Épicas idas de olla: El barco

Aviso a navegantes... Vale, siempre he querido poner eso y dado que esto va sobre El barco he aprovechado la ocasión, xD. Este post es el resultado de mi habitual aburrimiento en clase, mis habituales idas de olla y un ataque de inspiración a las tantas de la mañana, xD. Como ya dije ayer, no es algo que suela hacer, de hecho es un fic... Una parida absurda o una tontá como una casa de grande, mejor dicho.

Después de leerlo entendereis por qué no suelo escribir fics, xDD.

El sol asomaba por la borda, extendiendo sus dorados rayos por el Estrella polar, penetrando por los ojos de buey... Hasta que le dio de lleno en los ojos y le despertó. Piti estuvo a punto de soltar un gemido de desesperación, todavía no había sonado el pitido del despertador. Aquello era mala suerte. Decidió que intentaría conciliar el sueño de nuevo, pero un ruido le llamó la atención y abrió los ojos a tiempo de ver a Ramiro abandonando la habitación. Aquel era uno de los días en los que no cojeaba.
Fue a preguntarle a donde iba, pero al incorporarse volvió a golpearse contra la estantería que había justo sobre su cama. Empezó a soltar improperios, mientras se acariciaba la zona herida. Dita estantería, ¿por qué narices habían tenido que colocarla ahí?
- Piti...- suspiró Palomares.
- Jo, Pater, sé que es pecado, pero...
- Sólo iba a decir que me has despertado - Palomares se había incorporado y agitaba la cabeza de un lado a otro, mientras se acariciaba el entrecejo que tenía arrugado.- ¿Por qué todos pensáis que os voy a dar catequesis?
- Di que sí, padre, tú lo que quieres es darle al tema, ¿a qué si?
Palomares observó durante un instante a Piti que le estaba sonriendo con aire canalla, como un niño pequeño a punto de hacer una travesura. Era la sonrisa que utilizaba cuando hablaba de sexo. La veían mucho.
- Lo que tú digas - acabó suspirando. Se colocó las gafas de montura cuadrada y se levantó para recoger sus cosas e ir a la ducha; notó que Piti hacía lo mismo, por lo que le esperó y los dos se encaminaron por el pasillo.
- ¡Buenos días in the morning! - saludó Piti nada más entrar en las duchas.
El baño estaba prácticamente vacío, tan sólo se encontraban en él cuatro personas: Ulises estaba sentado en un banco, mantenía la cabeza entre las manos y los sollozos se escapaban de sus labios, acompañados de un constante hipido; a su lado, Estela le abrazaba, mientras Ainhoa le consolaba; detrás, Vilma estaba recostada contra una taquilla con aire hastiado.
- Y parecía tonto cuando lo compramos - susurró Piti.
- ¿Eh?
- Superlópez, se está haciendo la víctima. Es una táctica muy básica: das pena y eso a las chicas las vuelve locas, les altera las hormonas y entonces...
- ¡Por el amor de Dios, Piti! ¿Es qué no paras?
- Mi Dios es Barney Stinton. Se tira al menos una por capítulo y yo, de momento, ni siquiera he enseñado carne - le dio un codazo.- No como otros, ¿eh? Si a veces más que un cura, pareces un boy disfrazado de cura.
- Eh... Yo... Esto... Bueno, para algo debía de servirme mi vida anterior de militar.
- Ya... Eso es verdad. Como no se puede hacer nada útil estando Superlópez.
En aquel momento Ulises emitió un sollozo todavía más intenso, por lo que Estela, de pronto, se quitó la camiseta y se la tendió.
- Toma, suénate con esto.
- Oye, ¿seguimos en el Estrella polar o nos hemos ido a Vaya semanita de nuevo? - preguntó Ainhoa, frunciendo levemente el ceño.
- Tampoco hay mucha diferencia - dejó caer Vilma.
Al escucharla hablar tanto Palomares como Piti desviaron la mirada hacia la chica. Aquel día se había dejado el pelo suelto, por lo que hizo un movimiento para apartárselo del rostro. Piti adoraba ese gesto, por eso la prefería sin la coleta... Agitó la cabeza, se sentía muy raro cuando pensaba esas cosas.
- ¿Pero qué le ocurre? - preguntó Palomares.
Estela, que seguía abrazando a Ulises con ímpetu, respondió:
- Está triste.
- ¡Menudo descubrimiento, Sherlock! - comentó irónicamente Vilma.
- ¿Por qué me dices esas cosas? Yo pensé que habíamos hecho las paces...- Estela frunció los labios en un mohín lastimero.
- Es que la que está escribiendo te tiene manía...
- Pues Sherlock tu madre.
- ¿No tendrás una prima que se llame Araceli Carnero?
- ¿Pero eso no era un animal?
- Vale, esto está empezando a parecerse demasiado a Sé lo que hicisteis - terció Palomares, armándose de paciencia.- ¿Por qué está triste?
Ulises alzó el rostro y Palomares observó que tenía la misma expresión de siempre, pero surcada de lágrimas. Ulises intentó explicarse, pero lo único que logró fue gimotear y soltar una serie de ruidos indescifrables.
- Es que mi padre ha tenido un problema...- comenzó a decir Ainhoa.
- ¿Nos vuelve a atacar el pez gigante? ¿Los pájaros? - se preocupó Piti.
- ¡Peor! - exclamó Estela.
- ¿Peor? - Piti palideció al instante, ¿qué narices podía ser peor que todo lo que habían pasado? Sólo se le ocurrió algo: De la Cuadra con un mal día, pero nadie les había mandado a limpiar letrinas, así que eso no podía ser.- ¿El cacho tierra que quedaba era el plató de Sálvame? ¿Nos emiten el mismo día que Águila roja? ¡¿Qué narices ha pasado?!
- No, no, tranquilo - Ainhoa alzó las palmas de las manos.- Se ha puesto a hacer un sudoku y no le salía.
- ¿Un sudoku? ¿En serio?
- Es Estela - se encogió Ainhoa de hombros.
- Bueno, ¿y qué ha pasado? - insistió Palomares.
- Buaaaaaa, buaaaaaaa...
- Pues, eh...- Ainhoa empezó a acariciar el hombro de Ulises, mirándole con aprensión.- Es que no ha sabido hacerlo. Al final, ha sido Salomé la que lo ha resuelto y... Bueno, no lleva muy bien eso de no salvar el día.
- Snif, snif... Yo soy... Soy... Snif, snif... Soy el héroe... Snif, snif...
Ulises se echó a llorar de nuevo desconsoladamente, por lo que Palomares le pasó una mano por la cabeza para animarle también. Vilma puso los ojos en blanco, echándose de nuevo el pelo hacia atrás y Piti aprovechó para acercarse a ella.
- Oye, ¿dónde está Perry?

Duba duba duba duba...
Perry el Ornitorrinco se caló el sombrero antes de deslizarse por una de las tablas de la bodega y caer por un tobogán transparente hasta aterrizar en un sillón.
¡Perry!

- Creo que me he equivocado de serie...- observó Piti.
- Y yo creo que a la que escribe se le está yendo la olla - apuntó Vilma, suspirando. Se quedó un instante callada, encogiéndose de hombros.- O ha decidido probar el Fairy morado.
- ¿El Fairy morado no te alisaba el pelo? Creo que el que te colocaba era el naranja... O el verde clarito... Macho, el Fairy es como la kriptonita: empezó siendo una única cosa verde que noqueaba y ahora hay de todos los colores, cada uno hace una cosa y nadie tiene muy claro el qué. ¿O es qué sabes qué diferencia hay entre la kriptonita roja y la dorada?
- La verdad es que no...- Vilma se quedó un momento callada.- Eh, tú, la que escribe, ¿retomas el fic o sigues usando a Piti para disertar?
Vale, vale, sigo.
- ¿Esa voz ha sido Dios? - inquirió Estela.- ¿Dios es una mujer?
Sí, soy Dios y quiero que te tires por la borda...
- ¿De verdad?
Sí. Si no lo haces, os enviaré a los pájaros de nuevo...
- Vale, esto se está desmadrando - me interrumpió Palomares, volviéndose hacia Estela.- Tranquila, no tienes que tirarte por la borda. Esa voz no es Dios, ni siquiera un guionista de Globomedia, tan sólo es una tarada escribiendo un fic - después miró hacia el cielo.- ¿Podrías intentar no ser mala?
Bueno, va, lo intento, pero porque me lo has pedido tan amablemente, Pater.
- ¿Y podrías continuar con la historia?
Piti se acercó a Vilma y le preguntó:
- Oye, ¿dónde está Ramiro?
- Por aquí ni siquiera ha pasado.
- Ah...- justo en aquel momento, Ulises soltó otro gemido.- Eh, ¡ya sé lo que vamos a hacer hoy! - Piti hizo una pausa.- Ey, ¿podrías dejar de hacer que me comporte como si estuviera en Phineas y Ferb?
Todo tiene su por qué, joven padawan.
- Seguro.
¿Quieres que te ponga a cantar ahora mismo y sin ropa?
- Todo tiene su por qué. Entendido.
Así me gusta.
- Eh, ¡ya sé lo que vamos a hacer hoy! ¡Vamos a animar a Ulises! ¡Y lo vamos a hacer con alcohol! ¡Vamos a hacer una fiessssta! Genial... Ahora hablo como Pocholo.

¿Tendrá esta estupidez continuación? ¿Qué estará planeando Ramiro? ¿Qué pintaba Perry el ornitorrinco? ¿Superará Ulises el trauma? ¿Qué harán estos pipiolos con alcohol? ¿Lograré que se tire Estela por la borda? ¿Vendrán los de Globomedia a quemarme la casa por escribir semejante tontá? ¿Me mandarán al psiquiátrico? Y, lo más importante, ¿cuál es el número del pater para contratarle?