Buenafuente y una serie de catastróficas desdichas

Como la pobre Miki se encuentra siendo torturada por sus profesores varios, es decir, que está muy cargada de trabajo y yo... Bueno, yo básicamente no puedo hacer nada que no implique estar en el sofá con la pierna izquierda estirada, es decir, que tengo tiempo libre y, por tanto, me toca escribir la súper crónica de nuestro accidentado puente.

Y es que en esta ocasión la mala suerte nos persiguió desde antes de irme yo para Barcelona y es que nuestro adorado Berto Romero fue papi (lo que es bueno), peeero provocó que no estuviera el jueves que era cuando íbamos nosotras.

Pero vayamos por orden e intentaré hacerlo resumidito... xDDD, aiss, qué graciosa soy a veces, leñe, xD.

Primer día: Jueves en Buenafuente.

El jueves a las dos de la mañana me monté en el bus y tuve la suerte de que iba casi vacío, así que me espatarré de lo lindo y estuve escuchando música y también programas de consulta de la radio que tenía puesto el autobusero. Muy surrealistas.

Entonces pasó algo nunca visto: el autobús se adelantó media hora al llegar. Lo normal es que se retrasen, pues no, mi bus se adelantó y el metro de Miki se retrasó. Resultado: Magik esperando en la entrada del metro, mientras tooodo el mundo le hacía preguntas como si fuera un puesto de turismo. Y digo yo: si estoy esperando con una pedazo de maleta, ¿no será que también soy turista? Bueno, por el camino una vieja me echó una bronca del copón por no saber que el metro estaba cerrado y eso que yo desde el principio le dije que no era de ahí y que ni idea.

Al fin nos reunimos. Fue algo como el anuncio, las dos corriendo a la otra gritando "Heiiiidi" y "Pedrooo", xDD. Fuimos al piso de Miki en Cerdanyola, vimos a Berto

cantando en honor al Molino rojo. Muy grande.

Nosotras ya nos la sabemos de memoria, xDD. Nos sabemos de memoria hasta los chistes, xDD. Todo el puente estuvimos cantándola, seh. Somos muy frikis, I know, xD.

Bueno, pues como habíamos dormido poco y nada, se nos ocurrió la brillante idea de echarnos una siestecita de un par de horas y después ir a comprar para comer... Seh, nos quedamos dormidas del todo. Pero, eh, no problem que Miki es una monstra e hizo pasta variada (macarrones, tallarines y estrellitas de sopa) que además de divertida, estaba buena. Luego salimos pitando porque teníamos que estar en Buenafuente a las 7.15 y está en el quinto pino.

Varios trenes y un tranvía después, llegábamos al polígono. Y no, no vimos a la Yoli de FoQ, xDD. El problema es que sólo sabíamos que debíamos encontrar la ITV, pero ni zorra de donde estaba, así que empezamos a dar vueltas. Al principio fuimos en dirección contraria, después en la buena, pero el tiempo pasaba y la paranoia crecía. Yo ya podía ver que no nos iban a dejar pasar o que nos iban a echar la bronca o vete a saber el qué.

Al final, pasando el tanatorio, un bar cerrado y la ITV estaba el plató, ¡uhhh! Además vimos a gente haciendo cola, así que nos quedamos muy, muy tranquilas. Aunque debíamos estar todos así porque detrás de nosotras llegó una pareja canaria y tenía nuestros mismos miedos.

Una vez entras, te pasan el detector de rancios metales, tienes que entregar la cámara si llevas y enseñarles el DNI. Entonces te dan una acreditación de estas de plástico que se enganchan a la ropa y te sientes de lo más importante, xD; también te dan un botellín de agua y un sadwich de rodilla... No de rodilla propiamente dicho, sino de una marca así llamada (mi tía entendió lo primero cuando se lo contamos, xD). Los sandwich eran o de A) Gambas con queso o B) Ensaladilla. Elegimos éstos últimos, por si había dudas. Las gambas nos daban miedito, ¿vale? xD.

Después, como son unos cachondos, te ponen un video del encargado del público ataviado de azafata (sí, de azafata, con su faldita y su barba, xD) donde te explica las normas: nada de comida en plató, no doblar la hoja con los derechos de imagen... Llegados a ese momento había gente que se reía y el azafata decía: Ahora hay gente que se está riendo porque ya ha doblado la hoja. Todos riéndonos porque era verdad, xD. Nosotras no la doblamos, por cierto, pero la mía parecía ya un billete de 5 euros muy, muy usado, xD.

Una vez terminado el video, te iban llamando como si fuera la consulta del médico y, antes de sentarte, te ofrecían una copa de cava que debías tomarte ahí mismo a lo chupito vamos. Y es que "el programa en realidad no es gracioso, por eso os damos el cava", xDD. Muy grande esta gente.

A nosotras nos sentaron al lado de la escalera y en la tercera fila, vamos, que muy bien. Pusieron a la pavisosa que eligieron para hacer el avance al lado de Miki, así que se nos debió ver muy bien o eso dicen mis padres. A día de hoy no hemos encontrado el dichoso anuncio, creemos que es por la pavisosa. Y, bueno, el programa fue la leche salvo la entrevista a Ana Torroja que se pasó de mística. Si lo habéis visto, debéis saber que hay un momento en la actuación de Eufemio, justo después del chiste de Belén Esteban que dos pavas se mean encima y hasta Eufemio dice: "así me gusta, un público entregado".

Efectivamente, nosotras éramos las pavas, xDD.

Ah, y a todo esto, el chico que llevaba al público (que además de mono, era graciosísimo, vamos, que era la caña) fichó a nuestra querida Miki. Y es que cuando el tío hizo un chiste sobre que la banda iba puesta, a Miki casi le dio un ataque, por lo que el hombre dedujo que ella venía ya puesta de casa. Llegada a este punto me quedaré calladita... xDDD.

Al final regresamos a casa de Miki, por el camino compramos ramen y nos pusimos como cerdas, mientras disfrutábamos de Matt Bomer, ese Dios que no es de La tierra, sino de ese planeta misterioso del que proceden otros como Misha Collins, Jensen Ackles e Ian Somerhalder.

Segundo día: Viernes en el Salón del manga.

Como Miki es una chica muy responsable, fue a clase por la mañana y en cuanto volvió, cogimos el tren hacia L'Hospitalet, donde se celebra el Salón del manga. Eso sí, el trayecto hasta el Salón fue la leche y eso es porque Miki hizo cosplay, era Ren de Erementar Gerar (manga del que un día os hablaré) y, claro, al verla con estas pintas la gente flipaba:

Esta es la verdadera Ren, no es Miki disfrazada... Por si había dudas, xD.

Como soy una zorra con tirantes, pues cuando la gente alucinaba y se quedaba mirando a Miki y ésta se quejaba, yo me reía. Eh, no me miréis así, como dice Jessica Rabbit: "me dibujaron así", xD.

Una vez en el salón, lo recorrimos de cabo a rabo, compramos cositas y fotos más bien pocas, ya que al ser viernes no había demasiada gente. Yo me quedé con las ganas de comprar tomos de Angel Sanctuary porque NO había ni uno. Damn it! Es que no estaba ni el stand de Mangaline, cagüen la puta, ¡necesito Angel Sanctuary, copón!

Otra cosa graciosa que me pasó fue en el stand de Glenat. Hace un tiempo Miki perdió su tomo 16 de Karekano y yo no tenía el 18, lo que es una putada porque tener 3 tomos más sin poder leer es duro, MUY duro. Total, que nos pusimos a buscar y, adivinad... Seh, estaban absolutamente todos los tomos menos el 18, oh yeah, esa es mi suerte. Aunque, calma, que Miki logró encontrar un tomo 18 en un stand cualquiera, gracias Miki, eres como un palo de estos que encuentran agua, xDD.

Por su parte, Miki terminó por fin La saga de Caín de la grandísima puta Kaori Yuki... ¿Qué? Nos hace sufrir mucho, que lo sepáis, y, además, me encantaría dibujar tan bien como ella.

Por el camino, nos deleitamos con el stand con las fuentes de chocolate y nos pusimos como cerdas con uno de bizcocho y chocolate blanco. Jarl, qué rico.

Y, bueno, yo descubrí una nueva faceta mía: la mula de carga. Y es que mientras Miki iba tan mona de Ren (aunque sufriendo la peluca, todo sea dicho), yo llevaba una mochila con las cosas de ambas dentro, xD. Para lo que queráis saberlo, no, Miki no me dio ni una triste zanahoria, el resto de mulas y burros y yo estamos pensando en ir a la huelga, xDD.

Al final, tan cargadas que parecíamos Isla Fisher en Confesiones de una compradora compulsiva (Confessions of a shopaholic) nos reunimos con mi tía (la del sandwich de rodilla, ¿recordáis?) y nos fuimos a cenar a un restaurante de noodles. Miki y yo nos sentimos contentas de poder probar el udón y nos sentimos como Oh Dal Ja, pero sin maromo, ¡cachis! xDD.

Tercer día: Viernes de mala suerte y sin ser 13.

Y es que nuestra mala suerte empezó desde el mismo instante que pasamos de jueves a viernes. Primero el tren llegó tan sumamente puntual que lo perdimos por los pelos. WTF?! ¿Desde cuándo Renfe es puntual, eh? Total que cogemos otro tren y... Se salta nuestra parada. Resultado: cogemos un taxi, que más parecía Fernando Alonso jugándose el mundial, que nos costó 50 eurillos de nada ¬¬U ¡Malditas seas, Renfe, malditas seas!

De vuelta en casa, vimos por Internet el programa del jueves de Buenafuente, nos vimos a nosotras varias veces y nos pusimos a dormir. Tres míseras horas de sueño después, nos pusimos en marcha para ir a Port aventura con las entradas que me regalaron. El tren a Port aventura iba completamente petado, un horror vamos. Bueno, pues en el tren a mí me empujaron, me resbalé y mi pobrecita pierna izquierda acabó atrapada entre el vagón y el andén hasta la altura de las rodillas.

Lo peor no fue el susto ni el dolor del pie, sino que las pavas estúpidas que me empujaron casi se mean ahí mismo de la risa. Pues nada, oye, me alegro de haberos divertido, ¿eh? ¬¬U

Como donde para el tren es un mísero apeadero con menos vida que un pueblo del oeste abandonado, Miki y yo tuvimos que caminar hasta la entrada del parque. Encontramos a un segura, le contamos lo sucedido y fue tan amable que nos llevó en coche al punto de ayuda. Al menos, vimos Port aventura por detrás. Total, el médico me examinó el pie, me lo vendó y tuvimos que buscar una forma de volver a casa porque, claro, Miki es de Málaga y la menda de Calahorra, así que no teníamos a nadie que nos pudiera rescatar porque mi tía no tiene ni carnet ni coche. Por cierto, muy surrealista el ver pasar al Pájaro loco y señora mientras me vendaban e intentaba tranquilizarme, xD.

Al final tuvimos que esperar un par de horas en el apeadero (nos llevaron en ambulancia ahí, por cierto. Muy amable la gente de Port aventura, sí, sí) y nos subimos a otro tren de vuelta a Barcelona. Ahí nos quedamos dormidas hasta que un revisor nos pegó un susto del copón y ya nos quitó el sueño, xD.

En Barcelona nos dividimos: la pobre Miki se fue hasta su casa para hacerme la maleta, mientras mi tía me llevaba a urgencias. Tuve que contar la historia unas cuantas veces y debió de hacerse famosa porque todos me decían: "oh, tú eres la pobre que no ha podido ni entrar a Port aventura" y yo: "eh, sí...". Por suerte no tenía el pie roto, sólo un esguince bastante importante, así que me vendaron y a casa. Me pusieron 5 capas de vendas (todas distintas) y las enfermeras se lo pasaron pipa conmigo, sobre todo cuando salté que más que mi pierna esa cosa vendada parecía un jamón de Navidad. ¡Pero es que es verdad!

Aviso a Bertín Osborne: no es un jamón Navidul, no intentes venderlo, xD.
Por cierto, la foto es el resultado de la siguiente fórmula matemática: una tonta + una móvil con cámara + aburrimiento

Lo peor del caso es que el tren en el que me iba a ir a casa, se canceló por una huelga (sí, señores, sí, XDD) y tuve que pasar la noche en casa de mi tía, incordiando a la pobre mujer. Pero, bueno, al día siguiente ya regresé a casa y desde entonces parezco una marajá que no una majara... Eso lo soy, xDD.

PD: Creo que no lo había puesto por aquí, pero... ¡Gorka is back! Vamos, que mi adorado Adam Jeziersky (ya he aprendido a escribir su apellido, no me lo puedo ni creer, jarl) regresa para los dos últimos episodios de la temporada actual de Física o química. ¡Yuju!