Hace poco mi amiga Irene me puso deberes: básicamente me plantó El libro de Jade de Lena Valenti, me dijo que lo leyera y que le contara, que a ella le enganchó mucho.
Así que, después de terminar Ángel mecánico, me lo leí y he de decir que tengo sentimientos encontrados. Sin embargo, vamos en orden. El libro de Jade es el primer volumen de la pentalogía Saga Vanir, que sigue un poco la propuesta de Karen Marie Monning en su saga de los Highlander, me explico: cada libro está protagonizado por una pareja distinta, pero los personajes tienen que ver e, incluso, salen en los demás libros.
La historia de este primer volumen se centra en Eileen, una chica diez que tiene grandes planes: siempre bajo los agobiantes cuidados de un padre que no sólo no la quiere, sino que la culpa de la muerte de su esposa, ha planeado escaparse a Inglaterra donde comenzar una nueva vida.
La noche en que comienza la historia es como todas las demás: como Eileen es diabética, su doctor personal, Víctor, acude a verla para controlarle el azúcar y pincharle la insulina. Sin embargo, nada es normal, puesto que fuera se encuentra Caleb, que junto a unos cuantos compañeros, han acudido a vengar a un amigo caído. Caleb y los suyos matan al padre de Eileen y no sólo eso, sino que a ella la secuestran, la tratan de forma realmente despreciable porque están convencidos de que es una criminal, una asesina, y no la escuchan cuando intenta defenderse.
Resulta que Caleb y los suyos no son personas normales, sino que son vanirios, seres inmortales creados por los dioses nórdicos para proteger a la humanidad y que comparten ciertas características con los vampiros. Los vanirios están siendo cazados por una misteriosa organización que dirige el padre de Eileen, así que están convencidos de que ella también es responsable de las barbaridades que ha hecho la organización de su padre. De ahí el trato sumamente vejatorio al que somenten a Eileen.
No obstante, nada es lo que parece y eso tan sólo es el inicio de un complicado romance entre Eileen y Caleb, del descubrimiento de una conspiración y del inicio de la nueva vida de Eileen, que descubre que nada es lo que pensaba.
Y ahora empiezo con mis sentimientos contradictorios.
Por un lado, es cierto que resulta un libro adictivo y lo que es la historia de misterio está bien orquestada e interesa, de ahí que se lea tan rápido. Por otro, la parte amorosa entre los dos protagonista es repetitiva, no tiene encanto y mucho menos interés. Vale, quizás es algo personal, pero soy incapaz de desear que Caleb esté con Eileen porque la viola y me da igual que creyera que era una asesina, la viola y a mí ya mi pierde con eso.
Además, luego no ceja de insistir en la manida idea de que se pertenecen, de que deben estar juntos lo quieran o no, lo que me toca bastante las narices. Es un concepto que no me gusta. No me gusta eso de estar atado a alguien, se quiera o no porque, para mí, eso no es amor, no le quieres, sino que estás obligado a estar con alguien. No sé si me explico, pero yo me entiendo, xD. Y, vamos, sigo sin entender la perra que les ha dado con el tema ese: la imprimación en Crepúsculo, aquí es lo mismo con otro nombre...
Otro de los puntos negativos de la novela es que los protagonistas son pésimos personajes.
Caleb tiene la parte negativa de un highlander, pero multiplicada y sin justificar porque no es un hombre de la antigüedad transportado de algún modo a la actualidad. Es machista, cruel, posesivo, celoso... Y me da igual cuantas veces la autora intente justificar su comportamiento o diga que también es leal y bueno, que no me lo trago.
En cuanto a Eileen en líneas generales diría que es una petarda. Ya si me pongo un pelín más profunda diré que me canse de sobremanera que sólo en el primer capítulo me digan mil veces que es súper guapa, súper lista y súper, súper buena. Vale, sí, con dos veces lo pillo. Pues bueno, ese leivmotiv se repite a lo largo del tochón. Además, Eileen no es coherente, le cambia la personalidad constantemente según le convenga a la autora. Pero, vamos, en general resulta muy cansina, sobre todo en su relación con Caleb que es especialmente monótona.
Los personajes secundarios sí que merecen más la pena o, por lo menos, yo me quedé con ganas de conocer la historia de Daana y Menw, que fueron los que más me gustaron.
Otra parte positiva es que la mitología del libro me resulta bastante original y trabajada, no se limita a que sea el típico conflicto entre vampiros y hombres lobo, sino que se centra en vanirios y berserkers, sacados de la mitología nórdica.
Para acabar, decir que aunque creo que el primer capítulo está hasta mal escrito, luego la autora mejora bastante. Durante todo el libro peca, en mi opinión, de querer que tengamos su visión de las cosas (Eileen es súper perfecta, Caleb no es malo, etc.) y, de hecho, no tiene sutilidad alguna para lograrlo, simplemente se limita a repetir una y otra vez lo que debes pensar.
En resumidas cuentas, El libro de Jade es un libro bastante flojo porque se regodea en una historia de amor mal planteada y desarrollada con una pareja protagonista con la que no se puede empatizar, ni interesa en realidad. Sinceramente, si se hubiera centrado en la conspiración y en los personajes secundarios (como creo que ocurre en las siguientes partes) hubiera obtenido un manuscrito muchísimo mejor. Sin embargo, la extraña mezcla de fantasía, amor, sexo (y bastante explícito), misterios y acción, resulta entretenida y engancha bastante.
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