lunes, 9 de noviembre de 2015

Las puertas de Anubis

Hoy os traigo la reseña de una novela de la que no había oído hablar hasta que El ministerio del tiempo llegó a nuestras pantallas con su grandeza y es que Javier Olivares (que creó la serie junto a su hermano) la mencionó como una de sus inspiraciones. Y, claro, me picó el gusanillo y acabé pillándome el libro por mi cumpleaños. ¿Y de qué libro estoy hablando? Pues de Las puertas de Anubis de Tim Powers, un locurón de novela de los grandes.

En 1983 Brendan Doyle deja Estados Unidos para viajar a Inglaterra donde le está esperando el señor Darrow, un multimillonario aquejado de una grave enfermedad que necesita a un experto en el poeta Samuel Taylor Coleridge. Lo que el señor Darrow quiere es organizar un viaje para un reducido grupo de personas interesadas en el poeta y, por eso, necesita a Doyle con sus conocimientos. Ahora bien, esa excursión guiada es al pasado, exactamente a 1810 para acudir a una conferencia que Coleridge impartió en una taberna.

Doyle, a priori, no cree las explicaciones científicas de Darrow sobre los viajes en el tiempo, pero acaba aceptando el trabajo... y viajando a través del tiempo. Sin embargo, lo que en principio parece un sueño hecho realidad, se tornará una pesadilla cuando, en el pasado, Doyle sea secuestrado por un hechicero y, tras escapar, acabe perseguido por todo tipo de personas (incluido un tenebroso payaso que controla los mendigos de Londres, hechiceros egipcios e incluso un peludo asesino en serie), mientras intenta ya no sólo volver a su tiempo, sino sobrevivir a todo lo que le va sucediendo.

Como ya he dicho al principio, Las puertas de Anubis es una de las novelas más locas que he leído nunca, ya que mezcla géneros como nadie: desde un Londres más propio de Dickens, hasta ciencia-ficción y magia, pasando por aventuras, amor y todo tipo de seres a cada cual más peculiar, incluso también personajes históricos reales como Lord Byron.

Eso sí, Tim Powers mezcla esos elementos tan dispares con maestría, por lo que todo tiene sentido y encaja perfectamente. Ya sea la secta egipcia, que el payaso, que esa especie de hombre lobo, todo resulta creíble dentro de ese Londres tan particular y no sobra nada. De hecho, ni siquiera resulta excesivo y eso que Tim Powers nos ofrece una cantidad ingente de aventuras, personajes, desgracias y paranoias espacio-temporales.

De hecho, una vez Doyle acaba en ese Londres de 1810, Las puertas de Anubis se vuelve un poco denso, ya que debe presentar todas las fuerzas que manejan la ciudad, peor enseguida se recupera y sigue con su ritmo acelerado. Porque en esta novela no te vas a aburrir, la acción nunca falla y el pobre Doyle parece estar viviendo Una serie de catastróficas desdichas, porque le pasa absolutamente de todo y, claro, nada bueno, se entiende. Precisamente por eso, aunque Doyle es un llorón, tampoco molesta, ya que se comprende muy bien tanto su angustia, como que, mientras hace todo lo posible por sobrevivir, también tenga esos momentos de penar. Como para no con todo lo que le pasa al pobre.

La verdad es que Doyle es un personaje muy completo y con un gran recorrido que le hace evolucionar a lo largo de toda la novela. Es impresionante lo que le va curtiendo tanta aventura. También me gustó mucho lo sumamente humano que me resultó: se emociona con la posibilidad de conocer a su héroe, se asusta, tiene limitaciones, pero aún así siempre sigue hacia adelante.

En lo que respecta a los otros personajes, la galería es amplia, pero todos están muy bien dibujados, son muy particulares y únicos. Horrabin, Fikee, Romanelli, Lord Byron... Todos los personajes se quedan en tu memoria, lo que ayuda sobre todo al principio cuando empiezas a conocerlos, por lo que no te pierdes. Eso sí, si me tengo que quedar con un personaje, sería Jacky, de quien no voy a dar más detalles porque Las puertas de Anubis debe leerse sin saber demasiado, dejar que Tim Powers te sorprenda con sus giros.

Lo que sí puedo decir es que el estilo de Tim Powers es muy efectivo. Al principio, me resultó algo pesado, pero en el segundo capítulo ya estaba encantada con sus diálogos, su forma de narrar y lo sumamente bien que ambienta las escenas. Las calles de Londres parecen sacadas de una novela de Dickens, aunque también tiene otras escenas de lo más inquietantes y las de acción están muy conseguidas.

Además, todo el entramado que monta me parece muy, muy original. Nunca había leído nada así, ni tampoco nada de Tim Powers, así que no dejé de sorprenderme y me lo pasé pipa con el libro. Es decir, que lo recomiendo mucho, aunque también creo que, si lo tuyo no es la fantasía, Las puertas de Anubis no es tu novela.

El próximo lunes literario estará dedicado a... Mort de Terry Pratchett.

2 comentarios:

  1. Al igual que tú también conocí el libro gracias a esa maravillosa serie. Espero poder disfrutarlo algún día.

    No sé si habrá algún club de fans especial o algo pero me apunto al de personas a las que le encantan tus reseñas de libros de ciencia ficción/fantasía. Que será porque son más mi estilo de libro actualmente, PERO.

    (Sé que he redactado bastante mal pero hoy ando espeso xD).

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    1. Pero te he entendido, tú tranquilo. Además, a todos nos pasa.

      La verdad es que yo suelo leer de todo, pero la fantasía es mi género favorito. Tengo que probar más la ciencia-ficción, que estoy muy pez en ese tema. Pero, bueno, espero solucionarlo con El rithmatista, que lo tengo pendiente todavía.

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