lunes, 20 de junio de 2016

El Rithmatista

La reseña de hoy va dedicada a mi querido Yos Paranoias, que me recomendó este libro y a su autor, Brandon Sanderson. Y como yo me fío de su criterio, pues no dudé en hacerme con El Rithmatista... y no me ha podido molar más. ¡Madre mía, qué libro más guay! Estáis tardando todos en haceros con él, que conste en acta.

Pero, bueno, para daros algo más que mi palabra, será mejor que os hable de él en condiciones. Así que, venga, empecemos: ¿de qué trata El Rithmatista?

Joel vive en un mundo donde la humanidad se distingue entre personas normales y Rithmatistas, siendo éstos elegidos en una misteriosa ceremonia y teniendo la habilidad de animar figuras bidimensionales (conocidos como Tizoides) y defenderse de ellas. De hecho, los Rithmatistas se dedican a estudiar para poder ir a Nebraska, donde defienden al mundo de los malvados Tizoides salvajes, que pueden destrozar a los seres humanos.

Pues bien, Joel adora a los Rithmatistas y, aunque no posee el poder para animar las líneas, es muy bueno dibujando y sólo quiere estudiar rithmática. Con la llegada del verano, tiene un plan para que el profesor Finch, uno de los mejores profesores del campus rithmatista, le enseñe, pero justo en ese momento Finch es retado a duelo y vencido por un nuevo profesor, que acaba de llegar del campo de batalla.

Sin embargo, Joel logra poder estar a las órdenes de Finch, justo cuando una serie de desapariciones de alumnos Rithmatistas está teniendo lugar, por lo que maestro y alumno comenzaran a investigarlas, con ayuda de Melody, una joven Rithmatista a la que se le da terriblemente mal dibujar y, por eso, Finch tiene que ayudarla durante el verano.

Otra cosa no, pero lo primero que se viene a la cabeza con semejante punto de partida es: original. No he leído ningún libro que se asemeje a El Rithmatista, ni que tenga ninguna premisa similar, lo que me emocionó muchísimo cuando comencé a leer la novela. Entre la ambientación del mundo de Joel (Asia ha conquistado Europa y los Estados Unidos son en realidad una serie de islas) y lo especial que es esa magia llamada rithmática no puedo más que arrodillarme y alabar a Brandon Sanderson, porque encima todo está súper bien desarrollado y pensado.

De hecho, al principio de cada capítulo hay un poco de teoría sobre la rithmática: formas de defensa, cómo funciona, hipótesis varias... Todo eso acompañado de esquemas y de una serie de ilustraciones, que colaboran a darle su propia personalidad al relato y que hacen que la edición sea distinta, especial.

Y no sólo las bases de ese mundo fantástico están bien pensadas, sino la trama en sí y las decisiones que Brandon Sanderson va tomando a lo largo de la historia. Personalmente, me gustó muchísimo el hecho de que los dos protagonistas, Joel y Melody, sean exactamente lo contrario: mientras que él tiene un don para dibujar y no posee poderes rithmatistas, ella tiene un gran don, pero se le da horriblemente mal trazar las líneas. De hecho, y sin entrar en spoilers, me sorprendió muy gratamente tanto el que no usara los típicos clichés de historia de fantasía, como la forma en la que desarrolla a todos los personajes, en especial a los dos protagonistas jóvenes.

Y es que tanto Joel como Melody tienen una personalidad muy bien definida y ambos tienen ese algo que los hace especiales, memorables, sobre todo en el caso de ella. Porque Melody es la ama. Mientras que Joel quizás es más típico, aunque no por eso cae mal, Melody roba absolutamente toda escena en la que aparece con esa fuerza tan suya, lo divertida que es y también lo melodramática que puede ser. Es imposible leer El Rithmatista y no acabar amando con la fuerza de los mares a Melody.

El resto de personajes también cumple su función: desde lo adorable que es el profesor Finch hasta lo sumamente inquietante que es Nalizar, el profesor recién llegado y que nunca sabes qué pensar de él. Me ha encantado lo bien que juega Brandon Sanderson con Nalizar, las dudas que provoca (¿es tan malo como parece o sólo un idiota? ¿Joel tiene razón con respecto a él o sencillamente está paranoico y su lealtad a Finch le ciega?), al igual que también me encantó cómo desarrolla el misterio principal.

Porque a lo largo de El Rithmatista surgen varios interrogantes, pero el principal es esa serie de desapariciones de alumnos rithmatistas. Y la trama no puede estar mejor llevada, ni ser más adictiva, pues la verdad es que El Rithmatista se lee en un suspiro, yendo a más a medida que la historia avanza.

Todo ello condimentado con la grandiosa pluma de Brandon Sanderson, que se adapta a cada tipo de escena (¿se puede ser más inquietante que el principio de la novela?) y que tiene unos diálogos memorables. Vamos, que estoy encantadísima con el estilo de Sanderson, también cómo plantea las historias y que ya me he propuesto ir leyéndome todas sus sagas, porque me ha dejado completamente encandilada.

El próximo lunes literario estará dedicado a... Silber, el tercer libro de los sueños de Kerstin Gier.

2 comentarios:

  1. Si este libro te ha gustado tanto espera a que entres en la trilogía de Nacidos de la bruma que es LAVIDAETERNAAMÉN. Es mucho más compleja, adulta y profunda que 'El rithmatista', de los libros que merecen la pena leer. Palabra de Yos.

    Melody <3

    Con ganas de que algún día el tito Sanderson se digne a publicar la segunda parte porque no puede prometer más la trama después de ese final.

    Me alegro de que te haya gustado. :D

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    1. Tengo apuntada esa trilogía (encima las portadas molan un huevo) y también la macrosaga de 'El camino de los dioses'. Primero va a ir 'Nacidos de la bruma', que sólo son tres y la espera no será tanta, xDD.

      Melody es La Ama.

      Demos grracias a que el tito Sanderson al menos es rápido escribiendo, si fuera como el abuelete Martin nos morimos sin leer la segunda parte. ¡Y con lo interesante que se queda, arggg!

      Te agradeceré toda la vida el haberme enseñado al tito Sanderson <3

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