Los magos

Bueno, pues voy a una reseña de libro por semana, lo que me parece un buen ritmo y, así, queda algo fija, casi como si fuera una sección. A ver cuánto me dura, xD.

En esta ocasión el elegido es Los magos de Lev Grossman, que me lo regaló Miki cuando vino a visitarme a Calahorra. Tanto a ella como a mí nos chocó lo mismo a la hora de mirarlo: ¡la frase promocional! Y es que en un mundo donde a este paso van a poner una frase de Stephenie Meyer en La Odisea para promocionarla, van y en este libro nos ponen una de Dios. O George R. R. Martin para los amigos, xD. Eso es propaganda y no lo que hace Santiago Segura de vía crucis por distintos programas de televisión, xD.

Bueno, Los magos cuenta la historia de Quentin Coldwater es un adolescente superdotado que está preparando las entrevistas para su ingreso en una universidad. Quentin no es feliz: nada le importa en realidad, todo le parece insustancial, ni siquiera su mejor amiga, Julia, le corresponde. Lo único que le alegra, que le ayuda, es una saga de libros de fantasía que describen un mundo mágico llamado Fillory.

Cuando Quentin y su amigo James, que es el novio de Julia, acuden a la casa de un entrevistador de una prestigiosa facultad, se lo encuentran muerto. Tras la conmoción inicial, llaman al teléfono de emergencias. Cuando los paramédicos llegan, una de ellos les da un sobre a cada uno y eso cambiará la vida de Quentin. Por un lado, llega al examen de acceso de una universidad que enseña magia y, por otro, se hace con un extraño manuscrito, que parece una nueva aventura de la saga de Fillory titulada Los magos. Sin embargo, en su examen pierde el manuscrito, aunque aprobarlo y, por tanto, comienza a estudiar magia.

Los magos no es un libro típico, aunque tiene muchos elementos que a los fans de la fantasía les resultará claramente reconocibles: tanto las novelas de Fillory como el propio Fillory no dejan de ser una versión de Las crónicas de Narnia de C. S. Lewis. Por otro lado, gran parte del libro es una versión de Harry Potter, aunque con menos ritmo, menos encanto, pero más madurez y oscuridad. Durante la mitad de Los magos, más o menos, se describe el paso de Quentin por la universidad: se nos describen sus clases, sus compañeros... Pero también juergas, peleas, sexo, incluso amor. Vamos, se puede decir que Quentin es la versión adulta y deprimida de Harry Potter.

Creo que por eso me ha gustado tanto el libro, porque es como una oda a las sagas de fantasía más famosas y que me encantan (a excepción de Las crónicas de Narnia, que son una caca y no pude pasar del segundo volumen). Vamos, por lo menos así lo veo yo.

Sin embargo, Los magos tiene un gran handicap: el autor es incapaz de crear tensión o misterio, a pesar de que sí hay uno. A lo largo del libro dejan caer incógnitas, pistas, pero Lev Grossman o bien no sabe o bien no quiere desarrollar el misterio, las ganas de saber. Por ejemplo, desde el principio insinúa que ocurre algo con Alice que, a pesar de ser la alumna más aventajada del curso, tuvo que acudir al examen por su propio pie ya que no la citaron. Pues bien, nos cuentan la historia y, además de encajar perfectamente, está bastante bien, pero desaprovecha el sacarle intriga y nos la hace saber de una forma bastante tonta: gracias a los cotilleos del personaje de Janet.

Otro ejemplo es la trama principal. Sí, nos van indicando cosas como que la paramédica esconde algo, que el libro de Fillory importa, que La bestia que aparece en la universidad de repente tiene algo que ver... Y, aún así, queda todo como en un segundo plano porque el autor prefiere seguir ahondando en Quentin, en su aprendizaje y en como sigue viviendo en casi depresión porque cree que siempre hay algo que le espera, aunque cuando lo consigue, vuelve a esperar algo más. Por cierto, la resolución de esa trama es bastante predecible, pero, bueno, no es una novela al uso y creo que Lev Grossman pasa del misterio, xD.

Uno de los puntos más fuertes que tiene Los magos, en mi opinión, son los personajes. Yo es que no suelo prendarme de los protas, así de rara soy, pero creo que Quentin puede llegar a resultar un cansino: siempre deprimido, sin apreciar lo que tiene... Yo prefiero a Alice y a Eliott. Ella, por un lado, es una chica tímida que se va abriendo poco a poco y acaba resultando ser el personaje más fuerte, adulto, maduro y valiente de todos. Él, por otro, es el más listo de todos, un tanto narcisista a pesar de tener la mandíbula deforme, un borracho, pero, además de unos puntazos acojonantes, suele usar el coco hasta en las peores situaciones y, para mí, eso mola un montón.

Resumiendo, una novela de fantasía atípica donde apenas hay acción, pero tiene algo que la hace interesante, distinta, rara... Y creo que por eso me ha gustado tanto ^^

Por cierto, estuve echándole un vistazo al blog de Lev Grossman y ha escrito que se encuentra escribiendo la continuación. Ainss, hay que ver el ojo que tenemos Miki y yo para dar con sagas sin pretenderlo... Ainss... xD.

PD: ¡Ya hay fecha oficial para la publicación de Dance with dragons! ¡Por fin! Ahora, por favor, que los directivos de HBO aten a George R. R. Martin a un ordenador para que escriba el sexto volumen de Canción rapidito, xD. Ah, además, según leí en Vía news, Gigamesh les informó que ya llevaban tiempo trabajando en la traducción para poder publicarlo en España cuanto antes *0*

PD2: Ya sabéis, mañana colgaré la crónica de El barco, que me voy a poner a escribir ahora ^^U