Eran varias las películas que están en cartelera que quería ver (Prince of Persia, Robin Hood...), pero al final nos hemos ido a ver La última canción la nueva película basada en una novela de Nicholas Sparks, ya que tanto a mi hermana como a mí nos encantaron El diario de Noa y Un paseo para recordar.
Si os gustaron estas, id a verla: os encantará. Pero, ojo, si no os van las películas románticas o esperáis ver Hannah Montana, olvidadlo porque no os va a gustar nada. Por el contrario, si tenéis prejuicios porque odiais a Miley Cyrus, dadle una oportunidad.
La última canción nos cuenta la historia de Ronnie y sus relaciones con los tres hombres de su vida: su padre, su hermano y Will, su amor.
Ronnie (Miley Cyrus) deja Nueva York, donde vive, para pasar el verano en casa de su padre (Greg Kinnear), con el que no tiene una buena relación desde que sus padres se divorciaron dos años atrás. Desde entonces, Ronnie ha ido de mal en peor: sus notas cayeron, alejó a todos de ella y, sobre todo, dejó de tocar el piano, su gran pasión; pasión que, además, compartía con su padre, quien le enseñó a tocar.
El día de su llegada prácticamente huye de casa de su padre y acaba vagabundeando por la playa. Tras comprarse un batido, alguien se le cae encima y, sí, es el maromazo de Will (Liam Hemsworth) que desde el primer instante queda encantado y empieza a flirtear. Sin embargo, Ronnie no está muy por la labor, así que se larga sin más. Ese mismo día se ven un par de veces más, pero Ronnie está muy ocupada con una chica que ha conocido y que parece entenderla. Sin embargo, ésta y sus amigos son una panda de cafres por lo que Ronnie se acaba yendo.
Una vez en casa, acaba discutiendo con su padre, quien, al día siguiente, intenta arreglar las cosas, pero Ronnie huye de nuevo. Vuelve a la playa donde descubre un nido con huevos de tortuga y que los mapaches lo acechan para comérselo, así que se pone a cuidarlo mientras espera que el acuario mande a alguien para marcarlo correctamente. ¿Y quién es el voluntario que va? Efectivamente, Will.
Así, poco a poco, pasando tiempo juntos, conversando, Ronnie y Will se enamoran. Y la relación con Will no sólo hará feliz a Ronnie, sino que la saca de esa muralla de hielo en la que estaba encerrada y provoca que vuelva a reconectar con su padre y, por ende, con su hermano.
No os voy a engañar, la trama es bastante manida y está cargada de tópicos, pero sin embargo tanto por los actores, como el guión sin artificios, hace que sea una buena película. Se hace amena, real, conecta con el público hasta el punto de que al final estaba media sala llorando (como siempre que el señor Sparks es el encargado de la historia, por otra parte).
Por lo que tengo entendido, cuando Hannah Montana terminó, la peña de Disney habló con Miley Cyrus sobre su futuro profesional (por si no lo sabéis, está estipulado que las series de Disney Channel no sobrepasen un número específico de capítulos, unos 65) y ella expresó su deseo de protagonizar una película al estilo de Un paseo para recordar. Acabaron hablando con los responsables del proyecto y también con Nicholas Sparks, que escribió la novela.
Si el objeto de la película era que Miley Cyrus dejara a Hannah Montana atrás, la verdad es que lo cumple a la perfección. Miley demuestra que es buena actriz y que sabe hacer algo más que el humor físico que se suele hacer en las series Disney Channel. Puede que sea porque escribieron la historia como lucimiento para ella, pero la verdad es que lo hace: borda tanto las escenas más dulces y felices como las más dramáticas sin exagerar o quedarse corta, en su justa medida.
Además, tiene una química innegable con ambos partenaires.
Por un lado, con Don Greg Kinnear (que es un actorazo, además de ser el padre de Pequeña Miss Sunshine *0*), que interpreta magistralmente a su padre. Greg Kinnear se come cada escena en la que aparece, le adoras desde que aparece en pantalla y, de hecho, al principio empatizas con él en vez de con Ronnie. Destacar las escenas finales tanto de él, como las que comparte con Miley Cyrus. Impresionantes.
Por otro, el chulazo Liam Hemsworth, el galán de la peli que, además de estar buenísimo, es un chico bastante majete. De hecho, es el novio perfecto, en serio ^^U Mientras rodaban la película Cyrus y Hemsworth se hicieron novios y se nota un montón, la relación entre ellos se puede notar y en una película de estas características se agradece.
En fin, lo dicho: una historia de amor a tres bandas (con el chico, con el padre y con la música), cargada de sensibilidad, pero sin exageraciones, cursilerías o dramas. Emociona sin empalagar, una historia real y sencilla que se disfruta de principio a fin.
8/10
PD: Como podéis ver, ya me he terminado Emma. Prometo reseña pronto, pero he preferido hacer la de la peli que es más actual n_n
PD2: ¡¡Mañana maromo!!
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