miércoles, 25 de marzo de 2015

El ministerio del Tiempo 1x05 - Cualquier tiempo pasado

Una semana más, hemos tenido un nuevo pedazo de episodio de El ministerio del Tiempo y, encima, con la alegría de que la han renovado para una segunda temporada, ¡yupi! =D Esta semana, por cierto, hemos viajado a los 80 madrileños en un episodio que, en mi opinión, ha sido el más flojo, pero que aún así ha molado cantidad. Es que, claro, con los dos último el nivel estaba taaaan alto que se nota, pero, vamos, que es como pasar de un 10 a un 9'6.

Me dejo de divagar y voy ya con la crónica.

Todo comienza con un vídeo del doctor Jiménez del Oso, que vendría a ser el Íker Jiménez ochentero. Bueno, en el vídeo nos cuentan el misterio de la casa de las siete chimeneas que se supone que está encantada. Dos cosas: una, mola mucho porque en los programas especiales de Víctor Ros ya hablaron de este tema y eso me parece guay; dos, la aparición de la que habla Jiménez del Oso es ni más ni menos que Irene, que fue captada mientras estaba en una misión, buscando algo.

Irene: Estaba ahí, cantando 'Quien maneja mi barca', de ahí que crean que el fantasma se daba golpes en el pecho. Si es que soy una cachonda, ainss... ¿Queréis que os cante un poco? Eh, que la clavo.

A Irene le hace gracia el tema y, de paso, deja caer que está casada con una doctora, algo que a Alonso no le entra demasiado en la cabeza. Tú tranquilo, Alonso, que si el padre de Torquemada se ha adaptado, tú también puedes, ¡vive Dios que sí! Se lo digo en su español, porque es evidente que Alonso de Entrerríos me lee, xD.

A Salvador no le parece tan gracioso y aprovecha para reñir a Alonso porque su rescate épico de Ernesto ha dejado de resultado un dibujo medieval de lo más molón. Alonso se parte la caja hasta que Salvador le dedica una de sus miradas de jefazo, antes de informarles de la misión: deben recuperar el recibo del Guernica porque el museo MoMa no parece muy por la labor de devolverlo a España como debería haber pasado en el 81. Según informa Salvador, hay tres copias del recibo:

1) La del gobierno republicano, que encargó el cuadro.
2) La de la embajada francesa, que era lo que estaba buscando Irene.
3) La del propio Picasso.

Todo esto es interrumpido por Velázquez, que está que no caga con conocer a Picasso, pero Salvador se lo niega siempre y ya está hasta las narices. Le larga muy bruscamente, dejando claro que son el mejor dúo cómico de la serie y manda al trío a por el primer recibo, que se perdió en 1939.

 Salvador: Ya se lo tengo dicho, Velázquez, ni puede ir a conocer a Picasso, ni al futuro a saber quién sobrevive en Juego de tronos.

Me ha hecho mucha gracia ver a Ernesto partiéndose la caja con la escena y por eso pongo la captura.

El problema es que cuando van a colarse en la habitación del funcionario que lo perdió, hay una alarma antiaérea, así que deben refugiarse en el sótano del hotel hasta que la amenaza pase. Mientras, Julián aprovecha para contarles a sus compañeros el significado del Guernica y hablarles de la Guerra Civil, lo que escandaliza a Alonso. Éste opina que no es de extrañar que España haya dejado de ser un imperio porque siempre tuvo mejores soldados que dirigentes. Toma los zascas que meten en esta serie, olé, qué ídolos.

Bueno, al abandonar el refugio descubren que ha habido un pequeño incendio en varias habitaciones, entre las que se encuentra la del funcionario. Uh, qué casualidad.

De vuelta al despacho de Salvador, éste decide que tienen que ir a por el segundo recibo. Como Irene lo intentó encontrar dos meses después de su llegada y es probable que se traspapelara (que para eso estamos en España), Salvador propone que el trío consiga la valija y así no puede perderse. Alonso pregunta que por qué no acudir al propio pintor, pero Salvador dice que es un lío tremendo porque Picasso tenía un lío de tres pares de narices con mujeres, amantes e hijos. Julián se pregunta si todos nuestros genios son unos pichabravas y Salvador cree que tiene razón, xD.

Alonso (pensando): Como se nota que soy un genio español... y soy un truhán, soy un señor, larara...

A Julián no le hace mucha gracia tener que partir, pero Salvador le tranquiliza diciéndole que podrá celebrar el cumpleaños de su padre. Colega, Salvador sabe todo. Qué poderío de hombre, madre mía. Julián, evidentemente, alucina también, pero Salvador le dice que mal jefe sería si no conociera a sus trabajadores. En esas, salen del despacho y Velázquez está esperando para insistir en el tema Picasso, aunque únicamente consigue que Salvador le amenaza con enviarle a pintar bisontes a Altamira. Oh, yo eso lo veo, sobre todo si se cruza con el funcionario que siempre va a la prehistoria y se quejaba de eso. En serio, yo montaba un spin-off de Velázquez en cero coma.

Amelia le indica a Salvador que ella se encarga y aconseja al pintor que no sea tan insistente. Velázquez, entonces, le explica que Picasso es el mejor porque hay quien pinta abstracto porque no sabe, pero no es el caso de Picasso, que sabía pintar la realidad como nadie. Jo, en serio, Velázquez en plan fanboy de Picasso es amor, al igual que lo es Amelia al prometerle que le tendrá en cuenta si necesitan ayuda.

Tras que Julián se reúna con sus padres, que son un par de heavilongos con pintas de simpáticos, vuelve al ministerio para viajar a los 80. Y si Amelia está muy mona con el pelucón rubio de zagal, Alonso es lo mejor de lo mejor al ir con estas pintas:

Alonso con esas pintas es de lo más grande del episodio, en serio.

A Alonso no le mola nada ir así, pero los demás le ignoran y les explican que se alojarán en un piso franco donde encontrarán ropa y documentación necesaria para su misión. De camino a la puerta, Irene le dice que a lo mejor se pasa una chica preguntando por ella, lo que a Julián le hace mucha gracia. Según Irene no hay noches más divertidas que las de los 80 y que, además, en este año no tenía ningún compromiso: su marido de los 60, cuando la reclutaron, ya estaba muerto y luego se casó con la doctora en el 2012. A Julián le parece trampa, pero Irene está muy contenta con el tecnicismo. Por cierto, yo necesito un episodio centrado en Irene y su vida, que sabemos muy poquitas cosas y parece muy interesante.

Una vez están en el piso franco, Alonso se da cuenta de que es el mismo sitio donde él vive en su época y les da muy mal rollo a todos. Bueno, quizás es porque veo mucho Doctor Who, pero tiene lógica: si el Ministerio posee pisos francos y pueden viajar por el tiempo, es lógico que la usen en distintas épocas.

Además de la ropa y las acreditaciones, encuentran información, que Amelia revisa, mientras los chicos pasan el tiempo. Alonso aprovecha para decir que lo de la Guerra Civil le parece fatal, pero Amelia le hace ver que no es tan raro que en España la gente se enfrente entre sí. Están hablando de eso cuando ven en la televisión que el recibo del Guernica no llegará al día siguiente, como se suponía, sino un día después. Eso les mosquea y es entonces cuando, revisando la noticia de los documentos del Guernica en un periódico, Amelia descubre que un hombre que estaba en el hotel de 1939 sigue igual en el 81, así que deducen que es un viajero del tiempo.

Ay, la cara de concentración de Alonso con la tele, por favor.

Cuando informan a Salvador, Irene y Ernesto de lo sucedido, el primero decide que, además de conseguir el recibo, deben hablar con ese hombre, Walcott. Por eso, les dice que se queden en el piso franco a la espera. En su despacho, los tres jefazos se preguntan cosas como si Walcott sabe si ellos viajan en el tiempo, cómo ha aparecido en Suiza (Ernesto cree que ha podido coger un avión en España) y si los Estados Unidos tienen un equivalente al Ministerio.

En el 81, el trío estrecha lazos hablando, viendo la tele (yo soy muy fan de Amelia y Alonso gozando como críos con Torrebruno), leyendo revistas de la época y jugando (muy fan de los chicos jugando al fútbol con papelitos). En cuanto reciben órdenes de que la misión será al día siguiente, Julián decide saltarse las normas y salir a dar una vuelta por su barrio. A Alonso no le hace ninguna gracia que se salte las reglas tan a la ligera, pero a Julián no le importa y Amelia decide acompañarle para cangurearle. Y yo creo que porque Julián empieza a molarle en serio.

El problema es que, de pronto, se topan con una niña... que resulta ser Maite. Julián se pone a jugar con ella, tan emocionado, mientras Amelia se pone tensa y yo creo que esta trama se les está yendo un pelín de las manos. Jolín, es muy creepy, en serio.



Una vez se despiden de la niña, Amelia le dice que no es buena idea escarbar en el pasado o en el futuro y está a punto de contarle lo de la lápida, pero no puede básicamente porque Julián va totalmente a lo suyo. Al ver que esa noche hay un concierto de Leño, Julián decide llevarse a Amelia que fan, lo que se dice fan, de Leño no es. De hecho, Amelia dice que tienen que irse temprano, pero Julián no quiere irse y, claro, ya sabéis lo que dicen: karma is a bitch.

En este caso, Julián ve a su padre y, cuando se acerca, lo ve dándose el lote con una mujer que no es su madre. Amelia intenta convencerlo de que se largue, recordándole que en el 2015 siguen casados, pero Julián entra en brote y teme que, al igual que ocurre con el Guernica, su futuro cambie y acaba siguiéndolos al servicio, donde les monta el numerito para cortarles el rollo, haciéndose pasar por secreta.

De vuelta al piso franco, Alonso cree que la ha cagado, pero a Julián, de nuevo, le da igual y está a punto de irse, a pesar de que tienen que ir a por el recibo. Aprovechando que Alonso va a abrir a Irene y Ernesto, Amelia le dice a Julián que no puede seguir haciendo eso, jugando a ser Dios y rompiendo las reglas. Julián se excusa diciendo que el Ministerio lo hace cuando le viene bien, como cuando salvaron al rabino. Hombre, Julián, igual, igual, la cosa no es: que si los viajes en el tiempo público se liaría parda a nivel mundial y lo de tu padre pues como que no.

A todo esto, en el Ministerio el pobre Velázquez sigue interesado en Picasso y la misión, así que le pregunta a Angustias. La mujer le explica que han ido Irene y Ernesto a ayudarlos, pero que lo deje correr porque Salvador no le dejará ir. Sin embargo, Velázquez no se da por vencido e incluso se ofrece a poner la cara de Angustias en uno de sus cuadros. Angustias sólo se quiere tomar el té tranquila y, de hecho, dice no entender la insistencia con Picasso, si sólo hace garabatos, lo que ofende a Velázquez que se marcha más cabreado que si Angustias le hubiera pegado. Algo que, a juzgar por su cara, ha hecho a propósito. Será malvada.



Aunque reconozco que la admiro, por ser maligna y tal.

De vuelta al 81, el equipo al completo va al aeropuerto uniformados para pasar desapercibidos. Así, mientras Irene y Ernesto van a por el americano (éste no les ha visto en el 39, como sí que ocurrió con el trío), Amelia y Julián va a por la valija para conseguir el recibo. Cuando los primeros consiguen que Walcott les acompañe, lo llevan a un aparte, donde Alonso les está esperando con cloroformo, que deja al americano grogui en cero coma. Evidentemente, Alonso se hace fan del cloroformo.

Sin embargo, la otra parte de la misión no va tan bien como la de hacerse con Walcott, ya que Amelia y Julián no logran dar con el recibo. De hecho, la caja donde estaba tenía los precintos rotos y no había ni rastro del recibo.

Por eso, una vez en el Ministerio Salvador y Ernesto interrogan a Walcott, pero lo único que le sacan es que llamen a la Embajada y que tiene inmunidad. Sin embargo, a Salvador lo de la inmunidad se la trae al pairo. Walcott, de hecho, se pone chulito y empieza a meterse con los españoles. Mala idea, porque Salvador puede ser muy, pero que muy chungo cuando quiere y, de hecho, tras hacerle un zas al comunicarle que ellos también viajan por el tiempo, lo envían a una pintoresca cárcel en Huesca en 1053.


Si es que cuando se ponen chungos, yo fangirleo mucho.

Por su parte, Julián sigue yendo a lo suyo y va a buscar a la chica que estaba con su padre y le dice que éste tiene una familia y que no la dejará. La muchacha no lo ve así, cree que el hombre la quiere de verdad porque no le oculta nada, pero Julián le dice que le hizo lo mismo a su hermana, rompiéndole la patata a la pobre chica.

De vuelta en el ministerio, Salvador está en brote porque le parece fatal que se privaticen los viajes en el tiempo, cuando repara en que Julián no está. Amelia le cubre, pero Salvador es Salvador y se da cuenta de la maniobra, aunque no dice nada. En su lugar, explican que el MoMa ha contratado a Walcott para borrar las pruebas que acrediten que el cuadro pertenece a España y así no devolverlo. Alonso se ofrece a encargarse de Walcott, porque le parece que el ministerio es muy blando, pero Salvador le saca de su error al contarle el destino de Walcott.

Entonces, a Amelia se le ocurre una idea: falsificar el recibo. A Irene le parece muy español, mientras que a Salvador no le parece tan sencillo. Ernesto comenta todos los problemas que tienen: el papel, la máquina de escribir y la firma. Sin embargo, Amelia es muy lista (y un amor, todo sea dicho de paso) y lo tiene todo pensado. Salvador, un poquito exasperado, dice que, al menos, alguien sacará algo de todo eso.

Y es que envíen a Velázquez a la Barcelona de 1899 para hablar con un Picasso yogurín y es la mejor escena del episodio. Seriously. Los dos pintores se ponen a hablar de Madrid, del museo del Prado y Picasso dice que lo que más le gusta del Prado es Goya. A Velázquez le pone triste que Picasso hable tan bien de Goya, pero entonces Picasso dice que Velázquez es el mejor y se pone a alabar Las Meninas y Velázquez se emociona un montón.


Yo con estos dos me muero de amor. En serio.

Velázquez, entonces, le dice que no mire tanto al pasado, que él es el futuro y que un día su firma valdrá millones por lo que le queda por hacer. También le pide como favor que le dé un autógrafo, para cuando sea famoso. En serio, estos dos son amor del bueno y yo estoy enamorada de esta escena.

Por otro lado, cuando Julián vuelve al ministerio, Ernesto le está esperando para llevarlo ante Salvador. Julián justifica su ausencia diciendo que ha ido a comprar un vinilo para su padre y Ernesto le recuerda que está prohibido traer cosas de otras épocas. Salvador le deja quedarse con el disco, pero le echa igualmente la bronca: puede perdonar cualquier cosa, menos que deje a sus compañeros tirados. De hecho, está claro que Salvador sabe todas las veces que se saltan las normas (porque Salvador lo sabe TO-DO visto lo visto), pero sólo le ha llamado la atención esta vez. Que, por cierto, Salvador me ha recordado muchísimo a Kakashi, que también tenía esa filosofía de vida. Pero, vamos, cosas mías.

Después, Julián a la cafetería donde se encuentra con Irene. Ésta le pregunta si ha vuelto a hurgar en su pasado, lo que hace que Julián se ponga a la defensiva. De hecho, Julián se pone bastante desagradable con Irene, echándole en cara que vaya a ligar al pasado, pero Irene es una ídola y tan tranquila le dice que debe ser discreto, que no deje que nada se interponga en las misiones y que no es más que nadie, que el mundo no se para por su dolor y que debería seguir adelante con su vida. Toma lección de vida y de clase que da Irene, por cierto, que Julián hoy está muy, muy pesadito en plan drama king. Irene también le dice que, si necesita ayuda, ahí la tiene.

Tras que Velázquez vuelva con la firma, Amelia dice que necesitan una puerta que les lleve a los años 30 para conseguir una máquina de escribir de la época. A Ernesto se le ocurre que usen el cuarto de fumadores, que en realidad es una puerta que lleva a la salida de incendios de un teatro de Vitoria, que los funcionarios usan para fumar desde que prohibieron hacerlo en las oficinas. Claro, no tienen que cambiarse de ropa ni nada, porque todo pasa por un ensayo.

Entonces vemos a unos cuantos funcionarios, vestidos de forma de lo más dispar, hablando de Messi e Iniesta, mientras fuman. El trío llega, justo cuando un matrimonio pasa por ahí y preguntan qué obra están preparando. Un funcionario responde que un Shakespeare y se queda tan pancho. En serio, muy fan del cuarto de fumadores, que salga más.


El trío va a unas oficinas, donde Julián usa la máquina de escribir, siguiendo las indicaciones de Amelia. Una vez tienen el recibo hecho, lo meten todo en un sobre que envían a Irene, por lo que debe ir a 1981, algo que parece un castigo para ella. De hecho, a Irene le falta irse bailando la conga. En el 81, Irene liga con una chica, a la que se lleva al piso franco, donde, al día siguiente, recibe el sobre con el falso recibo del Guernica.

En cuanto Irene confirma que todo ha sido un éxito, Salvador felicita a Amelia, ya que si el Guernica sigue en España es por ella.

Julián, por su parte, vuelve a ver a su padre para regalarle el disco de Leño por su cumpleaños. Al ver a una adorable pareja de ancianos, Julián se entristece porque se imaginaba así con Maite. Su padre le dice que él también se imaginaba así, pero no con su madre. Julián intenta que su padre no hable del tema, pero el hombre le cuenta que se enamoró de una chica, estando en una mala racha con su esposa, y que, aunque le gustaría contarle que fue él quien cortó, fue ella. Y que nunca supo por qué, de hecho nunca la volvió a ver. El hombre también le dice que siempre ha querido mucho a su esposa, que Julián es lo más importante, pero que no hay día que no piense en la chica.

Padre de Julián: Oye, ¿te he contado alguna vez que me casé con Ana Obregón y todo? Bua, hasta tenía 7 hijos, ya ves lo que cambia la vida.

Todo este tema deja muy tocado a Julián, que se arrepiente de no haber hecho caso a Amelia, ya que no sabe si hizo lo correcto o lo que él quería que fuera correcto. Amelia le consuela y también habla de su madre. Julián hace una comparación de las madres con las rosas de El principito que, claro, Amelia no sabe lo que es, así que Julián promete regalárselo. Eso es amor, sólo para que conste, aunque Julián no se dé cuenta ahora mismo, es amor. Punto.

En esas, llega Alonso para pedirles que vayan a contemplar su triunfo, así que los tres van a ver el Guernica en una escena muy bonita. Julián le cuenta a Amelia cosas del Guernica, ya que era el cuadro favorito de Maite y ella se lo contaba. Entonces dice que a Alonso seguro que le siguen pareciendo cuatro muñecos mal pintados, pero Alonso ha cambiado de opinión y se quedan mirando el cuadro los tres juntos.

Me ha gustado mucho el amor al arte que se respiraba en este episodio, así, en general y sobre todo la escena del museo ha sido muy emocionante. Me ha recordado a ese precioso episodio de Doctor Who con Van Gogh, en el buen sentido, claro.

Eso sí, aunque este capítulo me ha gustado mucho, yo creo que ha sido menos genial de lo habitual por lo mucho que han incidido en el egoísmo de Julián. Está claro que Julián no está en el Ministerio por ayudar, como sí les ocurre a Amelia y Alonso, sino para seguir atado a Maite lo que, en serio, empieza a ser preocupante. Y, la verdad, a mí Julián me gusta cuando es aventurero y divertido, cuando se pone en plan intenso me carga un poco, sobre todo porque sus propios dramas arrasan con todo: no ha escuchado a Amelia en ningún momento, ha habido fricciones con Alonso y les ha dejado tirados.

Esperemos que tanto la conversación con Irene como las dudas que él mismo se ha sembrado (¿su padre se habría quedado con ellos de todas maneras o no? ¿Le ha hecho infeliz? ¿Ha acabado idealizando a Raquel porque se largó sin más y no fue él quien cortó la relación?) sirvan para que Julián avance y empiece a dejar atrás a su difunta mujer y esa obsesión con alterar su propio pasado.

Además, las historias de los demás no están tan explotadas como ese aspecto de Julián y encima me parecen mucho más interesantes. De hecho, hay personajes como Salvador o Irene o Ernesto de los que aún desconocemos muchas cosas.

El próximo episodio pinta muchísimo mejor que este, ya que parece que Irene va a salir un montón, el trío se topa con el Lazarillo de Tormes, sigue la trama del americano y vuelve Lola. Vamos, que parece que viene muy, muy cargadito y eso mola mil.

12 comentarios:

  1. De acuerdo contigo en que este ha sido el episodio más flojito de los que han emitido hasta ahora. Pero claro, es que los dos anteriores habían sido capitulazos y claro, el listón estaba muy alto. De todas formas, ha sido también muy bueno.

    Me ha encantado lo de Julián drama king, XD. Mira que me gusta Julián pero se ha puesto pesado no, lo siguiente en este episodio con sus dramas familiares. Además es lo que dices, ha sido super egoista y ha ido a su bola durante todo el episodio. Muy mal que pasara de Amelia cuando la chica le iba a contar el lápìda gate. Por cierto, creo que a Amelia le está empezando a gustar en serio Julián y eso ahora mismo es una mala idea. El chico sigue obsesionadísimo con su mujer (totalmente de acuerdo contigo en que el momento de encontrarse con Maite niña y ponerse a jugar con ella ha sido muy creepy).

    Alonso de heavy me ha encantado (aunque en general Alonso mola en el 99% de las situaciones) y Amelia me ha gustado más que otros episodios (la he visto menos sosita).

    Irene es genial y me alegro de que por fin empiece a salir más (además según el trailer parece que en el siguiente episodio va a tener más protagonismo).

    Tienes razón en que Salvador ha tenido un punto muy Kakashi, XD (como si no tuviera ya motivos suficientes para que me encante Salvador, este es otro más). Le ha faltado soltar el discurso de "los que abandonan a sus amigos son peores que la escoria". Y definitivamente Salvador y Velázquez son el duo cómico de la serie (lo de Salvador amenazando a Velázquez con mandarle a Altamira a pintar bisontes ha sido muy grande).

    Hablando de Velázquez, es un absoluto amor de hombre. Qué pedazo de acierto de la serie con este personaje. Sus escenas con Amelia y sobre todo con Picasso (lo del fanboyismo mutuo ha sido un puntazo), han sido lo mejor del episodio.

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    1. Claro, es que han puesto el listón tan alto que era ya muy, muy difícil que mantuvieran ese pedazo de nivel.

      Jajaja, jo, es que ha estado venga a dar por saco con su drama, así que lo de drama king le va al pego. Y mira que debería ser Amelia la que esté en ese plan, que al fin y al cabo ha leído que va a morir en cinco años, pero no, es Julián el que no deja de dar por saco. Y, sí, pobre Amelia, se está colando hasta los huesitos por Julián, pero éste sigue empeñado en su difunta mujer. Deberían obligarle a ir a un loquero o algo, en serio.

      En el avance parece que Irene tiene trama por su cuenta, así que promete mucho =D

      En serio, Velázquez es un amor y Julián Villagran lo borda. Deberían plantearse el hacerle fijo de cara a la segunda temporada y traer a Picasso de vuelta, que ha salido poquito, pero me ha caído súper bien también.

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  2. Es una Genialidad que a Velázquez le guste Picasso. En la realidad es obviamente el a revés y me parece una Maravilla que Velázquez siendo del siglo XVI pueda entender a Picasso con los siglos que hay de por medio entre ambos y todo lo que cambió el arte. Yo también me apunto al spin off de Velázquez! Ojalá haya más momentazos con Salvador!!
    Walcott y Stein trabajan para el mismo tipo fijo. Tenemos varias pistas, por un lado el bufete de abogados está en NY y por otro no trabajan para el gobierno USA ya que lo dice Walcott en el capítulo. Empiezo a teorizar que hay alguien que sabe de la existencia del ministerio y que curró en él y que está relacionado con Salvador que por Algo acabó expulsado del Ministerio. Puede que se le fuera la pinza como a Walternate? El caso es que ha descubierto cómo viajar en el tiempo y ahora vive en los USA y está puteando a saco a nuestros Funcionarios intentando cambiar la historia de España. Cargarse al empecinado para que la España de la Constitución de Cádiz hubiese ganado en vez que la vuelta al oscurantismo con Fernando VII? Matar a Lope de Vega para que el siglo de Oro sea de Plata de qué sirve? Conseguir que España sí entrase en la IIGM para qué habría servido? Para que en vez de Desembarco de Normandía hubiése sido el Desembarco de Tarifa? Y ahora no dolver el Guernica y que siga en el MOMA que supondría que no habría democracia en España? Sigo sin llegar al fin no lo veo me falta información pero supongo que algo hay tras todo eso. A ver si nos dan una pista!
    Muy fan de Alonso Heavy! Qué graciosisimo está! Amélia es un amor y una crack pensando!
    Esperemos que el cuarto de Fumadores siga saliendo! Irene se casó con una doctora interesante. A ver quién es la doctora? Lola?
    Yo estoy pensando que lo de Julián y Maite está ahí por algo? Anda que si aparece ella en el "Ministerio Paralelo" con Stein y Walcott? Los americanos se cargaron a Maite por algo para que Julián acabase en el Ministerio? Aquí hay algo fijo! A ver si el Larazillo de Tormes nos da un pista! Qué había en la Huesca de 1053? Puntazo!

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    1. Hombre, es que Velázquez ya lleva un tiempo trabajando para el Ministerio, así que digo yo que se habrá puesto al día (no como Alonso, que va poquito a poco, xD) y los motivos que dio fueron geniales. Toda esta trama fue una maravilla y, sí, sus escenas con Salvador fueron lo mejor. Si es que son un dúo cómico estupendo.

      Quizás yo lo entendí mal, pero me pareció que Salvador explicó que hay una empresa privada americana que viaja por el tiempo. De hecho, el MoMa, según Salvador, contrata sus servicios únicamente para conservar el cuadro. Vamos, nada que ver con la democracia española. Entonces, imagino que la empresa, para eliminar competencia, lo que hizo fue ponerse en contacto con los descendientes de Abraham Levi, que contrataron a Stein (o éste es otro descendiente, que también era judío).

      Lo que ya no sé si todos los casos se han debido a dicha empresa o hay más fuerzas actuando por ahí, porque Lola parece que va por libre; de hecho, Lola busca puertas para salvar a gente y me da la sensación de que la empresa de Walcott viaja de otra manera, que les permite moverse en el espacio y en el tiempo (la conversación sobre eso de Salvador y Ernesto no puede ser casualidad). Y lo de Lope pudo ser la teoría del caos, que era la opinión de Salvador, porque está claro que el pasado puede cambiar por sí solo o no existiría el Ministerio.

      A ver, resumiendo, yo creo que hay tres fuerzas actuando contra el Ministerio:
      1) Lola, que va por libre, intentando mejorar la historia, en vez de dejarla como está: de ahí que intente que los franceses ganen la guerra de la Independencia (eso se lo dice a Amelia) y que salve a republicanos, que ya luego abren la boquita y meten a los nazis en la historia.
      2) La empresa que privatiza viajes en el tiempo. El MoMa la contrata porque no quiere devolver el Guernica y por eso Walcott elimina los documentos que les obliguen a devolver el cuadro (Salvador lo explica) y seguramente los que han hablado con los descendientes de Levi.
      3) El caos. El Ministerio lleva mucho tiempo funcionando y está claro que hay fuerzas que cambian el pasado sin ton ni son. Esto lo dice Salvador en el segundo episodio al hablar con Ernesto sobre Lope y dice que es la peor amenaza porque es impredecible.

      Yo no creo que lo de Maite vaya en ese sentido, yo creo que va a servir para que Julián tenga que tomar una decisión de cara al final de temporada: permanecer fiel al Ministerio, lo que sería aceptar las normas y, por tanto, la muerte de Maite o traicionar al Ministerio en pos de unirse a Lola y cambiar el pasado. Vamos, que sencillamente es la historia personal del personaje, el conflicto de Julián. Piensa que Amelia está obsesionada con el futuro que le espera, Alonso tiene problemas con adaptarse al presente y Julián está obsesionado con el pasado. Es como que está todo bien repartido. Bueno, al menos yo lo interpreto así.

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    2. Empresa que privatiza los viajes en el tiempo? Yo esto lo entendí en plan Zas en toda la boca al gobierno por privatizar educación, sanidad y viajes en el tiempo... vamos que la empresa es el gobierno que lo privatiza todo...

      No sabemos si Lola sabe de la existencia de los Americanos lo mismo no pero si les conoce igual vuelve al Ministerio solo por ayudar o igual se une a ellos pero no le pega puesto que lo que quiere es hacer el bien...

      Lo de Walcott sale en el avance también Irene dice que tienen un túnel que pueden programarlo y que funciona con energía nuclear... Intrigada me tienen!!

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    3. Yo no lo entendí así. A ver, vale que el tema sea una crítica, pero yo entendí que también era literal y, a juzgar por el avance, sí que debe serlo.

      Yo sigo pensando que Lola va por libre. Ella no quiere jugar con la historia, sólo mejorarla, mientras que los americanos sólo quieren cumplir la voluntad de sus clientes. Además, Lola usa puertas ilegales, pero no sabemos cómo viajan los americanos. Hasta ahora han explicado que el Ministerio sólo puede ir a territorio español, mientras que el americano va de un lado a otro tan pichi, así que creo que usa otra forma para viajar, véase, el túnel del que hablan en el avance.

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    4. En el siguiente capítulo aparece Mar Saura que no sabemos si es abogada de Lockhart, Gardner and Stein (Qué puntazo escribir el nombre del bufete!!) y le dice que el embajador americano quiere que suelten ya al Walcott. Qué intrigada me tienen. Aparece Stein pidiendo el libro, luego el americano y ahora otra tipa. Y meten al embajador USA por el medio. Pero este sabe porqué han detenido a Walcott? Y sabe de la existencia del Ministerio? Pero no se supone que es secreto? Vaya lío!

      Sí parece que los americanos viajan a todas partes. A ver qué nos cuentan! Y pinta genial la aparición de Mar Saura porque Salvador da a entender de que se conocen...

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    5. Hombre, dado que Walcott es un ciudadano estadounidense aprisionado ilegalmente por los españoles, es muy lógico que el embajador yanki exija que se lo devuelvan.

      A mí también me dio la sensación de que Mar Saura y Salvador se conocen. ¿Trabajará para el gobierno español también?

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  3. Pues yo discrepo un poco contigo. En líneas generales, a mi me ha gustado más este capítulo que el anterior.

    El anterior, a pesar de ser muy bueno, se me hizo un poco repetitivo con lo del día de la marmota.

    Sin embargo éste se me ha hecho muy ameno al tener tantas idas y venidas de épocas (creo que es el primer capítulo en el que viajan tanto). Y además, han vuelto a participar los cinco de nuevo, sumándose también el gran Velázquez.

    En lo que sí estoy de acuerdo es que Julian ha estado demasiado intenso, cayendo en el error de convertirle en el viudo de España.
    De hecho, en los demás capítulos lo que valorábamos de él era justo que no habían llevado al personaje por ese camino, liberándolo de toda esa carga y solamente teniendo momentos puntuales en cada capítulo.

    Yo también tengo ganas de saber más sobre otros personajes como Irene o Salvador. Sobretodo del segundo, que por no saber, no sabemos ni la época (o si la han dicho, yo no me enteré).

    Y por supuesto con ganas de saber más de los Americanos y su "modus operandi". Éstos se han convertido en el enemigo real del Ministerio. Ya que Lola más que una cruzada contra el Ministerio lo que tiene es una cruzada contra las injusticias. Y la "Teoría del caos" es directamente un enemigo contra el que no se puede luchar.

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    1. A mí es que los episodios tipo día de la marmota me encantan, me parecen muy divertidos y no hay serie sobrenatural donde no haya uno de ellos: Supernatural, Buffy, Embrujadas... En este sí que me ha gustado el que hayan viajado tanto, ha sido muy dinámico, pero los dramas de Julián no han terminado de emocionarme tanto como, por ejemplo, la historia de Ernesto en el anterior.

      Por cierto, fan total del término "viudo de España".

      Salvador es de la época actual. No sé si lo han dicho en la serie o en los extras de después, pero el director del Ministerio debe de ser por ley alguien de la época actual. Sin embargo, sí que no sabemos nada más sobre su vida. Al igual que, por ejemplo, tampoco sabemos qué vida llevan Irene, Ernesto y Angustias; es evidente que ellos tres viven en la actualidad, pero no sabemos cómo es su vida actualmente. Y yo quiero conocer la historia de Irene más en profundidad.

      Los americanos son un enemigo muuuy importante. Es que es lo que dices, puede que Lola a veces meta la pata, pero ella no quiere putear a nadie, todo lo contrario, aunque luego esa buena acción se vuelva en su cotnra y la teoría del caos sencillamente está ahí y es imprevisible, pero los americanos son un enemigo al que enfrentarse, quizás, en el final de temporada.

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  4. Mientras el resto de la población veía anoche el 1x06 yo me vi este. Velázquez personaje revelación de la temporada, pero es que el actor que hace de Alonso tampoco se queda atrás. El capítulo tuvo dos puntazos genialosos: el primero, la aparición de Alonso en un texto antiguo montado en motocicleta; la segunda, la zona de fumadores. Son estos detalles los que hacen cada vez más grande la serie. El padre de 'Ana y los 7' y también de Julián me cae mal, lo siento. Irene al fin tiene un poco de protagonismo y es con puterío, como a mí me gusta.

    El capítulo me gustó mucho en general. Al igual que ya comenté en alguna reseña de un libro vuelvo a repetir que lo que menos me gusta es cuando sabemos que tienen que cumplir una serie de objetivos porque sabes que irán uno por uno (no me refiero a la serie, sino a las historias en general en algunas películas, series o libros). Que es una tontería mía, sí, pero es lo que no me gusta. Y aquí ha pasado eso, nos presentan las tres opciones de conseguir el recibo y muy listo no tienes que ser como para saber que lo conseguirán en el último después de pasar por los otros. No sé si me he explicado muy bien.

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    1. Velázquez es genialoso, me encanta, yo quiero verlo en una misión como agente de campo y trabajando con Salvador. De ahí no me sacan.

      La zona de fumadores debería salir más.

      Bua, pues en el 6 Irene sale mucho más y parece que va a ser la protagonista del 7 (Cayetana incluso ha dicho que se ven flashbacks de cuando fue reclutada), así que te van a molar, vamos.

      Sí, sí, te he entendido. La verdad es que sí, en este tipo de historias, siempre sabes que en realidad el que va a salir bien es el último.

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