viernes, 5 de octubre de 2012

La despedida de Amelia Pond

Aviso: esta entrada tiene spoilers de la primera parte de la séptima temporada de Doctor Who, donde le hemos dicho adiós a los Pond.

De todas las compañeras que han aparecido en esta actual versión de Doctor Who, Amy Pond ha sido la que más tiempo ha compartido con él. Seguramente Rose ha aparecido más o menos en la misma cantidad de episodios, pero, mientras que, como mucho, vimos dos años en la vida de Rose, hemos visto crecer a Amy Pond.

El Doctor (y de paso nosotros) la conocimos siendo una niña asustada, una niña que esperó al Doctor durante años hasta que, al fin, éste se la llevó con él. Después de eso hemos visto como maduraba, como se casaba, era madre e, incluso, como la edad comenzaba a afectarla. Por eso, yo temía su adiós. Lo temía porque soy una sentimental y, generalmente, las despedidas en Doctor Who suelen sacarme alguna lágrima que otra (quien dice eso, dice una llorera del quince, pero bueno) y porque iba a ser un golpe muy duro para el Doctor.


Si en su día la despedida de Rose le afectó mucho, la de Donna le dejó sin ganas de acompañante, a saber qué le va a provocar la despedida de Amy.

De momento, no lo hemos visto, pero espero/deseo que no lo pase demasiado mal. En parte, porque Moffat dijo que con Clara, la nueva compañera, el Doctor conocería su época más feliz; en parte, porque estos cinco primeros episodios de la séptima temporada han ido encauzados a que el Doctor comprenda que, cuando está solo, se lía parda, no, lo siguiente. Sí, me acuerdo del especial de The waters of Mars y me echo a temblar, porque quedó constatado que sin un compañero que lo controle, el Doctor se endiosa y hasta puede dar miedito.

Durante estos cinco episodios hemos visto a Amy repitiéndole esa misma canción: no viajes solo, no sabes viajar solo... Casi como si ella misma previera que su tiempo con el Doctor tocaba a su fin. De hecho, hasta el cuarto episodio, The power of three, han jugado con la idea de las dos vidas de los Pond (la real y sus aventuras con el Doctor), con la posibilidad de elegir entre las dos y quedarse con su día a día. Sin embargo, al final quedó claro (con bendición del padre de Rory incluida) que no podían renunciar a las aventuras y al Doctor...

Y justo en ese momento es cuando deben hacerlo.

Y pensar que acabaron así de felices el episodio anterior a la despedida. Ainss.

Por cierto, hago un paréntesis. Me mola mucho que el padre de Rory sea el señor Weasley, me parece una coincidencia awesome y la sola idea de que Rory sea un Weasley hace que vomite arcoiris, vamos :P Cierro paréntesis y sigo.

Ahora podría quejarme mucho del episodio que sirvió despedida a los Pond, ya que me provocó sentimientos encontrados. Por un lado, el nuevo giro de tuerca a los ángeles llorones fue sencillamente magistral (no pienso acercarme a un querubín en la vida) y la imagen de la estatua de la libertad convertida en uno, fue alucinante. Por otro, me pareció que Moffat intentó meter demasiado en un solo episodio y creo que hacer uno doble hubiera favorecido más a la historia.

Porque, sinceramente, al final me pareció algo precipitado y gratuito. Vale que Moffat siempre haya hecho cosas un tanto sin venir a cuento, pero dado que se trataba del adiós a los Pond me resultó un poco "chof" que fuera tan "no pueden volver porque no". Jo, en la tercera temporada el Doctor y Martha son tocados por un ángel llorón y aún así vuelven.

También me molestó un poco la poca relevancia que tuvo Rory en el episodio, siendo únicamente la excusa para la despedida. Sí, tuvo unos grandes momentos (ver su propia muerte o su súper frase frente a la estatua de la libertad), pero no le dieron la oportunidad de despedirse del Doctor y, oye, que Rory también era su compañero y le quería y esas cosas.

Rory, tú también eres muy grande y lo pasé muy mal por ti, que lo sepas.

Pero. Y es un gran pero. Pero me dieron escenas tan sumamente emocionantes y tan perfectas que les perdono todo.

Amelia Pond siempre fue grande. Esperó al Doctor toda su vida pese a que los demás la creían loca. Salvó a una ballena espacial en un episodio especialmente bonito. Paseó entre un bosque de ángeles llorones con los ojos cerrados y, eh, eso dice mucho de ella. Su episodio con Van Gogh fue realmente precioso... Y así podría continuar durante varias entradas. Por eso, no es de extrañar que su final fuera grande.

Su relación con Rory ha sido una de las más bonitas e intensas que hubo en Doctor Who (y en muchas series, ya que estamos), desde sus dudas iniciales por culpa del Doctor hasta demostrar que su amor por Rory era tan grande como el que él sentía por ella. Vamos, que yo soy muy fan, quiero a un Rory en mi vida (no es necesario que me espere 2000 años) y esas cosas.

Por eso, la escena de la azotea, con los dos tirándose al vacío abrazados, me llegó a la patata y ya sólo con eso me ganaron. Pero luego vino su decisión final, la de seguir a Rory al pasado y despedirse de su querido Doctor y yo ya tenía el corazón en un puño. Entonces el Doctor lee su última despedida y yo ya estaba llorando como una tonta, mientras decía "¡qué bonito!".

"Raggedy man... Goodbye".
Y aquí ya estábamos todos en plan: nooooo, xD.

De ahí que les perdone todo. La despedida de Amy fue sencillamente preciosa, con esa última carta a su mejor amigo, a su Doctor y que nos recordaba lo genial que ha sido su historia y también a esa niña que fue y que aún necesitaba al Doctor. De hecho, la despedida de Amy ha sido la más amable de todas las habidas en la serie, que ya se lo merecía la pobre porque, vamos, me parece de una crueldad supina el que, tras perder a su hija, le negaran la posibilidad de tener más cuando tanto Rory como ella querían hijos. Oh, guionistas, ¿qué costaba darles un mini Pond en el pasado, eh, eh?

Así que, nada, adiós Amelia Pond (siempre serás Pond para mí, lo siento, Rory), siempre serás una de mis companion favoritas y creo que le has puesto el listón muy alto a tu sucesora.

Y, eh, Jenna-Louise Coleman me gustó mucho en Asylum of Daleks. No tengo ni zorra de qué significó su aparición, ni qué veremos en el especial de Navidad, pero la chica me gustó mucho y esa última escena con el Doctor logró emocionarme. Así que espero que la sombra de Amy en Clara no sea tan alargada como, para mí, fue la de Rose en Martha.

Ainss, qué ganas de ver el episodio navideño :3

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