jueves, 10 de mayo de 2012

La saga de Bartimeo

Os resultará bien raro verme por estos lares y más aún reseñando libros, pero aquí estoy. Aunque por cuestiones ajenas a mi voluntad, últimamente no leo mucho, precisamente por eso quería reseñar el último libro que conseguí leerme: El anillo de Salomón, de Jonathan Stroud. Sin embargo, para eso, antes me gustaría hablar un poco acerca de La trilogía de Bartimeo, que supongo que habrá que cambiarle el nombre porque va camino de ser una pentalogía.

Esta saga empezó como una trilogía muy simpática de fantasía en la que el autor nos presenta un mundo mágico diferente a otros a los que estamos acostumbrados (como por ejemplo el de Harry Potter). Ambientada en el Londres actual, nos describe una sociedad en la que los magos tienen el poder y los no magos, básicamente se fastidian. No obstante, el poder de los magos no viene de ellos mismos, no, la fuente de su poder se encuentra en las criaturas del Otro Lado, a las que se suelen llamar "demonios" (para disgusto de Barty) y a las cuales esclavizan mediante complicadas invocaciones.
Esta saga tiene algunas cosas que la hacen muy especial. Por un lado, Nathaniel. A Nate lo conocemos siendo un crío y lo vemos crecer a lo largo de los tres libros. Sus puntos de vista vienen narrados en tercera persona. Por el otro, Bartimeo, que nos cuenta la historia en primera persona, lo que da lugar a un montón de comentarios jocosos e irónicos, y cómo no, a sus gloriosas notas al pie de página. Dicho así, no parece nada especial: un chico y un genio cachondo que hace reír. Sin embargo, lo es. Nathaniel no es lo que se dice un protagonista típico al que querer. Es pedante, egocéntrico y no lo mueve un motivo justo, tan solo la venganza. Es lo que se dice un antihéroe en el sentido más puro de la palabra. No es un antihéroe de esos que tienen el atractivo de "chico malo". Y luego, está Barty. Es un genio y cómo tal sus principios no son humanos, pero incluso aunque hable de comer humanos, Barty siempre parece el bueno de la película. Humanos malos, demonios buenos.

Debido a que Bartimeo tiene miles de años de edad, el último libro, el que me ocupa aquí realmente, es una precuela que nos lleva a la época de Salomón, en el siglo X a.C., donde ya estaba Bartimeo dando el cante. El estilo de la novela es prácticamente el mismo que en la trilogía anterior: Barty nos cuenta su parte en primera persona, mientras que las partes de Asimira vienen narradas en tercera. Así pues nos vemos en una ciudad de Jerusalén llena hasta los topes de criaturas del Otro Lado y todos los magos queriendo robarle a Salomón su preciado anillo, en especial el malo por excelencia de esta historia, un egipcio que da muy mal rollo llamado Khaba. Bartimeo tiene mucho espacio para contarnos sus cosas, así que nos reencontramos con el ya conocido Faquarl, otro genio "amigo/enemigo" de Barty, cuya interacción a mí por lo menos me ha gustado. Por otra parte, el personaje de Asimira, una joven sabea de la guardia de la reina con una importante misión, tiene una buena evolución (¡nadie puede seguir siendo la misma persona después de conocer al gran Bartimeo de Uruk!) y al menos no es un personaje odiable, como suele pasar con tantos personajes femeninos.

La única pega que puedo ponerle a El anillo de Salomón, es lo mucho que he echado de menos a Nathaniel.  ¿Que he dicho arriba que no es un personaje protagonista grato? Sí. Pero eso no quiere decir que no se le quiera. A Nate se le quiere, y mucho. Os he dicho también arriba que hacía la saga especial, ¿no? Nathaniel camina en una línea muy fina entre la maldad y la bondad, y de alguna manera, Stroud consigue hacer que siempre estés dándole empujones mentales a Nathaniel hacia el lado de los buenos, o buscando desesperadamente una buena razón para ellas cuando no son demasiado bonitas. Por eso esto casi no es siquiera una pega para la precuela, porque es que es imposible no echar de menos a un personaje tan especial como este.

En resumidas cuentas, Jonathan Stroud sigue en su línea, luce a base de bien su conocimiento sobre la época sin ser pesado y su universo sigue siendo igual de consistente. Si te gusta Bartimeo, te gustará este libro, y si no has leído ninguno aún... ¡corre a por el primero! Las risas están aseguradas.
Además, el autor ya ha anunciado un quinto libro para la saga cuyo título en inglés es Lockwood & Coasí que sospecho que vamos a tener Bartimeo para rato.

2 comentarios:

  1. Que sepáis que he descubierto la saga gracias a vosotras. No sabéis cómo os lo agradezco, porque se ha convertido en una de mis favoritas <33333

    Creo que no hace falta decir que mi comentario tiene spoilers.

    Vale, a falta de leerme el último (que sé que es una precuela), sé que yo también echaré de menos a Nathaniel. Y que coincido perfectamente con Miki en lo que ha dicho.

    Mis favoritos suelen ser siempre personajes... poco honorables, por decirlo así. Por eso, los protagonistas suelen repampinflármela (todos súperjusticieros que quieren proteger a todo quisqui por ser los protas y todo ese rollo). Es la razón por la que Nathaniel me impresionó y me interesó más a partir del segundo libro. En el primero lo veía simplemente como el típico crío pedante xD

    A partir del segundo, hice lo que todos aquellos que creímos en el inolvidable Snape hicimos: ver más allá de sus acciones, comprenderlo. Por suerte, Bartimeo, a pesar de haber sufrido bastante a causa de Nat, ayuda a que el lector intente comprenderlo.

    En lugar de detestarlo, comencé a sentir pena por él. Al fin y al cabo, siempre ha estado solo, y la única persona que le mostró cariño murió a causa de él (bueno, no lo veo así, pero es para resumir XD). De hecho, la escena en el tercer libro, cuando se reencuentra con su profe de dibujo, me dolió más a mí que a él…

    También me dolía en el alma ver cómo la relación entre Bartimeo y él se había deteriorado hasta el punto de que nuestro adorado genio deseara vengarse de él. No se le puede culpar, pero eché de menos esas interacciones entre ambos del primer libro.

    Hasta que llegamos al tramo final del tercer libro. Sinceramente, creo que pocos libros me han hecho disfrutar tanto como el tercero en su segunda mitad. No quiero decir que la primera fuera mala, pero la parte en que Nathaniel y Bartimeo combaten juntos es sencillamente apoteósica.
    Desgraciadamente, yo me temía el final. Después de que Bartimeo terminara de relatar la historia con Ptolomeo, más evidente vi que ese sería el final de Nathaniel, exactamente el mismo. ¿Qué mejor manera de cerrar la trilogía, en realidad? Por eso, pese a que me parece un final digno, lloré a moco tendido. Eso sí, me habría gustado que el autor hubiera añadido al menos una paginita más. Coño, que sí, que nos imaginamos lo que pensaba Bartimeo, ¡pero quería verlo por escrito!

    Ya por último, he de decir que, haciendo honor al final, no podría dividir a los dos protagonistas y que mi favorito serían los dos XD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo recordar que a mí me la recomendó Miki, así que agradezcámoselo a ella las dos, xD.

      El último es una precuela, sí, está ambientado en la época de Salomón. Eso sí, es muy, muy divertido. Yo me reí mucho, aunque se echa de menos a Nathaniel T0T

      Totalmente de acuerdo con lo que dices de Nathaniel. La verdad es que es un protagonista bastante original, normalmente los personajes de moralidad gris no son los protas, sino los secundarios molones que te encantan y luego mueren. Al menos a mí me pasa eso, ¡es una maldición! Pero, bueno, no es que los tenga muy frescos, los libros, digo, pero me suena que tampoco es que Nathaniel actúe guiado por la maldad, como que se entiende por qué actúa cómo actúa, aunque a veces la cague estrepitosamente.

      A mí el final, pese a todo, me pareció perfecto, aunque creo que no lo vi venir. Encima en el momento me quedé llorando a moco tendido, jajaja.

      Pues si te gusta esta saga, te recomiendo la nueva del autor, Lockwood & Co o Agencia Lockwood en España. Es de fantasmas y está muy bien también. La verdad es que soy muy fan de este hombre <3

      Eliminar