos, lo que ya me dejó loca de la vida porque es Thor y Thor mola, pero encima la escena me dejó a cuadros. En ella, nos cuentan que Loki está en Nueva York con Thor (¿por qué no salió en la escena, por qué?) y que están buscando a Odín y Thor llega al acuerdo con Strange de que les ayudará para que puedan irse de la Tierra.

Vale, a ver, ¿esto cuando narices ha pasado? Porque en Thor: El mundo oscuro aparentemente Loki muere y, de hecho, su hermano lo da por muerto, así que ni siquiera sospecha que, en realidad, Odín es Loki disfrazado con una de sus ilusiones. ¿Cuándo se han reencontrado estos dos? ¿La desaparición de Odín es una mentira de Loki? ¿La escena es pre Ragnarok o post Ragnarok? Porque Doctor Strange tiene lugar después de Civil War (uno de los posibles pacientes de Strange es Rodney).

Vamos, que tengo muchas paranoias encima. ¿Qué pensáis vosotros de la escena de Thor y Strange?

2 comentarios:

  1. ¡Por fin llegó el dia! Mi hype con esta película no ha podido ser mayor. Doctor Extraño ha sido un personaje que me ha gustado mucho desde que lo vi en una de las seriea de dibujos animados de Spiderman (que tiempos aquellos) y cuando me entere de que iban a dedicarle una película en solitario pues imaginate.

    El modo de introducir la magia en el universo Marvel ha sido muy acertado, lo justo para explicar la mitología pero sin alejarse demasiado del género ciencia ficción. Benedict Cumberbach se adueña del papel de forma magistral y muy cierto es que él solito se basta para sostener la película. También coincido contigo en lo referente a La Anciana, la cual yo pensaba que iba a ser el típico "persoaje marco" que ayuda al heroe a llegar a serlo y poco mas, pero me ha sorprendido y mucho

    Por lo demas poco más que añadir que no hayas dicho ya, solo que el imperio Marvel sigue sin tocar techo y sus películas cada vez son mas maduras y complejas. Estoy deseando que llegue Thor: Ragnarok

    Y para terminar, yo también opino que el "gif" del final no puede molar mas ;-)

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    1. A mí también es un personaje que me mola mucho (el apartado místico de Marvel no es muy conocido, pero tiene unos personajes increíbles, como mi adorada Magik) y me hizo mucha ilusión saber que iba a tener película y que lo iba a interpretar el señor Cumberbatch.

      Yo también pensaba que La Anciana iba a ser el típico personaje bueno y sabio que le enseñaba al héroe a serlo, pero le han dado muchos más matices: el miedo a fallar con Strange como hizo con Kaecilius, los secretos, el tener que recurrir a la oscuridad para mantener el equilibrio... No sé, me ha encantado y Tilda Swinton está genial. La despedida con Strange fue una pedazo de escena.

      Yo me muero por ver qué han preparado en Thor y en Guardianes de la galaxia 2, que era una película que fui a ver al cine sólo por seguir la tradición y me flipó.

      El ataque gif me da la vida, ni en los Pokemons, xDD.

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