Este libro, como tantos otros, fue una recomendación de Miki y, curiosamente, me hizo compañía cuando me hice el primer esguince; lo estaba releyendo cuando me hice el segundo, así que también me ha acompañado. Puede que por eso le tenga un cariño especial, puede que sea porque siempre me ha gustado el ajedrez o puede que sea porque, simplemente, es la leche.
La cuestión es que lo recomiendo fervientemente.
El ocho, por un lado, nos cuenta la historia de Catherine Velis, experta en informática y licenciada en música que debido al hecho de que sea mujer acaba teniendo problemas en el trabajo. Debido a ésto, la acaban transfiriendo a Argel, lo que, a su vez, provoca que su viejo amigo Harry Rad organice una cena en su honor. Harry fue un cliente de ella con el que trabó amistad y el que se empeña en que Cat sea amiga de su hija, Lily Rad, famosa ajedrecista.
En la cena, Cat asiste a dos encuentros que cambiarán su vida: por un lado, una adivina le hace una extraña predicción; por otro, Llewelyn (el cuñado de Harry) le pide un favor, que le consiga unas piezas de ajedrez muy antiguas y muy valiosas. Así es como Catherine Velis conoce el famoso ajedrez de Montglane, aunque no es hasta después que se ve arrastrada a los extraños sucesos que lo rodean.
Y es que después, cuando ya está ultimando los detalles para marcharse, Lily va a visitarla para pedirle un favor: necesita que la acompañe a un torneo de ajedrez. Lily es una figura pública en la ciudad y siempre se ha vanagloriado de no estudiar a otros ajedrecistas, por lo que necesita a Cat como excusa para ver la primera ronda del torneo; sobre todo a Alexander Solarin, un joven talento ruso que es todo un misterio... Y que está buenorro, jujuju.
En el torneo, el encuentro entre Solarin y Fisher (otro famoso ajedrecista ya retirado) es extraño y el primero lo acaba parando amablemente, a pesar de que (según la propia Lily deduce) es Fisher quien hace trampas. Sin embargo, Fisher aparece muerto y no es lo único, pues el chófer de Lily desaparece y a ellas las corren a tiros. Ese es el comienzo de una trepidante aventura para desentrañar los misterios del ajedrez de Montglane...
... Que iremos conociendo, también, en la otra línea argumental, situada en el pasado, que exactamente se inicia con la revolución francesa cuando dos jóvenes monjas, Mireille y Valentine, deben abandonar la abadía de Montglane portando unas piezas de ajedrez que más parecen piedras preciosas y la misión de servir de enlace a otras monjas de la abadía. Y es que alguien quiere hacerse con el ajedrez de Montglane, escondido en la abadía, por lo que la abadesa dispersa a varias monjas con los trebejos para que no los puedan reunir.
Mireille y Valentine, que son primas, acaban bajo la tutela del pintor Jacques Louis David, que les presenta a Charles Maurice de Talleyrand, también conocido como el obispo de Autun y que jugará un papel importante en la vida de las chicas. Tanto David como Talleyrand existieron en la realidad y eso forma parte del encanto de la trama del pasado: las protagonistas se cruzan con todo tipo de personajes históricos: Marat, Catalina la Grande, Napoleón, Voltaire... Mientras asisten a momentos muy importantes en la historia europea: La ilustración, el periodo del terror, etc.
Todo ello, claro, relacionado con el ajedrez de Montglane.
Katherine Neville, la autora de la novela, tiene un curriculum de la hostia, vamos, que es súper lista y ha viajado más que Willy Fog desde que te dan puntos por hacerlo. Se le nota mucho, pues es capaz de situar la acción en un montón de escenarios distintos (Francia, Nueva York, Argel...) y todos ellos muy bien ambientados. Además, encaja muy, muy bien la trama del pasado pues prácticamente todos los personajes son reales y sus acciones se corresponden a las que hicieron de verdad, aunque, claro, en la novela todo se debe al ajedrez de Montglane.
También retrata muy bien las distintas relaciones entre los protagonistas y la evolución que van sufriendo (mucho más acusada en la parte del pasado, pues abarca una cantidad de tiempo más amplia que en el presente).
Las dos protagonistas son mujeres: por un lado, Catherine Velis en el presente; Mireille, por otro, es la del pasado. Las dos son muy diferentes, aunque comparten ciertas características que, siempre, siempre, me alegro de ver en personajes femeninos: inteligencia, valor, arrojo, independencia... De hecho, me gusta que tanto una como la otra son perfectamente capaces de arreglárselas solas, aunque, en mi opinión, Cat le gana de calle a Mireille porque también es capaz de pedir ayuda y no es obsesiva como la segunda.
Y no el libro no sólo cuenta con dos buenas protagonistas, sino que sus páginas están pobladas de un montón de personajes cuán menos que interesantes. Hay de todos: de los que te enamoras, otros achuchables, otros empotrables, otros a los que odias, otros que dan un ascazo tremendo... Por lo que es muy fácil encariñarte con El ocho, adoras a los personajes, así que lo acabas haciendo de la novela también.
Por cierto, yo siempre sentiré devoción y favoritismo absoluto por Solarin y Talleyrand. Simplemente, les quiero, les adoro... Vamos, que les cantaría boleros y todo, xD. Aunque hay otros tantos que me gustan como Nim o Lily o Mordecai.
En resumen, un libro de aventuras y misterio muy bien ambientado y muy original por la forma de unir dos líneas temporales distinta. Bien narrado, muy ameno y con una gran cantidad de buenos personajes. MUY recomendable.
Por cierto, tiene una secuela, titulada El fuego. Un consejo: pasad de ella. El fuego = caca de la vaca. Si le preguntáis, Miki estará de acuerdo conmigo, ¿a qué si? De hecho, si le preguntáis, os dirá que no leáis El círculo mágico (otro libro de la misma autora) porque debe de ser horrible. Yo no me lo he leído, si Miki me dice que es un asco, yo la creo ^^
PD: Por fin completamente recuperada ^^
PD2: Preparando una entrada sobre Hispania, la nueva serie de mis amores/obsesión.
Es mi segunda vez que leo este libro y descubro otras mas cosas que en mi primer lectura, me apasionan los temas con trama histórica bien estructurados y redactados además de la carga esotérica que lo acompaña, estoy a mas de la mitad de la obra cuando Mirelle conoce a la Reyna Blanca y ya ha nacido su hijo....Ademas de esta obra he leído de la misma autora "El Circulo magico" muy bueno y recomendable también, al que darè un nuevo repaso, te sugiero formes tu propia opinión como los buenos lectores. Saludos
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