Ya os hablé una vez de una maravillosa serie titulada Almacén 13, cuya reseña podéis leer aquí si os interesa. También os hablé del especial navideño que va al margen de la trama en el recopilatorio de episodios navideños. Pues bien, hace un rato me he terminado la segunda temporada de Almacén 13 que ha sido fantabulosa y todavía mejor que la primera.
A partir de aquí, claro está, hay spoilers a mansalva. Allá vosotros si continuáis leyendo :) En caso de que tengáis en mente verla, hacedme caso y pasar de esta entrada.
En el primer episodio se arreglaron todos los cliffhangers pendientes de la primera: Artie no moría porque alguien le había colocado el fénix que te hacía inmortal, Leena resultaba ser buena y actuaba a favor de McPherson porque ésta la controlaba con La perla de la sabiduría.
También cerraron tramas, abriendo otras nuevas. McPherson hacía liberar a un misterioso personaje, también seguía interesado en el monísimo Joshua, hermano de mi adorada Claudia y por fin sabemos qué quería en este caso: lograr algo del centro de investigaciones donde Joshua trabaja. Al final del primer episodio, cuando va a explicar los motivos de liberar a quién libera, éste le asesina y, ea, adiós villano de la primera, hola villano de la segunda.
¿Quién es el misterioso personaje que libera McPherson? ¡El mismísimo H. G. Wells! Sí, el autor de La guerra de los mundos, entre otros famosos títulos. Sin embargo, no es precisamente el hombre bigotudo que tenéis en mente, ése es el hermano de Helena G. Wells, agente del Almacén 12, que le servía de cara para poder publicar. ¿Es total o no?
He de decir que H. G. Wells es un villano muchísimo mejor que McPherson, ya que no terminas de saber por dónde va, es muy impredecible o, por lo menos, a mí me lo pareció. Pronto entabla una relación con Myka un tanto especial, logrando ganarse su confianza y, con ella, la vuelta a la categoría de agente. Gracias a esa relación (un poco ambigua, por cierto) descubrimos que H. G. Wells tuvo una hija que fue asesinada y, claro, yo estaba convencida de que era mala, malísima y lo que deseaba era resucitar a su hija. Pues no. Adiviné que era mala (estaba cantado, btw), peeeero no me podía ni imaginar que buscaba una nueva edad glacial para purgar el mundo.
Y es que H. G. Wells se obsesionó con el viaje en el tiempo para salvar a su hija (¡me encanta, me recuerda tanto a su novela!) y, por eso, pidió ser congelada: para poder ver el futuro. No obstante, no se encuentra la utopía que creía y decide crearla a lo bestia, vamos. Sin embargo, Myka logra detenerla al hablar con ella, aunque, claro, la pobre Myka se ha quedado traumatizada y cree que todo es culpa suya y acaba renunciando, creando el cliffhanger de cara a la tercera.
Otro detalle chulo que han tenido han sido los inventos de H. G. Wells que eran la leche, a destacar el precioso episodio de la máquina del tiempo, donde recuperan el personaje de Rebecca, una antigua agente que se retiró tras la muerte de su novio, Jack, otro agente. Rebecca quiere encontrar un objeto que no llegó a localizar cuando era agente y que, curiosamente, fue el caso que la llevó a enamorarse de Jack cuando, tras despertar de 22 horas donde no recordaba nada, éste la besó.
En ese episodio H. G. Wells parece ser buena y deduce lo que ocurrió: alguien usó la máquina del tiempo que ella creó. Wells explica que el viaje en el tiempo físico es imposible, pero que descubrió la manera de realizar el viaje de manera mental, por lo que el cerebro de una persona viaja hasta ocupar el cuerpo de una persona de la época durante 22 horas y pico.
Así, tras encontrar una cinta protagonizada por Pete en el cuerpo de Jack y Myka en el de Rebecca, descubren que tienen que usarla. La cinta, por cierto, era la leche, sobre todo con Pete y sus tonterías... Hay que ver cuánto se gusta este hombre y que pavo es casi todo el tiempo, xD.
Al final nada es lo que parece: el supuesto malo es la víctima y no el hombre despreciable que nos hacen creer al principio, nos demuestran una vez más que no se puede cambiar el pasado y todo encaja perfectamente. Y, aunque me reí un montón con Pete y Myka en el pasado, luego se me saltaron las lágrimas con el final del episodio: Rebecca se está muriendo y ha acudido a ellos para resolver el caso antes de morir. Pues bien, cuando Pete y Myka vuelven (y casi no lo logran porque la máquina del tiempo casi se peta), ella pide usarla para poder ver a Jack una vez más.
H. G. Wells le avisa de que puede usarla, pero morirá porque la máquina no podrá traerla de nuevo, pero a Rebecca no le importa. Por eso viaja, se reencuentra con Jack que acaba de despertarse, le besa y justo entonces ocurren dos cosas: la Rebecca actual desaparece porque la de aquella época ocupa su lugar y Jack justo en ese momento se da cuenta de cuánto la quiere y le da ese primer beso que la enamoró. ¿A qué todo es súper bonito y súper triste? T__T
Otra de las razones por las que amo la serie son los actores invitados, casi siempre teniendo algo que ver con otras series geniales: que recuerde ahora mismo hemos tenido a David Anders que estuvo en Héroes y ahora es John Gilbert en The vampire diaries (justo es el supuesto malo del epi que he dicho antes), a Sidney Fox de Cazatesoros, a Fargo de Eureka y, sobre todo, ¡a Sexy Mark Sheppard! Sólo por su presencia ya la amo. Es que, además, ¡hace de bueno! ¡Yupi!
Hablando de Fargo. Yo vi algún capítulo suelto de Eureka y no me desagradaba, aunque no me he puesto a verla. Sin embargo, el episodio crossover estuvo muy chulo, sobre todo porque los personajes de Claudia y Fargo desarrollaron una química muy interesante. Vamos, que porque cada uno está en una serie, pero no me importaría nada que se liaran, que son súper monos.
Y, para terminar, hablaré del los dos episodios finales una vez más. Ya os he dicho que H. G. Wells juega al despiste y que al final es la mala, pero la tía se casca un pedazo de plan del copón: se hace agente del Almacén 13 porque ha encontrado el Almacén 2 (que se perdió cuando Roma se metió en Egipto y los agentes del lugar decidieron enterrarlo para que los romanos no lo alcanzasen) y necesita entrar en él. Para lograrlo, hace que unos chavales lo activen y, así, ellos tengan que ir a desactivarlo. Brillante cuánto menos la tía.
Por un lado, Pete, Myka y H. G. Wells van a Alejandría donde se reúnen con Benedict Valda, que es Sexy Mark Sheppard, el experto en el Almacén 2. Los cuatro van a dicho almacén y todo es muy Indiana Jones, lo que mola cantidad, hasta que para pasar una prueba uno de ellos debe morir y... Valda se sacrifica. ¡Mierda! Ya he tenido que soportar la muerte de Sexy Mark Sheppard en Supernatural y aquí también, ¡dejad de matarle, coño!
Durante ese episodio, al fin, descubrimos algo más sobre la misteriosa señora Frederic: es la cuidadora del Almacén 13. También nos enteramos de que cada almacén y su cuidador tienen una relación muy estrecha, como si el cuidador fuera un ordenador al que el almacén le envían datos. Cuando despierta el Almacén 2 busca al suyo, pero lo único que encuentra es a la señora Frederic y, claro, tantos datos pueden con ella y van a matarla.
Al final Pete y Myka la salvan, claro, (con la ayuda de Valda que se sacrifica para ello, snif, snif) pero lo interesante es que llega un momento en que ocurre lo siguiente: si la señora Frederic muere, el almacén lo hará con ella, así que deben pasar la relación de la señora Frederic a otro... ¡A Claudia! La pobre Claudia acepta porque no tiene otra, pero, vamos, que no quiere y cree que se libra cuando la señora Frederic se recupera. Sin embargo, le dicen que cuando llegue el momento, estará preparada para ser la cuidadora.
La pobre Claudia, acojonada, va en busca de Artie para pedirle consejo. Artie la calma explicándole que no se preocupe, que tendrá la vida que ella desea y que nada ocurrirá si ella no quiere. Hasta ahí todo bien, pero entonces la abraza y... ¡Pone un careto de culpabilidad que te cagas! Vamos, que le ha mentido, y será por qué Claudia es mi personaje favorito, pero el tema me intriga que no veáis. ¿Claudia está destinada a suceder a la señora Frederic? MUY fuerte.
Pues eso, que en general me ha parecido una temporada todavía mejor que la primera: el buen rollo entre los personajes es adorable, los casos me han parecido mucho más chulos y adoro el frikismo, ya sea en las continuas referencias de los personajes como en los objetos.
En verano estrenarán la tercera y ya sabemos que han fichado a Aaron Ashmore para encarnar al agente que sustituirá a Myka y, digo yo, está claro que Myka volverá, pero, ¿qué pasará con Aaron? ¿Desaparecerá? ¿Será el malo de la tercera temporada? ¿Lo harán fijo? No sé, pero que estrenen ya la tercera temporada y... Ah, si por mí dependiera, rescataría el Almacén 2 donde Valda seguiría vivo :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario