miércoles, 6 de julio de 2011

Estropea a la chica

Es una máxima en las series de televisión tener a dos personajes que se gustan, que quedan bien juntos (y por eso desde que aparecen juntos tú quieres que se líen) y que los guionistas tardan en juntar todo lo posible. Por ejemplo, Luke y Lorelai de Las chicas Gilmore que tardaron cuatro temporadas enteras o Booth y Brennan de Bones que se han llevado el récord al tardar seis temporadas enteras.

Es otra máxima que una vez que estén juntos, estén así un tiempo hasta que, al final, rompan y, así, alargar la historia porque, claro, tiene que darse la reconquista. Siguiendo con uno de los ejemplos anteriores, Luke y Lorelai rompieron a lo largo de la (apocalíptica) sexta temporada tras haber estado la quinta juntos como pareja.

Lo malo de la primera máxima es que puede llegar a cansar y a desesperar (véase, Bones), pero yo lo prefiero a la segunda porque en esa, prácticamente siempre, acaba saliendo perjudicado un personaje que, para más INRI, suele ser el femenino. A decir verdad, también ocurre cuando se alarga la tensión sexual no resuelta, que no me olvido de Sandra en la segunda temporada de Los protegidos o de Woody en la quinta de Crossing Jordan, por citar varios ejemplos.

Booth y Brennan en el genialoso final de la cuarta temporada ^^

Yo no sé por qué, pero los guionistas siempre acaban estropeando a la chica, en vez de al chico o a ninguno. Entiendo que se trata de una serie de televisión y que hay que crear problemas para mantener el interés (porque si están juntos y felices también nos quejamos, véase a Stefan y Elena de The vampire diaries), pero no entiendo por qué en vez de crear una ruptura y una situación posterior en la que no odiar a ninguno, se tiende a estropear a la chica.

Por ejemplo, en Everwood nunca me gustó Amy. Me caía mal, me parecía rastrero el que se aprovechara de los sentimientos de Ephram para recuperar a su novio del coma (el padre de Ephram era una eminencia en el campo de la neurología). Sin embargo, sucede lo inevitable y al final de la segunda temporada por fin inician una relación que desarrollan maravillosamente a lo largo de la tercera. Pues bien, al final de la misma viene también la inevitable ruptura y los dos son culpables y también inocentes.

Y es que aprovechan la situación tan jodida en la que está Ephram para enturbiar la relación con Amy, que la pobre no sabe cómo actuar correctamente, aunque lo intenta. Cierto es que te puedes cabrear con Ephram (yo no lo hice), pero no es por la ruptura en sí o la situación posterior con Amy, sino por su reacción ante la situación en la que se encuentra.

Foto mona de Ephram y Amy, cuyo nombre parejil también es lo más: Ephramy

Pero los casos como el de Everwood son más bien pocos, de hecho es de las pocas series en las que no me puse de parte de nadie ni odié a ninguno. Porque, por ejemplo, aunque en Friends nunca odié a Ross (sinceramente, creo que es imposible odiarle) sí que me posicioné a favor de la postura de Rachel. Vamos, que me da igual el supuesto descanso con el que se justifica Ross, le puso los cuernos y no hay más que hablar.

¿Y a qué viene tamaña disertación sobre rupturas y sobre el tratamiento de los personajes en ese caso?

Pues a que Doctor Mateo me está estresando casi tanto como Los hombres de Paco en su día (creo que nunca ninguna serie me cabreará tanto como la etapa de Sara adúltera) con el manido, absurdo y, en mi opinión, sobrante triángulo amoroso. Y es que odiar a Nico no es novedad, no lo he soportado desde que apareció (y eso que adoro a Diego Martín desde siempre), pero el pasarme el episodio deseando estrangular a Adriana sí que lo es y no me gusta.

A mí Adriana me caía bien. En serio. Me gustaba su forma de ser, el que viera algo más que a un borde en Mateo, que supiera lo que quería... Por eso no me entra en la cabeza que desde que apareciera Nico se comportara como una adolescente y se dedicara a jugar a dos bandas, mientras juzgaba a Mateo de una manera tan dura. De hecho, últimamente se dedica a intercambiar a los dos primos a la mínima de cambio.

El besaco de película que se dieron hace poco Mateo y Adriana.

Y, mira, puedo tragármelo hasta este último intercambio. No me creo que Adriana esté enamorada de Nico ni quiera casarse con él tras que discutieran en el barco. Porque, vamos, no me parece lógico tras que Nico demostrara que no la quiere, sino que quiere arrebatársela a Mateo (conceptos bastante distintos), hasta el punto de que estén encerrados en un barco en plena tormenta y, en vez de preocuparse por ella, le eche en cara el tema Mateo. Vamos, que los guionistas o bien se piensan que somos idiotas o bien pasan de hacer que los personajes actúen siguiendo su forma de ser. ¿En serio me tengo que creer que tras esa discusión y el hecho de que apenas pudieran mirarse, ahora Nico y Adriana se van a casar?

No sé, personalmente me parece una tomadura de pelo el todo vale para alargar la no relación. Sobre todo porque Doctor Mateo no es la única que emplea el recurso de estropear a la chica.

Otro ejemplo lo tenemos en Gran reserva, donde Lucía dejó de ser la chica fuerte, lista y coherente del principio para ir de un hermano a otro según le convenga. Ahora estoy con Miguel, uy si me ha decepcionado, pues dos segundos después me ligo a Raúl, pero, eh, me ha puesto los cuernos, pues, nada, otros dos segundos después a tirarme a Miguel... Vamos, otro buen personaje femenino estropeado.

Miguel, qué guapo estás con esa camiseta *0*

Porque esa es otra de las cuestiones, ¿qué manía es esa de hacer que la chica (por muy lista que sea) se empeñe en caer en los engaños del otro? Lucía nunca se ha creído que Raúl sea un mal bicho, por mucho que se lo hayan dicho. Pero es que ahora mismo en Los misterios de Laura, la protagonista está cayendo en ese tópico también con su nuevo novio (que es un mal bicho); y entiendo que desconfíe de las sospechas de su exmarido, pero, ¿por qué no creer a Martín que siempre le ha sido fiel?

¿Cuesta tanto acaso el mantener el interés sin hacer que un miembro de la pareja sea ahostiable? Yo creo que no.

Por ejemplo, en Chuck alargaron la tensión sexual no resuelta durante tres temporadas y, aunque pasaron varias veces por la fase del otro malvado, tampoco fue tan horrible y desde entonces Chuck y Sarah han estado juntos y ha sido igual de interesante. En esta cuarta temporada me han gustado los dos juntos, los problemillas de la convivencia y de los caracteres de ambos, los momentos monos, pero sobretodo el que siempre, absolutamente siempre estaban unidos.

No sabéis la de tiempo que esperé esto, xD.

También está la opción de separarlos por una tercera persona o un hecho que hace que los dos sean víctimas. Personalmente, prefiero esa opción a los cuernos, al despecho o a nuevos triángulos amorosos.

Los guionistas de El barco, por ejemplo, han recurrido a la tercera persona para seguir manteniendo separada a la pareja principal formada por Ainhoa y Ulises. En su día leí críticas negativas al giro que le dieron a la relación cuando Gamboa la chantajea para que no estén juntos. Yo no opino igual. Me parece más lógico que Ainhoa ceda y se calle por temor a que Gamboa haga daño a un ser querido, que se dedique a dudar entre Gamboa y Ulises como ocurre en la primera temporada.

Y ya sé que algunos opináis que es una tontería la situación, que si Ainhoa hablara se solucionaría todo, pero... No sé, a mí no me convence. Si se chiva a Ulises, lo que pasará es que se pegarán otra vez y Gamboa podría hacerle daño de verdad tanto a él como a la familia de Ainhoa. Y si se chivara a su padre, pues... Nada, porque no lo van a tirar por la borda y dejarlo encerrado en un camarote no creo que funcionase.

Por otro lado, en El internado (además de una de mis series favoritas, me parece que llevaron bastante bien todas las historias de amor ^^) mantuvieron separados a Julia y a Iván aprovechando el alzhéimer de éste (que le provocaba la medicación que evitaba que el virus de Ottox lo matara, ¿recordáis?). También sé que esa trama tampoco gustó mucho, pero a mí sí porque, además, entendía perfectamente tanto a uno como a otro.

Me encanta esta foto ^0^

Vamos, que no estoy pidiendo que en todas las series haya matrimonios idílicos como Jim y Melinda de Entre fantasmas, pero sí que se tenga un poco de respeto por el público, la relación y los personajes. Porque hay series en que la pareja principal unida mantiene el interés perfectamente: véase, Seth y Summer de The OC (se reconcilian en la segunda y ya no se separan) o Sara y Lucas de Los hombres de Paco (achaquemos la etapa horribilis posterior a la ausencia de Hugo Silva).

PD: Sí, este post es blogterapia, vamos, que los guionistas de Doctor Mateo me tienen taaan harta con ese estúpido triángulo amoroso que nunca jamás ha funcionado... Ni gustado, creo. Sólo hay que ver el descenso de espectadores. Pues eso, que estoy cansadísima del tema, quiero zarandear a los guionistas a ver si espabilan y dejan el tema de una vez.Negrita

4 comentarios:

  1. Pero gracias a los dioses, solo quedan dos capitulos xD Con lo fan que yo he sido, que me fastidiaba cada final de temporada... y ahora deseando que acabe esta tortura.

    Conste que a mi Nico no me disgusta. Pero es que lo hilaron todo tan mal en la serie... desde que Mateo se fue a Nueva York y se le escapó la carta que escribió Adriana. A la vuelta de esa temporada todo empezó a ir mal hilado. ¿Por qué Adriana besa a Mateo nada más verlo? Si no tiene noticias de el desde que se fue! Se comunican por telepatía? Ya desde ahi, chungo. Luego se estabilizó mas o menos hasta que Mateo se fue a Africa xD Y cuando volvió, zas! reconciliación relampago. Pero reconciliación de polvete, no de hablar y esas cosas, porque se ve que hablar está mal visto en San Martín ¬¬

    Y eso, que a mi Nico no me molesta, no me disgusta su personaje, la que me digusta es Adriana, que no tiene sentido común. Con lo que me gustaba... que yo la veia y decia "quiero ser como tu" xD viajes a Santorini incluidos. Pero ya como que no xD Y en este último capítulo estuvo especialmente insoportable.

    Así que... como dice mi abuela, pobre del hombre que la lleve!! xD

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  2. Buff, yo no puedo con Nico es que me parece un hijo de puta con tirantes que, además, va de majo cuando no lo es. Mucho jiji jaja, pero a la mínima salta y se cree mejor que nadie. Seh, le he puesto fino en un par de frases, xDD.

    En cuanto a desastabilizarse. Bueno, a mí cuando se fue a Nueva York y regresó no me pareció tan mal hilado. Al fin y al cabo Adriana ama a Mateo y en un principio le conocía y era bastante más comprensiva.

    Aunque coincido totalmente en la otra ida de Mateo, la de África. Es decir, entendí a Mateo y me pareció coherente con su forma de ser: escuchó decir eso a Adriana, se acojonó del todo y huyó. Pero la reacción de ella fue otra cosa. Porque, vamos, se auto-nombró La víctima de San Martín del Sella y ni siquiera cuando se dio cuenta de que, en parte, ella había provocado todo no cambió de opinión. De hecho, es algo que no me gustó nada: Adriana incluso mintió a Juana con el tema y luego no se trató, se olvidó sin más.

    Y creo recordar (no estoy muy segura) que Mateo se ofrece a hablar y le pregunta si ha habido tema con Nico (que ha habido) y ella le miente descaradamente.

    Espero que en estos dos capítulos que quedan le explote a Nico el haber puteado a Mateo taaanto, tampoco tengo demasiadas esperanzas porque lo que es la continuidad en Doctor Mateo es un nulo. ¿O acaso se han molestado en explicar por qué o cómo se iban los personajes? Marga, Ana, Ernesto, Riki, Sagredo... Se han ido un montón y ni mencionarlos, oye.

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  3. Yo no sigo la mitad de series que comentas, pero estoy muy de acuerdo en esto que dices de que para forzar la unión imposible de la pareja SIEMPRE tengan que estropear a la chica y hacerla idiota. Los guionistas en general son unos machistas de cuidado!!

    En El Internado Julia llegó a parecer el perrito faldero de Iván. Aunque esto del perrito faldero ocurría en general con todas las chicas de la serie, pero esto es otro tema. Y eso del alzheimer, aunque los comprendiese y tal y les diese mucho juego y escenas bonitas, a mi llegó a cansarme a ratos tanto ahora si ahora no, no se cuántas veces fueron y vinieron en esa última temporada!!! Eso sí, la escenita de la reconciliación final y el momento webcam dame una hora más les quedó precioso.

    Lo de El Barco es superior a mi, se han tirado 13 capítulos retrasando un beso entre Ainhoa y Ulises que podría haberse dado perfectamente en el capítulo 2 o en el 1 si me apuras. La pareja no me gusta especialmente, sino todo lo contrario, pero si Ainhoa no tiene reparos en tirarse en cero coma a Rodolfo Langostino ¿qué le impedía besar a Ulises? y después de aguantar las insufribles lanzadas de caña de uno a otro 12 capítulos nos encontramos con que la niña es tímida y tarda media hora en decidirse a darle un besito!!!!Tirarse a Rodolfo sí, pero un beso de amor la chica no se lo da a cualquiera jajaja En esta temporada supongo que adoptará el rol de Iván en el alzheimer pero con Rodolfo... veremos en que queda todo esto.

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  4. Buff, es cierto que Julia llegó a parecer el perrito faldero de Iván, pero es que la pobre lo pasó fatal. Respecto a las chicas de El internado, al menos no las volvieron estúpidas, aunque no todas las chicas se arrastraron detrás de nadie. Por ejemplo, María y Rebeca no llegaron a hacerlo. Yo de hecho, más veía a Iván arrastrándose por Carol al principio. Ainss, mi pobre Mimosín, que mal se lo hizo pasar Carol >_<

    Y, vamos, con Ainhoa no puedes dar más en el clavo. Es que el personaje entero es de juzgado de guardia. Como dices, a ver qué nos depara la segunda temporada.

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