Antes de comenzar, aclarar que esto no es el análisis del último episodio de El barco, que publicaré mañana y que, de hecho, todavía no he escrito ^^U Es más bien un análisis de la temporada entera, que me ha dejado un sabor agridulce, aunque creo que mucho más positivo de las críticas que he leído en tuiter.
Dejemos las cosas claras: soy la primera en decir que El barco tiene un serio problema en lo que de verdad importa, los guiones. En general, tiene un gran reparto, tiene presupuesto, unos decorados alucinantes, buena fotografía y buen director, además de una buena premisa. Con todo eso debería haberles salido una gran serie, pero se queda en una serie más bien del montón.
No me entendáis mal. Me gusta mucho El barco, lo veo todas las semanas y desde el principio ha conseguido engancharme. No es como, por ejemplo, Ángel o demonio que nunca lo ha logrado, a pesar de que sus guiones son mucho más coherentes. Bueno, dado que la van a finiquitar, me esperaré a otro día a hablar de ella.
Ya lo he dicho más veces, porque soy una pesada, pero lo repetiré una vez más. En mi opinión la mayor pega de El barco es la nula capacidad para hilar de los guionistas. No han sabido ni pillarle el ritmo, ni que confluyan las situaciones. Se han apresurado a liar a todos con todos ahí, a lo loco, cuando las relaciones deberían cocinare a fuego lento.
Por poner ejemplos dentro de la serie. El triángulo entre Palomares, Vilma y Piti ha mantenido un buen ritmo: ha habido escenas monas a lo largo de los trece episodios que, poco a poco, han ido aumentando en intensidad hasta desembocar en este último episodio donde prácticamente los dos se han declarado. De Vilma por el momento no sabemos nada: si le gusta uno, duda o ninguno. Y si me pongo a pensar como la escritora que me gustaría ser, aplaudo a los guionistas por eso: siempre hemos visto los sentimientos de ellos y no los de ella, así que, sin prisa, dejándolo para la próxima temporada y para que Vilma siga siendo coherente.
En el lado contrario tendríamos al otro triángulo, el formado por Gamboa, Ainhoa y Ulises. Es el ejemplo perfecto porque toca absolutamente todos los defectos de la serie. En primer lugar, el ritmo: ni siquiera se ponen de acuerdo. En los dos primeros episodios vemos a Ainhoa y Ulises acercándose, vemos que se gustan, pero, oh, esperad, no vayamos tan deprisa que una serie juvenil sin relación imposible no mola. Entonces, así de pronto, Ainhoa se lía con Gamboa, el malo maloso del Estrella polar que, para más INRI, intentó matar a su padre.
Vale... En serio... ¿De verdad se piensa alguien que somos taaaaan cortos de creernos esa historia?
Yo siempre he creído que los guionistas querían poner trabas a la relación de Ainhoa y Ulises con Gamboa. Y, bien, no me parece mal. Quiero decir, prácticamente ya está todo inventado y hacer que el espectador anhele que dos personajes estén juntos es algo típico. Ahora bien, hilar bien, por favor. Es cierto que, a priori, lo tenían difícil porque Ainhoa y Ulises no tienen nada en contra como, por ejemplo, tienen Sandra y Culebra de Los protegidos (ella no le puede tocar) o Sara y Lucas de Los hombres de Paco (la diferencia de edad y la implicación con la familia de ella), pero eso no justifica que nos tomen tanto el pelo con los personajes.
Y es que convierten tanto a una como a otro en bipolares, por no decir directamente anormales de carrito (que diría Don Lorenzo): la niña buena y comprensiva se enzarza en una relación amorosa con el que ha intentado asesinar a su padre, mientras que el héroe de la historia se embarca en una relación que no va a ningún lado con Julia Wilson. Aún se puede entender la situación de Ulises, aunque si tan enamorado está de la otra y tan romántico es y tal no entiendo qué hace con Julia. Pero es que la situación en que los guionistas dejan a Ainhoa es de chiste.
Yo escribo novelas y relatos y no soy profesional, de hecho soy bastante mediocre, pero no dejo de machacarme los sesos hasta hallar la forma de que un personaje está en la situación que quiero sin que pierda su coherencia. Es decir, que me parece muy bien que quieras que Ainhoa esté con Gamboa para retrasar el clímax entre ella y Ulises; también me lo parece que Gamboa sea el malo, malísimo, pero lo que no me parece bien es que se vaya a lo fácil saltándose la coherencia del personaje. Joder, hay formas de lograr que Ainhoa esté en esa situación sin llegar a convertirla en una idiota bipolar.
Por otro lado, creo que los guionistas se limitan demasiado al desastre de la semana. Han tenido desastres realmente interesantes, como los pájaros o la niebla, que daban juego y que estaban bien planteados. No obstante, se empeñan en que solucionar el desastre en un solo capítulo y esa decisión muchas veces les ha perjudicado. El episodio de la niebla les quedó casi redondo hasta el final, donde ni siquiera se soluciona el tema, la niebla desaparece y, hale, todos tan contentos. No sé, si lo hubieran alargado a un arco de dos episodios creo que habría tenido un final digno, que lo habrían sabido solucionar.
Esos son los defectos que yo le he visto a El barco, aunque he leído unos cuantos más con los que no estoy de acuerdo.
En primer lugar, me parecen excesivas y muchas veces crueles las críticas a Valeria. ¿Qué la niña no es la mejor actriz de la serie? ¿Qué no es tan buena como lo son los niños de Los protegidos? Vale, sí, es cierto, pero tampoco lo hace mal. Además, la pobre apenas tiene papel y cuando lo tiene es por algún motivo. Por ejemplo, a mí no me parece mal que sea ella quien descubra a Gamboa, ¿por qué no? Gamboa en el primer episodio tuvo un desliz con ella sin darse cuenta y, llegado el momento, Valeria se lo cuenta a Ulises en quien sí confía.
Valeria no es Paula 2, por mucho que la gente se empeñe en compararlas. Es cierto que tanto Paula como Evelyn al final de El internado hartaban, pero antes a muchos se nos caía la baba con ellas. Coño, a mí Evelyn al principio me encantaba. El problema que le vi a estas dos es que siempre, absolutamente siempre, tenían una línea argumental para ellas solas y ya llegó un momento en que cansaba. Valeria, sin embargo, apenas tiene trama, así que, vamos, yo no la tiraría por la borda ni nada así.
Y es que creo que ése es el principal hándicap de El barco, que la vendieron como la sucesora de El internado y no lo es. El internado era una serie de misterio, El barco es una serie de aventuras. No es lo mismo. El internado se basaba principalmente en el misterio del Laguna negra, que tenía más de una vertiente (Fermín y las obras de arte, los chicos con los huérfanos...) y todos los personajes actuaban entorno a ese misterio.
Sin embargo, El barco no es así. El barco no se basa en el proyecto del acelerador de partículas, éste sólo es una excusa para situar a los personajes dentro del Estrella polar, aunque sí que hay misterio detrás. La diferencia radica en el enfoque: El barco no está enfocada como una serie de misterio, los personajes ni siquiera conocen que hay algo detrás de todo (bueno, los implicados sí, pero esos no van a luchar por resolver nada), así que se limitan a vivir.
Por eso, las tramas de la serie no me parecen de relleno. Por supuesto, que prefiero cuando la trama en cuestión conlleva algo del misterio como, por ejemplo, los flashbacks de Burbuja y de Julia Wilson o la búsqueda del camarote 31 por parte de Burbuja, Palomares y Piti. En cuanto a las otras, pues ya depende de quiénes sean los personajes implicados: quiero decir, a mí Piti me gusta, entonces prefiero verle a él pasándolo mal porque no se le levanta el mini-Piti que a Ramiro pidiendo que se juzgue a Ulises porque, personalmente, paso de los dos.
Es decir, que no me ha parecido que durante la primera temporada hubiera relleno o, por lo menos, yo no lo considero así. Para mí el que los personajes se relacionen, vivan sus aventuras, sus peleas y tal también es trama y me interesa. Eso sí, siempre con moderación, que una cosa es que se vayan haciendo amigos, que se vayan liando y otra cosa es el putiferio descarado que es a veces El barco.
Por otro lado, agradezco muchísimo que no se tomen la trama a la tremenda, que es otra de las críticas que ha recibido. Si todo fuera un dramón siempre, si estuvieran sufriendo y llorando por las esquinas sería un coñazo, aburriría. De hecho, es lo que me ocurre con otras series actuales como La república o Ángel o demonio, que se toman tan en serio a sí mismas, que son tan dramáticas, que no las disfruto y acabo pasando de ellas.
Por lo demás, creo que han ido sembrando pistas, que hay una historia detrás, así que espero que le den más cancha. Como ya he dicho, no me importan las tramas cotidianas, pero creo que tienen una gran historia detrás (sólo hay que ver el último flashback de Julia) y que deberían hallar un equilibrio entre todos los ingredientes del cocktail. Está bien tener humor, tener amor, drama, aventuras con desastres incluidos y misterio, pero deberían encontrar un punto medio entre todo ello y desarrollarlo más calmadamente y con más cuidado.
Y ya para acabar decir que no todo lo que ha ofrecido El barco ha sido malo, de hecho ha tenido varios aciertos. Para mí el principal es el personaje de Burbuja, interpretado magistralmente por Iván Massagué, que lo hace tan, pero tan bien, que se distingue perfectamente cuándo es Burbuja y cuándo es Roberto. Me parece muy interesante el que sea un personaje tan inteligente, pero, al mismo tiempo, con la personalidad de un crío a causa del accidente que sufrió; también me lo parece el que nos sorprendieran con esa vuelta de tuerca que es el pasado de Roberto y espero que en la segunda temporada ahonden más en él.
Otro acierto es Vilma, siendo un personaje bastante original, aunque, a priori, no llame la atención como podrían hacerlo otros. Vilma tiene las cosas claras, sabe perfectamente cómo es y lo que necesita; un ejemplo sería la elección de Piti como padre de su bebé. Sí, me encanta la parejita, pero creo que si se lo pidió a Piti no fue por ningún motivo romántico, si no porque lo necesitaba para continuar con su embarazo.
Hablando de Piti, él también me encanta. Es básico, metepatas, pero no es idiota, ya lo demostró en El hombre de Liverpool no sólo pensando, sino siendo el más prudente. Me ha gustado mucho cómo han llevado su evolución: de salidorro y pesado hasta el tontín enamorado que se declaró ayer. Y como no hay dos sin tres, decir que Palomares me sorprendió muy gratamente. Desde que leí que sería un cura pensé: uhh, mal rollo. Pero no. Palomares es un cielo de persona, sensato y un poco la brújula que necesita el resto de la tripulación, pues todos acaban recurriendo a él... Salvo De la Cuadra, que sólo le puteó, aunque me tronché con esa trama.
La relación entre el Capitán Montero y De la Cuadra también me gusta mucho. Será que yo soy rara, pero me parece muy tierna y no me recuerda a otras amistades de la casa Globomedia como Diego y Fiti de Los Serrano o Paco y Mariano de Los hombres de Paco. Básicamente porque el matrimonio (como yo les llamo) no son ni liantes, ni tontos y, de hecho, suelen llevar cierta carga dramática encima, aunque muchas veces empleen a De la Cuadra como alivio humorísto.
Y, por lo general, he de decir que disfruté cada episodio, a pesar de sus fallos. Creo que ese es su principal encanto, que me entretenía como no lo hacen otras series. Me he reído con El barco, me he emocionado con ciertas escenas, han tenido algunas muy bien hechas y, aunque no es todo lo que podría llegar a ser, no pierdo la fe en que mejore en su segunda temporada.
PD: Mañana subiré la crónica del último episodio.
PD2: Las fotografías las he sacado de Pizquita.
Vaya curre de crónica, me ha encantado leerla aunque NO he visto El Barco. Miento, he visto los dos últimos episodios en modo distracción, porque no me ha quedado más narices. El caso es que me encandiló Iván Massagué y... poco más. No habría sabido cómo expresar qué le falta a El Barco, pero creo que tú lo has explicado perfectamente. Es todo tan cuadriculado... La persona con la que lo veía, que quería ponerme en antecedentes, me dijo: "Mira, esto es sencillo. En cada capítulo pasa algo muy malo. Al final, el tonto o el cachas lo arreglan. Punto".
ResponderEliminarLa relación entre los personajes de Mario Casas y Blanca Suárez me pareció bastante absurda y falta de química, luego está Marina Salas, que es fantástica siempre, haga lo que haga. El curita es gracioso, y el personaje de Irene Montalá es demasiado Rebeca (o igual sólo se me antojó a mí y no tiene nada que ver).
De todas formas, confieso que leyéndote me ha entrado el gusanillo de verla completa. Igual me animo y aprovecho el parón para ponerme al día.
cuanta razon tienes!!!!!! madre mia, si los guionistas siguieran tus puntos de vista, seria una serie 10!!!!!! jajajaja y ya si tiran a super ulises por la borda lo bordaban ¬¬
ResponderEliminarChiqui, desde aquí te digo que Iván Massagué es lo mejor de El barco. Burbuja es un personaje muy, muy trabajado, es adorable y divertido y tiero y listo, pero luego tiene ese pasado oscuro e Iván clava a los dos, en serio. No sé si acabarás viendo la serie, pero el episodio de los flashbacks de Burbuja te lo recomiendo sólo por verle a él, que es alucinante ^^
ResponderEliminarPor cierto, has dado totalmente en el clavo con la palabra. El barco es cuadriculada a tope y, sí, con ese esquema se resume su estructura y, vamos, yo creo que si saldrían de ahí mejorarían.
El personaje de Irene Montalá no se parece en nada a Rebeca, ojalá. Es otro de los personajes bipolares, con la diferencia de que a veces está muy bien y otras es vomitivo. Vamos, que cuando es en plan científica con un pasado oscuro y secretos mola, pero cuando se pone en plan carpetera con el Casas... Psschhh. Caca. De todas maneras es que Mario Casas me recuerda un poco a Ana de Armas porque los dos estropean al compañero: Martín Rivas actuaba muchísimo peor con ella que con Marta Hazas y la pobre Blanca Suarez no puede hacer nada con él, salvo comérselo. La pareja sosa, absurda, falta de química... Yo siempre diré que Blanca tiene muchísima más química con su padre y hermana.
Eva, que sepas que me has puesto colorada, xD. Pero, eh, apoyo tu moción de tirar a SuperUli por la borda, ¿quedamos y nos vamos a Valencia a hacerlo nosotras mismas? xDDD.
jajjaja yo tampoco vi nunca el barco... y quería eh? Pero los astros no me dejan... primero poniendome al Señorito el mismo día y ahora con los misterios de Laura, que es un poco parida, pero me encanta xDD
ResponderEliminarLo mismo cuando acabe esta oleada de series que vienen (en serio, es demasiao... doctor mateo, la que se avecina, los quién, los misterios de laura, hispania, fisica o quimica, house...) me la veo onlain a ver si pillo luego la segunda temporada sin que me coincida nada interesante xDDD
Será la primera vez que vea una serie en la que sale Mario Casas y me apetece poco, pero lo ignoraré xD
Simplemente,decirte que coincido contigo en todo. :)
ResponderEliminarTambién mencionar a la pareja De la Cuadra-Salomé,que aunque no sean mis preferidos,me parecen muy monos.^^ Los veo una pareja con sentido, con una historia bonita y que todos los episodios conservan la personalidad que les caracteriza.
PD:Espero impaciente tu crónica del capítulo. Especialmente los momentos Picamares *.*
Andrea, yo también veo Los misterios de Laura, ¡me encanta! (Y me encanta Martín también, jeje) Bua, la verdad es que ahora las van estrenando seguidas, aunque se agradece: prefiero eso que esperar casi un año como ocurrió con Los protegidos >_<
ResponderEliminarSilvia, tienes razón con la pareja De la Cuadra-Salomé, además los dos actores son muuuy buenos. El problema vendrá en la segunda temporada porque se avecina drama entre ellos... Dios, es que es pensar en De la Cuadra y agobiarme porque sé que lo voy a pasar fatal con él, que le adoro.
Vuestro blog me sigue boicoteando y me ha borrado un comentario currado y sesudo así que ahora tendré que resumir, grrrr
ResponderEliminarHe leído otras críticas que ponen muy mal la serie, sobre todo por los guiones y a mí me ha dado por preguntarme cómo es posible que los guionistas de las series españolas en general sean tan malos cuando cobran por ello: la coherencia brilla por su ausencia y/o repiten el mismo esquema en todas las series que van dirigidas a la misma audiencia.
Igual ha sonado un poco duro, pero yo conozco gente que escribe fics o historias originales en su tiempo libre y se lo curran mucho más, pero MUCHO más.
(Por cierto, soy laija99, otra vez)
Ohh, laija, a mí eso también me ha pasado más veces no sólo aquí, sino en otros de blogger y mira que jode, ¿eh? ¬¬U
ResponderEliminarYo no creo que los guionistas españoles sean malos en general. Sí, es cierto, El barco falla mucho en los guiones, pero hay otras series donde no es así. Por ejemplo, sin irnos de Antena 3, Los protegidos tiene unos guiones muy, muy buenos y, además, a medida que pasan los episodios mejoran. En cuanto a lo de que repiten el mismo esquema, es cierto que hay series que lo hacen (ahora mismo te diría El barco y Ángel o demonio), pero hay muchas que no lo hacen. No sé, creo que ahora mismo hay buena ficción en España: Águila roja (a pesar de sus lagunas), Doctor Mateo, Los Protegidos, Gran reserva... Otras ya acabadas como 7 vidas, El internado o Los hombres de Paco...
Sí que coincido contigo en que hay gente que escribe en su tiempo libre y se lo curran mucho y tienen mucho talento. De todas no sé si será más fácil escribir tu propia historia que una serie: es decir, cuando yo escribo una novela, soy yo la única en decidir, mientras que en una serie es un equipo y ponerse de acuerdo tiene que ser jodido.
Nada, que seguimos igual.
ResponderEliminarLaija99:
Supongo que mi opinión tampoco está muy fundada ya que no veo muchas series españolas (aunque la verdad es que no las veo porque me aburren, me dan pena o directamente no me llaman), pero sí que es cierto que en los últimos años la cosa ha mejorado muchísimo, aunque si lo comparas con la calidad de las series de fuera te dan ganas de llorar (quizás ese sea también mi problema, que las comparo constantemente).
Por otro lado decir que Los Protegidos, que me encantó la 1ª temporada (soy super-fan de Lucas), ha tenido una 2ª temporada que me ha aburrido mucho por el tema del triángulo amoroso cansino ese. Precisamente este es un ejemplo de lo “repetitivo” de las series que os decía: Culebra y Angel sin camiseta constantemente, escenas calcadas en cada capítulo (Sandra se mosquea con Culebra por culpa de Angel, Angel se queda mirando con cara de malvado pero no hace nada de nada, etc). Supongo que me fastidia porque así han conseguido una trama superlenta y además me han robado minutos de escena de Lucas y los demás, que sus historias siempre me han gustado más.
Pero yo espero que la cosa siga mejorando. Y que conste que para apoyar la ficción nacional he ido a ver al cine Aguila Roja, que también me gusta mucho la serie, ea!
Yo nunca he entendido la fijación de comparar las series españolas con las americanas (luego nos olvidamos de las series de otros lugares: por ejemplo, los doramas suelen durar una hora de duración; algunas series británicas son tirando a cutres (Robin Hood, Merlín al principio) y cuando he visto versiones italianas de series españolas se las ve también cutrecinas). Esa es otra, las series españolas se exportan incluso a EEUU, así que algo tienen que tener ^^
ResponderEliminarEn cuanto a Los protegidos. A mí la segunda temporada me ha gustado muchísimo más, a pesar de contar con el triángulo. No me gustó nada el triángulo, además, como dices resultaba repetitivo, pero es algo con lo que siempre juega la ficción: el mantener a las parejas separadas. Mira a Brennan y Booth en Bones que siguen sin liarse, Ross y Rachel en Friends estuvieron 10 temporadas dándole vueltas al tema, en Chuck alargaron la situación tres temporadas... Vamos, que desgraciadamente es un recurso muy utilizado en las series y no sólo en las españolas.
Y aunque la trama del triángulo, además de lenta, me ha parecido funesta para el personaje de Sandra (aunque Culebra ha salido fortalezido), creo que han tenido una trama más concentrada que en la primera temporada. Vamos, que Jimena ha estado investigando, hemos descubierto cosas, han abierto interrogantes, se ha avanzado en temas como el Mario-Jimena. Que me ha gustado mucho y que, bueno, les perdono lo de Sandra-Culebra porque es la única trama que repiten: Jimena se ha reencontrado con Blanca, han ventilado a Ángel...
Jo, y yo sigo sin ver la peli de Águila roja T0T ¡Y quiero! Te envidio ¬¬U xDDD.
Pues yo con agulia roja tengo un grave trauma: Cuando jugamos a rol en vivo siempre hay alguien que viene a preguntarnos si estamos rodando algun episodio (o en su dia la pelicula)
ResponderEliminarRaquel, tú les dices que sí y a firmar autógrafos. Yo con Águila roja tengo el problema de que estoy hartísima de la pareja protagonista, no puedo con Gonzalo/Margarita, yo liaba a Gonzalo con Satur y me quedaba tan pancha, xDDD.
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