Generalmente Glee no es una serie a la que le pida demasiado, a mí con tal de que los cuarenta minutos me entretengan y los números musicales están bien hechos, me sirve. Glee tiene algo que engancha, algo que hace que me guste, pero no es precisamente el paradigma de la calidad.
Lo que sí les pediría es que dejen de cambiar la personalidad a los personajes a su conveniencia y que ignoren lo sucedido en episodios anteriores. Es decir, me estoy chinando y mucho con el triángulo amoroso surgido de la nada entorno a Rachel, Finn y Quinn.
Pongámonos en situación. Por un lado, Finn y Rachel estuvieron una primera temporada con encuentros y desencuentros (nada nuevo) hasta que, al final, estuvieron juntos. Esa situación se alargó durante la primera parte de la segunda temporada. Entonces Rachel se enteró de que, antes de estar con ella, Finn se acostó con Santana y decidió hacer, en mi humilde opinión, una cosa excesivamente cruel: se enrolló (nada de frungimientos) con Puck, chico con el que Quinn engañó a Finn en la primera temporada. Finn, entonces, mandó a la mierda a al señorita Berry y yo le entendí porque ésta metió la pata hasta el fondo.
Por otro lado, teníamos a Quinn. La pobre Quinn siempre fue un personaje maltratado, su historia era la más dura con diferencia: se acostó con el mejor amigo de su novio, se quedó embarazada, la echaron de casa... Ni siquiera aprovecharon la química que tenía con Puck, el padre de su bebé (historia de la que han pasado olímpicamente en esta temporada). Tampoco cantaba mucho porque, admitámoslo, si no eres Lea Michele (o, en su defecto, Matthew Morrison o Darren Criss) en Glee casi no cantas; además, cuando le tocaba alguna canción siempre era más bien sosa.
Sin embargo, a mí Quinn me gustaba mucho. Me parecía que tenía una gran evolución: de típica animadora zorra a una chica más dulce y centrada. Pero, claro, ¿para qué queremos evolución, no? En la segunda temporada prácticamente pasó desapercibida cuando, por ejemplo, podrían haberle dado más bombo y alargar más la relación con Sam en vez de liarlos casi a los cinco minutos.
Vale, hasta ahí bien.
Ahora es cuando deciden liar las cosas y los guionistas o bien no saben o bien no les da la gana molestarse en hacerlo. De repente, Quinn se olvida de todo el bagaje a sus espaldas: de lo que pasó, de sus nuevas prioridades, de los errores que había asumido... Y se dedica a ser animadora por encima de todas las cosas y, todavía peor, a engañar a Sam con Finn. Y, vale, mira, aún me puedo tragar que Quinn piense que Finn ha sido el mejor chico con el que ha estado, que fue idiota y que quiera darse una oportunidad con él, pero lo que no me trago por nada del mundo es la situación de Finn.
Se supone que Finn sigue enamorado de Rachel, pero que no puede estar con ella porque sigue dolido por el engaño. Vale, perfecto. Entonces... ¿Por qué cojones está con Quinn cuyos engaños fueron mucho peores que un par de besos? Al fin y al cabo, Quinn le hizo creer que era el padre del bebé y que se había quedado embarazada porque se bañaron juntos en el jacuzzi.
Es que, a ver, Finn nunca ha sido un chico excesivamente espabilado, pero sí que ha sido alguien más o menos honesto al que no le pega ni engañar a Sam (por mucho que no sean amigos) ni estar mareando la perdiz con Rachel de esta manera. Y es que de nuevo tenemos el caso de guionistas que quieren poner a personajes en determinadas situaciones y acaban haciendo que parezcan bipolares: vamos, que quieren que esté con Quinn, pero que el tema con Rachel siga ahí con miraditas y escenas monas. Poneos de acuerdo, coño, que está jugando con ambas y no es propio de él.
Yo os juro que no sé interpretar eso: ¿zumbaron o no? Sinceramente, creo que no porque...
¡Finn lleva hasta calcetines! xDDD.
¡Finn lleva hasta calcetines! xDDD.
De hecho, en el capítulo 16 la malicia de Finn parece no conocer límites: está con Quinn, pero no quiere que Rachel se entere para no desestabilizarla y, así, ganar las regionales. Claro que sí. ¿Es así como queréis que deseemos que estén juntos? Pues vais listos, guionistas, y es una mera cuestión de lógica.
Ahora, eso sí, he de partir una lanza a favor de Quinn.
En el episodio 16, Quinn deja muy claro que estar con Finn sólo es parte de su plan para ser reina del baile (tópicos al poder, ¿eh?) porque, claro, Finn es el capitán del equipo de fútbol. Quinn, entonces, se percata de que sigue habiendo tema entre su novio y Rachel, así que decide mantenerse cerca de ésta siguiendo la máxima de mantén cerca de tus amigos, pero todavía más a tus enemigos. Por eso, no sólo apoya a Rachel con su idea de cantar canciones originales en las regionales, sino que se ofrece a ayudarla.
Quinn reflexionando sobre el tema y debe de ser importante porque hasta Buffy casi se lía
a hostias con Cordelia para ganar la corona, xD.
a hostias con Cordelia para ganar la corona, xD.
Y es entonces cuando yo le llevo la contraria al mundo. Me explico.
Cuando van a componer, Rachel (que ha visto a la parejita acordando esperar a las regionales para contar lo suyo) le pregunta a Quinn si son amigas y ésta dice que sí, aunque no parece demasiado convencida. Sinceramente, nunca las he visto como amigas, nunca han hablado y siempre han sido completamente opuestas y, seguramente, incompatibles (Quinn era MUY amiga de Mercedes, pero, claro, también se han olvidado de eso en esta segunda temporada). Rachel le pregunta sobre su relación con Finn y es entonces cuando, en un alarde de cruenta sinceridad, Quinn le abre los ojos.
En los foros y blogs que he leído le han hecho la cruz del gato a Quinn por hacer eso, pero a mí no me parece algo taan malo. Vale, a ver, sí que es cruel, pero, en realidad, todo lo que le dice a Rachel es verdad y creo que bueno para ella, además demuestra ser bastante realista. Es lo que Quinn dice. En el futuro, ella seguirá en ese pueblo, tendrá una familia (dice que con Finn) y a lo máximo que aspira es a ser una buena agente inmobiliaria, mientras que Rachel no está hecha para quedarse ahí y llevar ese futuro porque lo que Rachel siempre ha querido es ser una diva.
Admitámoslo, todos vemos a Rachel Berry cantando en Brodway, siendo una estrella. Por lo menos yo no la veo casada con Finn, relegada a una vida de ama de casa, mientras que a Quinn sí que la veo en ese papel.
Sí, Quinn se pasa tres pueblos, no voy a decir que no, pero al menos es sincera. Creo que Rachel necesitaba esa leche para salir del bucle en el que estaba metida: seguir a Finn como un perrito pensando en que todo iba a salir bien. Así no llegaba a ningún lado, ni siquiera lograba componer y después de la crueldad de Quinn no sólo compone la canción que necesitan para ganar, sino que parece que su actitud ha cambiado. Sólo espero que pase de perseguir a Finn, que pase de él, a ver si éste sale de esa estupidez en la que está metido... Por culpa de unos malos guionistas, por supuesto.
Quedan seis episodios de esta segunda temporada de Glee y los guionistas tienen la tarea pendiente de regresar a ciertos personajes a la normalidad, recuperar a los ausentes (¿alguien dijo Emma?), además de hacer que nos vuelva a interesar el Finchel, cosa que, ahora mismo, parece imposible. Mientras tanto, vuelven a dedicarle un episodio de Lady Gaga cuando los capítulos centrados en un cantante nunca terminar de funcionar... Si es que entre cameos, más y más personajes nuevos, episodios dedicados parece que no aprenden la lección.
PD: Tengo pendiente hablar de The good wife, una grandísima serie que, me entristece decir, he descubierto hace poco ^^
a mi quin tambien me gusta un monton y me jode lo que le han hecho los guinistas, se supone que esta temporada fuera mas madura ademas de que me encantaba essa amistad que tenia con mercedes, pero han vuelto a los origenes de quinn bitch que no es la faceta que mas em gusta de ella. Rachel no me gusta mucho pero me encanta cuando finn dice que esta enamorado de ella aunque por alguna razon tambien me gusta la quimca que tiene con puck.
ResponderEliminarA mí Puck me encantaba con Quinn, en la primera temporada tenían unas escenas súper bonitas (la de la harina, cuando él le canta Beth...), pero en esta temporada han pasado tanto del Quick como de la relación de Quinn y Mercedes ¬¬U
ResponderEliminarPero, sí, la dinámica entre Rachel y Puck también es guay, siempre recordaré ese pedazo de vídeo que se montón Rachel con Finn, Puck y Jesse (y con la aparición estelar de Santana y Brittany). MUY grande, xDDD,
A mi igual me fascina el personaje de Quinn, y se me hace de los personajes que mas ha sufrido (si no es el que mas hasta ahora) y a la vez tan incomprendido, tan maltratado y tan mal aprovechado, espero que le saquen mas provecho en esta temporada (tercera) aunque hasta ahora la cosa no apunta muy bien..expliquenme como paso lo de Pink Quinn version punk ?? xD en fin ...
ResponderEliminarLa verdad es que da pena que tengan a Diana Agron tan desaprovechada, es una actriz que me gusta mucho. De momento no me gusta cómo lo están enfocando, esa fijación que tiene en hundir a una Shelby que no se lo merece. Aunque, bueno, tengo la esperanza de que deje de estar tan perdida y mole.
ResponderEliminarLo de Quinn cantando Trouble de Pink era porque, además de que la letra le iba que ni pintada, Quinn llevaba el pelo rosa. Gran lógica por mi parte, xDDDD.