lunes, 17 de noviembre de 2014

Hija de humo y hueso

Llevo dos semanas con un gripazo de impresión, así que no he tenido muchas ganas de actualizar, pero espero recuperar el ritmo habitual de publicación estos días. Durante estos días, mi gripe (a la que debería ponerle nombre, por eso de que lleva dos semanas conmigo y ya como que pega bautizarla) y yo hemos retomado Greek (culpad a Scott Michael Foster por ser tan mono allá donde va) y ya he re-visto la primera temporada, así que me tocan las temporadas que no he visto... y sufrir con Cappie y Casey.

Mmm, tengo que dedicarle una entrada a contaros las maravillas de Greek, que tendrá un par de años, pero mola mucho. Pero, de momento, toca la reseña de los lunes y, como os dije la semana pasada, hoy tratará sobre Hija de humo y hueso de Laini Taylor, así que vamos allá:

Karou tiene dos vidas: por un lado, es una talentosa estudiante de arte que llama la atención debido a su pelo azul y a las fantasiosas historias que acompañan a sus dibujos; por otro lado, dichas historias no son eso, sino verdades, pues se crió en una familia de quimeras y que se dedica a trabajar para Brimstone, el traficante de deseos, que la hace recoger dientes por todo el mundo. Karou no sabe cómo acabó en la tienda de Brimstone, ni qué hace su padre adoptivo, ni siquiera por qué se siente vacía.

Cuando las puertas de la tienda son marcadas por unas misteriosas manos, la acción se dispara y Karou se ve separada de su familia, así que ella se propone hacer lo que sea para volver a reunirse con ellos. Eso coincide con la aparición de Akiva, un serafín que no tarda en verse fascinado por la chica.

De nuevo una historia de ángeles y demonios, pero es bastante diferente a otras que he leído, aunque haya ciertos elementos comunes. La verdad es que me resultó una novela muy original. Disfruté muchísimo del mundo que propone la autora, Laini Taylor, y eso que en esta primera entrega la información la va dando a cuenta gotas, manteniendo durante la mayor parte del mismo varias preguntas que me volvían tan loca como a nuestra protagonista: ¿qué hacía Brimstone con los dientes? ¿A qué venían las reglas de Brimstone? ¿Qué ocultaba el pasado de Karou?

Por eso, Hija de humo y hueso se lee con mucha facilidad, ya que estás deseando saber qué pasa y acabas enganchada perdida. Además, aunque al principio tiene algunas partes un poco lentas, la novela tiene muy buen ritmo.

También tiene una buena protagonista.

Karou es la protagonista indiscutible de la novela, aunque Akiva también tenga importancia y vaya ganando peso a lo largo de la historia. Karou es una chica de diecisiete años que vive en Praga, estudia arte y tiene una mejor amiga con la que no puede ser tan sincera como le gustaría. También es una chica que no tiene ni idea de su pasado, más allá de que fue criada por cuatro quimeras a las que adora y que se niegan a responder a sus preguntas. Con todo eso, Karou podría ser una amargada o una pesada, pero no es nada de eso: es divertida, luchadora, curiosa y tiene muy claro el amor de su familia, a pesar de su silencio. También es decidida, alguien que no duda en ponerse en marcha cuando la situación lo requiere y que no se detiene ante nada.

No obstante, Karou no es perfecta, tiene sus defectos, lo que únicamente contribuye a que resulte más humana. Personalmente me gustó que tuviera malicia, que sea capaz de usar sus deseos para fastidiar al pesado de su ex novio o a la chica con el que éste le engañó. Y me gustó mucho como a lo largo de la historia, Karou va afrontando las cosas que le van sucediendo.

Por su parte, Akiva al principio no me emocionó demasiado, me pareció demasiado serio y tirando a soso. Sin embargo, una vez empieza a aparecer más y, sobre todo, lees su historia, la opinión que se pueda tener de él cambia. Que menuda historia tiene el muchacho, por cierto.

La historia de amor está muy bien planteada y es una de las mejor construidas que he leído en una novela de fantasía. Y, pese a no ser una explosión de química, me gustó la interacción de los dos personajes y su historia en general, en la que no voy a entrar porque no quiero empezar a soltar spoilers a mansalva.

El resto de personajes, por su parte, cumple perfectamente y son inolvidables: desde Zuzana, la mejor amiga de Karou, hasta Brimstone, el padre adoptivo también conocido como Traficante de deseos, son de lo más entrañables y molaron mucho.

Al igual que mola mucho la ambientación, el mundo que la autora propone. Laini Taylor basa su historia en algo tan manido como la guerra entre ángeles y demonios, que en este caso son las quimeras, pero le da su propio toque y queda muy original. En esta primera entrega, Hija de humo y hueso, sólo da ciertas pinceladas a la guerra, al mundo de las quimeras y la sociedad de los serafines, pero es muy interesante y estoy deseando leer más sobre todo eso en la siguiente novela. Me gustó mucho como plantea el conflicto, como tanto los serafines como las quimeras creen tener sus motivos para luchar, sobre todo porque se ve lo absurdo de un conflicto así, en el que ni siquiera sus soldados están seguros de por qué luchan o cómo se inició todo.

Todo ello con una pluma que me gustó muchísimo. Laini Taylor tiene un estilo muy, muy bonito, incluso elegante, que se adapta muy bien al tono de la novela y a los protagonistas que tiene. Hija de humo y hueso está narrada en tercera persona, siguiendo los puntos de vista de Karou y Akiva y tiene pasajes realmente preciosos.

Hija de humo y hueso es una novela muy original, que te atrapa desde el principio y que está protagonizada por una estupenda galería de personajes. Terriblemente entretenida, la novela termina por todo lo alto y sólo puedes desear leer su continuación para saber qué va a ocurrir.

El próximo lunes literario estará dedicado a... Tres habitaciones y un cadáver de Charlaine Harris.

No hay comentarios:

Publicar un comentario